MEGAN
Mis padres "adoptivos" por así decirlo, me habían arrebatado de mi verdadera madre al nacer. O al menos eso es lo que decía mi "tío". Sin embargo, tiene mucho sentido; sino, ¿de dónde sacaría Logan ese papel de "adopción" que encontré en su computadora?
Era un bebé cuando me adoptaron. Mi nombre era Megan, tenía tres hermanos y mis dos padres, los señores Marshall. No entendía como mis padres, si es que así podía llamárselos, los señores Danvers habían sido capaces de tanto.
Según mi "tío", mis padres biológicos habían luchado mucho por encontrarme. No se detuvieron ni un segundo. Hasta que mi "madre" cayó en una enfermedad, sumándole una depresión...
Realmente me encontraba muy sorprendida con todo lo que estaba pasando, ¿cómo podían haber sido capaces de hacer todas esas cosas, y más aún, de no decirme nada?
Me sentía muy enojada con mi "familia". De los señores Danvers no esperaba tanto, pues estos últimos meses de mi adolescencia, ellos no estuvieron presentes. Pero... mi hermano, Logan.
Creí que entre nosotros no había ningún tipo de secretos, no obstante... él me escondió muchas cosas. Era duro, pero ya no confiaba en ninguno de ellos. Toda mi vida viví una mentira. Me llamaron Emma, cuando mi verdadero nombre era Megan. Mi apellido fue Danvers, cuando debió haber sido Marshall.
Ahora todos mis sueños, todas mis pesadillas... tenían sentido, tenían explicación. Mis "padres" me debían una explicación de todo, pero antes... debía corroborar que todo lo que me había dicho mi "tío" fuera cierto.
LOGAN POV's.
Íbamos en camino al hotel. Yo iba con mis padres. Los demás decidieron quedarse en la casa y apoyarnos desde ahí. Cuidarían la casa, verían si Emma regresaba, por las dudas que la información que a Luke le habían dado fuera falsa.
- Liam, tengo miedo –le dijo mi madre a mi padre.
- Tranquila, cariño. Todo estará bien.
- Eso espero –susurré.
- ¿Qué pasa si a Emma le cuentan toda la verdad? ¿Qué pasa si se enoja con nosotros? No soportaría tener el odio de mi pequeña.
Sí, mis padres sabían que era obvio quien estaba haciendo todo esto en contra de mi familia.
- Yo les insistí en que era mejor contarle todo desde un principio –dije serio.
- Sí, hijo. Eso lo sé. Pero tú sabes que eso a Emma le hubiera afectado, por eso queríamos esperar –respondió mi padre.
- Dios, estoy muy preocupada –dijo mi madre.
Rodé mis ojos.
- Pues creo que se preocuparon algo tarde, ¿no les parece?
- Cuida tu tono, jovencito –dijo mi padre.
- Entiendo su preocupación. Pero estos últimos meses apenas llamaban. No pueden lamentarse por algo que pudieron evitar.
- Sabes que teníamos problemas en la compañía, y otros más por tu hermana.
- Por supuesto... -dije con sarcasmo.
- Ya cálmense. Estoy seguro que vamos a llegar para rescatar a Emma. Y vamos a contarle todo, le vamos a dar una explicación de todo lo que ha ocurrido. Estoy seguro que ella nos entenderá, mi pequeña es una niña muy sabia y dulce. Ella entenderá.
EMMA POV's.
- Bien –dije entrando a la misma habitación en donde había hablado con mi supuesto tío-. Quiero hablar con la que es mi madre, según tú.
- ¿Estás segura? –preguntó sorprendido.
- Más que nunca. Ella me dirá toda la verdad. No puedo confiar solo en tu palabra...
- Muy bien –respondió este-. Ven conmigo.
Nos fuimos por un pasillo hasta un ascensor. Él me hizo pasar primero.
- Ve al penthouse. Allí está tu madre.
- ¿No vas a acompañarme? –pregunté.
- No me corresponde. Tú debes saber qué hacer. Después de todo... eres de la familia –sonrió un poco.
Su comentario me sorprendió, no pensé que diría algo tan... así, realmente no sabía explicarlo.
Simplemente asentí en su dirección, y oprimí el botón del ascensor que me llevaba al último piso. Las puertas del mismo se cerraron lentamente, dándome como imagen final a ese tipo con una sonrisa.
Me sentía nerviosa mientras subía. No sabía con qué iba a encontrarme allá arriba. ¿Mi madre realmente estaría allí? ¿Cómo sería? ¿Sería rubia como yo? ¿Su cabello sería oscuro como Mac? ¿Sería alta? ¿Joven, o más grande? ¿Estaría muy enferma? Esas y muchas más preguntas rondaban por mi cabeza. No sabía qué iba a hacer cuando la viera...
De pronto las puertas del ascensor se abrieron de par en par, dándome una vista muy hermosa. La habitación era inmensa, estilo griega, colores claros, amplia y con una vista a la piscina del hotel... Wow.
- ¿Hola? –Pregunté- ¿Hay alguien aquí?
Pasaron unos segundos antes de que alguien respondiera:
- Hola, ¿se te ofrece algo? –preguntó una mujer. Era alta, de cabellos claros y realmente muy hermosa.
- Busco a... eh... -me callé, sinceramente no sabía cómo se llamaba mi madre; pero, al parecer no necesitaba decir nada...
Ella me miró atenta.
- ¿Mamá?
- ¿Megan? –Preguntó con los ojos llorosos- Eres... ¿Megan?
- Eso parece...
- ¿No crees que nos parecemos?
Y sí, era verdad. Éramos muy parecidas, evidentemente.
- Yo... -comencé a llorar, era emocionante ver a quien realmente era mi madre, éramos iguales-. Sí, eso creo.
- Ay Megan... -me abrazó como nunca antes nadie lo había hecho. Realmente me sentí completa cuando me abrazó. Y eso, no lo había sentido con nadie, nunca-. No sabes cuánto te extrañé, cuánto te busqué...
- Lo sé, me enteré. Siento tanto todo por lo que has tenido que pasar.
- Tranquila, hoy estás aquí conmigo y eso es lo que importa.
- Te juro que estoy tan confundida –dije entre lágrimas.
- Sí, esto es tan grande. Pero tranquila. Ya estás con tu verdadera familia y nunca más te soltaré, jamás dejaré que nos separen. No de nuevo, no de nuevo...
- Gracias, gracias... yo...
- Supongo que tienes tantas preguntas –desarmó nuestro abrazo.
- Pues sí...
- Ven -me tomó de la mano-, charlemos.
- Claro...
- ¿Quieres tomar algo? Acompáñame, vamos a preparar té, ¿o prefieres un café? ¿O un jugo? Ay, estoy tan emocionada, discúlpame.
- No, está bien. Un café está bien –respondí. Entendía su emoción. Ella no había visto a su hija por diecisiete años. Era comprensible.
Nos adentramos a la cocina y comenzamos a preparar una merienda.
- ¿Qué hora es? –pregunté. No tenía conocimiento acerca del día, la fecha, o la hora.
- Son las seis de la tarde, justo la hora del té –sonrió.
Simplemente asentí.
- Déjame hacerte una pregunta, Megan. ¿Cómo te trató la familia que te llevó? –preguntó seria.
- Bien... Jamás me hicieron daño. Me llamaban Emma.
- Lindo nombre. Y... Supongo que estás enterada de cómo fueron las cosas.
- Sí, y sigo sin entender por qué hicieron lo que hicieron.
- Lo mismo me pregunté yo por diecisiete años... Pero haré que paguen, te lo prometo.
- ¿A qué te refieres con eso?
- Mi abogado se encargará de hacer justicia.
- ¿Piensas demandarlos? –Pregunté.
- No solo eso, haré que vayan a prisión...
Mi anterior familia me había mentido mucho, y me escondieron muchas cosas. Pero, yo no quería que algo malo les sucediera.
- Sobre eso...
Ella me miró con recelo.
- Quisiera pedirte que no hagas nada en su contra –dije.
- Pero Megan –reaccionó mejor de lo que pensé.
- Sí, sé que le hicieron mucho daño a tu familia –dije.
- Nuestra familia –me corrigió.
- Bueno, nuestra familia. Sé que le hicieron mucho daño. Pero siempre me quisieron, me dieron todo lo que necesite. Además, tengo a mi hermano, y es la mejor persona de esa casa, yo... no quisiera que nada malo le pasara. Por favor.
- Mmmm, eso deberíamos hablarlo con tu padre. Él está muy dolido, y no sé si pare con todos los procedimientos legales que llevamos –ella me miró apenada. Al ver que me puse triste, dijo-. De acuerdo, veremos qué podemos hacer.
- ¡Gracias! –la abracé.
(...)
- Buenas tardes... -entró un hombre a la cocina, vestía un traje muy elegante y traía consigo un maletín aún más elegante.
¿Quién era?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro