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Había pasado poco más de una semana.
Anne no podría haberla llamado perfecta, pues eso estaba muy alejado de la realidad, pero tampoco había sido completamente mala.
Alex había intentado entrar a casa unas cuantas veces, Gus y los del coro llegando de inmediato a rescatarlas. Incluso debieron llamar a la policía una vez cuándo las cosas se pusieron realmente violentas.
Para resumir lo sucedido, las chicas habían salido a dar un corto paseo y al regresar se encontraron con Alex, que debía de estar regresando de alguna de las casas de las muchas chicas fáciles de los alrededores. Alex de inmediato las miro con ira y corrió tras ellas, logrando alcanzar Marcy casi al instante. Estaba a punto de meterla en su auto cuándo el Sr. Boonchuy salió de casa y comenzó a golpearlo con un viejo sartén, logrando que ambas se refugiaran en casa antes de que el hombre volviese a seguirlas. Pero no fue suficiente. Cuando el Sr. Boonchuy logro entrar y les ordeno cerrar todas y cada una de las puertas y ventanas del lugar, Alex, completamente desesperado, comenzó a golpear la puerta y amenazo con utilizar un arma si era necesario. Fue entonces cuando Anne llamo a la policía, el idiota de Alex ganándose una noche en la fría estación.
Intento acercarse un par de veces más, por supuesto, porque no era uno de esos que suelen rendirse fácilmente, pero sorpresivamente, el sábado, cuándo se lo encontraron cara a cara luego de una larga cita con el nuevo psicólogo de Marcy, el hombre simplemente se dio vuelta, entro a su auto y se marchó como si realmente no las hubiese visto.
El lunes Marcy había ido a la biblioteca a solicitar empleo. Según ella, no quería sentirse como una inútil que solo asistía a clases de fotografía porque pensaba que tenía un poco de futuro con eso.
Eda la había contratado de inmediato, indicándole que aquella sería su semana de prueba, Anne ofreciéndose de inmediato a ayudarla en el proceso de aprendizaje su jefa aceptando, no sin colocarles antes la condición de "ningún tipo de trato demasiado afectivo en horas laborales".
El martes, cuándo Eda la vio llegar junto a Marcy, le dijo tiernamente que jamás la había visto llegar de tan buen humor al trabajo.
Y fue así como llego el miércoles...
Anne se despertó gracias al sonido del despertador.
No se molestó en buscar Marcy a su lado porque sabía que la chica ya habría bajado a la cocina para prepararse algo de espumoso café y resolver unos cuántos crucigramas.
No era como si le gustara despertarse sola, pero era agradable saber que Marcy volvía a ser ella misma. Marcy volvía a ser la chica que se levantaba temprano y seguía su estructurada rutina. La chica que podía resolver un crucigrama en diez minutos y disfrutaba de la soledad. La chica que vestía ropa oscura. La chica que se reía de sus estupideces. La chica que amaba...
Se levanto lentamente, restregándose los ojos, y corrió a darse una ducha. Se coloco de inmediato unos pantalones y la camisa amarilla del uniforme, junto con unos tenis y un lazo blanco. Intento también cubrir las grandes marcas que Marcy había dejado en su cuello la noche anterior, sin mucho éxito.
"Ahora tendré que escuchar "la charla" por tercera vez, Wu. Gracias"
La primera vez que había tenido que escucharla había sido justamente la primera noche en la que Marcy se había quedado allí, cuándo sus padres descubrieron marcas descomunales en el cuello de la chica, al igual que en sus brazos... Tuvo suerte de que no pudieran ver sus piernas y su estómago, porque se habrían horrorizado. Le hablaron sobre orgasmos, sexualidad y otras cosas durante al menos una hora, hasta que estuvo lo suficientemente sonrojada y avergonzada para ellos.
La segunda vez fue cuándo las encontraron en una situación bastante comprometedora (Con "comprometedora" me refiero a Anne al borde del orgasmo) sobre el sofá del salón.
Sra. Boonchuy y Sr. Boonchuy habían comprendido que prohibirles el sexo no funcionaría en nada, así que solamente les pidieron que lo mantuvieran entre las cuatro paredes de la habitación de Anne y se dieran el esfuerzo de cerrar la puerta antes.
Bajo lentamente, intentando no hacer ruido. Quería sorprender Marcy.
Supo que no lo había logrado cuándo resbalo justamente en el último escalón y su trasero golpeo estrepitosamente el suelo.
Cuando entro en la cocina, caminando torpemente y con una mano en sus nalgas adoloridas, se encontró con Marcy riendo débilmente, vestida con el uniforme de la biblioteca, sus crucigramas hechos a un lado y su taza de café a medio beber sobre estos.
Marcy: Buen día -Saludo débilmente, sin poder parar de reírse.
Anne: No te rías... Pude haber muerto allí.
De inmediato, las facciones de Marcy se deformaron y sus ojos, empezaron a cristalizarse, Anne comprendiendo al instante que se había tomado esto en serio.
Anne: Estoy bromeando, Mar Mar -Aclaro.
Marcy: No lo veo gracioso -Susurro enojada, cruzándose de brazos y mirándola fijamente a los ojos, como una pequeña niña malcriada.
Anne: ¡Oh, vamos! ¡No te enojes! -Suplico-... ¿Sonrisita? -Intento mientras se acercaba a ella, mostrando una gran sonrisa.
Marcy: No -Se negó.
Anne: Por favor -Pidió, acercándose un poco más.
Marcy: No...
Anne: Si lo haces tal vez podrías tocar mi trasero... Ya sabes, acabo de caerme, me duele y necesito que alguien lo acaricie por mi mientras bebo algo de jugo de naranja...
La sonrisa que en esos momentos se dibujó en los labios de Marcy fue casi mágica.
Anne: Eres una pervertida -Susurro antes de depositar un corto beso en sus labios, sirviéndose algo de jugo en un vaso-. ¿Qué? ¿No piensas hacerlo?
Marcy simplemente asintió rápidamente, aun sonriendo, sujetando las piernas de Anne para acercarla a la mesa y luego usando la misma mano para acariciar tiernamente su trasero adolorido, mientras que con la otra tomaba su taza de café y daba un largo trago antes de comenzar un nuevo crucigrama.
Anne sonrío al verla de esta forma, tan ajena al mundo, acariciando su trasero mientras su mente le daba las respuestas de aquellos complejos acertijos que a ella le habría tomado años descifrar.
Soltó un chillido bajo cuándo sintió la mano de la chica de la ventana deslizarse bajo su pantalón y seguir con el trabajo, ahora en contacto con el borde de la zona.
Anne: Marcy -Murmuro, comenzando a sentir como corrientes eléctricas viajaban por todo su cuerpo con solo esta acción- Marcy, mis padres entraran en cualquier momento...
Pero la chica de ojos verdes estaba demasiado ocupada en su crucigrama como para prestarle atención a sus advertencias.
Marcy: El Taj Mahal -La escucho susurrar mientras escribía la respuesta en la quinta columna horizontal.
Realmente no parecía darse cuenta de las acciones de su mano.
Lo supo cuándo sintió como, lentamente, sus caricias se convertían en bruscos agarres que, a pesar de que eran endemoniadamente placenteros, necesitaba detener.
Fue entonces cuando su madre entro a la cocina.
Fue su tercera charla.
...............
Al llegar a la biblioteca las chicas de inmediato fueron asignadas a reorganizar las estanterías de la sección infantil.
Era un trabajo difícil, porque los niños realmente no son para nada ordenados, ni siquiera en la biblioteca.
Marcy: Jamás me gusto "Ricitos de Oro" -Susurro señalando el pequeño libro que, el día anterior, algún niño había dejado tirado en el suelo, cerca de una mesa tan pequeña que ni Ivy habría podido sentarse allí-... Es decir, los osos no hablan ni preparan avena... Y duermen en cuevas, no en casas en medio de bosques...
Anne: Es solo una historia, Marcy-Susurro dulcemente, acariciando sus hombros antes de tomar una edición a color de "Peter Pan" y colocarla en su sitio-. En las historias los escritores pueden lograr que todas las cosas hagan lo que ellos quieran...
Marcy: Pero los osos no hablan...
Anne: No en la vida real, Marcy. Pero el escritor de esta historia deseaba fervientemente que los osos hablaran, así que creo un mundo donde pudiesen hacerlo... ¿Comprendes?
Marcy: Es como... ¿Podría hacer que Mina y Chae tuviesen muchos hijos?
Anne: Por supuesto...
Marcy: ¿Y podría hacerlas volar?
Anne: Si eso quieres...
Marcy: ¿También podría quitarle a Mina todos los piercings y a Chae todos sus tatuajes y hacerlas pasar por agentes secretos del gobierno...?
Anne: O podrías convertir a Chae en una sexy directora de empresa adicta al poder y la dominación que tiene un helicóptero, un cuarto rojo y... Lo siento, me deje llevar... El punto es que, entre letras, tú tienes el poder de todo lo que sucede, Marcy...
Marcy: ¿También es posible escribir una historia sobre dos chicas que se conocen a través de una ventana y envejecen junto a cinco hermosos hijos?
Anne: Es posible -Aseguro con una sonrisa, entrelazando sus meñiques como cuándo apenas estaban empezando a conocerse-, pero realmente preferiría vivir esa historia.
Estuvieron algunos minutos más en aquella sección, intentando colocar en orden todo aquel caos, cuándo Sasha se les acerco dando pequeños saltitos.
Sasha: ¡Anne! -Chillo, acercándola a ella y rodeándola con sus brazos- ¡Tengo algo importante que contarte!
Anne: Bien -Dijo mientras se alejaba. Lo cierto era que, aunque se negara, Sasha terminaría contándoselo-, pero antes necesito presentarte a alguien... -Agrego, sujetando la muñeca de Aiy acercándola a su cuerpo-. Sasha, ella es Marcy, mi...
¿Qué eran?
Es decir, vivían juntas y todo eso, pero desde que habían vuelto a verse no habían hablado de noviazgo ni nada por el estilo.
Marcy: Soy su novia -Dijo de inmediato, rodeando la cintura de Anne con posesividad y acercando sus cuerpos bruscamente.
¿Lo eran?
Sí, por supuesto que lo eran. Realmente, nunca habían dejado de serlo. Su relación solo había decidido estar en pausa durante un tiempo.
Anne sonrío dulcemente cuándo sintió las inconscientes caricias de las manos de Marcy cerca de sus caderas.
Sasha: Un gusto, Marcy...
Marcy: Se que intentaste tener seducir a mi novia, y además casi tuviste sexo con ella...
Anne no se lo esperaba. Aquello había sido realmente directo.
Marcy: No voy a impedirles que hablen, pero no quiero que vuelvas a acercarte a ella con estas intenciones... Tampoco quiero que la abraces o la toques. No confío en ti.
Sasha: No sabía que te gustarán las posesivas, Anne... -Se burlo mirándola fijamente, la menor sonrojándose de inmediato.
Anne: Me gusta Marcy-Aseguro mientras sus mejillas ardían-. Y si ella es posesiva supongo que me gusta esto de ella -Afirmo, lo cual hizo que la más alta lograra relajarse un poco. Solo un poco.
Sasha: Bien... ¿Crees que ya podemos hablar? En serio necesito decirle esto a alguien -Aseguro, exhibiendo una enorme sonrisa-. Puedes quedarte si quieres, Marcy-Agrego intentando fijar su mirada en sus ojos, Anne sabiendo que no lo lograría.
A veces se sentía bien con la incomodidad que tenía Marcy de mirar a las personas directamente a los ojos. La hacía sentirse especial, pues ella podía hacerlo.
No muchas personas podían disfrutar directamente de la hermosa belleza de los ojos de la chica de la ventana.
Anne: Habla rápido... Aun nos falta ordenar la sección de adultos...
Sasha: ¡Alex me pidió que me fuera a vivir con él a su nuevo departamento! ¡Y me dijo que me ama, Anne! ¡Me ama! -Chillo, completamente desesperada, su sonrisa volviéndose tan grande que Anne temió que su rostro no fuese suficiente para abarcarla
Anne: Eso es... muy bueno.
Anne sentía lástima por ella. Se había enamorado de un idiota.
Sasha: ¡Mira! ¡Nos tomamos esta foto ayer antes de que el comprara el lugar! -Le mostró emocionada, sujetando su celular frente a su rostro. Ambos se veían felices, era cierto, pero Anne supuso que el chico era un buen mentiroso.
Marcy: Ese idiota -Murmuro apretando su agarre en la cintura de Anne.
Anne se abofeteo internamente. Se había olvidado de contarle a la chica sobre la nueva relación que mantenían su ex-prometido y Sasha, y ahora su cintura lo lamentaba.
Sasha: Ya casi cumplimos tres semanas -Dijo en un suspiro.
Por supuesto Alex había comenzado a salir con la chica incluso aun estando con Marcy, porque eso es lo que hacen los idiotas.
En su cintura Anne sentía los dedos de Marcy aferrarse fuertemente a ella, como si fuese lo único que la detuviese de salir corriendo.
Pero tal vez su cintura era demasiado pequeña, o la camisa no le permitió el contacto que necesitaba, porque antes de que Anne pudiese evitarlo, Marcy salió corriendo de allí.
Sasha: ¿Qué le sucede?
Anne: Ese idiota iba a casarse con ella...
..............
Anne sabía a donde iría su novia.
También sabía que, aunque su corazón nuevo funcionaba de maravilla, aun no estaba acostumbrado a correr largas distancias, así que entro a su auto y se dispuso a alcanzarla. No tardo más de cinco minutos.
Logro que subiera al auto luego de unos largos diez minutos, prometiéndole que la llevaría a donde quería, aunque ella no estuviese de acuerdo. Marcy lo hizo mientras intentaba recuperar el aire perdido.
Marcy: Promete que no intervendrás...
Anne: Lo haré solo si es necesario, Marcy... -Aseguro.
Marcy: ¿Qué cosas entran a la lista de "momentos necesarios para intervenir"?
Anne: Que él se atreva a tocarte.
[....]
Anne observo a Marcy tocar la puerta de la casa de sus padres con furia. Estaba tensa, podía percibirlo, pero no se atavía a obligarla dar vuelta e ir a casa para tranquilizarse.
Si Marcy sentía que debía estar allí, la acompañaría. Más tarde tendrían tiempo para hablar.
La Sra. Wu fue quien abrió la puerta, sorprendida al ver a su hija allí.
Sra. Wu: ¿Qué haces acá? -Pregunto sin expresión, mirándola fijamente. No parecía haber notado la presencia de Anne allí.
Marcy: Necesito hablar con Alex-Susurro.
La cara de la señora Wu se ilumino más que un árbol de navidad al escuchar aquel odioso nombre salir de los labios de su hija.
Sra. Wu: Tienes suerte -Sonrío-. Ya estaba por irse... Decidió mudarse. Dice que te extraña, y todo esto el recuerda a ti.
"Si, claro, y yo nací ayer y me chupo el dedo" Pensó Anne... Y sí, se chupaba el dedo, pero solo de vez en cuando, al tener pesadillas ¡Pero eso no tenía nada que ver!
Marcy entro rápidamente a la casa sujetando a Anne del brazo, la Sra. Wu demasiado embobada con la situación como para notar su presencia allí.
XX: Marcy...
La voz era ronca. Posesiva.
Quería golpearlo.
Quería golpearlo hasta que sus nudillos sangraran, e incluso tal vez después de eso.
Marcy: Contigo quería hablar -Murmuro entre dientes.
El hombre estaba sentado en un sillón, mirando un programa de televisión donde una sexy chica hablaba en un idioma que no podía entender.
Alex: No esperaba verte acá -Murmuro con una sonrisa que Anne deseo borrar con un puñetazo.
Espero que Marcy contestara. Que lo insultara o algo mucho peor.
No esperaba que su novia lo tomara de la camisa, lo levantara del sillón y lo hiciera chocar contra una pared.
El hombre, por supuesto, era mucho más fuerte que ella y podría haber hecho algo para evitarlo, pero había algo en su mirada... Algo en su mirada que demostraba entendimiento.
Marcy: Ocho meses -Gruño-. Perdí ocho meses de mi vida a tu lado, idiota. Durante ocho meses vestí estúpida ropa de prostituta para ti y comí solo la miserable ración de comida que me permitías. Durante ocho meses deje que me tocaras como si fuese masa para modelar. Durante ocho meses asistí a clases virtuales que odiaba, y fui al gimnasio hasta que ya no podía caminar. Durante ocho meses fui contigo a estúpidas fiestas y te vi entrar a distintas habitaciones con tus putas... ¡Me humillaste durante ocho meses, Alex!
Sra. Wu: ¡Marcy! ¡¿Qué haces?! -Pregunto al llegar, asombrada al ver la situación-. No le hagas eso. El pobre ha sufrido mucho por ti, hija...
Anne: Lamento ser irrespetuosa, señora, pero creo que Marcy tiene un par de cosas que decirle a este hombre, así que será mejor que haga silencio...
Sra. Wu: Cállate, estúpida lesbiana...
Anne: Tuve las mejores calificaciones de mi curso, señora-Informo-. Así que realmente no puedo ser una estúpida. Por otra parte, que me llame lesbiana no me ofende. Créame, aprendí a aceptarme hace ya mucho tiempo.
La voz del hombre interrumpió la discusión.
Alex: Marcy...
Marcy: ¡Cállate idiota!... ¡Me quitaste mi virginidad! ¡¿Para qué?! ¡¿Para que ahora te vayas con esa perra?!¡Perdí la única cosa que en verdad valoraba de mí misma contigo! ¡Me la quitaste! ¡Y a ti te vale una mierda! ¡Te vas con esa estúpida a seguir tus juegos! ¡Me obligaste a entregarme a ti! ¡Y mientras estabas conmigo te acostabas con otras!... ¡Estoy enojada contigo! ¡Estoy enojada porque había muchas más en el planeta, y justamente me escogiste a mí! ¡La chica que quería entregarse por primera vez a alguien que la amaba y no a un idiota como tu!... Y lo peor es que no pudiste valorar esto.
Anne conocía Marcy y sabía que no estaba celosa de Sasha. ¿Quién lo estaría? Era Alex, el idiota más grande en el mundo de los idiotas... Ni una chica desesperada por amor lo desearía.
En realidad, como lo había dicho, Anne sabía que Marcy estaba enojada.
Enojada porque Alex le había arrebatado algo importante a la fuerza y ahora se marchaba con otra chica. Estaba enojada porque pudo haber tenido miles de chicas más, pero el se decidió por ella para al final terminar tratándola como basura.
Marcy: Vámonos Anne Banana-Susurro con las manos temblorosas, acercándose a ella.
Anne: Espera -Susurro acercándose al hombre. Era alto, mucho más alto de lo que había sido Sprig, e intimidante también-. Alguien necesita recibir su merecido...
Se marcharon luego de que la rodilla de Anne impactara fuertemente en la entrepierna del hombre.
[...]
Al mediodía, en el café, Amity, Ivy, Luz, Anne y Marcy se reunieron tal y como habían acordado el día del reencuentro, el pequeño Sprig descansando apaciblemente en su cochecito.
Amity: No puedo creer que lo golpearas justo allí -Susurro, encantada con la historia.
Marcy: Yo tampoco -Agrego su novia mientras acariciaba sus brazos tiernamente, haciéndola sonreír-... Cuándo volvimos a casa el aún estaba gritando de dolor -Rió-. Al parecer Anne Banana tiene más fuerza de la que creemos.
Anne: En realidad -Murmuro con una sonrisa- creo que tu ya sabes hace mucho cual es mi fuerza...
Ivy: ¡Anne! ¡No quiero que cuentes tus experiencias sexuales de nuevo! ¡El miércoles pasado Sprig no durmió absolutamente nada, y estoy segura de que no lo hizo porque tus relatos pasados de tono le dieron pesadillas!
Amity: O no lo hizo porque estaba demasiado ocupado pensando en la bebe que conoció en el parque ese mismo día...
Ivy: No me hables de ella... ¡Debe de tener unos seis meses más que el! ¡SEIS MESES! ¡Por Dios, Amity, es una anciana para el!
Marcy: ¿No crees que estas exagerando un poco, Ivy?
Ivy: Oh, no, por supuesto que no. El día que vuelva a ver a esa niña le arrancare cada uno de sus cabellos YO MISMA... Y luego iré con el sacerdote de mi iglesia para arrepentirme por mis pecados... ¡Pero es que el es mi bebe!
Amity: No se cómo harás cuándo lo lleves a la guardería el lunes...
Ivy: No me hables de eso. Estoy paranoica... Es decir, quiero volver a ayudar a mi padre en el hospital y todo eso, pero... mi bebe...
Anne: Todo estará bien. Estoy segura de que sabrán cuidarlo en ese lugar... Además, no es como si los otros bebes fuesen a comérselo ni nada de eso. ¡Los bebes ni siquiera tienen dientes!
Ivy: Nunca confíes en los bebes, Anne Boonchuy-Susurro seriamente-. Y mucho menos si huelen a pañal sucio.
Anne: Bien, lo tomare en cuenta para cuándo decida tener hijos...
Amity: Espero que cuándo los tengas sean de Marcy, porque si no estaré muy decepcionada....
Marcy: Y yo espero que tengas unos quince hijos con Luz antes de que cumplas los treinta, porque si no me sentiré de la misma forma... -Susurro, uniéndose a la conversación y entrelazando su mano con la de su novia.
Anne sonrío.
No era como si quisiera hijos en ese momento. Tenía dieciocho, aún faltaban algunos años para eso.
Pero los quería. En algún momento lejano, pero los quería.
Y no se podía imaginar dando a luz con alguien más a su lado que Marcy Wu.
Amity: Bien. Acepto...
Ivy: No sabes en lo que te estas metiendo. Créeme, con uno es suficiente.
Amity: Cállate, Ivy...
Anne solamente sonrío ante la estúpida discusión y recostó su cabeza en el hombro de la chica de la ventana.
Marcy: ¿Los tendrías tu o yo? -Pregunto repentinamente en un susurro, Anne comprendiendo que la pregunta era para ella.
Anne sonrío y desvío su mirada de Amity y Ivy, que seguían en su pequeña discusión, para mirar fijamente los ojos de su novia, tan Verdes que pocos los habrían considerado reales y beso su nariz tiernamente.
Anne: No lo se -Contesto encogiéndose de hombros-. Podríamos turnarnos si quieres...
Marcy: Bien -Sonrío.
Anne: Bien.
Ivy: Amity... -Las chicas voltearon sus miradas hacia la chica, que había hablado demasiado alto como para ser ignorada- ¿Por qué Luz está tan callada?
Era cierto. La nombrada estaba mirando al vacío, con sus manos temblorosas sobre la mesa.
Amity: Supongo que es por el lugar en donde están mis dedos ahora mismo -Contesto pícaramente, volteando a ver a su novia y depositando un corto beso en su mejilla.
Anne: ¡Amity! -Chillo.
Ivy: Por Dios Amity, arrepiéntete de tus pecados...
Silencio.
Marcy: ¿Pueden explicarme, chicas? No lo entiendo...
Anne se acercó al oído de su novia y susurro un par de cosas rápidamente, uniendo sus meñiques.
Marcy: ¡Amity!
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