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Mi fortuna

LOGAN Pov's.

Mi hermana... mi hermanita... no aparecía por ningún lugar. No podía perderla de nuevo, no ahora que las cosas comenzaban a solucionarse, por así decirlo.

- Intenten llamar a ese tal Marcus, o rastrearlo... no sé –dije exaltado.

- No me responde –dijo Thiago.

Dios, ya habían pasado ocho horas desde que mi hermana no estaba con nosotros.

Mi primo Connor, que había llegado una hora después de nosotros, me abrazó. Sabía que me estaba muriendo por dentro.

De repente el teléfono de la casa sonó haciendo que todos nos sobresaltáramos.

¿Sería mi hermana?

Connor nos había preparado para esto, dijo que si se trataba de algún secuestro, seguro nos llamarían, pero yo tenía la esperanza de que fuera Emma.

THIAGO Pov's.

Todos nos quedamos atónitos y perplejos al darnos cuenta que nuestro teléfono estaba sonando. Rápidamente quise responder, pero mi padre se me adelantó y tomó el celular para luego ponerlo en altavoz.

Connor grabaría la llamada, él venía preparado. Después de todo, dijo que su trabajo se trataba de investigación privada.

- ¿Hola? –preguntó.

No hubo respuesta.

- ¿Hola? Si esto es una broma, colgaré. Espero una llamada importante.

Alguien en la línea rió.

- Dudo que quieras colgar –dijo una voz que sonaba más bien... computarizada, automática.

Todos nos miramos preocupados, ¿era el secuestrador, era Marcus?

- Tengo información que tal vez les interese, señores Marshall... y señores Danvers, por supuesto –la misma voz. Ahora todos nos mirábamos asustados. ¿Cómo sabía que estábamos todos?

Connor me miró haciéndome una seña de que no me preocupara, parece que para él estas cosas eran normal, aunque él tecleaba algo en su computadora.

- Habla –dijo mi padre.

- Pues, creo que es obvio que soy yo quien tiene a tu hija... -dijo esa voz de nuevo.

- Marcus si esto es una broma juro que te mataré –dijo mi padre alterado. Connor le hacía señas de que se calmara.

- Oh no –rió-. Yo no soy ese tal Marcus. De hecho, a él también lo tengo bajo mi custodia... tal vez estés dispuesto a dar más por la vida de ambos –dijo la voz.

- ¿Cuánto quieres? Puedo darte lo que sea, pero entrégame a mi hija –dijo mi padre.

- Mmmm, la verdad todavía no tengo un monto exacto. De hecho... pensaba en que tú lo decidieras –dijo.

Todos nos miramos extrañados.

- ¿A qué te refieres? –preguntó mi padre.

- Tú deberás ponerle el valor a la vida de tu hija –dijo y Connor lo repetía haciendo mímica mientras negaba con su cabeza y anotaba algo en su libreta. ¿Qué?

- Pero, pero...

- Tienes hasta mañana a la misma hora para decirme cuánto dinero me entregarás, y si también quieres a tu hermano sano y salvo, deberá haber un bono extra, ¿no lo crees? –dijo la voz computarizada, ya comenzaba a ponerme de los pelos.

Connor le hizo señas a mi padre para que le siguiera la corriente al secuestrador.

- De acuerdo –dijo mi padre dudoso.

- Hasta luego, señor Marshall –respondió y colgó.

Todos nos quedamos en un silencio de funeral. ¿Qué haríamos ahora?

Connor nos habló a todos.

- Bueno, escuchen –todos lo miramos con atención-. No se metió a la red de seguridad de la casa, solo nos vigiló, por eso sabía que estaban los Marshall y los Danvers.

Yo lo miré e hice una señal para que prosiguiera.

- Lamento decirle esto, señor Marshall. Pero creo que el que está detrás de eso, es su hermano –dijo Connor.

- ¿Por qué lo dices? Sé que mi hermano la secuestró cuando nació, pero ahora el secuestrador también nos pidió dinero por él... -dijo mi padre no muy convencido. Me levanté de mi lugar para darle mi apoyo, así que lo abracé por los hombros.

- Señor Marshall... he tratado estos casos durante muchos años. Él trata de desviar la atención porque debe saber que están enterados de todo, con el solo hecho de saber que las dos familias están juntas. Además, sé lo que está pensando, su hermano no necesita dinero, porque lo tiene todo, como usted. Sin embargo, algo que me ha enseñado todo esto, es que nunca terminas de conocer a una persona, y su hermano quizás tenga problemas financieros de los que usted no esté enterado... -dijo Connor con cautela.

Mi padre comenzó a negar y se sentó en el sofá tomando su cabeza con sus manos.

- ¿Qué clase de mente enferma hace esto? –preguntó mi madre entre lágrimas.

Nadie dijo nada, excepto...

- Su cuñado, señora Marshall.

- ¡Logan! –lo regañó la señora Danvers.

- Está bien, yo sé que él sigue sin creer en nosotros. Pero te juro que jamás les haría daño a nuestros hijos –explicó mi madre, mientras tomaba mi mano.

- Nadie me asegura eso –habló Logan. Ya comenzaba a molestarme su presencia.

- Yo puedo –dijo Connor.

Todos nos miramos expectantes.

- Sé de muy buena fuente que los señores Cooper buscan unir las dos familias para una sociedad monetaria con dos apellidos impecables delante de la sociedad. Y también sé, que los señores que tienes en frente, Logan –se los señaló-; siempre se negaron a casar a sus hijas. A las dos.

¿Qué?

Logan no dijo nada, solo lo miró a Connor con recelo.

Mis padres le agradecieron con la mirada al primo de mi hermana. Se notaba que él no estaba de ningún lado, y lo único que quería era recuperar a Emma.

Connor carraspeó- Bueno. Ahora, deberá ver cuánto dinero tiene disponible en el banco, señor Marshall. Y deberá darle la cifra exacta al secuestrador. Dado que si es su hermano, seguro estará enterado de cuánto tiene. No se lo va a dar, solo le va a hacer creer que sí. Así que no se preocupe.

LOGAN Pov's.

- Si tengo que entregar toda mi fortuna para que mi hija vuelva... sana y salva... les daré todo –dijo el señor Marshall comenzando a llorar-. Nada es más importante que el bienestar de mi familia.

Su esposa lo abrazó.

- Bueno, ahora no hay más nada que hacer –dijo Connor-. De todas maneras dejaré conectado un aviso que me llegará directamente a mí si llaman, o irrumpen en el sistema de seguridad ya sea con el sonido o la imagen de las cámaras.

- Espero que eso funcione –dijo la señora Marshall, levantándose junto a su marido.

- Créame, señora Marshall. Si una sola cosa parece fuera de lugar, o entra una mosca que no deba entrar, yo lo sabré. E inmediatamente se los avisaré. Quédense tranquilos. Y traten de descansar, mañana será un día algo agitado. Buenas noches, me quedaré en el hotel de Beverly Hills, por si algo se les ofrece.

- Puedes quedarte aquí –le dijo Thiago-. Hay varias habitaciones desocupadas.

Mi primo negó-. Te agradezco, Thiago. Pero prefiero no causar molestias, y no me gusta mucho quedarme en casas ajenas. Avísenme cualquier cosa, buenas noches –dijo y se marchó.

Sabía que Connor no nos había dicho todo, pero no tenía ganas de saber nada más ahora.

Mis padres se despidieron luego de que yo también me retirase.

(...)

Me sentía mal. Me encontraba durmiendo en la vieja habitación de mi hermana. Solo para recordarla, porque sí. Soy masoquista.

La vida sin mi hermana no tenía mucho sentido, ella era la razón de mi vida, por ella me levantaba todos los días. Para llevarla a la escuela, jugaba football porque ella era mi más grande admiradora, veía Disney y sus tontas películas solo porque a ella le gustaban. La amo tanto... ¿y saben por qué lo sé?

Porque un día descubrí que ella siempre me robaba un caramelo del auto, y aun sabiéndolo... yo siempre los dejaba en el mismo lugar. Y me aseguraba de que hubieran y no faltaban, para que ella pudiera llevarse uno.

Mi corazón estaba destrozado una vez más, mi hermana se había ido de nuevo, y esta vez, ya no estaba seguro quién era bueno y quién malo...

Comencé a caminar por la habitación de mi hermana, me detuve a observar todos sus peluches, sus discos de música, algunas de sus pantuflas de peluche, y...

- ¿Su diario? –dije para mí.

No sabía si abrirlo o no, porque... la privacidad de mi hermana es algo que nunca molesté, pero... ya qué. Después de todo, mi hermana me odiaba y seguro sus cosas no las querría nunca más.

Me dispuse a abrirlo y... lo primero que apareció fue un escrito que decía "Mi hermano"

¿Emma había escrito sobre mí?

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