Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo diecisiete

***

¿Alguna vez al sentido como tu pasado y presenten se mezclan? ¿Qué no puedes posponer por más tiempo la realidad? Nadie está preparado para afrontar la realidad, mas cuando es tan dolorosa y no deseas revivir aquellos momentos, pero sabes que es necesario para cerrar ese ciclo.

Tener frente a mí a Drew Dalton removió mi mundo en un parpadeo. Pero tenemos una charla pendiente, no puedo ser tan egoísta y no escucharlo, pese a todo el cumulo de emociones que me embarga.

¿Qué haces cuando tu cuerpo está inmóvil, pero en tu interior un mar de sentimientos te agobian? ¿Qué haces cuando quieres decir «sí es hora de poner los puntos sobre las íes»?

—Necesitamos hablar, necesitamos dejar de huir —mis ojos se cristalizaron. En un gesto dulce y reconfortante acaricia mi mejilla—. Por favor —susurra.

Por un momento no sé qué responder, débilmente susurro su nombre:

—Drew... —sujeto la mano que tiene sobre mi mejilla.

—Después de clases —anuncia—. Te espero en el estacionamiento y... después iremos a un lugar más privado para conversar. —Sin darme tiempo a responder abandona el lugar, dejándome con cientos de sensaciones y con la mirada inquisidora de los presentes.

***

—¿Segura, estarás bien? —Interroga preocupada Lara.

—Sí —Me encojo de hombros.

—De tomas formas, aun permaneceremos aquí —ella lleva ambas manos a los bolsillos de su chaqueta—. Sara tiene entrenamiento con las porristas y yo reunión con el grupo de matemáticas —Informa sonriente.

—Efectivamente, cualquier cosa Lara estará en su reunión de súper nerds, totalmente aburrido —Sara canturrea la última parte y hace un gesto despectivo con la mano.

—Hey, el hecho que seamos súper dotados no significa que seamos aburridos —Pelirroja dos, frunce el ceño.

—¿Ah sí? ¿Entonces de qué charlan a parte de signos, problemas y números? —Sara se cruza de brazos. Ambas están frente a frente, retándose con la mirada.

Antes de que la situación empeore interfiero.

—Se los agradezco chicas, estaré bien. —Sonrío para tranquilizarlas.

Tras unos segundos de miradas retadoras, voltean a verme.

—¡Suerte! —Dicen ambas al unísono.

Me despido de ellas para internarme por el estacionamiento, en busca del auto de Drew. No es muy difícil divisar un jeep negro muy conocido para mí. Antes de acércame aspiro profundamente y me repito que es el momento de afrontar esa charla.

Cuando ingreso al auto no decimos absolutamente nada, pese al titubeo por parte de Drew, él arranca el auto sin decir a donde nos dirigimos. Al inicio no reconozco el camino, sin embargo mientras mas nos alejamos de la ciudad sé exactamente a dónde vamos.

Hace unos meses estuvimos aquí, en el lago Shenipsit, pero en ese entonces estamos en una situación distinta, en una etapa diferente.

El aparca el coche, tiene las dos manos sobre el volante, en un instante creo que dirá algo, sin embargo, sale del auto sin medir palabra. Inspiro nuevamente antes de salir del auto y seguir a Drew. Él se detiene cerca del lago, hago lo mismo.

Por unos interminables minutos nos dedicamos a observar el lugar, a estar cerca del otro, hasta que me percato del sinfín de emociones que él está atravesando. Exhala, agacha la cabeza, posteriormente continúa observando el paisaje.

—No sé por dónde empezar —Voltea a verme—. Esto se siente surrealista, digo, tenerte aquí... —Medita un momento antes de continuar—: Lo siento Lizzy —En un rápido movimiento esta frente a mí, acariciando mi mejilla. Trato de huir—. Lo siento —Repetí. En momento nuestras miradas se entrelazan.

No sé cómo reaccionar. Estoy estática en el mismo lugar ¿De verdad quiero escuchar a Drew? Y si no quiero escucharlo, ¿por qué simplemente no doy media vuelta y me voy?

Parecemos dos extraños que por alguna razón compartieron momentos felices, pero que por cosas del destino tuvieron que separarse y que ahora no saben cómo reaccionar cuando están uno frente al otro.

Millones de emociones nos embargan, sin embargo ninguno añade algo más. Ante mi desconcierto, Drew deja de acariciarme. Se aleje unos centímetros.

—Drew —logro pronunciar su nombre tras su alejamiento—. Drew... —Inhalo y siento mis mejillas humedecerse—. También lo siento —No sé qué más añadir.

De un momento a otro siento los brazos de Drew rodearme, devuelvo el gesto. Nos envolvemos en un abrazo que esta lleno de emociones, de perdón y promesas no dichas en voz alta; nos decimos todo con aquel gesto mientras ambos empezamos a llorar.

Nos separamos un poco y él empieza a hablar:

—Perdóname por no ser más insistente, por no estar a tu lado cuando debí estar junto a ti y no separarme. Perdóname por quererte como te quiero. Perdóname por no cuidar de ti y... —detiene su discurso y toma con ambas manos mi rostro—. Perdóname por no cuidar de ti y del bebé.

Lo último mencionado por Drew duele como cientos de dagas apuñalando mi alma, pues la sola mención de nuestro bebé es un dolor que quema, que no deja respirar. Duele porque nunca podremos cuidar de ese pequeño ser que debimos proteger.

No puedo articular palabra, me pierdo en sus preciosos iris azules y vuelvo a abrazarlo. Así pasamos interminables minutos donde ni él o yo añadimos más, solo tratamos de darnos fuerzas, de perdonarnos con aquellas acciones.

Mas tranquila me separo un poco de él.

—Drew, yo... —lo observo— Yo no tengo nada que perdonarme. Fui yo quien se portó como una idiota. Yo... te alejé de mí. —Más lágrimas surcan mi rostro.

El vuelve a tomar mi cara entre sus manos, nos observamos.

—Te quiero —dice antes de besarme.

Dicen que un beso significa más que mil palabras, y este beso significa perdón, un perdón necesario para ambos.

No deseamos separarnos, así que al termino del beso nos sentamos en el césped y conversamos de diferentes puntos. Empiezo a relatar a Drew que estoy viendo a un especialista para tratar mis problemas, algo que él está al tanto. Posteriormente informo que comprendí diversos temas, pero que aún me queda un gran camino por recorrer porque no es fácil salir del estado que me encuentro. Sufrir de depresión no es una cuestión que de un día para otro hallaras la solución, es un proceso el cual debes aceptar y buscar ayuda. Y en eso estoy, sé que saldré adelante.

Las horas pasan entre pláticas, caricias, sonrisas, promesas; no deseamos abandonar la burbuja que nos envuelve, sin embargo el atardecer está a punto de dar pase a la oscuridad, señal que es momento de regresar a nuestra realidad.

Al terminar de conversar él me lleva a casa. El camino se hace escaso pese a que nos detenemos en un autoservicio para comprar algo para comer. Sin pensarlo el día paso veloz no tuve ganas de ingerir alimentos, algo por lo que Drew me regañó, porque debido a mi enfermedad —diabetes—, debo alimentarme a las horas estipulas, sin saltearme las comidas.

—¿Prometes no alejarte de mí otra vez? —Pregunta. Me regala una sonrisa fugaz.

—Lo prometo —Entrelazo nuestras manos. El beso el dorso de nuestra unión.

Un silencio cómodo nos envuelve, así que decido bajar del auto. Sin embargo a ultimo minuto me animo a decir:

—Drew, perdona por todo. Tu... —Me besa.

El beso inicia inocente, pero conforme paso los segundos va aumento de intensidad. Él se aleja un poco para acomodar un mechón de mi cabello, que coloca tras mi oreja.

—Te quiero.

—También te quiero —Intento bajar del auto, pero él sujeta con delicadeza mi mano.

—Lizzy... —Lo observo expectante—. Lo siento —Quiero decir algo pero el coloca un dedo sobre mis labios—. Tú significas mucho para mí... solo recuérdalo. Sé que aun debemos consolidar lo que tenemos, sin presiones, dejar los temores de lado. Si aún no estas lista para continuar comprenderé —Acaricia mi rostro.

—Esta bien, Drew, tranquilo —Sonrió—. Todo estará bien —Permanecemos en silencio.

»Es hora que... —Señalo mi casa.

—Sí. ¿nos vemos mañana?

—Sí. —Un inmenso deseo por volver a besarlo me envuelve, sin embargo salgo del auto e ingreso a casa.

Conversar con Drew y aclarar nuestra situación fue como una medicina para ambos. Ambos debemos seguir adelante pese a las adversidades, y cerrar ese ciclo tan amargo de nuestras vidas. Aún tenemos temas por conversar, sin embargo, ambos comprendimos el verdadero significado del perdón, y se siente tan reconfortante perdonar.

A pesar de lo que estemos pasando debes luchar a contracorriente porque estas son pruebas que la vida nos da para ver si estamos preparados para continuar. Tú decides si darte por vencido o luchar a pesar de las dificultades.

Cuando existen momentos de crisis las personas se unen o se separan, en este caso el amor superó la tragedia para poder sanar dos almas rotas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro