Capítulo 59
Dedicado a IsabelMurgueytio
***
Esa llamada lo cambió todo. Nuestro maravilloso día de celebración terminó con Nick y yo yendo en la moto a la estación de policía que la hermana de Josh me había indicado. Aún me costaba asimilar lo que estaba ocurriendo.
La Bessie aterrada de un año atrás no hubiera podido enfrentarse a algo de esa magnitud. Sin embargo, la Bessie de ese momento no se dejaba intimidar con tanta facilidad y sabía que era lo suficientemente fuerte como para afrontar lo que se avecinaba. Tenía que serlo si quería ser libre de una vez y para siempre.
Había una aglomeración de personas cuando llegamos. Odiaba estar ahí, pero no me quedaba otro remedio. Nick me tomó de la mano para darme su apoyo. Agradecía una y mil veces al universo por tenerlo ahí a mi lado.
Llevaba conmigo las cosas que me había dado Josh: la medalla de Beth y los videos de las confesiones. Probablemente su asesinato tenía algo que ver con la noche del incendio, y solo podía rezar para que mis suposiciones no fueran correctas.
Sin embargo, apenas entramos vi una figura familiar sentada en una de las sillas al otro extremo del pasillo. El aliento se atascó en mi garganta.
Era Noah.
Nick pareció notar mi expresión de sorpresa y consternación al verlo.
—¿Crees que él...? —preguntó en un susurro.
No respondí. Ni siquiera quería que esa posibilidad cruzara mi mente.
—Necesito hablar con él.
—Bessie Boop, no creo que debas hacerlo —respondió con preocupación.
—Ya estoy aquí, Nick. Necesito saber qué pasó y por qué Noah vino también. Hasta donde sé, él y Josh no se conocían.
—Entonces te acompañaré. Al menos está sentado en el pasillo y no esposado en una celda.
Asentí y comenzamos a acercarnos hacia él. Mis pies se sentían pesados como nunca antes y el corazón me latía con fuerza. ¿Acaso él realmente tenía algo que ver con la muerte de Josh?
Nos detuvimos a su lado y lo observé por un instante. Estaba inclinado hacia adelante con los codos apoyados en las rodillas y el rostro escondido entre las manos. No había notado nuestra presencia.
—¿Noah? —susurré con inseguridad.
Levantó la mirada y sus ojos me enfocaron. Permanecí inmóvil ante su escrutinio. Sin embargo, no había odio o enojo en su mirada, solo consternación.
—Comencé a pensar que no vendrías —dijo en un tono muy bajo.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Su madre me llamó —respondió sin mirarme.
No comprendí.
—¿Nancy? —pregunté con escepticismo—. ¿Ella sabe algo sobre lo de Josh? Pensé que no lo conocía.
Levantó la cabeza y me miró con una expresión interrogante.
—Bessie... ¿qué te dijeron exactamente antes de venir?
—Ella... la hermana de Josh me llamó y me dijo que lo habían asesinado de una manera brutal. Estaba llorando mucho, apenas hablamos unos segundos.
—Sí —dijo y suspiró de una manera audible—. Cuando llegué la estaban llevando al hospital, se puso muy mal luego de declarar. No fue algo... agradable de ver.
Nick y yo compartimos una mirada de angustia. Sabía lo duro que era perder a alguien tan amado de un modo tan repentino. Lo había vivido en dos ocasiones, por desgracia.
Unos oficiales pasaron frente a nosotros y los tres los seguimos con la mirada. El ambiente estaba tan tenso que me agobiaba. Deseaba salir de ahí cuanto antes.
—¿Quién te llamó? —insistí.
—Fue la madre de esa chica, Bessie. Ella sí es una jodida demente.
—¿Chica? ¿De qué chica habl—
—Noah —me interrumpió alguien a mis espaldas.
Un escalofrió recorrió mi cuerpo. Yo conocía esa voz.
Me volteé de inmediato y contuve la respiración al confirmar mis sospechas. No era otra que la madre de Jodie. Un millón de ideas comenzaron a hilarse en mi cabeza.
¿Jodie? ¿A esa loca se refería Noah?
Sus ojos y los míos se cruzaron por un instante. Dejé de respirar. La imagen de Jimmy desangrándose en mis brazos vino a mi mente tan vívida que quemaba. Sus ojos azules apagados me desgarraron el alma una vez más.
Todo había sido culpa de su hija y ella la había ayudado. ¿Cómo podían pasearse libremente y sin ningún tipo de arrepentimiento siendo dos criminales?
Mi primer instinto fue lanzarme hacia ella y reclamarle. Pero sentí que me tomaron con firmeza por el brazo.
—No vale la pena —dijo Nick sin soltarme.
Lo miré mientras sentía la ira crecer en mi interior. Luego volví la vista hacia ella. Su expresión de frialdad apenas varió al verme, pero sabía que me había reconocido.
—Apenas llegue tu abogado tomarán tu declaración —dijo ella dirigiéndose a Noah en su tono autoritario habitual. No obstante, luego agregó con una voz más baja—: No olvides lo que te dije, por favor.
Noah asintió, pero no suavizó su expresión en ningún momento. Me alegró saber que no se sentía intimidado en lo absoluto por ella. La mujer se dio la vuelta para volver a entrar a la habitación de donde había salido.
—¡Solo espero que la psicópata de tu hija se pudra en la cárcel! —escupí entre dientes apenas dio un par de pasos.
No hizo siquiera un intento por responderme. Sin embargo, sabía que me había escuchado perfectamente bien.
—¿Fue ella quién lo hizo, Noah? —pregunté, ansiosa—. ¿Fue Jodie quién mató a Josh?
Noah asintió y el estómago me dio un vuelco.
—Diablos... —musitó Nick con incredulidad y se sentó junto a Noah. Su expresión indicaba que no asimilaba del todo lo que acababa de escuchar.
—¡Se lo dije a todos! —exclamé con desesperación—. ¡Les dije que era una asesina peligrosa y nadie me creyó!
La impotencia me consumía. Si me hubieran escuchado nada de eso hubiera ocurrido. Pero para todos era solo una desequilibrada, ¿no?
—¿Cómo supieron que ella lo hizo? —pregunté—. No comprendo cómo llegó hasta Josh.
Noah soltó un suspiro de frustración.
—La última vez que nos vimos terminé muy mal al saber que conocías la identidad del jodido responsable de la muerte de mi hermana y que no lo dirías. En ese momento te odié mucho, Bessie, no tienes idea de cuánto me dolió saberlo.
Bajé la mirada al escucharlo. Tenía derecho a odiarme.
—Entonces apareció esa chica un día. Fue hasta mi casa con el cuento de que era hermana de otro de los chicos muertos en el incendio y de que estaba segura de que tú los habías matado. Sabía que yo era el hermano de Beth, no tengo idea de cómo carajos me encontró. Dijo que estuvo contigo en la clínica.
—Es cierto, esa demente era mi compañera de cuarto.
Me estremecí al pensar que por muy poco yo no había ocupado el lugar de Josh. Estuve en peligro todo ese tiempo y no tenía idea.
—Solo tuve que cruzar dos palabras con ella para darme cuenta de que no estaba bien de la cabeza, pero le seguí la corriente por si tenía algo relevante que contar. Ella te estuvo siguiendo los pasos desde que saliste de la clínica.
—¿Qué? —pregunté con desconcierto.
Nick me miró con los ojos abiertos al límite. Yo también estaba aterrada.
—Nunca tuvo suficiente, Bessie, aún quería hacerte pagar. Yo... lo siento, maldita sea... —Se restregó la cara con las manos y luego me miró suplicante—. Tienes que entenderme, Bessie, estaba cabreado y le conté lo que sabía. Fue mi culpa... solo no sé cómo diablos encontró a ese chico.
—Su madre —afirmé con amargura—. Es una mujer muy influyente y ha sido su cómplice todo este tiempo, incluso la metió en la clínica. Debe conocer a alguien en nuestro pueblo que la haya ayudado a identificar a todos los chicos que estaban involucrados en el incendio, no eran muchos. Además, es un pueblo muy pequeño que todos debían saber sobre la enfermedad de Josh.
—Diablos... —susurró con la vista fija en algún punto de la pared—. Ella lo fue a buscar a su propia casa a plena luz del día y lo apuñaló siete veces con un cuchillo de cocina. Salió de allí cubierta de sangre y la cámara de seguridad de una tienda cercana la captó subiéndose a su auto para huir.
—¿Dónde está ella ahora? —preguntó Nick.
—La policía la sigue buscando, nadie la ha visto desde que todo ocurrió. Se esfumó.
—Dios... —susurré, preocupada. Me pasé la mano por el cabello y resoplé—. Ninguno de nosotros estará a salvo hasta que esa demente esté tras las rejas. Es capaz de cualquier cosa.
—Ella no irá a la cárcel —dijo Noah.
—¿Qué? —pregunté con desesperación—. ¡¿Cómo que no irá a la cárcel?!
—Esa chica perdió la cabeza, Bessie, estoy seguro de que la internarán en un manicomio.
—¡Es una asesina! —exclamé con rabia—. ¡Tiene que pagar!
—Lo hará —afirmó Nick. Se levantó y puso ambas manos sobre mis hombros para que lo mirara a los ojos—. Ella va a pagar los crímenes que ha cometido. Tienes que calmarte y pensar con claridad.
Tomé una bocanada de aire y asentí.
—Solo te lo digo para que no te tome por sorpresa —dijo Noah—. Su madre sigue allí dentro tratando de probar que estuvo internada y que está desequilibrada. Para eso me llamó.
—¿Qué? —cuestioné con desconcierto.
—Me buscó para que testifique a su favor y la ayude diciendo que cuando su hija fue a buscarme estaba muy mal de la cabeza, que por eso actuó de ese modo.
—Quiere suavizarlo todo para que no vaya a prisión —dije y sonreí con amargura—. ¿Y piensas ayudarla?
—¿Ayudarla? —repitió con incredulidad—. ¡Por supuesto que no! Solo vine a decir todo lo que sé porque ya es hora de que cerremos esta página de mierda, Bessie. Mi hermana necesita descansar en paz.
El dolor en su voz era palpable y sus ojos verdes estaban húmedos. Yo también quería que toda esa pesadilla terminara, lo quería más que a nada en ese instante.
—Además... —agregó en un tono muy bajo—. Se lo debo a ese chico. Es una psicópata, y fui yo quien la llevó hasta él...
—Noah, esto no es tu culpa —hablé finalmente y me senté a su lado—. Si vamos a buscar a algún culpable entonces también tengo que ver con la muerte de Josh. Yo pude entregarlo antes de que Jodie lo encontrara. En ese caso quizás estaría vivo.
—Venga —dijo Nick con incredulidad—, ¿en serio están echándose la culpa uno al otro por lo que hizo esa loca de mierda? ¡Fue ella quien mató a Josh! Ustedes no pusieron el cuchillo en sus manos ni la obligaron a hacerlo.
—Él tiene razón, Bessie, pero los dos la cagamos en esto y ahora tenemos que responder por nuestros actos.
Suspiré profundo.
—Estamos a un paso de que todo termine, Noah, aunque este no sea el final que esperábamos.
Asintió con la cabeza.
—Tal vez fue mejor así —susurró—. Si ese día me hubieras contado la verdad quizás yo hubiera hecho algo de lo que me arrepentiría de por vida, Bessie. No es un secreto que en ocasiones tengo problemas para controlar la ira y, no lo sé, quizás si lo hubiera sabido yo—
—Noah —lo interrumpí—, para de pensar en esas tonterías. Tú no eres como esa demente, y estoy segura de que no hubieras dañado a Josh.
—Gracias, Bessie, también me gusta pensar eso...
Asentí una vez más e intenté sonreírle, aunque con el poco ánimo que tenía mi sonrisa debió verse más bien como una mueca.
—Bessie Boop —dijo Nick—, debemos ponernos en marcha e ir por el abogado de mi familia. No podemos perder más tiempo.
—De acuerdo —susurré con resignación—, no podemos darle más vueltas a este asunto.
Me levanté de la silla y envolví mi brazo alrededor del de Nick para apoyarme. Estaba tan perturbada que por un momento pensé que no podría salir de ahí caminando por mi cuenta.
—Bessie, tendrás todo mi apoyo para salir de esto —dijo Noah—. Todo estará bien, ya verás.
—Gracias, Noah —respondí.
No obstante, los tres sabíamos que no sería tan sencillo. Josh no se había muerto de causas naturales. Su hermana y yo no tendríamos la oportunidad de ir a nuestro pueblo y mostrar las pruebas para que reabrieran el caso como si hubiésemos sido ajenas a todo hasta el último momento.
Las cosas se habían torcido de tal forma que, mientras Jodie había asesinado a una persona y seguía fugitiva de la justicia, yo estaba en la cuerda floja entre salir ilesa o enfrentar una demanda por el encubrimiento de un crimen. Ya no había marcha atrás.
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