58
Marcy Wu jamás había estado tan nerviosa.
No sabía si era por lo que se celebraría aquel día, o porque no había podido desearle un feliz cumpleaños a su novia al despertar, pero el punto era que verdaderamente lo estaba.
Sra. Wu: Tienes que quedarte tranquila, hija -Susurro sujetando sus manos, intentando que sus dedos dejaran de chasquear. Pero la Sra. Wu no era Anne y no iba a conseguirlo.
Marcy: No puedo estar tranquila, mamá -Dijo nerviosamente moviéndose de un lado a otro por su habitación, la cual ahora se veía más pequeña que nunca.
XX: ¡Adivinen quienes llegaron! -Se escucho exclamar a una voz que Marcy siempre reconocería.
Ivy iba de la mano con el pequeño Sprig, ahora de cuatro años. La chica llevaba un sencillo vestido rosa y Sprig un trajecito hecho a la medida que le quedaba realmente muy bien.
Sprig: ¡Tía! -Grito al verla, corriendo de inmediato para ser alzado entre sus brazos.
Marcy: Estas pesado, Sprig...
Sprig: Lo se -Sonrió-. Mami dice que es tu culpa.
Ivy: Y de Gusion-Agrego antes de sujetar a su hijo en brazos, evitando de esta forma que sus zapatos ensuciaran el blanco vestido de Marcy. Gusion y Ivy habían comenzado a salir tan solo un par de meses atrás y el hombre se había encariñado bastante con el pequeño, al punto de querer cumplir todos su caprichos-. Ese estúpido no deja de darle chocolate.
Sprig: ¡Chocolate! -Exclamo entusiasmado, elevando sus brazos en el aire.
Ivy: No, Sprig. Nada de chocolate para ti. Te daré un jugo de manzana y lo tomaras sentado en la cama de Marcy ¿Bien? -El pequeño asintió mirándola fijamente a los ojos-. Ahora ve... ¡Y no ensucies tu traje!
Sprig: Si, mamá...
Para ser solo un niño el pequeño Sprig era bastante obediente.
Ivy: ¿Cómo estas Wu? -Pregunto acercándosele, de inmediato ayudando a la Sra. Wu a arreglar el hermoso vestido blanco que cubría la piel de Marcy.
Marcy: Nerviosa, supongo...
Ivy: Todo saldrá bien, Wu-La tranquilizo acariciando su brazo-. Amity y Luz la ayudaron a comprarse unos zapatos lo suficientemente estables como para que no caiga y no la han dejado beber nada para que no se haga pis encima...
Marcy: ¿Y si soy yo quien se hace pis encima?
Ivy: Vamos, tienes veintidós años, estoy segura de que ya no necesitas pañal...
Sprig: Yo ya no uso pañales -Dijo contento agitando sus pequeños pies en el borde de la cama, tomando su jugo lentamente y mirando a su madre con una enorme sonrisa, orgulloso de su logro.
Ivy: Lo sabemos, mi amor.
Marcy: ¿Y si dice que no? ¿Y si sale corriendo o...?
Ivy: Eso no pasará jamás, Wu. Apuesto mi vida.
Marcy: No puedes apostar tu...
Ivy: Si puedo. Soy Ivy, puedo hacer todo lo que yo quiera -Insistió cruzada de brazos, mirándola fijamente, retocando el maquillaje de su amiga-. Si Dios me lo permite, claro está -Agrego.
Marcy: Necesito hablar con ella... Yo necesito... Necesito calmarme... Siento que voy a tener un ataque ahora mismo.
Maddie: No vas a tener un ataque si estoy acá para impedirlo, Marcy-Dijo acariciando su hombro, hablando por primera vez desde que había entrado junto a su madre horas atrás.
Ivy: Sería terrible que tuvieran que pasar su luna de miel en un hospital y no en...
Marcy: ¿Nuestro pequeño departamento en Hiroshima?... Debo confesar que odio los hospitales, pero al menos estos tienen luces que no parpadean...
Por supuesto, aunque Marcy ya comenzaba a ganar lo suficiente como para vivir bien y Anne estaba a punto de graduarse aun quedaba la deuda que tenía con sus padres, además de los distintos gastos que debían hacer diariamente, lo cual no les había permitido terminar de reparar todas las fallas en su pequeño departamento ni pagar una verdadera luna de miel.
La boda ya era un gasto bastante grande, y de un viaje era mejor no hablar.
Ivy: ¿Su departamento? ¡No, Marcy!... Ustedes irán a Estados Unidos.
Marcy: Ivy, no podemos pagar...
Pero Marcy no había terminado de hablar cuándo Ivy ya sostenía dos boletos de avión frente a ella.
Ivy: Considéralo mi regalo de bodas -Dijo con una sonrisa-... Junto con mi departamento.
Marcy: Ivy, no puedo acep... Espera ¿Dijiste departamento?
Ivy asintió sonriente.
Ivy: Es demasiado pequeño para mí y para Sprig ahora que él quiere estar corriendo por todas partes, pero estoy segura de que para ustedes dos será perfecto una vez que regresen... si es que planean regresar.
Marcy: Voy a hacerlo -Sonrió-. Este es mi hogar... Acá están las personas que quiero. No podría dejarlo todo, así como así.
Ivy: Bien, entonces supongo que está decidido. Tienes un nuevo departamento, Wu... Y un vuelo a Nueva York que sale mañana por la mañana, no lo olvides.
Marcy: ¿No crees que es mucho?
Ivy: Eres mi mejor amiga, Marcy-Respondió encogiéndose en hombros-. Por ti daría mi vida.
Marcy simplemente asintió y abrazo a Ivy fuertemente, agradeciéndole de esta forma.
Y no le agradecía solo por el viaje y el departamento.
Le agradecía por estar allí incluso antes de que pudiese recordarlo.
Fue cuándo King entro al lugar sin tocar la puerta, vestido con un traje bastante elegante.
King: Lamento interrumpir su sesión de sentimentalismo, pero Anne quiere hablar con su futura esposa y no podía prohibirle algo como eso en su cumpleaños...
Marcy simplemente sonrió al escuchar la frase "futura esposa" salir de los labios de su hermano y tomo el celular para luego llevárselo a la oreja.
Anne: Hola futura esposa -Dijo a través de la línea. Marcy sabía que estaba sonriendo-. Tu padre me dijo que habías comenzado a alterarte. ¿Estás bien?
Marcy: Supongo que estoy mejor...
Anne: Bien. No quiero llegar al altar y descubrir que no estas allí. Sería doloroso y una completa vergüenza...
Marcy: Tienes razón -Río-. Estaré allí, lo prometo. Si no me encuentras soy la que va vestida de blanco.
Anne: Con lo nerviosa que estoy tal vez me confunda al mirarme al espejo y termine casándome conmigo misma...
Marcy: Eso sería imposible, Anne Banana-Susurro en tono de burla frunciendo su entrecejo.
Anne: No hablo en serio, Mar Mar... Pero estoy nerviosa. Muy nerviosa. Siento que me tiemblan las piernas, y tengo mucha sed.
XX: ¡No vas a beber ni una gota de agua, Anne Boonchuy, hasta que estén casadas!
Por supuesto, era Amity.
Anne: ¡No bebo nada desde ayer, Amity!
Amity: ¡Te bebiste unos quince vasos de Coca-Cola en tu despedida de soltera, Anne! ¡Eso debe de bastar para unos tres o cuatro días!
Marcy: Tenía razón cuándo dije lo de la Coca-Cola -Rió tiernamente-. Estoy segura de que ni siquiera probaste el vodka...
Anne: ¿Quién necesita vodka cuándo puedes beber quince vasos de bebida burbujeante sin que te sientas ni un poco mareada?
Luz: ¡Yo lo necesitare ahora mismo si no dejas de moverte!
Anne: Lo siento, señora Blight.
Luz y Amity se habían casado hacía ya casi un año. No habían invitado a nadie... En realidad, un día solo decidieron dar una vuelta y al volver a casa ya habían firmado aquel papel.
Anne: ¿Cómo te fue en tu despedida de soltera, amor? -Pregunto intentando cambiar la conversación, Marcy sentándose en una silla mientras su madre y su amiga comenzaban a arreglar su cabello, Maddie jugando con el pequeño Sprig para que no se quedara dormido.
Si había algo que alteraba durante la noche al pequeño Sprig más que el chocolate era el haber dormido durante las tardes.
Marcy : Supongo que bien. Bria fue a casa y luego estábamos bastante deprimidas y Willow compro unas cuántas bebidas... No recuerdo mucho después de eso. Amanecí durmiendo sobre el retrete.
Anne: Si hubieses tomado Coca-Cola eso no habría sucedido...
Marcy: Lo tendré en consideración para mi próxima despedida de soltera -Dijo con una sonrisa que solo Anne podía hacer aparecer en su rostro-... Y como no tendré otra, eso quiere decir que realmente no voy a considerarlo.
Escucho a Anne reír a través del altavoz, y eso hizo que sus dedos dejaran de chasquear y su cuerpo se relajara.
Anne Boonchuy era la única mujer capaz de hacer tantas cosas en ella sin realmente hacer nada.
Marcy: Feliz cumpleaños, Anne Banana...
Anne: Eso dímelo en el altar.
[....]
Maddie: ¡Lista! -Sentencio luego de darle un último retoque al maquillaje de la chica de ojos verdes.
La chica trago saliva y se dio media vuelta.
Intento mirarse en el espejo, pero solo se encontró con su borroso reflejo. Estaba tan jodidamente nerviosa que sentía que podría vomitar en cualquier momento.
Maddie: ¿Qué te parece?
Marcy: Supongo que bien -Susurro mirando a sus dedos chasquear rápidamente.
Sra. Wu: Todo saldrá bien, hija. Lo prometo. No tienes por qué estar nerviosa...
Marcy: ¡No puedes pedirme eso, mamá! ¡Cuándo le pedí matrimonio estuve a punto de desmayarme! Ahora... Mamá, creo que voy a vomitar.
Maddie: ¡No, Marcy! ¡No arruinaras mi trabajo! -Le prohibió.
Marcy: Pero...
Ivy: Marcy, mírame -Pidió colocándose a su lado, intentando mirar sus ojos-. Mírame a los ojos por una vez en tu vida, Wu-Exigió esta vez, Marcy moviendo levemente su mirada para encontrarse con los oscuros ojos de su amiga antes de apartarla, completamente incomoda-. Bien. Supongo que es un caso perdido, pero aun así... Todo va a estar bien, Wu. Lo prometo. En cuánto la veas todos desaparecerán a tu alrededor y te sentirás en las nubes, solamente acompañada por ella... Ella te ama ¿Bien? Y tu la amas. Ella no va a irse, y tu no vas a irte. Y este va a ser el mejor día de tu vida, y cuándo tengas ochenta y siete años recordaras lo nerviosa que estabas y te reirás de ti misma. Y luego olvidaras de que te estabas riendo y seguirás tomando tu café en el asilo mientras ves a la atractiva anciana que come panqueques frente a ti...
Marcy: ¿Atractiva anciana? -Pregunto arrugando su entrecejo.
Ivy: Posiblemente será Anne... Pero si ella esta muy ocupada durmiendo entonces prometo que seré yo.
Marcy: O Amity...
Ivy: No lo creo. Tendrá más hijos que un caballito de mar y al cumplir los ochenta se ira de viaje con uno de ellos a las Bahamas... Tal vez incluso la veamos en YouTube bailando desnuda... Si es que de ancianas aun acordamos lo que es YouTube...
Marcy: Suena divertido...
Ivy: Lo se -Dijo sonriendo antes de abrazarla-. Se feliz, Wu-Aconsejo en su oído,y su diccionario mental pudo detectar una gota de melancolía en su voz-. Se feliz todos los días. No sabes cuándo te iras... O cuándo lo hará ella.
Por supuesto, a pesar de que los años habían pasado, el recuerdo de Sprig seguía allí.
En realidad, Sprig nunca se iría. El siempre estaría todos los días, entre recuerdos y las facciones de su pequeño hijo... Y Ivy tendría que vivir con ello.
Fue entonces cuando su padre entro al lugar elegantemente vestido, terminando de atar su corbata, Ivy alejándose de inmediato para limpiar sus lágrimas.
Sr. Wu: Los invitados ya llegaron -Dijo, y fue entonces cuando sus ojos se fijaron en su hija, que se había girado para mirarlo-. Marcy, tu...
Maddie: ¿Se ve hermosa? Lo se... Es todo gracias a mis manos y las de mamá.
Ivy: ¡Yo también ayude!
Maddie: Y las de Ivy-Agrego como si realmente no interesara. Era claro que Maddie quería llevarse todo el crédito por el trabajo.
Sr. Wu: Princesa, te ves perfecta -Susurro antes de caminar y abrazarla fuertemente, dejando varias lágrimas caer por sus mejillas.
Marcy lo abrazo también.
No le gustaban los abrazos, pero el de su padre en aquel momento se sentía increíblemente bien.
Era reconfortante, y podría estar entre sus brazos un rato más.
Sr. Wu: Te tuve entre mis brazos cuándo naciste, Marcy, y mi corazón se volvió tan pequeño como una hormiga cuándo me dijeron que tu corazón estaba fallando y debían realizarte un trasplante. Juro que jamás llore tanto en mi vida... Tal vez hoy ese día le haga competencia.
Marcy: No llores, papá -Intento animarlo-. Voy a casarme. No es como si fuese a morir o algo así.
Sr. Wu: Tienes razón, yo... yo no debería... -Balbuceo mientras comenzaba a alejarse, limpiando sus lágrimas-. Creo que es hora de que bajemos -Susurro-. Anne no tardará en llegar.
[....]
La boda no iba a celebrarse en un lugar grande, o uno lujoso, o uno que hubiese marcado su relación. La boda iba a celebrarse en el salón de la casa de los Wu.
No había tres mil invitados como en esas típicas bodas de telenovela, ni eran solo Marcy y Anne, como en esas bodas de libros donde los chicos se volvían locos de amor y terminaban casándose en las vegas.
Las chicas habían invitado a sus padres, sus mejores amigos, a Bria, Gus, Mat, y a unos cuántos chicos del coro escolar.
No eran muchas personas, pero sí las suficientes.
No era una boda de ensueño, y Felix, quien se había ofrecido a tomar las fotos, tendría que surcar entre las apretadas sillas para tener algunos ángulos buenos. No había fuentes de chocolate, ni costosas luces, ni increíbles decoraciones o esculturas de hielo...Pero era la boda de Anne Boonchuy y Marcy Wu, y era lo suficientemente memorable como para querer ser recordada por la chica de ojos verdes tanto como su vida durara.
Es esos momentos se encontraba de pie junto al juez, su padre acariciando sus temblorosos brazos, mirando hacia la puerta.
Marcy: ¿Por qué no llega, papá?
Sr. Wu: Supongo que quiere hacerse esperar, Marcy...
Marcy: Pero... ¿Qué pasa si se arrepintió? ¿Qué pasa si no piensa venir? Tengo que ir a su casa. Tengo que hablar con ella. Tengo...
Sr. Wu: No, Marcy. Solo respira. Ella vendrá, lo prometo.
"Cálmate, idiota"
Y casi como para relajar la agitada mente de Marcy, la Sra. Boonchuy y Molly, ambas con hermosos vestidos azules, atravesaron la puerta de entrada de la casa y fueron a sus lugares, no sin antes la Sra. Boonchuy acercarse a Marcy y darle un gran abrazo, al cual ella no correspondió.
Sra. Boonchuy: Te ves hermosa, Marcy-Susurro antes de separarse lentamente.
Marcy: ¿Vendrá? -Pregunto completamente nerviosa.
Sra. Boonchuy: Por supuesto -Respondió con una sonrisa-. Solo tienes que esperarla un poco más... su padre tenía que ir al baño. Supongo que está más nervioso que ella.
Marcy rió nerviosamente ante la broma de su suegra.
Sra. Boonchuy: Gracias, Marcy-Dijo de repente.
Marcy: ¿Por qué? -Quiso saber, completamente confundida.
Sra. Boonchuy: Por hacer que sus ojos brillen.
[....]
Amity: ¡Ella ya viene! -Anuncio atravesando la puerta junto a Luz, de inmediato ocupando su lugar entre las apretadas sillas, los invitados levantándose al instante.
Marcy miro nerviosamente hacía la puerta, esperando que su novia la atravesara en cualquier momento.
Se sentía mareada, nerviosa y feliz.
... Más feliz que nunca en su jodida vida.
Las manos le temblaban, y también las piernas. Dudaba que pudiera mantenerse de pie mucho tiempo más.
Fue cuándo ella atravesó la puerta sosteniendo el brazo del Sr. Boonchuy.
Estaba completamente hermosa, el vestido blanco acentuando su figura, una sonrisa decorando su rostro y sus ojos iluminados mirándola fijamente.
Le dieron cosquillas en el estómago y sus piernas amenazaron con hacerla caer. Una enorme sonrisa apareció en su rostro y comenzó a temblar. Su corazón palpito rápidamente, y casi parecía que iba a salírsele del pecho si eso hubiese sido posible.
Marcy suspiro, y supo de inmediato que reviviría todas sus alegrías y desgracias solo para vivir ese momento.
Sufriría miles de ataques al corazón solo para verla así, a punto de volverse completamente suya frente a la ley... Porque para Marcy, Anne Boonchuy era suya desde hacía ya bastante tiempo.
Cada paso que Anne daba a través de aquella alfombra blanca que la familia Wu había conseguido días antes era un latido intenso de parte de su corazón, recordándole que estaba viva, en medio de aquella sala, a punto de casarse con la mujer más maravillosa que pudo haber conocido en toda su vida.
Fue entonces cuando Anne llego a su lado, de inmediato sujetando sus manos, deteniendo los chasquidos que inconscientemente había comenzado a producir, sonriéndole ampliamente.
Sr. Boonchuy: Cuídala mucho, Marcy-Susurro.
Marcy: Con toda mi vida -Prometió mirando los marrones ojos de su novia.
El hombre simplemente sonrió y beso la mejilla de su hija antes de ir a su lugar al lado de su esposa, limpiando sus lágrimas con un pañuelo.
En realidad, no era el único que necesitaba un pañuelo en aquella habitación.
Al menos la mitad de los pocos invitados ya estaban derramando inmensas lágrimas.
Anne: Te ves hermosa, chica de la ventana -La halago mirando lentamente su cuerpo cubierto por aquel vestido blanco que tanto había luchado por conseguir.
No era un vestido de diseñador, pero era lo suficientemente bonito como para que Marcy quisiera guardarlo en su armario y mirarlo de vez en cuando, recordando aquel día.
Marcy: Tu también, chica de la ventana -Correspondió con una sonrisa, mirándola fijamente a los ojos, permitiéndole a su mente perderse entre ellos-. Feliz cumpleaños.
Anne: Eres mi mejor regalo, Marcy Wu.
Fue entonces cuando Anne sonrió ampliamente y el corazón de Marcy comenzó a latir tan rápidamente que nadie podría haberlo superado.
"La amas, idiota. Realmente lo haces"
Fue la última vez que se llamó de esta forma.
[....]
Marcy Wu sabía que la vida no era perfecta. Esta se lo había demostrado de formas crueles y dolorosas, pero no se quejaba.
También sabía que la vida tenía momentos felices, y que estos podían durar muchos años o solo unos cuántos días.
Por eso, mientras veía a Anne firmar aquella hoja de papel en la cual sus vidas quedaban unidas para siempre, Marcy decidió que iba a aprovechar ese momento feliz que la vida estaba dándole al máximo.
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