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38


A la mañana siguiente, lunes, Anne despertó bastante tarde. Marcy aún estaba profundamente dormida entre sus brazos, evidentemente cansada por todo lo sucedido en el concierto el día anterior.

Cuando Anne miró su reloj se sorprendió al descubrir que era ya bastante tarde. Por alguna razón no había escuchado a alarma y solo tenía quince minutos para llegar al colegio a tiempo. Hizo todo tan rápido que ni siquiera recordó besar castamente los entreabiertos labios de su novia antes de salir de la habitación.

Se dirigió al auto sin siquiera desayunar.

Gruñó mientras conducía en dirección a su escuela. Por cómo había comenzado, aquel sería un mal día...

No se equivocaba.

[...]

Las clases de ese día no fueron las mejores. Anne casi réprobo un examen, se quedó dormida en una de sus clases y obtuvo un siete en un trabajo de diez solo porque le gritó a Sasha cuando ésta intentó besarla cuando estaba escribiendo el nombre de Marcy en la parte trasera de uno de sus cuadernos.

En resumen, fue una muy mala jornada de clases.

Para colmo su celular se quedó sin batería la hora del almuerzo, lo cual no le permitió llamar a su Marcy, a quien vería en la noche ya que su novia había acordado en salir con Bria para observar los vídeos de los inicios de Twice hasta la hora de la cena. No estaba celosa, los celos habían desaparecido el día anterior. Estaba furiosa porque su novia no era capaz de negar una propuesta tan estúpida por una sola vez en su vida. Sí, era cierto, Marcy y Anne estaban juntas todos los días, pero ese día... Ese día necesitaba estar junto a ella.

Ese día era un asco y ella era la única que podía ser capaz de mejorarlo.

¡Y como si fuese poco los del "coro" habían sido castigados por no cantar en la iglesia el domingo solo porque tenían una reunión programada para ese día!... Ahora estaba indefensa. Gus podía atacarla en cualquier momento.

"Vaya día de mierda" Pensó. Ni siquiera su almuerzo parecía almuerzo y su jugo estaba pasado de fecha.

¿Ahora qué? ¿Un elefante aparecía de la nada y la aplastaba? No, por supuesto que no. Morir aplastada por un elefante caído del cielo podría llegar a ser gracioso y ese día no era gracioso. Era un día de mierda.

Amity: Pasar tanto tiempo con Marcy te está afectando. Podría tomarte una foto ahora y saldrías con su cara de orto...

Anne: Cierra la boca, Amity-Exigió.

Luz: ¡Cálmate un poco!

Amity: ¿Mal día?

La chica simplemente pudo asentir, colocando su rostro entre sus manos, suspirando sonoramente.

Anne: Solo quiero llegar a casa y dormir durante mil años.

Luz: ¿Solo dormir? -Preguntó elevando una de sus cejas, Anne no comprendiendo exactamente lo que la chica estaba intentando decirle.

Anne:... En realidad, creo que estoy pasando mucho tiempo con Marcy. No comprendo lo que quieres decir.

Luz: Es solo que Marcy y tu tienen la casa para ustedes solas casi todas las tardes. Fácilmente podrían... ya saben...

Anne se sonrojó casi de inmediato, comprendiendo claramente a lo que su amiga se refería.

Amity: ¡El día que eso suceda dejaré a Luz tener el mando durante veinticuatro horas!

Luz: Oh, amor, eso es tan lindo de tu parte -Susurró acariciando las mejillas de Amity dulcemente para luego depositar un beso en la comisura de su labio, la chica alta de inmediato regalándole una sonrisa antes de tomar su mano y acariciarla-... Ella nunca cede -Confesó a Anne.

Anne: No creo que le des pelea -Opinó.

Luz: Tienes razón.

Fue entonces cuando ese se convirtió en el peor día de su vida.
Gus solamente necesitó cruzar la puerta de la cafetería para que Anne supiera que ese día iba a ser el peor de día de todos sus días vividos en el mundo.

Gus: ¡Señoras y señores! -Gritó mirado a la multitud- ¡Profesoras y profesores! -Agregó mirándolos. Los pobres se encogían de miedo ante el hijo del director. Eran simples títeres guiados por el dinero y el deseo de conservar sus puestos- ¡Y usted, señora que prepara este asqueroso almuerzo! ¡Prepárense para ver la humillación del siglo!

Y, sin más, el chico sonrió maliciosamente y se acercó a la mesa que compartían las amigas junto a Mat, que caminaba silencioso tras él, con los brazos cruzados, colocándose justo frente a Anne.

En otro momento habría temblado de miedo.

Pero ese día de mierda, Anne Boonchuy solo estaba enojada.

Enojada porque no había podido terminar su asqueroso almuerzo. Enojada porque habían interrumpido su charla con sus amigas. Enojada porque la batería de su celular había muerto. Enojada porque ese chico de mierda y su amigo de mierda querían seguir llenando de mierda su día de mierda.

Gus: El lesbianismo es contagioso, por lo que veo -Se burló con malicia fijándose en Luz y Amity unos segundos. Sus manos estaban unidas.

Mat: Cinco minutos con Boongay y ya están todas babeando por gente enferma y estúpida como Marcy Wu.

Anne de inmediato sintió el enfado guiarla, y se levantó de su silla estrepitosamente.

Anne: ¡Cállate estúpido! ¡Tú también babeas por ella! ¡¿Acaso olvidaste que intentaste violarla en su propia casa?!

Una fuerte bofetada la hizo callar y ver estrellitas en todas partes. Su mejilla seguramente triplicaría su tamaño pronto.

Mat: ¡Cállate Boongay!

Estaba dispuesta a liberarse de los brazos de sus amigas para golpearlo. Tenía un día de mierda y podía dar golpes de mierda si se lo proponía. Pero no fue ella quien hizo retorcer al muchacho con una patada directa en las pelotas.

Amity: ¡Eso te pasa por idiota! -Gritó.

Anne: ¡Amity! ¡Cuidado!

Pero ya era muy tarde. Gus ya la había sujetado de la camisa y la había lanzado directamente al suelo con un puñetazo que la dejó inmediatamente inconsciente.

Luz: ¡Golpeaste a mi novia, hijo de perra!

Ya no era simple Bullying escolar. Ya no eran solo unos cuantos golpes dolorosos.

Aquello era la guerra.

Luz se lanzó sobre Gus hecha una furia, golpeándolo en el rostro, haciéndolo sangrar. Pero el placer que Anne sintió al verlo casi llorar de dolor duró hasta que Mat, aun sosteniendo su entrepierna con dolor, golpeó a Luz, haciéndola caer inconsciente junto a su novia.

Gus: Ahora es tu turno, Boongay-Susurró vilmente.

XX: ¡Déjala Gus! -Exigió una voz femenina.

Era Bria, quien corría hacía ellos, intentando detener algo con solo palabras. Se interpuso entre Anne y los chicos con los brazos extendidos, mirando al chico de ojos claros.

Anne sabía que Bria no iba a golpearlo. Recordaba el primer día en el que la chica había corrido a abrazarlo. Recordó haberla visto hablar animadamente con Gus y Mat fuera de clases. Recordó haberla escuchado hablar de él varias veces como si se tratara de un ángel.

La única razón por la cual Anne no la había alejado de Marcy era porque no por ser amiga de unos cuántos idiotas ella era una idiota también.

Gus: Eres la menos indicada para estar acá, Bria-Susurró.

Bria: Pero aun así me quedaré...

Fue entonces cuando los ojos de Gus parecieron volverse rojos de furia y miraron a Bria con odio. Tomó la camisa de la chica entre sus manos y la hizo girarse, con su mano obligando a su rostro observar a Anne. Bria de inmediato comenzó a llorar. Tal vez por el dolor. Tal vez por algo peor. Anne quería actuar, hacer algo por la chica que la había defendido, pero sabía que en cuanto se acercara Mat la noquearía.

Gus: Cuéntale por que estas aquí, Bria-Susurró al oído de la chica, cuyos ojos se llenaron de terror- ¡Cuentaselo!

Bria: Estaba ayudando a Gus-Dijo con una voz tan débil que Anne casi no comprendió.

Gus: ¡Más alto!

Bria: ¡Te estaba ayudando! -Gritó.

Anne abrió los ojos como platos. No entendía a la perfección, pero algo le decía que de lo que se enteraría no le agradaría. Aquello era...

Gus: ¡¿Como lo hiciste?!

Bria: Mat quería que yo te diera celos con Marcy para que Sasha terminara llevándote a la cama y te sintieras como la mierda que el cree que eres -Explico rápidamente, llorando, frunciendo el entrecejo con cada palabra, como si odiara decir lo que estaba diciendo.

Anne estaba petrificada.

Bria...

La chica sonriente que se había hecho amiga de su novia... Era solo otro títere asqueroso de Gus y sus caprichos.

Gus: ¿Y qué sucedió cuando supimos que Sasha no nos funcionaria, Bria? -Interrogó, sonriendo con superioridad, depositando un beso en la mejilla húmeda de Bria, la chica intento alejar.

Bria: Recolectar información... Sobre Anne... Para hacer de su vida una mierda -Y allí estaba de nuevo el dolor y arrepentimiento que para Anne valían mierda. La habían engañado. Y, aún más importante...

Había engañado Marcy, la inocente chica que ese día planeaba visitar su casa para ver viejas presentaciones musicales y llorar mientras se llenaban el estómago de nutella.

Anne: ¡Eres una...! -Intentó acercarse completamente enojada, dispuesta abofetear a Bria, pero Mat fue rápido y la sujetó antes de completar su objetivo, la chica de ojos azules sacudiéndose, intentando liberarse.

Gus: Dile que nos vincula, Lanhou. Estoy segura de que tu querida amiguita Anne quiere saber.

Bria: Somos hermanastros.

Gus: Y dile por qué me ayudaste. Dile por qué.

Bria: ¡Te ayude porque estaba enamorada de ti! ¡Porque fui una idiota y pensé que me darías la oportunidad que estaba esperando! ¡Pero fui una idiota! ¡Yo no soy de tu gusto! ¡Tú solo estás enamorado de una puta persona que no eres capaz de valorar ni un poco! ¡Pero ya no soy así! ¡Yo deje de ayudarte hace mucho tiempo, Gus! ¡Me di cuenta de que solo eres un idiota enamorado que ha intentado negarlo todo este tiempo!... Lo siento, Anne. Lo siento. Yo no quería hacerles daño. Ni a ti ni Marcy. Aprendí a quererlas. Las quiero, Anne . Por favor, no me odies.

Gus: ¡Callate!

El semblante de Bria se transformó.

Bria: ¡¿Quieres que diga su nombre?! -Gritó- ¡¿Quieres que diga el nombre de la persona que tanto amas?!

Gus: ¡He dicho que te calles!

Bria: ¡Su nombre es...! -Pero Gus ya había golpeado su rostro con su puño varias veces, haciéndola caer al suelo.

¿Recuerdan ese chico tierno que trató a Bria como una princesa el día en el que se encontraron en la cafetería junto con Sasha? ¿Ese que parecía quererla a más no poder? ¿Ese que habrían apostado jamás heriría a Bria de tal forma?

Ese chico ya no estaba.

Ese chico había sido real, y lo seguía siendo. También seguía siendo real el chico que había sido amigo de Anne los primeros días en los que había llegado a la escuela.

Pero ese chico estaba enamorado, y temía resultar herido. Por eso se ocultaba.

[...]

Anne caminó lentamente por los nuevos pasillos. Las escuelas eran muy distintas a las escuelas en California, y se sentía aterrada al tener los ojos de los demás fijos en ella.

Estaba tan atemorizada de comportarse como una idiota el primer día que dejó caer sus libros al suelo cuándo abrió su casillero.

Cuando se agachó a recogerlos, ya había alguien allí.

XX: ¿Eres la nueva, verdad? -Pregunto sonriéndole, tomando los libros y colocándolos dentro de los casilleros de la chica ordenadamente.

Anne: Si -Murmuró.

XX: Soy Gus y me pareces muy bonita -Se presentó mirándola fijamente a los ojos, Anne sonrojarse instantáneamente.

Anne: Anne Boonchuy... Y supongo que me gusta tu gorra.

[...]

Gus: Ahora sí. Solos tú y yo -Susurró acercándosele demasiado. Su horrible aliento envenenaba sus fosas nasales.

Anne: Estúpido de pene pequeño...

Gus: Si vamos a recalcar los defectos de los demás entonces supongo que podemos hablar del hecho de que tu novia no puede dar ni cinco pasos sin morir ahogada...

Anne: ¿Quién te lo dijo? -Preguntó retorciéndose con veneno en sus palabras, intentando liberar sus manos de los fuertes brazos de Mat.

Mat: ¡Bria, estúpida! ¡¿Acaso no prestaste atención?!

Gus: Estoy seguro de que Bria tiene su celular acá. También estoy seguro de que su código de desbloqueo es la fecha de cumpleaños de Mina. Estoy seguro de que tiene el número de tu amada novia. Y estoy seguro de que, si la llamara, ella intentaría venir acá... Y su corazón no resistiría.

Anne: ¡NI LO INTENTES, GUS! ¡GOLPEAME! ¡ESCUPEME! ¡LANZAME AL RIO! ¡MATAME SI QUIERES! ¡PERO NO TOQUES NI UN SOLO CABELLO DE MARCY!

Gus: Puedo hacer lo que quiera, Anne...

[...]

Gus sujetó uno de los brazos de Anne y la guio a través de la escuela a mitad de la noche, la chica riendo sonoramente.

Anne: ¿No es algo excesivo venir acá solo por una gorra?

Gus: No cuándo yo te la regale

Corrieron hacia el gimnasio, Anne aferrándose al chico con miedo a las sombras proyectadas por la luz de la luna. Encontraron su gorra bajo las gradas. El profesor le había ordenado quitársela durante las clases y, simplemente, la había olvidado.

Anne: No deberíamos estar aquí -Susurró una vez fuera del lugar.

Gus: Puedo hacer lo que quiera, Anne.

Anne: Por supuesto, chico rudo.

Gus: Puedo hacerlo si estoy contigo... Y si mi papá me da las llaves del colegio.

Anne rió.

[...]

Gus: Se que su madre es homofóbica con creces. Se que tiene dos hermanos. Se que comparten ropa mayoría del tiempo. ¡Casi puedo apostar que no usas su brasier solo porque no es de tu talla! Se que se dieron su primer beso a las afueras de un centro comercial... ¡Incluso sé que rieron en medio del beso!... Lo es todo. Se del Asperger, de sus riñones, de su corazón, de su páncreas. También sé que duermes junto a ella... Bria hizo bien su trabajo, y Marcy ama hablar de ti.

Anne: ¡No vuelvas a decir su nombre!

Gus: Se cuáles son tus miedos e inseguridades. Como ya te dije, tu novia ama hablar de ti. Se que cosas te dolería escuchar, Anne... Se cuanto tolerarías escuchar.

[...]

Anne: ¡Auch! -Grito cuando la puerta de su casillero golpeó su dedo bestialmente.

Amity: ¿Qué sucedió? -Preguntó.

Luz: ¡Acaba de golpearse, Luz! ¡Lo viste!

Amity: Lo siento, estaba muy ocupada hablando con mi novio...

Luz: ¿Es la única persona que tienes agendada en tu celular?

Y así continuo la absurda conversación entre sus amigas mientras Anne veía su dedo amoratarse y el dolor no desaparecía.

Gus: ¿Te duele mucho? -Preguntó sujetando su mano tiernamente. Para ese entonces Gus era su mejor amigo. Él lo sabía todo sobre ella. Él era quien podía consolarla si necesitaba llorar.

Anne: Algo...

Se sorprendió cuándo sintió sus labios presionar dulcemente su dedo.

Gus: Creo que así está mejor.

[...]

El primer golpe dolió más de lo que esperaba. No pudo evitar gritar con el segundo y sentir que se desvanecía con el tercero.

Durante los siguientes diez minutos los chicos se dedicaron a golpearla, insultarla, escupirle, patearla, humillarla...

Cuando se detuvieron supo que solo le esperaba algo peor.

[...]

Gus: Anne, necesito un favor...

Anne: Lo que necesites. Por algo somos amigos -Sonrió.

Gus: Quiero que me beses.

[....]

Mat y Gus tomaron sus brazos y arrastraron su adolorido cuerpo en la salida, lanzándola sobre el pavimento del estacionamiento, la chica gritando debido al punzante dolor. La multitud de estudiantes, y profesores los seguían, no atreviéndose a nada.

La tortura comenzó de nuevo.

Ya no podía gritar.

Solo quería que todo terminara.

Gus: ¡Levántate Boongay! -Exigió al final.

Lo hizo, pero no porque Gus lo estuviese pidiendo.

Lo hizo porque necesitaba demostrar que aún no se iba a dar por vencida.

Escupió sobre el pavimento un chorro de sangre, y sus pulmones golpearon sus costillas dolorosamente.

Ahogó un chillido de dolor.

Anne: ¿Qué es lo que quieres lograr con esto? ¡¿Qué es lo que quieres?! -Apenas podía hablar, pero algo es algo.

[...]

Gus: Vamos, Anne, sé que quieres hacerlo -Había dicho Gus mientras la mantenía presa entre los casilleros y sus brazos.

Anne se sentía asqueada por su olor a sudor, por sus labios demasiado cerca de los suyos, por sus brazos demasiado grandes para su gusto...

Anne: Gus, yo... no... no quiero -Dijo con nerviosismo en su voz.

Gus: Vamos, Anne, solo un beso.

Anne: No... ya... ya te lo dije -Se negaba mientras intentaba empujarlo, pero su fuerza era increíblemente superior a la de ella.

Gus: ¿Por qué no?

Anne se quedó callada. Sabía lo que sucedería que si lo decía. En Estados Unidos había cambiado de escuela tres veces por esa razón.

Gus: El que calla otorga, preciosa.
Y, lentamente, Gus acercó sus labios a los de Anne.

Ella cerró los ojos fuertemente, esperando que al abrirlos todo fuese una muy mala pesadilla. Pero no era así. Sus bocas casi se tocaban y Anne estaba aterrada. Cuando Gus rozó sus labios ligeramente con los suyos Anne ya no pudo contenerse.

Anne: Me gustan las chicas...

Él se alejó un poco y la miró con confusión

Gus: ¿Qué acabas de decir?

Anne: Soy... soy lesbiana.

Gus sonrió. Sonrió de esa manera en la que sonríen los villanos de toda película. Con malicia, odio y unos grandes deseos de golpearle el trasero a alguien.

Anne: Gus, por favor, no... no le digas a nadie... yo...yo solo...

Gus sonrió aún más, y Anne pensó que no iba a hacerle nada. Entonces la mano del chico aterrizó en su mejilla, haciéndole voltear la cara y ver estrellitas por unos instantes. Cuando Anne volvió a mirarlo Gus ya no estaba sonriendo.

Gus: Maldita lesbiana -Dijo, y se fue.

Así comenzó el infierno.

Ese día, Anne quemo todas las gorras que Gus le había regalado, y con ellas, el recuerdo de quien fue su mejor amigo...

[...]

Anne: ¿Es por ese estúpido beso? ¡¿Es por eso?!

Gus: No es solo por un beso, Anne. El beso es lo que menos me importa... Lo que importa es que me negaste. Me hiciste quedar como un estúpido. ¡Nadie se niega a un beso de Gus, Anne Boonchuy!... Heriste mi orgullo. ¡Ni siquiera me estabas rechazando por otro chico! ¡Me rechazaste porque te gustaban las chicas!

Anne: No le veo el problema a que me gusten las personas -Susurró. Las chicas eran personas, según tenía entendido-... ¿Qué habría pasado si te hubiera besado, Gus?

Gus: Supongo que esto no sucedería -Contesto con total normalidad, mirándola confuso.

Anne: ¿Aunque después de ese beso no hubiese sucedido nada entre nosotros?

Gus: No me importaba mi relación contigo. Yo solo quería un puto beso para agregar a mi lista.

Anne:... Entonces te besare... Y acabaremos con toda esta mierda.

[...]

Marcy había pedido a su padre un aventón hacía la escuela de Anne. Quería sorprenderla. Hacía ya bastante tiempo que no iba hasta allí debido a sus problemas cardiacos en aumento y el distanciamiento de su familia.


Estaba charlando animadamente con su padre sobre lo bien que la había pasado en el concierto de Twice el día anterior, sus ojos iluminándose al hablar de cada una de las chicas. Su padre simplemente asentía y sonreía, feliz de verla de aquella forma. También le hablaba sobre Anne, de lo bien que iba su relación, y sus ojos parecían iluminarse.

No había visto a su hija sonreír de esa forma en años.

Aun así, a pesar de que su hija estaba radiante, el hombre tenía miedo. Miedo de que el trasplantado corazón de Marcy no soportara un año más de vida. O un mes. O una semana. O un día... Es por ello que intento hacerla pensar sobre el trasplante en Nueva York, diciéndole que Anne podría esperarla un tiempo, pero ella simplemente se negó. Estaba bien.

Realmente estaba bien.

Se bajó frente al colegio pidiéndole a su padre esperarla cinco minutos por si Anne ya se había marchado. Era aún bastante temprano, pero su novia pudo haber salido antes.

Lo que encontró la sorprendió...

Había al menos cien estudiantes en el estacionamiento del colegio mirando fijamente el espectáculo que se desarrollaba en el centro de este. Marcy intentó mirar lo que estaba sucediendo, procurando no acercarse demasiado a la multitud.

Entre los pequeños agujeros dejados por los cuerpos de las demás personas pudo divisar a su novia, con las ropas destrozadas y manchadas, en el centro, cerca de Gus.

Apretó los puños. Iba a matarlo. Iba a matarlo por hacerle eso a Anne Boonchuy. A su Anne Boonchuy.

Estaba por adentrarse para darle su merecido al estúpido chico cuándo lo vio...

Anne simplemente se acercó y lo beso...

El dolor que la chica de ojos verdes sintió en ese momento fue peor que los dolores que le producirían miles de ataques al corazón al mismo tiempo.

Sintió sus piernas temblar, gritos llamándola idiota en su mente, sus dedos chasqueando sonoramente.

Anne...

Anne Boonchuy...

Su Anne Boonchuy...

Su novia estaba besando a ese chico que la maltrataba. Ese chico que había producido tantas heridas en su cuerpo. Ese chico del que ella había protegido tantas veces.

Al parecer, un maltratador era mejor que la enferma Marcy Wu.

"Cualquier cosa es mejor que tu, idiota"

"No eres lo suficiente, idiota"

"Ella es incapaz de querer a una enferma como tu, idiota"

"Ella merece a alguien mejor que tu, idiota"

"Idiota"

"Idiota"

"Idiota"

Marcy estaba tan dolida y enojada al ver ese beso que su diccionario mental no pudo percibir el enojo en uno de los rostros y el asco en el otro.
Marcy simplemente dio la vuelta, sabiendo que tendría un ataque allí mismo si no se marchaba

Entró al auto de su padre hecha una furia, deseando llorar por ser tan estúpida como para creer que su felicidad con Anne sería eterna. Quería llorar porque había sido lo suficientemente estúpida como para pensar que la enferma e inútil Marcy Wu era capaz de hacer feliz a la hermosa Anne Boonchuy.

Sr. Wu: ¿No estaba Anne?

Marcy: Sí estaba... Pero ella... -Le dolía el pecho. Le dolía el alma.

Sr. Wu: ¿Marcy?

Marcy: Llévame a casa, papá -Y fue allí cuándo comenzó a llorar.

Me gustaría decir que Marcy pensó las cosas durante el camino.

Me gustaría decir que se dio cuenta de lo muy ilógica que era la idea de ver a Anne besando a su atacante. Me gustaría decir que llegó a la conclusión de que algo no encajaba. Me gustaría decir que la chica se recostó en su cama al llegar y al despertar todo había sido una muy mala pesadilla. Me gustaría decir que la chica de ojos verdes no actuó impulsivamente ni se dejó llevar por la rabia y el dolor. Me gustaría decir que respiró hondo y habló seriamente con su novia sobre lo sucedido, terminando todo con un tierno beso salado debido a las lágrimas. Me gustaría decir tantas cosas...

Pero debo narrar la historia como realmente sucedió.

Y lo cierto es que, ese mismo día, antes de que Anne llegara a casa Marcy guardo sus cosas rápidamente, pidió perdón a su madre por haber sido una estúpida y se fue junto a ella a Nueva York. 

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