21
El domingo después de la hora del almuerzo Anne subió a su habitación, esperando lograr hablar con su novia a través de la ventana antes de que esta tuviese que irse a clases de piano y ella recibiera la visita de Amity y Luz para ver películas y hablar sobre cualquier estupidez en la sala de estar.
Marcy y ella habían hablado sobre esto días antes: no por estar ahora en una relación debían olvidar a las otras personas en su vida.
Al llegar a su habitación Anne decidió darse un baño rápido y al terminar se colocó un corto short negro y una camiseta rosa junto a un lazo del mismo color. Sonrió. Ahora que lo recordaba, Marcy jamás la había visto con lazos en el cabello, y esto era verdaderamente extraño, pues Anne los amaba. Pensó que tal vez se había encariñado demasiado con la gorra morada de la chica de la ventana, y lo confirmo cuando deseo colocársela al pensar en ella. Pero no. Era el momento de descansar para esa gorra.
Salió del baño preparada para ir a la habitación de Marcy, y no imagino que se llevaría una gran sorpresa en ese preciso instante.
Marcy estaba en su ventana usando una camiseta negra que dejaba al descubierto sus hermosos y pálidos hombros y un beanie del mismo color en su cabeza, golpeando el vidrio con su mano izquierda ligeramente. Sonrió al verla.
Anne de inmediato corrió a abrir la ventana para dejar pasar a su novia, y en cuanto la chica de ojos amarillos estuvo dentro se abrazó a Anne y colocó su cabeza sobre su hombro, Anne de inmediato acariciando su espalda y agradecida por su cercanía.
A pesar de ser novias, el contacto físico era algo a lo que aun Marcy no estaba acostumbrada, así que Anne disfrutaba cuando cosas como esas sucedían. Pero no esa vez.
Marcy estaba respirando pesadamente y sus manos parecían temblar ligeramente.
Anne: Marcy... ¿Estás bien?
Difícilmente la chica negó con su cabeza. Anne, sabiendo que Marcy no tendría fuerzas para rechazarla, coloco su mano sobre el pecho de la otra y descubrió un latido irregular.
Anne: Será mejor que te sientes...
No tardaron mucho en llegar hasta la cama, en la cual Anne se sentó al lado de Marcy entrelazando sus meñiques, viéndola intentar recuperar su respiración. Se veía cansada.
La vio colocar su cabeza entre sus propias piernas y sus propias manos sobre su rostro. En algún libro Anne había leído que hacer eso era bueno para la oxigenación. Y hablando de piernas, Marcy estaba usando unos cortos shorts blancos, lo cual dejaba ver a Camila sus pálidos muslos y...
"¡Concéntrate, Anne! ¡¿Acaso no ves que tu novia se ahoga!" La voz de Gus en su mente siempre la hacía centrarse y dejar de pensar en cosas irrelevantes como las sexys piernas de Marcy "¡ANNE!"
Sacudió su cabeza varias veces. Debía concentrarse en el hecho de que Marcy parecía estar a punto de desmayarse por falta de oxígeno.
Delicadamente Anne comenzó a acariciar la espalda de su novia. Estaba realmente preocupada.
Anne: ¿Ya estas mejor? -Preguntó luego de unos minutos.
Marcy asintió levantando ligeramente el rostro para luego volver a colocarlo sobre sus piernas.
Marcy: Es solo... subir las escaleras... yo... corazón... rechazo -A pesar de que no había logrado completar ni una sola frase, Anne comprendió claramente lo que Marcy estaba diciéndole.
Anne: Está bien, Marcy. Tomate tu tiempo.
Luego de unos diez minutos Marcy finalmente levantó la cabeza, miró a Anne y sonrió.
Marcy : Hola -Dijo con voz baja y rasposa. Aun su respiración no se había normalizado del todo, pero estaba mucho mejor que al principio. Una sonrisa instantánea se dibujó en los labios de Anne.
Anne: Hola -Susurró colocando un mechón rebelde de cabello tras la oreja de su novia-. ¿Cómo llegaste hasta acá?
Marcy: Cambié la escalera de lugar y... y yo... yo solo subí... y estuve... diez minutos... y tuve que sujetarme... me cansé y...
Anne: Oh, Marcy, lo siento. Debí dejar la ventana abierta. Estaba tomando un baño y no pensé que tu vendrías hasta acá. En realidad, iba a ir a tu habitación ahora mismo...
Marcy: Quiero demostrarte que... que tu... no eres una simple rutina -Susurro mirándola fijamente a los ojos. Como siempre, la intensidad de aquella mirada color esmeralda estuvo a punto de hacerla caer desmayada.
Anne sonrió de forma inmediata, sujetó las mejillas de Marcy entre sus manos y la besó tiernamente, haciendo a Marcy suspirar.
Anne: Eres tan especial para mí...
La chica de ojos amarillos simplemente sonrió y luego, lento y de forma torpe, rodeó la cintura de Anne con sus brazos y le besó la mejilla. Luego enterró su cabeza en el cuello de Anne.
Marcy: Lamento si mis abrazos no son los mejores, pero no acostumbro darlos.
Anne simplemente sonrió y besó dulcemente la parte superior de la cabeza de su novia antes de abrazarla ella también.
Anne: Tus abrazos son los mejores, Marcy Wu-Susurró, y se inclinó para posar sus labios sobre la mejilla de su novia. Fue algo incomodo ya que la chica seguía apoyada en su hombro, pero valió la pena cuando Marcy giró la cabeza y unió sus labios con los de ella.
Marcy elevó su cabeza y se separó de los labios de Anne, mirándola fijamente a los ojos.
Marcy: Me gusta tu lazo. Es algo muy... rosa... pero me gusta.
Anne: Es bueno escucharte decir eso -Sonrió.
Se hizo silencio por unos momentos, pero no uno incómodo. Fue uno de aquellos que pueden permanecer horas sin que nadie los note.
Marcy: ¿Vas a mostrarme tu habitación?
Anne solo pudo asentir.
[...]
Luego de que Marcy hubiese visto su escritorio con una cantidad descomunal de libros, sus paredes rosa chicle repletas de fotografías y posters, su desordenado armario y el suelo repleto de cosas, y de que Marcy le diera varios consejos de limpieza que obviamente Anne no pensaba aceptar, se recostaron sobre la desordenada cama de sábanas rosadas de la chica de ojos color chocolate, sus hombros tocándose y sus manos entrelazadas sobre el estómago de Anne.
Anne: ¿Te gustó mi habitación?
Marcy se encogió de hombros.
Anne: ¡Vamos, Marcy! ¡Puedes decirme la verdad!
Marcy: Es linda, pero... está muy desordenada y me hace sentir un poco nerviosa.
Anne: Si eso es verdad entonces ahora mismo estarías chasqueando tus dedos -Susurró con una sonrisa mientras miraba la mano de Marcy sujetando la suya, su dedo pulgar acariciando sus nudillos.
Marcy: ¿No has pasado suficiente tiempo conmigo como para darte cuenta de que tus manos logran tranquilizarme en cualquier momento? -Le dijo acercándose a sus labios lentamente, Anne cerrando sus ojos casi de inmediato-. Con tu mano logras que se detengan mis ataques de pánico. Logras que olvide el hecho de que tu habitación es un asco y de que estoy rompiendo mi rutina más que nunca -Suspiró-. Te quiero, Anne Banana-Finalizó.
Anne: ¿Sería estúpido que solo me besaras ahora mismo?
La respuesta a esta pregunta fueron los labios de Marcy posándose sobre los suyos, una sonrisa inmediata apareciendo en los labios de ambas durante ese contacto.
La lengua de Marcy humedeció delicadamente el labio de Anne, pidiendo permiso para entrar. Suspiró audiblemente y se lo permitió de inmediato, ambas lenguas enredándose de inmediato, esta acción haciendo a Anne sentirse en medio de las nubes.
Lentamente, Marcy fue cambiando de posición, de forma que su cuerpo sobre el de Anne, una de sus piernas entrelazándose con la de la chica, el beso siendo aun lento y completamente romántico.
Dulcemente Anne rodeó con su brazo libre el cuello de Marcy, mientras que con su otra mano aun sujetaba la de Marcy. De repente la chica de ojos amarillos se alejó de Anne ligeramente, ésta última suspirando ante la repentina falta de contacto.
Fue allí cuando Marcy comenzó a dejar pequeños y delicados besos sobre las comisuras de los labios de Anne y fue trazando una línea hasta llegar a su cuello. Se detuvo para dejar un pequeño y delicado beso allí.
Anne: Te quiero, Marcy Wu. Te quiero más de lo que puedes imaginar...
Marcy: No puedo imaginar, Anne Banana. ¿Lo recuerdas? Soy pésima en eso -Susurró, sus labios volviendo a posarse sobre el cuello de la chica. Anne cerró los ojos y sonrió. Le gustaba esa sensación.
Anne: Tienes razón, no puedes imaginar, y eso solo hace la brecha entre tu imaginación y lo mucho que te quiero infinidades de veces más grande...
Y con su mano libre sujeto la barbilla de Marcy para guiar su rostro hacia el suyo, sus labios uniéndose en un tierno beso de inmediato.
***
Luego de que Marcy se fuese a clases de piano junto a Ivy, Anne bajó a la cocina para preparar todo para la tarde de películas que tendría con sus amigas.
Anne: ¿Molly, tu y mamá irán a algún lado? -Preguntó a su padre mientras servía palomitas de maíz en un gran tazón y snacks en otro.
Sr. Boonchuy: No, pero estamos planeando ver una película arriba mientras ustedes están acá. No queremos incomodar.
Anne: Pueden ver la película con nosotras. Ustedes no nos incomodarían nunca... Amity ama a Molly y Luz ama hablar con pa... con el Sr. Boonchuy y contigo... Por favor, mamá. Vean la película con nosotros...
Sra. Boonchuy: Solo si Amity no trae cincuenta sombras de Grey...
Anne:¡Mamá! ¡Esa película aún no se estrena!... Y si quisiera entretenerme con algo pasado de tono vería porno lésbico... -Esto último lo dijo solo en un susurro, sus mejillas sonrojándose.
Sra. Boonchuy: ¡Anne! -Le reclamo, una sonrisa que no debía estar allí apareciendo en sus labios.
Anne: ¡Es la verdad!
Sra. Boonchuy: Cállate -Le susurró de nuevo abrazándola esta vez antes de besarle ligeramente la mejilla.
Se hizo silencio, pero éste, al contrario del silencio que se había formado entre Marcy y ella horas antes, era incómodo. Muy incómodo.
Pensamientos comenzaron a florecer en la cabeza de Anne. La mayoría eran dudas...
Anne: ¿Crees que él estaría orgulloso de mi, mamá? -Preguntó refiriéndose a su padre. Su madre dejo escapar un suspiro y abrazó a su hija aún más.
Sra. Boonchuy: No tengo duda alguna...
Anne: Pero yo no soy como las demás... ¿Qué padre quiere una hija como yo? -Preguntó, una lágrima escapando por sus ojos, su madre limpiándola de inmediato. Era extraño como Anne podía pasar de estar feliz por la reciente visita de Marcy a estar triste por el hecho de que su padre podría no haber estado orgullosa de quien era en esos momentos-. Quiero mucho Marcy, mamá. Es la mejor novia que jamás pude imaginar, pero... Somos diferentes mamá. La sociedad jamás va a aceptarnos como a los demás y tengo miedo de que mi padre hubiese sido parte de esa sociedad... -Sollozó.
Sra. Boonchuy: Anne, mírame -Susurró. Anne elevó sus ojos inundados en lágrimas para mirar fijamente a su madre-. No eres diferente a mí. No eres diferente a nadie. Tienes dos ojos, una nariz, una boca, manos, dedos, piernas. Tienes todo lo que los demás. No eres diferente a nadie, hija. El hecho de amar a alguien no va a hacerte menos humana ¿Lo entiendes? Umi, tu padre, sabía esto. Y estoy segura de que, esté donde esté, está presumiendo tener la mejor hija de todo el universo....
Anne solo logró asentir y abrazar a su madre fuertemente, dándole las gracias de esta forma...
Sra. Boonchuy: Ahora vas a contarme sobre Marcy, que al parecer es tu novia ahora...
Anne se sonrojó de inmediato y escondió su rostro en el cuello de su madre, avergonzada...
Anne: Yo iba a contártelo, mamá... pero... yo...
Sra. Boonchuy: Tranquila, Anne.
Anne: ¿No estás enojada?
Sra. Boonchuy: No puedo estarlo. Yo hice lo mismo cuando comencé a salir con tu padre... Sabía que tu abuela se enojaría cuando supiera que me había enamorado de un extranjero -Su madre había nacido en Tailandia. Su padre en Estados Unidos. El hombre estaba en un viaje cuándo se conocieron-. No me equivocaba. En cuanto lo supo me echó de la casa. Luego naciste tú y tu padre decidió que fuésemos a su país para que tuvieses una mejor vida y ya sabes lo que pasó cuatro años después - "Cáncer" Pensó Anne. En el páncreas. No sobrevivió más de dos meses después de que se lo diagnosticaran. Su madre conoció a al Sr. Boonchuy tres meses después. Se casaron un año más tarde. Anne fue la niña de las flores, y el hombre también le había dado su apellido.
Anne: ¿Eso significa que vas a echarme de la casa?
Su madre se negó sonriendo y abrazando aún más a su hija.
Sra. Boonchuy: No cometeré los mismos errores de tu abuela, hija, pero quisiera que me lo contaras todo sobre cómo te lo pidió y tu primer beso... ¡Y no intentes mentirme! ¡Se qué no habías dado tu primer beso hasta hace una semana, así que imagino que esa chica fue la primera!
Anne se alejó de inmediato de su madre y miró el suelo completamente avergonzada. Sus mejillas ardían.
Anne : Mamá... yo...no quiero... no quiero.... hablar de esto... ella y yo...
Y fue en ese preciso instante cuándo el sonido del timbre de la casa retumbo en las paredes del lugar. Anne había sido salvada.
[...]
Mientras Amity y Luz escogían cual película ver -Mi villano favorito y El Rey León eran las principales opciones-, Anne llevaba mantas y almohadones para colocarlos en el suelo, sabiendo que Amity y Luz eran completamente hiperactivas y no se quedarían sentadas en el sofá durante toda la película. Molly estaba sugiriéndole a las chicas ver la última película de barbie, a lo cual estas se negaban rotundamente.
Amity: ¡¿Sabes cuántas veces he visto esa película con Emira?! ¡Siete! ¡SIETE!
Molly: Pero yo... -Dijo haciendo pucheros- Amity, por favor...
Amity: Luz, ayúdame -Suplicó a su amiga. Si había algo a lo que Amity no podía resistirse era a los pucheros de las hermanas Boonchuy.
Luz: ¿Qué te parece si vemos Harry Potter?
Amity: ¡Luz! ¡Hemos visto esa película ocho veces! ¡OCHO! ¡ESA ES UNA VEZ MÁS DE LA QUE HE VISTO LA ÚLTIMA PELICULA DE BARBIE!
Molly: Tu decides, Amity. Barbie o Harry...
Anne: Acá tenemos a Molly en su momento de rebeldía. Deberías estar asustada Amity-Se burló mientras colocaba los tazones de palomitas y snacks sobre el sillón y veía a su madre charlar con Sr. Boonchuy en un rincón. La chica de ojos amarillos sabía que su madre estaba hablando sobre lo sucedido en la cocina.
Amity: Está bien, veremos Harry Potter... ¡Pero solo porque Luz lo sugirió y si no la apoyo no nos casaremos!
Luz: Me casaré contigo en tus más profundos sueños, Amity...
Amity: ¡Déjame en paz! ¡Estoy intentando crear una excusa menos estúpida que "una tierna niña rebelde que hace desgarradores pucheros me obligó"!
Luz: Sigue intentando...
Amity: Entonces puede ser: Luz me prometió una noche salvaje repleta de se... -Anne la miro fijamente con los ojos abiertos. Amity no debía olvidar que Molly estaba allí- de juegos muy divertidos, así que no pude negarme...
Luz: ¡Yo jamás te prometí una noche salvaje repleta de "juegos muy divertidos"!
Amity: En mi cabeza sí, así que prepárate amor -La advirtió guiñándole un ojo.
Molly: ¿A ustedes también les gustan las chicas como a Anne? -Pregunto, haciendo a su hermana sonreír. Anne y sus padres le habían explicado a su pequeña hermana sobre esto, y la pequeña simplemente había abrazado a su hermana y le había dicho que la querría, aunque se casara con un elefante volador con siete cabezas.
Luz: ¡No! -Respondió rápidamente.
Amity: ¡A mi solo me gusta Luz! -Amity siempre siendo tan Amity.
Luz: ¡Amity!
Amity: Antes intenté salir con tu hermana, pero ella prefirió a la rebelde de su novia y... -Sí, Anne se lo había dicho. No podría habérselos ocultado luego de todos los mensajes que Amity le había enviado esa tarde.
Molly: ¿Tienes novia, Anne? -Pregunto mirando fijamente a su hermana a los ojos, la chica sonrojada de inmediato.
Anne: Yo... eh... ¡Empezó la película!
***
Luego de una hora Molly se quedó dormida como siempre que veía películas que ya sabía de memoria. Sus padres decidieron llevarla a su habitación, pues está científicamente demostrado que los padres consideran a las camas más cómodas para sus hijos que un sillón lleno de palomitas y migajas de doritos.
En cuanto estuvieron a solas Anne supo lo que la esperaba: Amity y Luz haciendo preguntas.
Amity: ¿Cómo fue?
Anne: Bien, Voldemort asesino a los padres de Harry y Hagrid lo llevo a... -Dijo intentando desviar la atención de sus amigas.
Amity: ¡Sabes de lo que hablamos, Anne!
Luz: Y, sin ofender, no sabes imitar la actitud de Marcy...
Anne: ¿La actitud de Marcy?
Luz: Sabes a lo que me refiero. No entender indirectas y toda esa basura...
Anne: ¡No es una basura! -Exclamó enojada.
Luz: Si, ya lo sabemos, Anne. Créeme que lo sabemos. Ahora háblanos del beso...
Anne: ¿Beso? ¿Qué beso? -Sus mejillas claramente se habían sonrojado, y de forma ágil tomo una de las múltiples mantas del suelo y se cubrió todo el cuerpo con ella, como si fuese algún tipo de protección
Luz: ¡Te dije que no uses la actitud de Marcy!
Amity: Háblanos del beso, por favor. Somos tus amigas. Tenemos derecho a saber estas cosas.
Anne: Está bien -Suspiró, y luego de quitarse la manta del rostro y sentarse cómodamente en el sofá miró a sus amigas recostadas en el suelo, Amity intentando invadir el espacio personal de Luz constantemente. Sonrió-. Yo solo me dejé llevar. No lo sé, ella es perfecta. Sus labios son perfectos y...
Amity: Su lengua también...
Luz: ¡Amity! -La reprendió.
Anne: Déjala. Tiene razón. Su lengua también -Río, y supo al instante que sus mejillas jamás debieron de verse tan rojas-... El punto es que ella es perfecta, y sus labios son tan suaves y saben tan bien. Es como si pudiese tocar el cielo con ellos ¿Entienden?
Amity: Luz, terminamos... No me importa que Anne me engañe. ¡La necesito para vivir!
Luz: Gracias... -Susurró con los ojos cerrados, ahora suspirando.
Amity: No entristezcas, Luz. Cuando necesite consuelo iré contigo -Susurró seductoramente mientras envolvía con su brazo los hombros de Luz y depositaba un beso en su mejilla.
Luz: Amity...
Amity: ¡Déjala hablar! ¡No la interrumpas!
Luz: ¡Tú empezaste!
Amity: ¡Cállate!
Anne simplemente sonrió y miro sus dedos, sabiendo que si seguía mirando a sus amigas moriría de vergüenza.
Anne: Ella... no lo se... ustedes siempre me han dicho que sus primeros besos han sido terribles y todo eso, pero puedo asegurarles que jamás desearía olvidar mi primer beso porque fue simplemente maravilloso... -Contó. Ella no lo notaba, pero sus ojos brillaban de felicidad- Mientras nos besábamos sentí algo tan hermoso que no pude evitar reírme sobre sus labios, y Marcy simplemente hizo lo mismo... ¡Ella se reía! ¡Incluso mientras nos besábamos!... y nos besamos de nuevo...Luz, puedo asegurarles que no hay mejor sabor que la risa de otra persona en tu boca.
[....]
Sr. Boonchuy: ¿Podemos hablar? -Amity y Luz estaban dormidas en el salón y ella había ido a la cocina para buscar algo de agua. Lo que no esperó era haberse encontrado a su padrastro allí-. Tu madre me contó lo que le dijiste.
Anne: Sr. Boonchuy...
Sr. Boonchuy: No, Anne. Por favor escucha -Murmuró-. No conocí a tu padre, pero sé que fue un gran hombre. Si no lo hubiera sido tu madre no se habría enamorado de él -Ahora suspiró, como pensando en las palabras correctas para decir-... Y tú eres una gran chica, lo sé. He vivido mucho tiempo a tu lado. Créeme, sé que él está orgulloso de ser tu padre.
Anne: ¿Como lo sabes? -Interrogó con dolor. Hablar de su padre no era algo fácil.
Sr. Boonchuy: Porque yo también estoy muy orgulloso de ser tu padre -Contestó dulcemente-... Y sé que no te gusta llamarme así, pero siento que...
Pero antes de que pudiera responder Anne se lanzó a sus brazos y comenzó a sollozar.
Anne: Yo estoy muy orgullosa de ser tu hija -Le susurró débilmente al oído.
Anne sonrío. Sabía que, estuviese dónde estuviese, el Sr. Boonchuy también estaba orgulloso de ella.
[....]
A kilómetros de distancia Gus planeaba su próxima jugada mientras su acompañante tomaba un baño en la ducha de aquel motel barato. Repasó cada uno de los pasos y sonrió. Simplemente, todo saldría increíble. Anne pagaría por la humillación que le había hecho vivir aquel día en el que se negó a besarlo.
XX: ¡Amor! ¿Ya vienes? -Pregunto desde la ducha.
Gus: Por supuesto....
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