Capítulo 11
Lunes. Maldito lunes. Me pasé todo el fin de semana sin salir de mi habitación, no quería hablar con nadie y definitivamente no quería cruzarme con Elliot y Aiden. Me descontrolé con ellos y aunque al rubio le pedí disculpas y con el pelirrojo se supone que estamos ¿peleados?, de igual manera me siento avergonzada por como actué. Sólo quieren ayudar.
–Bienvenidos una vez más a la Academia Elementos –dice Helen con una voz fuerte.
Toda la Academia o la mayoría de ella se encuentra en el lugar donde Aiden me llevó antes de que se enojara y se fuera. Es la sala de conferencias.
–Deben disculpar que no pude dar la bienvenida con anterioridad –sigue –, pero unos asuntos que ya fueron tratados se llevaron toda mi atención. Y como dicen, mejor tarde que nunca –Jorge ríe detrás de ella.
–Tal vez lo diga por ti –me giro cuando escucho a Naida –Siempre suele dar las bienvenidas el primer día de clases, a menos que algo de improvisto se haya presentado.
–Yo soy el imprevisto, ¿no?
–Y tu hermano –sonríe.
–Como sabrán, la modalidad sigue de la misma manera –continúa hablando Helen –Se imparten clases grupales e individuales de cada Elemento, las horas de las comidas son a la una y siete de la tarde respectivamente, ¿qué más?...
–Los nuevos estudiantes, Helen –se acerca Jorge y fracasa en querer decirlo en voz baja.
–Ah, si, cierto –le da un asentimiento de cabeza –. Gracias, Jorge. Como todos los años, tenemos nuevos alumnos. Alyssa y Elliot Meyer, ambos de Aire –me ruborizo, pensé que esto sólo sucedía en el instituto –Por favor, háganlos sentir como en su casa, está será su nueva familia a partir de ahora.
Veo como posa su vista en Elliot, quien está un par de pasos más adelante y luego se detiene más tiempo en mí. Me regala una sonrisa cálida y un asentimiento de cabeza. No hablé mucho con Helen, pero por su forma de ser y de tratarme se puede notar que le tenía aprecio a mamá.
Siento varias miradas sobre mí. Otros estudiantes están mirando en mi dirección y en la de Elliot, puedo distinguir a Cassiel como uno de ellos.
Cassiel...¡Cassiel!. Ya sabe que Elliot es mi hermano, yo le dije en la fiesta que era un amigo y no sé si nos vio besándonos o no. Genial. Otro problema que agregar a la lista.
Veo como se corre un par de pasos hacia atrás lo que me obliga a girar la cabeza. Se posiciona a un lado de la entrada de la puerta. Mi vista se dirige a las personas de al lado.
Aiden.
Está con el chico rubio de la otra vez, el que estaba hablando con él en la fiesta hasta que yo tropecé. Me quedo unos segundos con mi vista en él. Lleva unos jeans combinados con una camiseta blanca y una campera negra. Estoy empezando a creer que sólo tiene un estilo. Ese y el tipo que se le marcan los músculos.
–¿Qué tanto miras? –La voz de la rubia me sobresalta –Oh...No sé qué es peor, que estés viendo a Aiden o a mi hermano.
–¿Tu hermano? –volteo mi vista hacia ella –No sabía que tenías un hermano.
–Bueno, nunca salió el tema –se encoge de hombros.
–¿Cómo que no? –levanto un poco la voz –Tú sabes de Elliot, me podrías haber dicho en ese momento.
–Cierto... –sonríe avergonzada –Se me...¿olvidó?
–Creo que no se separen ni por un minuto con Lena ya te está afectando –bromeo –A propósito, ¿por qué no se están pasando saliva? –trato de buscarla por arriba entre medio de las personas con mi vista.
–¿Eres graciosa ahora? –bufa –La perdí cuando entramos aquí y no te quise dejar sola.
–Que buena amiga –lo digo en serio.
–La mejor.
–También te está contagiando la humildad –la empujo y ella ríe.
–Al parecer no salir durante todo el fin de semana hizo que tu humor se desarrollara –voltea los ojos –Y respondiendo a tu pregunta, si, Dylan es mi hermano. Somos tres, Dylan el mayor, yo la del medio y Malia es la hermana menor.
–¿Y se llevan bien? ¿Son todos de...Agua? –pregunto.
Escucho como Helen sigue dando su discurso que ni Nai ni yo estamos escuchando.
–Si, somos muy unidos y somos todos de agua. Nuestros dos padres lo son.
–¿Y tu hermano es amigo de Aiden? –bajo más la voz.
–¿Por qué lo preguntas? –enarca una ceja.
–El día de la fiesta, cuando Aiden me ayudó, tu hermano estaba con él –digo la verdad.
–Si, son mejores amigos. Nos conocemos todos desde hace bastantes años y a pesar de que yo no soporto tanto a Aiden, ellos son casi como hermanos –finaliza.
–¿Y siempre fue así?
–¿Aiden? –pregunta –Creo que sí, es decir, Aiden es Aiden. No existe otra manera de calificarlo. Si, es bueno con sus poderes, es temperamental e impulsivo pero como todos en ese Elemento, sólo que en algunos casos lo es en...exceso.
–¿Por eso me dijiste que era peligroso? –cuestiono –Lo conozco de hace poco, al igual que tú y Lena. Pero, las siento mis amigas. No lo sé...es raro, ¿no?
–Tranquila, Aly –sonríe –Nosotras también nos consideramos tus amigas, aunque nos conozcamos hace poco. Pero sabes de mi y Lena y sabes que soy de Agua. No hay mucho más para contar –levanta los hombros –. Y con respecto a Aiden, si puede llegar a ser muy temperamental y descontrolarse, además de que su reputación con las mujeres le precede.
–¿Y sabes de su hermana? –pregunto con cuidado.
–¿Cómo sabes que tiene una hermana? –Nai susurra.
Estamos hablando lo más bajo posible, el discurso sigue y no se ve como Helen vaya a terminar pronto .
–Él me lo dijo –digo incómoda –. Dijo que era lo único que ella tenía, ¿por qué?
–Es complicado...
–Si, eso ya lo escuché –bufo.
–Es un tema delicado y es mejor que te lo cuente él. No muchas personas lo saben. Yo me enteré por Dylan, se cuentan todo y él en parte sigue aquí por nuestra hermana Malia y también por él. Para no dejarlo sólo.
–¿Tan grave es? –cuestiono.
–Y recuerden –la voz fuerte de Helen me desconcentra. Dirijo mi vista hacia el frente –Tierra mi cuerpo, Aire mi aliento, Fuego mi voluntad y Agua mi sangre.
Después de eso todos en la habitación recitan lo mismo. Me quedo confundida mirando a Nai.
–Es el lema de la Academia. Los cuatro elementos en equilibrio con nosotros –dice –¿Nos vemos más tarde? Voy a buscar a Lena.
–Claro –le sonrío –. Después nos vemos.
La reunión termina, todos los estudiantes van saliendo de la sala. Espero hasta que no quede casi nadie y con mi mirada busco a Helen, una vez que la encuentro me acerco.
–¿Podemos hablar? –pregunto.
–Oh, Alyssa –se sorprende –. Pensé que ya te habías retirado. Claro que podemos hablar –aclara –. Mejor vamos a mi despacho.
Helen se acerca hasta Jorge, veo como intercambian algunas palabras y cómo la mirada de él se mantiene sobre mí toda la conversación. Cuando terminan, Helen se acerca y me hace una seña para que la siga. Nos dirigimos hasta la habitación donde hablamos el primer día que llegué a este lugar.
–¿Qué te está pareciendo la Academia? –Toma asiento detrás del escritorio y me indica que me siente en frente.
–Oh, es muy...linda –carraspeo –. Es decir, muy linda arquitectura y mi habitación es...espaciosa –divago incómoda.
Helen ríe.
–Me refiero a cómo te sientes en tus clases y si ya te adaptaste a este modo de vida –acomoda su cabello y estira las arrugas inexistentes de su saco –Es difícil con todo lo que sucedió, pero lo decía en serio en la reunión, espero que la Academia se convierta en tu nueva familia y hogar. Todos estamos aquí para ayudarlos a Elliot y a ti.
–Si...Las clases están bien –aparto la vista y la llevo hacia la ventana detrás de ella –Es un poco abrumador, pero de a poco me voy acoplando a la Academia –miento.
–Sé que todavía no manifestaste tus poderes –dice con voz dulce –. Sólo dale tiempo Aly. La magia Elemental es complicada, pero una vez que entres en armonía y equilibrio con ella es algo maravilloso. Son los dones de la naturaleza después de todo –sonríe.
–Nunca le pregunté, pero ¿qué dones tiene?
–Soy de Fuego –responde –. También tuve problemas para manifestar mis poderes, pero tu madre siempre estuvo allí para apoyarme –sonríe.
–¿Y se llevaban bien? –juego con mis manos –- Digo, no sé si sea verdad, pero siempre dicen que fuego y agua no son como...lo opuesto.
–Es cierto –ríe –. Si existe la compatibilidad, pero es algo diferente como lo plantean en la televisión o las revistas. Al tener un elemento, dependiendo cual sea, en conjunto con otro se puede obtener algo positivo o negativo. Se supone que Fuego y Agua no son compatibles, pero eso es porque el agua tiende a, por decirlo de alguna manera, extinguir el fuego, además de que no suele soportar los cambios y el temperamento de este, Agua suele ser más...tranquilo. En cambio, Aire y Fuego son más compatibles, suelen estimularse mutuamente y se supone que sin aire el fuego se extingue. Con tu madre teníamos nuestras discusiones, pero éramos amigas y siempre lo resolvíamos de un modo u otro -dice con un semblante triste –. Pero no siempre te guíes por esto de la compatibilidad, no siempre acierta. Un ejemplo son tus padres, Agua y Aire no son los más compatibles, asumo que ellos fueron una excepción.
–Eso es lindo –no sé qué más decir.
–Si... –se acomoda en la silla y me mira –¿De qué querías hablarme?
–Ah, cierto –casi olvido por qué le había pedido hablar –¿Sabe algo más sobre lo que pasó? –pregunto.
–¿A qué te refieres? –frunce el ceño.
–¿Por qué lo declararon como incidente doméstico, cuando claramente alguien lo provocó?
–¿Cómo sabes eso?
–Mi amiga –dudo –O la que era amiga me lo dijo. Según la policía lo que sucedió fue una tragedia a causa de una fuga de gas.
–Alyssa –dice en tono calmado –Lo declararon así porque no se puede saber que la magia Elemental estuvo involucrada. No nos pueden conocer. El policía que los atendió luego de lo que pasó es un conocido –aclara –Su mujer era de Agua y al hablar con nosotros acordó que el caso se cerraría como incidente doméstico.
–Por eso la pintura... –susurró recordando la pintura de una mujer fundiéndose con el agua, ella era la esposa del policía.
–¿Qué?
–Nada. Así que por eso nunca llegaron servicios sociales y ustedes nos pudieron llevar –afirmo.
–Exacto –se levanta de la silla y camina hasta la ventana, su largo pantalón roza casi con el piso –Fue un favor y estamos agradecidos con él. Nos ahorramos de varios problemas.
–Pero... –digo con cuidado –¿El verdadero culpable? Porque hay un culpable, alguien lo hizo, yo sé que alguien lo hizo –levanto la voz.
–Si, Alyssa –se acerca hasta donde estoy –. Hay un culpable y estamos haciendo todo lo posible para encontrarlo.
–No están haciendo lo suficiente –digo más para mí que para ella.
–Escucha –agarra mis manos entre las suyas –. Lo vamos a encontrar y va a pagar por lo que hizo. Sé que eso no te devolverá a tus padres, ni a ti, ni a tu hermano. Pero será juzgado por sus actos.
–¿Cómo será juzgado por sus actos? –cuestiono.
–¿Sabes? No somos tan diferentes a una sociedad común –suelta mis manos y vuelve detrás de su escritorio –Lo único que nos diferencia es que poseemos magia Elemental, pero lo demás es bastante parecido. Tenemos Academias, la guardia Elemental, representantes del poder, nuestro propio juzgado, hospitales, cárceles. Claro que algunas veces se mezcla con personas sin dones, como el policía que nos ayudó. Y otras veces tenemos un lugar propio donde podemos ser quien somos en realidad, como la Academia.
–¿Y sé sabe quién pudo haber sido la persona? –Ignoro lo que dice.
–Todavía no –suspira–. Pero como mencione, nos estamos encargando de eso. La guardia Elemental está al tanto y nosotros, Jorge y yo, estamos ayudando en lo que podamos.
–¿Por qué alguien haría algo así? –recuerdo la llamada del desconocido y no entiendo porque no le puedo contar a Helen que habla con el supuesto culpable del incendio.
–No lo sé, Alyssa. Algunas cosas se escapan de mi entendimiento. Pero lo vamos a encontrar –me anima.
–Si...
–Lo único por lo que debes preocuparte es por asistir a tus clases, practicar tu magia y estar con tus nuevos amigos –me mira y sonríe –Sé que hiciste un par, no estoy muy feliz con la elección pero no puedo separarte de tus amigos de fuego.
–Oh, Aiden y yo no somos...
–Lo digo por Elena –ríe –Suele meterse bastante en problemas, si se puede decir así. Quédate tranquila –retoma – Yo me encargo. Ahora ve, seguro que tus amigas se están preguntando por dónde estás.
–Gracias, Helen –me dirijo hacia la puerta.
–Una cosa más Alyssa –dice –Tal vez Aiden te pueda ayudar con tus poderes. No es por tener favoritismo por mi elemento –ríe –pero él es muy bueno con su magia.
–Ah, c-claro –digo confundida –. Gracias, de nuevo.
–No vemos.
Salgo de su despacho no más tranquila que antes. ¿Por qué no le pude decir a Helen que había hablado con el culpable de todo esto? ¿Por qué no puedo decir ni una palabra?
Tengo miedo.
Miedo de que si hablo se entere y sea peor, que mate a Elliot. Pero no me amenazó con qué no diga nada, ¿no? Se supone que se lo tendría que decir a alguien, a mi hermano que después de todo, según él, está en peligro o a Helen quien se está ocupando de esto y les pueda avisar a los guardias así tienen algún avance.
Pero no puedo, no me salen las palabras. Se me quedan atoradas en la garganta con un nudo y no puedo decir nada.
Camino por los pasillos de pared oscura y me dirijo hacia mi lugar favorito por el momento. El patio suele estar sin mucha gente y tranquilo para pensar. O para sobre pensar en este caso.
Salgo por la gran puerta hacia el exterior y distraída en mis pensamientos voy hasta el banco que hay debajo de un árbol.
¿Le tendría que haber contado? Tal vez, ¿y si pasa algo peor porque me quedo callada? Doy media vuelta y me encamino decidida a contarle a Helen mi llamada con el desconocido hasta que tropiezo con alguien y caigo al suelo.
–Tenemos que dejar de encontrarnos así, ¿No te parece? –levanto la vista y unos ojos verdes me devuelven la mirada.
✦✦✦
Holaa, ¿cómo están?
Hasta acá el capítulo de hoy, como siempre espero que les este gustando. Si tienen alguna pregunta, consejo, crítica o cualquier cosa lo pueden dejar en los comentarios.
También me ayudan mucho votando en el capítulo.
¿Qué les parece la Academia? ¿y los personajes?
Espero que tengan un lindo domingo :)
~Luly
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