El comentario número 150 se lleva el capítulo 🙈

Matt

Usualmente llegar temprano a clases no es de mis cosas favoritas en la vida, ni tampoco algo recurrente, pero hoy era diferente, era un día especial. Hoy quería ser quien estuviera en primera fila viendo como la cavernícola de mi vecina ingresaba al salón con su cabello verde, como el pasto.

Sí, verde, verde, verde.

Morrison me observa con asombro cuando ingreso al salón siendo las siete con cincuenta.

Carraspea:— Dawson... ¿te encuentras bien?—pregunta.

Camino hacia mi asiento y apoyo mis botas en el bordillo del asiento siguiente.

—Meh, han habido días mejores, pero no me quejo.

Algunos compañeros de clase comienzan a ingresar poco a poco, hasta que el salón se llena.

Mike ingresa junto con alguno de los chicos del equipo de fútbol, me choca el puño y luego se va a su rincón a manosearse con Monica. Algo que no es un secreto.

La clase comienza y no habían indicios de que apareciera ni mi hermana, ni la cavernícola. ¿Será que no vendrá? Morrison comienza a pasar lista así que antes de que diga mi nombre salgo disparado por la puerta.

— ¡Hey, Dawson, vuelve al salón!—grita.

— Lo siento, no oigo desde fuera—grito haciéndole un gesto tocando mis oídos— lo digo enserio, no logro escuchar nada, no sé qué le sucede a mis oídos ¡vuelvo pronto!

Camino rápidamente y marco el número de Lily, al tercer tono contesta.

—Lylian, al grano, ¿por qué aún no estás en clase?

— Que seas mi hermano mayor no te da el derecho a vigilarme, Matt.—se excusa.

— Pues te vigilaré las veces que sea necesario para ver si estás arruinando tu vida con algún estupido de la clase.

Chilla pero intenta disimular su enojo:— No estoy con ningún idiota del equipo de fútbol, por el contrario, ¿quien te dio permiso para tomar mis cosas y dejarle así el cabello a Alex?

Bingo.

Me relajo:— Ah, estás con ella. ¿Ya vienen a clase?—se oye silencio por unos segundos a través de la llamada.— ¿está furiosa, no?

—¿Por qué ignoras lo que te dije? ¡Su cabello es verde, o era!

—ñeh, dime si no es el verde un adorable color.

— Aish, te advierto que está furiosa.

Genial. Le di en el clavo. O mejor dicho, en el cabello.

—Eso es lo que deseaba escuchar, Lilyan. Nos vemos en clase, y también conversaremos cuando llegue a casa sobre algo que vi en tu habitación.

Su voz se detiene en medio de la llamada:— No te metas en asuntos que no son tuyos, Matt. Y te he dicho que no me llames Lilyan.

— No volveré a repetirlo, Lilyan. Hablaremos cuando llegue a casa, punto final. Adiós.

Corto la llamada y veo a un Morrison observándome desde la puerta del salón que da al pasillo.

—¿con que está muy divertida la llamada?—grita.

Vuelvo a repetir el gesto con los oídos:— ¿Cómo? No oigo nada Morrison, creo que esta mañana se me han tapado los oídos en la ducha. Lo lamento, ¡debes hablar más fuerte!—elevo la voz en la última oración.

Roda los ojos e ingresa enfurecido al Salón. Ñeh, ya se le pasará.

Camino hacia el quiosco que hay en el patio general y saludo a la señora Dorotea murphy.

— Matthew, has venido antes de lo usual, ¿lo mismo de siempre?—pregunta.

— Sí, pero esta vez que sean dos papas en bote y una coca-cola, porfas, Murph.

La señora cincuentona me entrega mis cosas y me sonríe. Me recuerda tanto a Graciela, mi abuela.

— Hoy estas muy bonita—le comento— supongo que ya dejaste al tocabolas de Pedro.

Roda los ojos y golpea ligeramente la mesita del mostrador:— Ni me lo recuerdes, ¿me puedes creer que otra vez vi que se textea con secretarías de su trabajo? Como decía mi difunda y amada madre, todos están cortados por la misma tijera.—suelta de repente. Cuando se da cuenta de que yo sería parte de ese «todos» se disculpa.— lo siento cariño, no quise generalizar.

—No te preocupes Murph, no deberías disculparte, no soy mejor que él, y no me enorgullezco de eso, solo espero que puedas encontrar uno que sepa ver todo lo que vales, ya sabes... toda la mierda que cuenta Disney.

Comienza a reír:— Tal vez te hace falta aprender más de Disney.

— ¿Y ser como esos príncipes que tienen la apariencia del lame pollas de Logan? Meh, lo mío es más Marvel, tengo más pinta de Tony stark. ¿No crees?

— No sé que es Marvel, yo me quedé en el pasado con los picapiedras.

—¿Dorotea? — grita la voz de Smith por los pasillos.

—Jodida mierda, debo irme Murph, una clase me espera.

Me escabullo de allí antes de que Smith se de cuenta que no estoy en mi aburrida clase de biología. Cuando llego al salón noto que la puerta está cerrada así que la abro antes de que Smith me vea.

—Como les decía analizando el caso de esta especie, ¿cómo es posible que la mutación de uno o dos genes produzca una transformación fenotípica tan notable como la aparición de un órgano completo en un sitio que no corresponde?—interrogaba Morrison a la clase.

Observo la pizzara y veo una abeja que parecía más mosca. Una moscabeja.

Camino hacia la mesa de Morrison y le dejo un bote de papas.

—Esto es por llegar tarde, la coca es mía. Puedes seguir con las moscas. Me voy a mi asiento— digo levantando los brazos en son de paz.

Cuando llego a mi asiento, reposo mis pies sobre la silla de Alex, alias «la cavernícola».

— Como decía—continuó— se necesitan cientos de genes activos para crear las alas y patas con ubicación normal. Los genes homeóticos actúan como genes "rectores" o "maestros", ya que dirigen la actividad de varios genes subordinados. Por ejemplo, en la drosófila existe un gen homeótico que dirige la formación del ojo, para lo cual debe regularl...

Bla, bla, bla. ¿A quien le interesan las moscas deformes? Si no fuera porque necesito aprobar este año eliminaría esta clase. Unos golpes interrumpen mis minutos de tortura oyendo a Morrison, afortunadamente era mi cavernícola no-favorita.

Espero las risas de mis compañeros al verla, pero algo diferente sucede y es que su color de cabello continúa igual a como estaba ayer. ¿No se supone que esa mierda era altamente efectiva? Maldita publicidad engañosa.

Alex ingresa fulminándome con la mirada y también excusándose con Smith por llegar tarde.

—Señorita Collins, veo que no le han quedado claras mis reglas, al igual que al señor Dawson— jodida mierda, el bote de patatas no funcionó.

—Disculpe profesor pero tuve un pequeño incidente.—se excusa una Alex ex-peloverde.

—Por su puesto adelante—le sonrió Morrison.

Tomó asiento delante de mí. Y pegó su silla lejos, junto a su mesa. Unos rayos de sol le llegan desde la ventana iluminando su cabello en la parte trasera y puedo notar que en la parte baja de él, se veían distintas tonalidades de verde. Ajá.

— El verde te sienta muy bien—murmuro.

— No tanto como la piña que te voy a dar—espeta girándose para mirarme.

Los chismosos de la clase se nos quedan viendo, en especial Morrison, que por tercera vez era interrumpido en su aburrida clase sobre moscabejas.

—Señorita Collins, señor Dawson. ¿Algo que añadir a la clase sobre la materia y las preguntas?

—Mmm, nop. ¿Alex?—le interrogo.

— Nada que añadir. Una muy constructiva clase, pero más constructivo es lo que te haré después, caracol deforme.—lo último lo espeta dirigiéndose a mi.

—Bien—responde haciendo una pausa— quiero que se levanten de sus asientos y salgan del salón. Pasarán el resto de la jornada escolar en detención, por sus pequeños "incidentes"—lo último lo añadió con ironía.— y para que no vuelvan a ocurrir, serán pareja en mi clase. Quiero fomentar el trabajo en equipo en ustedes así que si uno rompe mis reglas ambos serán sancionados, ¿Entendido?

¿Fomentar el trabajo en equipo? ¿Es que acaso es idiota? El único trabajo en equipo que Alex querría conmigo, es que le ayude a cavar mi tumba para luego enterrarme vivo.

—Como diga grandísimo idiota— susurró Alex. Al parecer se le escapó porque temió que Morrison la escuchara.

—¿Cómo dijo señorita Collins?

—Que te puedes ir a la mismísima mierda Morrison y quiero mi bote de patatas de regreso—interrumpí. Yo sí que no le temía a la estupida sala de detención.

Alex me fulminó con la mirada, mientras que el rostro de Morrison se tornaba rojizo.

—¡Dawson y Collins a detención, ahora!

Vaya manera de comenzar este día.

Alex se levanta, toma su bolso y desaparece de mi vista, y de la de todos en el salón. Mike me mira con temor, y es ahí cuando recuerdo que su temor se debe a la sucia apuesta, en la que me envolvió Logan.

Mike solo se preocupa del dinero, pero eso es lo que menos me importa. Solo quiero que Alex no salga dañada por el idiota de Logan, ni menos que se preste para su juego.

¿Es una salvaje y cavernícola? Indudablemente, pero eso no significa que desee que alguien tan cerdo como Logan la engañe con sus falsas promesas bonitas.

Salgo del salón no si antes quitarle el bote de patatas a Morrison y tomar el papel que citaba nuestros apellidos para irnos a detención.

Tampoco es que me disgustara del todo salir de allí, prefería pasarme todo el día en la sala de detención resolviendo guías, en vez de escuchar toda una clase sobre moscabejas.

De camino a la 703, la sala de detención, un texto de John me llega, indicando que tendría una conferencia sobre cuidados paliativos con Karen, así que me pedía que por favor nada estuviera destrozado en su ausencia. Genial, me esta retando. Busco el grupo en whatsapp de los chicos y escribo «fiesta a las nueve, John me ha dejado casa sola, pero ni se les ocurra molestar a Lily.»

De inmediato todos comienzan a responder sus horas de llegada, y que correrían la voz.

Cuando ingreso a la sala de detención saludo a Mariela que está en la recepción, es la profesora de orientación, que se encarga de imprimir guías de ejercicios y revisarlas al final del periodo para ver si cumplimos "la detención". Recibe mi papel y luego suspira.

—Tú nuevamente, prometiste que este año comenzarías con el pie derecho, Dawson.

—Sí, es que soy zurdo.—me encojo de hombros como excusándome.

—Al parecer ambos lo son— señala la puerta de la sala. Imagino que se refiere a Alex, que está dentro.— tienes una nueva acompañante para tus días de detención.

— Adorable. Aunque su compañía no lo es tanto.

Sonríe y me apunta hacia la puerta para que ingrese, no sin antes entregarme dos guías de ejercicios:— Cuando ingreses, le entregas una copia a la señorita Collins, por favor.

Le guiño un ojo. Cuando ingreso veo a Alex sentada al final de la fila de asientos, tenía sus ojos ligeramente cerrados y un par de lagrimas se deslizaban por su mejilla. Iba a molestarla un poco, pero no me atreví. Lucía triste y... rota. Alex estaba tan rota como yo.

Cuando se percató de mi presencia, rápidamente secó sus lágrimas y puso sus audífonos, evitando mi mirada.

Tal vez no sea mala idea ser su amigo. No es que vaya por la vida deseando ser amigo de alguien, por el contrario, pero siento que podría entender el por qué odia demasiado a todo el mundo, incluyéndose a sí misma.

Y no me asusta su odio, estoy dispuesto a quedarme.

Pasé por su lado, y noté que tenía un cuaderno de dibujos.

—Hey cavernícola, hoy haré una fiesta en mi casa y estás invitada, claro que solo si le bajas un cambio a tu mal humor y tu agresividad.

Creo que mi intento de ser amable, resultó bien.

—¿Y por qué crees que yo deseo ir a tu estúpida fiesta?— se defendió.

Aishhh, ¿por qué tiene que ser tan difícil ser amable con ella?

— Tranquila enanita, solo es una invitación. Además, ya sabes, cualquiera desearía ir, habrá drogas, alcohol, y lo más importante, me verás a mi.

—Lo único atractivo de eso serían las drogas, pues así ya no vería tu torpe rostro.

—Vaya no esperaba lo de torpe—me acerco a su oído—apuesto, sexy, encantador... Esas eran las palabras que tenía en mente.

—Aparte de torpe, al parecer tienes un problema con tu ego, pues las únicas palabras que te describen es imbécil, ególatra y mujeriego— espetó más que furiosa.

— Pues eso no es lo que parece cuando estás cerca de mí.—Se levantó de su asiento y quedó frente a mi— repítelo hasta que te convenzas, enanita.

Levanta su mano para darme una cachetada, pero la detengo:— Eres agresivamente adorable. Apariencia de ángel, pero con manos agresivas.

Gruñe. Luego toma su bolso y sale disparada hacia la puerta.

—Por cierto, ¡lo olvidaba! esa ropa te sienta muy bien, estás muy bonita hoy, combina con tu cabello.— me enseña su tercer dedo:— Nos vemos en la noche, ya sabes— me observó no comprendiéndolo— en tus sueños o en mi fiesta, princesita.

Roda los ojos y sale dando un gran portazo.

Como decía, agresivamente adorable.

_______________________________#LCDAL

amo, amo, amo, esta versión de Matt. Inserten su frase favorita de este capítulo aquí:

La mía fue mi cavernícola no-favorita 👁👄👁

Actualicé hoy porque hoy armo mi horario para la uniiiii, si, quiero llorar gente:( espero me quede un horario decente pero por lo que me comentan será un semestre muy estresante, ya que estamos volviendo a la presencialidad en mi país (chile) y debo recuperar dos prácticas clínicas, así que se imaginan lo que se me viene 👁👄👁 de todas maneras espero sea un buen semestre y para ustedes igual!

Les envío abrazotes apretados a todas❤️

Nos leemos una vez por semana al fin yupiiiii (mis mini vacaciones me dieron tiempo de adelantar bastante esta historia así que no desapareceré tanto) ❤️

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No se olviden de ir a ver cómo quedó el inicio del libro de los padres de Alex (El secreto de Adam) se viene prontito, les deje el mundo #vecinos y el orden de lectura de todos los libros que habrán (guiño, guiño)

Besotes,

Domi Val. S ✨