2. Todo comenzó con un estúpido juego.
El capítulo va dedicado al comentario número 100♥
2. Todo comenzó con un estúpido juego.
M A T T
Es la segunda vez que la veo sentada en el árbol que une nuestras casas durante este día.
No es que esté al pendiente... para nada. No me interesa.
Deduzco que John ya llegó de la supuesta cena de bienvenida porque son las nueve y treinta de la noche y hace un rato lo oí entrar con Karen y Lily... mientras yo, estaba en mi jodida habitación escribiendo cuando debería estar en una fiesta.
Sí, me gusta escribir, se volvió una terapia para mí, una forma de escapar, de intentar plasmar los demonios que me atormentan, en un papel y así no sentirme tan jodido.
Mike me envía otro whatsapp preguntándome donde carajos me encuentro. ¿Cómo le explico que no iré a esa fiesta porque necesito saber de donde conozco a la nueva vecinita?
No lo sé, pero desde que la vi jugando con Sam que no puedo recordar donde la he visto y no voy a salir de esta habitación hasta recordarlo.
No es que ella me interese... solo quiero recordar o saber un poco más de la princesita con nombre de niño, para así poder divertirme un poco con ella. Después de todo, esa fiesta no sería la gran cosa y de todas formas me aburriría...
Menea sus pies mientras observa la oscura calle, sonrío porque una de sus converse negras tiene garabatos en la puntilla blanca pero desde mi ventana no puedo divisar qué garabatos son.
A ratos suspira, pero aun manteniéndose mirando a la nada, inexpresiva, pero a su vez sintiendo mil emociones. Lo sé, porque conozco esa mirada, yo también la he tenido, cuando divago en lo jodido que estoy...
Ella piensa en algo, pero no en cualquier cosa, ella piensa en cosas malas.
¿Será que también está jodida como yo?
No es algo que te interese, solo es una chica más y ya, Matt.
La princesita con nombre de niño se pone de pie sobre las ramas, comienza a deslizarse lentamente para llegar a su ventana, pero poco antes de llegar a ella, se le resbala un pie.
Me paro rápidamente para abrir mi ventana y ayudarla, pero es ahí cuando noto la estupidez que estaba a punto de hacer, así que me aparto rápidamente. Si la ayudo, probablemente se dará cuenta de que la estoy observando y digamos que no le pareció muy bien ver mi bendecido cuerpo desnudo hace un par de horas, o quizás tal vez piense que soy un chico preocupado y caballero y eso no me ayudaría a acercarme a ella.
No aún.
La chica se reincorpora rápidamente y musita un; estúpida rama por poco y me matas, para luego entrar en su habitación. Ya dentro, cierra su ventana y una de sus cortinas, la más delgada, lo que me da suficiente acceso para ver que hace.
¿Será que quiere que la observe como ella lo hizo hace un par de horas? Bueno de ser así el caso no me molestaría en que comenzáramos una guerra de quién trae menos ropa...
Concéntrate Matt. A quién le miento, no debería observarla, no debería importarme, parezco un jodido acosador.
Vuelvo a mi cuadernillo para continuar escribiendo, pero una música despierta mis oídos.
¿A caso es eso...? ¿La niñata escucha arctic monkeys?
Vuelvo a mi ventana odiándome por hacerlo y puedo ver como se desliza por la habitación imitando que toca una guitarra — enserio es rara — luego se detiene y comienza a subir su camiseta para ponerse lo que creo es el pijama.
Suficiente Matt. Apártate de esa ventana. Decía una voz en mi cabeza.
Reacciono y me alejo rápidamente para tomar mis llaves y mi chaqueta, necesito salir de aquí. Necesito huir de esa ventana. Odio perder el control.
Marco a Cindy y ruego porque esté hoy atendiendo en el bar, necesito un trago...
👁👄👁
— ¿Entonces no fuiste donde tu amigo Mike, porque preferiste quedarte acosando a la chica de al lado? wow... Interesante... — decía Cindy mientras pasaba un trapo húmedo sobre la barra.
Ruedo los ojos y me llevo el vaso rápidamente a los labios. El licor se desliza por mi garganta ardiendo como mil infiernos,— Estás loca, joder, todas las mujeres lo están. Ves cosas donde no las hay Cindy, solo la miraba y ya, porque me pareció interesante jugar más adelante con ella. Además... las fiestas de Mike siempre son iguales.—digo restándole importancia.
Cindy enarca una ceja, odio que lo haga — Claro, y como no te interesa te pusiste a espiarla por tu ventana y a comportarte como un exhibicionista, aunque bueno, lo segundo siempre lo haces.
—No estaba espiándola solo quería descubrir un poco más de ella porque es bastante rara... y sobre lo de exhibirme, lo tomo como un halago. ¿No crees que le di una excelente bienvenida al vecindario?
Cindy solo se dedica a reír y luego se acerca un poco más a la barra, — cómo te dije, existe algo llamado karma Matthew, y esa chica se escucha como tu jodido karma y pues... me alegra. Mis súplicas han sido oídas después de todo.
Karma... qué absurdo, si existiera el karma mi padre estaría vivo y no muerto, sufriendo por quitarle la vida a mi madre cuando yo tenía tan solo seis años. No, el jodido karma no existe.
— Ella no es mi karma, Cindy. Te lo voy a probar. Esa princesita será mía, estará tan jodidamente enamorada de mí que hará lo que sea por no dejarme ir, y luego yo solo me concentraré en alejarme. Te probaré que no hay ningún karma, ni nadie que me haga ser diferente al monstruo que soy ahora, y que hace años alguien me condenó a ser...
Los ojos de Cindy se apagan. Siempre lo hacen cuando la parte oscura y rota en mí sale a la luz. Ella y mis abuelos junto con John, siempre han deseado que alguien pueda ayudarme, que alguien llegue y me cambie, para bien, pero ella ni nadie, comprende que eso no sucederá, porque mi padre se encargó de dejarme claro que el amor no existe, que todo es una ilusión y que pronto esa ilusión se desvanece para romperte en mil pedazos. Mi padre me enseñó que no merezco amor porque estoy defectuoso, porque todo lo bueno lo arruino. Como lo hice con mi familia. Como lo hice con mamá. Como lo hice también con Emily.
Este soy yo, y eso no cambiará.
Me levanto de mi asiento, dejo un par de billetes en el jarrón de propina y camino en dirección a la pequeña pista de baile. Necesito distraerme, necesito alguien roto que quiera divertirse hoy, sin necesidad de sentir absurdos sentimientos.
Una morena me mira desde lejos y sé que me desea, lo noto en su mirada así que doy pasos sigilosos hacia ella hasta que finalmente toma la iniciativa y llega hasta mí.
Aquí voy. Este eres tú Matt.
***
— Matt... Matt levántate—decía una voz—, ¡Mathew! — grita alguien.
Abro los ojos desorientado y noto que estoy acostado en una de las mecedoras que tiene Cindy en el jardín de su casa.
— ¿Qué haces aquí? Pensé que te habías ido con la morena del bar, pero al parecer veo que no es así. Acabo de terminar mi turno, son las 7 de la mañana, ¿hace cuánto estás aquí? Será mejor que entres y te des una ducha— dice introduciendo las llaves de su casa en la cerradura.
Demonios, la morena. Intenté acostarme con ella, pero cuando la tenía rogando por mi polla dentro de ella una sensación extraña me invadió y no pude continuar, solo deseaba estar lejos de todo y todos, así que la dejé. Luego no recuerdo más. Supongo que a duras penas intenté llegar hasta aquí.
Me maldigo por semejante estupidez que cometí, ¿Matt Dawson desaprovechando un buen polvo?
Cindy me invita a pasar así que lo hago, pocas veces vengo a su casa, solo cuando verdaderamente he perdido el rumbo y lo he necesitado. Sus hijos son tres: James, Marco y el más pequeño, Tommy. Los dos primeros son pre-adolescentes y el último tiene seis años, lo que me provoca ganas de salir huyendo. Es demasiado adorable como para soportarlo, no tengo nada en contra de los niños, pero esa es la sensación que me provocan, y también el recordatorio de que yo jamás sería un buen padre.
Observo el pequeño sillón que tienen y la mesa de centro que hay en la sala de estar, diviso un par de botellas de cerveza y vasos sobre ella. No sé cómo puede soportar que el imbécil de su esposo cuide a sus hijos ebrio y apestoso. Cindy lo busca por las habitaciones y cuando termina observo su rostro con una leve señal de frustración.
Cindy solo tiene esa expresión cuando el alcohólico de su esposo roba sus ahorros para irse con sus amigos a beber y perderse por una semana.
Jodido idiota.
— Hey— digo— sabes que el dinero no es problema, puedo dejarte un poco como propina adelantada para las próximas veces que vaya a fastidiarte al bar— digo bromeando.
— Ni lo pienses, yo me las arreglaré no te preocupes.
— No aceptaré un no Cindy, tómalo como un préstamo si quieres, pero por favor no lo rechaces, tenemos suficiente con un cabeza dura en esta habitación.
Me dedica una débil sonrisa. Cindy a veces me recuerda a mamá. Ella también soporta a un imbécil como marido, solo deseo que su final sea distinto.
Acepta el dinero y luego va en busca de una toalla para finalmente entregármela. Cuando termino de ducharme salgo del pequeño cuarto de baño y observo unos pequeños ojos color marrón.
— Hola tío Matt— era el pequeño Tommy.
Camino hasta el comedor ignorándolo, — Eres un cabezota, lo sabes ¿no?, te he dicho niño que no me llames tío.
Oigo a lo lejos la risita que suelta Cindy. Es irónico, odio a los niños pequeños y pareciera que eso aumentara el que los atraiga hacia mí.
— Tommy, el tío Matt solo amará a los niños cuando comience a tenerlos...—dice Cindy riendo y luego hace un gesto como pensando— y adivina, ya encontró a una candidata. La vecinita.
¿Tener hijos con la princesita? Já, sí claro. En sus sueños, quizás.
— ¿El tío Matt tiene novia y tendrán hijos? — chilla el mocoso ese— pero si él dijo que nunca tendría novia, ¿la puedo conocer?
— Que yo no tengo novia, niño, ni tampoco la tendré, menos alguien como ella.
— Cómo digas, cómo digas—espeta Cindy mientras prepara unos sándwiches.
— Será mejor que ya me vaya, tengo clases y si continúo faltando Smith ha prometido reprobarme este periodo.
— Los cobardes huyen Matthew, y huyen cuando los han pillado en su mentira—bufa Cindy refiriéndose a la princesita. Ruedo los ojos y solo me concentro en ignorar su comentario de mal gusto y tomar un sándwich.
— Hoy la princesa caerá y te probaré que no es diferente a cualquier otra chica—digo desafiándola, Cindy levanta sus manos en rendición.
— Como digas, pero solo te advertiré algo, no juegues con fuego Dawson, que la mayoría de las veces el fuego quema, y las quemaduras finalmente duelen.
Sí, cómo no. Le dejo un billete al pequeño Tommy y salgo del lugar recordando las palabras de Cindy, que obviamente, me resultaban absurdas. No tengo nada más que perder en esta vida así que jugar con fuego no me atemoriza y evidentemente la vecina con nombre de niño no es un mayor problema para mí.
Le probaría a Cindy que no es diferente a cualquier otra.
Estaciono mi motocicleta fuera de lo más parecido al infierno; el instituto beacons. Mike me envía un whatsapp preguntando por qué no había asistido a la fiesta y también que habían conocido a un chico nuevo y que asistiría a este instituto.
Camino hasta la parte del estacionamiento donde Mike siempre se estaciona y también la que utilizan para fumar sin que las cámaras, ni Smith lo noten, y diviso a Mike con Logan.
Genial, este día no podía comenzar mejor.
Llego hasta ellos y carraspeo, — Hey bro— digo chocando mi puño con el de Mike. Logan me mira de soslayo y lo observo divertido, — ¿cómo va tu día lamepollas?
Logan solo se limita a rodar los ojos. Odio que siempre se crea superior a todo el mundo porque sus padres tienen dinero. Logan nunca ha sido de muchos amigos desde que lo conozco y es razonable porque siempre ha creído que, por tener más dinero, vale más que otros, mis abuelos también son adinerados y por ende John, y yo, pero eso no quiere decir que sea algo que saques a colación cada cinco minutos.
Desde que hemos sido niños que existe cierta rivalidad entre nosotros, por mi parte porque no soporto a las personas con aire de superioridad ni falsedad, demonios... ni él se cree lo bueno que aparenta ser, y por su parte, por supuesto que por querer ser siempre el primero en todo. Siempre ha sido así; con los autos, su perfecta y falsa casa, y como no mencionarlo, las chicas. Con esto último me refiero a Emily y todo lo que conllevó su muerte.
Se nos añade Thomas al incómodo cruce de palabras con el lamepollas.
—Miren ahí viene Chad, el chico del que te hablé—dice Mike.
Se nos acerca un chico en motocicleta. La estaciona unos metros más allá y veo como Lindsey y Mónica son las primeras en ir a averiguar un poco más de él. Si es que no lo han hecho ya, pienso. La verdad todo lo que haga Lindsey me da igual, es bonita, pero su personalidad es un tanto... empalagosa, como para llamar mi atención a algo más que solo sexo. Como lo hemos acordado.
Lindsey y Mónica obstaculizan mi campo de visión, pero cuando Mónica se agacha para ''atar sus inexistentes cordones'' y que lo chicos vean un poco de la ropa interior bajo su falda, noto el rostro del chico nuevo. Inmediatamente lo recuerdo. Es Chad Collins, un amigo de infancia y que cuando a veces viajaba a california, salíamos a beber cervezas y buscar chicas bonitas.
Vaya, el mundo es muy pequeño.
Iba a acercarme para saludarlo, pero unos fuertes gritos llaman nuestra atención. Una chica caminaba enfurecida en dirección a Chad. No, me corrijo. No cualquier chica, ¿era la vecinita? Quien caminaba en dirección a Chad.
Cruzan un par de palabras y por lo lejos que estábamos no podía oír con exactitud, solo podía ver como la princesita arrugaba su nariz de forma extraña al igual que sus cejas, mientras agitaba sus brazos furiosa. Vaya, al parecer es toda una chica con problemas de ira.
Pero lo que más me importaba era ¿de dónde conocía a Chad?
La chica se va luego de la escena, pero luego se regresa en dirección a Chad y susurra un par de cosas, luego solo se oye un —uhhhhh — por lo bajo, de las personas que los rodeaban y cómo el rostro de Chad se tornaba rojizo.
Cuando la chica se va, se me ocurre una idea, así que espero que Chad deje de observarla y me escabullo entre uno autos dejando a los chicos atrás.
La chica camina rápidamente en dirección a la entrada del instituto como si su vida dependiera de ello. Así que me preparo mentalmente para llamar su atención con algún halago bonito, como a cualquier chica.
—Hey— tomo su brazo como puedo porque es bastante rápida.
— ¿Qué quiér...
No alcanza a terminar su frase, al parecer pensaba que era Chad.
— ¿Te conozco? Me temo que no, porque sino recordaría un rostro tan lindo como el tuyo.
Espero que se sonroje y me sonría, pero pasando los segundos solo puedo ver su gesto de disgusto examinándome de pies a cabeza. Zafa mi agarre en su brazo con brusquedad, descolocándome por completo y dándome un leve empujón.
— Me temo que no, porque sino también reconocería un rostro tan desagradable como el tuyo— Dice. Luego da media vuelta y se va.
¿Desagradable?
Me cuesta procesar sus palabras, porque nada ha sucedido como lo planee. Tampoco ninguna chica ha sido tan borde conmigo alguna vez, ni jamás me han dejado con la palabra en la boca para luego darme la espalda e irse. Definitivamente nadie se ha comportado conmigo como ella, y eso me fastidiaba, me fastidiaba a mil.
No sabe a quién ha provocado.
Observo como camina sin vacilar así que grito lo primero que se viene a mi mente y que sé que lograré cumplir.
— Tranquila bonita, que después serás tú la que me estará pidiendo de rodillas que te agarre.
Mis palabras surgen efecto, pero no del todo. Espero que la chica se voltee y responda, pero hace algo totalmente opuesto. Continúa su camino ignorándome y luego sin voltearse, levanta su brazo mostrándome el tercer dedo, para luego ingresar al instituto.
Joder, pero que niña más insoportable. No sé en qué estaba pensando cuando creí que sería fácil ligar con ella. Me acaba de llamar desagradable y luego me muestra su dedo medio, qué más sigue, ¿que rompa mi nariz?
Pateo una piedra que diviso en el pavimento y luego oigo un silbido. Genial, conocía ese silbido.
— Creo que tus encantos no funcionan con todas Dawson— decía el lamepollas de Logan, sonriente.
— Vaya... pero si no es el marica, déjame en paz y piérdete Logan.
Ignora mis insultos y da un par de pasos para entrar al instituto, pero luego se regresa en mi dirección.
— Esa chica será mía Dawson. Al parecer la historia se repite, pero esta vez seré yo el que te quite algo que llamó tu atención.
Ahí está, la verdadera personalidad del imbécil de Logan, la que no le muestra a lo demás, porque se concentra demasiado en aparentar ser el chico perfecto para meter chicas en su cama.
— Déjala en paz Logan, supera ya ese tema.
Emily, todo siempre se resume en Emily, recordándome lo imbécil que fui.
— ¿y si no quiero superarlo? ¿y si no quiero dejarla en paz? —camina hacia mí— esa chica será mía, te apuesto cien pavos grandes.
Dice golpeando el bolsillo donde tiene su billetera, refiriéndose a los billetes.
— Ella no me interesa Logan, deja ya los juegos— espeto con odio.
La sangre me hierve porque no puedo creer como siempre quiere poner el dinero encima de todo, y también porque aunque la chica me haya dicho desagradable, no quería imaginarme a Logan cerca de ella.
Mike se nos une junto con Billy, uno del equipo de fútbol.
— ¿Es que ustedes jamás se cansarán de pelear? — pregunta Mike con tono burlón. Mike siempre ha intentado disminuir el odio que hay entre Logan y yo, pero eso es imposible.
Logan le interrumpe, — Le he propuesto un reto a Dawson, pero al parecer ha sido muy cobarde como para aceptar, ¿Adivina a quién lo acaba de rechazar una chica? — espeta riéndose.
Sabe que aceptaré para no quedar en ridículo y me está presionando. Billy resopla un uhhhh por lo bajo y luego golpea su bolsillo.
—Apuesto 50 grandes a que Dawson se queda con la chica, y que será la mierda más divertida.
— ¿Qué dices Dawson, o te asusta perder?
Logan me estrecha la mano, y yo le doy un manotazo empujándosela. Ni de coña estrecharía mi mano con la suya.
— Te arrepentirás de haberme metido en este juego, porque yo jamás pierdo— digo caminando por su lado y empujando su hombro.
— ¿Oyeron chicos? Creo que eso fue un sí— grita Billy— ¡Hey Dawson, comienza a trabajar por mi dinero!
Los ignoro. Ingreso al instituto con la sangre hirviendo dentro de mí por lo que acaba de hacer, acababa de hacer precisamente lo que Logan quería lograr. Aceptar la jodida apuesta.
Otra vez Matt estás envuelto en este estúpido juego, pero esta vez no dejaría que Logan se sienta con la satisfacción de ganar, ni mucho menos de tenerla a ella, me fastidiaba la idea de que la princesita cayera en su estúpido juego.
Me fastidiaba el estar repitiendo lo mismo que hace años, solo que esta vez era diferente, porque la princesita no tenía idea de nada, en cambio Emily siempre supo que Logan y yo la deseábamos, y a ella le gustaba eso.
Jodido lamepollas.
Estúpido juego.
_________________________________________ #LCDAL
*foto del bombocito que es lachowski para alegrar su comienzo de semana*
hola preciosurassssss, AAAAAA,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
ahora saben cómo comenzó la ''apuesta'' no fue Matt quién la comenzó, sino que Logan u.u en el próximo capítulo será la primera interacción más ''directa'' entre Max y Alex :o
Opiniones de si les está gustando conocer la mente de Matt y también cuéntenme de dónde me están leyendo ♥
nota: Esta historia se actualizara cada domingo.
un abrrrazo apretujado para tod@, nos leemos en él proximo capítulo ! ♥ recuerden pasarse por mi otra historia, ''El beso que NO debimos darnos'' también se actualizó el segundo capítulo hoy ;D♥
Gusbai,
Domi.
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