Narrador Omnisciente.

Todos tenemos a ese alguien en este mundo, ese alguien que te llena, ese alguien que siempre estará ahí cuando lo necesites, no precisamente debe de ser un novio o una novia, pueden ser tus padres mismos, tus abuelos o ese amigo o amiga especial. Cada uno tenemos a alguien, que nos hace reír con la más mínima tontería, así se sentía una cierta morena de ojos marrones, ella estaba súper feliz porque por fin está con la chica de sus sueños. Aunque ella sabía que la alegría debía parar, ya que recordaba que en menos de tres días ella tendría que tomar un vuelo que la llevara de vuelta a París y no volvería a ver a la ojiverde, esta le había dicho que siempre estarían en contacto y que siempre se podrían ver por Skype, aun así la morena estaba triste, debían pasar estos últimos días juntas y hacerlos inolvidables.

Después de que Camila había dejado la habitación de la ojiverde, fue a su departamento, se dirigió a su habitación, donde se recostó y comenzó a recordar lo caliente y excitante que había sido el reencuentro con la más mayor, no estaba arrepentida de nada, por fin era novia de Lauren. Aunque su mejor amiga le había dicho que no tomará las cosas tan a la ligera, se lo dijo cuando se entero por boca de ella misma que Lauren estaba en la universidad donde estaba haciendo las placticas, Camila no lo estaba tomando a la ligera, no tanto, pero sabía que no le hacía daño eso.

Cuando dejó Miami, la biblioteca quedó a cargo de Charlotte una de las empleadas que Camila consideraba su mano derecha ella sabía que podía confiar en ella. Laura había sido despedida por la morena, ya que un día antes de su vuelo, está le había dicho que Lauren no era de confianza, y le invento muchas cosas más, pero la morena al saber toda la verdad se molesto con Laura y la despidió.

Estaba recostada en su no tan gran cama mientras leía un libro de esos que eran muy entretenidos, ella siempre se ponía en el lugar de los protagonistas, los hacía que estuvieran en la vida real. Sintió que su teléfono vibro, a ella eso le molesto, ya que no le gustaba que la interrumpieran en su lectura, tomó el móvil y reviso era una llamada de su loca amiga Ari.

Camila : Espero que sea algo importante para que hayas interrumpido mi lectura.

Ari : Hola para ti también, eres tan enojona sabias.

Camila : solo dime que quieres.

Ari : Solo para saber como estas y como se esta comportando Lauren.

Su mejor amiga podría parecer algo fastidiosa a veces pero Camila sabia que muy en el fondo ella la cuidaba y se preocupaba por su bienestar, Ari desde que supo lo que la ojiverde había hecho con Camila, ella no aceptaba el echo de que su amiga aún estaba enamorada y quería intentar algo con ella.

Camila : Bien... La...

Ari : se acostaron verdad... Sabia que no podía confiar en ti, eres tan tonta.

Camila :Oye, déjame hablar, ella se porto muy tierna y amable conmigo.

Ari : que más...

Camila : Somos una pareja ya.

Camila estaba súper feliz de decir que la ojiverde era su novia, al otro lado de la línea solo se escuchaba el vacío, la morena no sabia si Ari se había desmayado de la emoción o estaba decepcionada de ella.

Ari : Lo bueno es que ya están tomando las cosas en serio, estoy feliz por ti, pero no te debes confiar tanto, bueno.

Camila :Si lo sé Ari, yo de verdad la amo y siento que es la indicada, y dime como esta mamá y Sofi.

Las dos amiga comenzaron a contarse lo que estaba sucediendo, Ari le contó a la morena todos estaban bien, que la extrañaban más la peque hermana. Camila sentía los ojos aguados al escuchar de Sofi, ella también la extrañaba demasiado, tenía pensado en volver después de terminar la carrera y seguir con su sueño haya.

Luego se despidieron y colgaron Camila se limpio un poco sus ojos que tenían unas cuantas lágrimas, volvió a tomar asiento en su cama y continuo leyendo. A fuera no dejaba de llover, era una tormenta infernal, nadie podía salir así, Camila pudo salir con ayuda de la chaqueta de la más mayor. La morena estaba totalmente loca por la ojiverde, ya que se imaginaba que los protagonistas de la historia que estaba leyendo eran ellas. Ella se imaginaba que podrían huir y hacer sus vidas en otro lugar lejos de los errores, de los malos momentos que habían pasado.

Al otro lado del gran edificio donde se localizaban los departamentos se encontraba una ojiverde muy alegre, estudiando para una prueba que tendría el día siguiente, no dejaba de pensar en la chica menor, esa hermosa morena que siempre le roba los suspiros, esa que siempre esta rondando su mente. No se podía concentrar por recordar el encuentro caliente que había tenido con su ahora novia, era tan excitante, imágenes de ese caliente encuentro se hicieron presentes.

Sonrió y continuo estudiando ella sabía bien que está prueba dependía si debía obtener su diploma de diseñadora gráfica. Las dos chicas se encontraban en sus habitaciones donde pensaban en todo lo que sucedió en la habitación de la mayor.

LAUREN.

No podía creer aún que ya habían pasado dos días desde la ves que estuve con Camila en mi habitación. Ella y yo no seguía la viendo, pero lo hacíamos para salir o ponernos al día con nuestras vidas, supe que en su escuela era muy codiciada por los y las estudiantes de ahí, eso es claro quien no estaría atraída por esa hermosa morena de ojos de chocolate. Ella me había cautivado con sus hermosos ojos y sus caliente cuerpo.

Ella era una muy buena enseñado siempre que daba sus clases lo hacía excelente, todos los alumnos le poníamos mucha atención, yo porque ella me gustaba demasiado. Los otros profesores se le habían insinuado pero ella siempre los rechazaba diciendo que ya tenía una novia y que era muy hermosa, claro soy yo, siempre teníamos nuestros encuentros calientes en los salones vacíos, me encantaba estar cerca de ella.

Estaba tratando cada día en hacerla feliz, quería enamorarla más, siempre le llevaba ramos de rosas y también unas que otras cajas con chocolates ella amaba el chocolate, sabía que la estaba conquistando así. Aún no decíamos nada sobre nuestra relación porque sería y se vería mal, que una alumna esté saliendo con un profesora.

Yo deje las costumbres que tenia de acostarme con todas las chicas que se me pusieran en frente, lo hice por mi Camz, ella cuando se entero que me había acostado con casi la mitad de la facultad se enojo y no me habló durante tres horas, luego me perdono, ella era mi mayor sueño echo realidad, me contó que Laura le había dicho mi secreto que ella ya sabía y que la había despedido.

Ahora me encontraba sentada en la cafetería pensando en cómo podía pasar con Camila estos dos últimos días que se estaría acá, la verdad no sabía aún necesitaba ayuda, tenía a Harry a mi lado y él no sabía nada de mi relación con la morena.

—¿Por qué tan pensativa, Laur?

—Es que... No se que hacer.

—Dime tal vez te puedo ayudar— sabía que él era una buena opción para las ideas ya que él había echo algo parecido con su novio. 

—Hay una chica, que me gusta y que se irá la próxima semana, y solo le quedan dos días, no se como hacerle una despedida genial.

Tome aire y lo saque necesitaba ayuda con esto o me volvería loca, quería hacerle algo especial a la chica de la biblioteca, pero no sabía que, ya la había llevado a la gran biblioteca que estaba en España , ya habíamos visto la puesta del sol, ya habíamos ido a la playa más hermosa de este país.

—Oh es una chica, lo que debes hacer es algo que a ella le guste, algo que se sienta bien, no debe ser algo grande, debe de ser un poco sencillo y especial.

Me quede pensando un momento las palabras que mi amigo había dicho, a Camila le gusta la playa, también le gustaba el chocolate como le gustaba leer un buen libro en medio de un bosque, si ponía juntas todas esas cosas que a ella le gustaban tal vez saldría algo, como una velada a la luz de la luna con chocolates y un poco de vino, acostada en una manta sobre la arena de la playa. Eso me parecía algo usado la verdad.

—A mi igual me costó pensar algo para mí bebé, Louis— continuo mi amigo— Quizás debas hacer algo sencillo como poner algunas velas en tu habitación y acostarse en unas mantas, tener a la mano un buen vino... O algo así"

Eso me parecía bien, aunque Camila pensaría que la lleve a mi habitación a tener relaciones sexuales porque casi todos nuestros encuentros terminábamos teniendo echando un polvo, ella así lo llamaba decía que se escuchaba menos vulgar, bueno siguiendo con mi plan debía ser algo sencillo, ella me había dicho que mañana no tenía que dar clases que se lo tomaría, así le dejaba una ventaja.

Mi amigo se despidió y se fue, debía ir a sus clases de artes visuales o algo así, seguí pensando en como impresionar a mi novia, sentí unos ojos en mi y busqué entre la multitud y ahí estaba la culpable, es hermosa morena de ojos marrones, me le di una sonrisa y ella se mordió el labio y me sonrió coquetamente, ella era más caliente que yo, luego piensan que soy yo, le llamaron la atención algunos profesores y continuaron hablando, ya sabía que haría no era la gran cosa pero era como el inicio de lo que podría hacer en un futuro.

Ya era de noche, había evitado hablar con Camila así tendría tiempo para arreglar todo para el siguiente día, mi teléfono vibro mostrando un mensaje de texto que era de Camila.

Mi novia.
"¿Por qué me estas evitando?

Tú.
" Lo siento bebé, es que he estado ocupado con las pruebas finales pero te lo recompensaré te lo juro.

Mi novia.
"Te extraño mucho, ya solo dos días tengo para estar aquí contigo"

No me gustaba mentirle a mi hermosa morena pero debía hacerlo para que no sospechara nada.

Tú.
"Lo sé bebé, pero mañana haremos algo genial ya verás, te amo."

Mi novia.
"Te amo, oye... ¿Dime que traes puesto?"

Ven lo que les digo, ella es súper caliente, solo en eso piensa, yo tan inocente que no había pensado en eso todo el día. Suspire y le contesté.

Tú.
"Solo llevo una camisa y un short corto y ¿tú Camzi?

Mi novia.
"Mmm, me imagino ese short... Pues solo estoy con una camisa larga y sin ropa interior.

Wow, paren todo!!, esto no puede ser posible mi hermosa y sexy también caliente novia esta sin ropa interior, vaya puedo tomar partido de eso.

Tú.
"Oh... Dios!! Camz... Quiero estar ahí y poder verte así"

Mi novia.
"¿Y que harías y me tuvieras así he?

Tú.
"De todo bebé, tocaría tu cuerpo, cada rincón, quiero una foto por favor"

Sabía que lo mandaría ella era caliente y todo pero no era tan atrevida para hacer eso, pero que, Oooh!!! Dios!! Si me la mando sus piernas, sus caderas no puedo más siento que me moriré acá.

Mi novia.
"Te gusto verdad, lastima que no estas acá... Oye debo irme, me daré una ducha y luego me dormiré"

Tú.
"Siempre me ha gustado tu cuerpo Camz, okey, que descanses"

Deje mi celular a un lado y continúe o trate de seguir pensando y organizando todo para mañana, esa foto de Camila me dejo loca. El cuerpo de la morena es muy caliente y sexy para que negarlo.

Luego de una noche así de agitada decidí que te raro tiempo de dejar todo e irme a la cama tenia demasiado sueño la verdad no eh podido dormir, ya que estaba arreglando todo y no iré mañana a la universidad, total solo una clase me toca. Llegué a mi habitación y me recosté sobre la cama. Sentí que todos mis músculos se estaban relajando, poco a poco estaba cerrando los ojos me dormí.

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Desperté con el sonido de la puerta quien estará molestan a esta horas, luego el sonido ya no estaba, me volví a acostar. A los dos minutos escuché que la puerta se abrió, me preocupe porque solo yo tenía esa llave, me quedé en la cama. La puerta de habitación se abrió mostrando a Camila con su hermosa pijama que uso el día anterior.

—Camila, me asustaste, ¿Que haces acá?

Ella solo me sonrió y no obtuve respuesta de ella, se acercó peligrosamente a mí y a los dos minutos ya la tenía sobre mi cuerpo. Bueno no creo solo para esto haya venido y además de donde saco la llave.

No me decía nada solo me miraba como cuando un león ve a su presa, tenía hambre pero no precisamente de comida. Quito la sabana que me cubría y luego quito mis bragas. Esto es raro porque lo está haciendo, luego en movimiento abrió más mis piernas y bajo su cabeza. Luego sentí su caliente lengua en mi centro, me estaba haciendo sexo oral, esto es en serio.

"Ah... Mmm... Camz.."

Seguía su lengua con su trabajo, lamia de arriba a abajo, muy sensualmente me está matando, chupo toda mi intimidad se sentía bien. Con una mano la tomé del pelo e hice más presión, ya sentía llegar al orgasmo.

Ella se detuvo y escuche el sonido de mi celular y me desperté, solo fue un sueño, el mejor de todos. Se sintió tan real, mi celular no deja de sonar, lo tome y me di cuenta de que eran más de las 3 de la tarde, Dios cuanto he dormido me levante y me fui a dar una buena ducha de agua fría, necesitaba quitarme lo caliente de mi cuerpo.

Debía arreglar todo para estaba tarde ya casi tendría que ir por Camila. Primero la llevaría a comer algo y esperaríamos a que fueran las 8 de la noche y luego la llevaría al hotel, no quería que nos vieran entrar juntas en mi habitación. Salí de la ducha y me comencé a bisturí obté ponerme una camisa blanca con mangas cortas, unos pantalones rasgados color negros y mis botas de combate, arregle mi pelo, aunque solo lo seco un poco y lo tiro a un lado, igual se me ve muy bien así. Tome mis llaves y mi chaqueta de cuero negra y tome mi celular, tenía un mensaje de Camz.

Mi novia.
"Oye aun sigue en pie lo de hoy, ¿verdad?"

Tú.
"Claro que si bebé, ahora iba por ti, espérame fuera de la universidad, pasaré con mi coche"

No espere respuesta y salí hacia mi coche, esta noche será genial para Camila, algo inolvidable. Llegué a mi coche y puse un poco de música suave, era de lana del rey, salí en busca de mi hermosa dama, cuando llegue cerca la vi estaba tan hermosa. Me acerque una poco toque el claxon y ella volteo y sonrió, su sonrisa alegro mi tarde.

Se acercó y le abrí la puerta, estaba vestida con unos pantalones azules ceñidos a sus hermosas piernas, una camisa negra de cuello alto y unos botines negros, su pelo estaba hacia un lado, siempre se ve hermosa. Entró y me tomé de sorpresa por me ahuecó mi cara con sus manos y me beso con amor y ternura, luego se alejo.

—Hola a ti también, te ves hermosa Camz.

—Tu igual, Lolo y dime donde iremos.

—Iremos a comer algo y luego, eso será una sorpresa.

Ella acaricio mi mano y asintió luego salimos en marcha a el restaurante donde tenía un sorpresa para Camila. Ella coloco música de la que le gusta, puse a Ed Sheeran y comenzó a cantar, su voz era tan bella no sabía como podía decir que no sabía cantar. Luego de llegar al lugar me estacione y salí a abrirle a Camz.

—Vamos mi princesa.

—Gracias, que caballerosa eres.

—La única en mi clase— nos echamos a reír ambas.

Salió del coche y la abrace, extrañaba sus cálidos abrazos ella beso juguetonamente mi cuello y no pude evitar reír, luego de separarnos nos fuimos dentro del local. Entramos y un mesero nos dirigió a nuestra mesa, que esta fuera, cuando llegamos, vi a la Camila su cara era de asombro.

—Woow, Lolo esto es hermoso, me encanta.

—Es lo mejor para mi hermosa novia — la abrace y ella puso sus brazos alrededor de mi cuello era genial tener nuevamente a Camila.

Nos quedamos así por unos minutos hasta que le mesero se aclaro la garganta, yo le había pagado para que nos interrumpiera.

—Disculpen la interrupción, señorita Lauren la comida esta lista, pueden sentarse"

Asentimos y nos sentamos, el lugar estaba decorado con unas hermosas luces amarillas que colgaban, unas lindas rosas alrededor, tenía una vista de toda España, estábamos en la azotea. La mesa estaba decorada con unas hermosas rosas rojas.

Luego de unos minutos la comida llegó, la traían como unos cinco meseros, todo era perfecto como planeé, la comida consistía en carne de ternero en salsa dulce, arroz con vegetales y un poco de ensalada, también dejaron el vino a un lado para que lo pudiéramos servir al gusto, todos se retiraron y nos dejaron solas. Tome la botella con vino y servía a cada copa un poco.

—Brindemos, por nosotras, para que en un futuro podamos seguir juntas y poner cumplí nuestros sueños, salud.

—Salud.

Dijo Camila y chocamos nuestras copas y bebimos del rico vino, todo era perfecto estando con Camila, comenzamos a comer y veía que a Camila le gustó, se veía feliz eso me reconfortaba, porque sabía que había echo algo bien, nos quema hablando de cosas banales.