—Sabes... yo-yo solía leer la biblia —dijo mientras intentaba tragar el resto de la sangre que seguía alojada en su boca—. Y... en alguna parte decía algo sobre la resurrección de los muertos crees... ¿crees que de esto hablaba? ¿Crees qué fue dios quién mandó ésta mierda para matarnos? —lo miró con ambos ojos bien abiertos.

—No, escucha, Tyler, estás perdiendo sangre y por eso estás diciendo estupideces. Así que debes relajarte, y concentrarte en salir de aquí —respondió Noah apretando el torniquete de su pierna. Tyler utilizó su rifle como un bastón para poder levantarse—. ¿Puedes caminar?

—Seguro... —perdió un poco la estabilidad, Noah lo alcanzó a sostener antes de caer— ya, estoy bien —logró mantener el equilibrio.

—Muy bien gente, tomen sus cosas, nos vamos —cargó su arma y comenzó a caminar.

Habían logrado llegar a una sección de las alcantarillas que aparentemente estaba libre de nocturnos, aún así, todo el camino, el grupo no dejaba de alarmarse con cada cosa, desde algún sonido que emanaba del agua, hasta una rata corriendo bajo sus pies.
—Ey, ¿escuchaste? —preguntó Nick, acercándose a Noah; quién iba en la delantera.

—Relájate, hombre, estás asustado, deben de ser ratas —respondió aparentando estar lo más calmado posible.

—Yo no escuché ratas, escuché gritos —aseguró con temor.

Noah se detuvo e intentó escuchar, efectivamente, a través de los túneles se escuchaban gritos aterradores y algo más, bramidos, como si una manada de animales salvajes hubiese despertado.
El silencio que se instauró se vio arrancado por un escalofriante sonido tras ellos, era como si algo arañara las paredes del lugar, todos giraron lentamente y miraron hacia la oscuridad, expentantes ante lo que sucedería.
En un movimiento rápido, Clair apuntó su linterna hacia la oscuridad, y en un segundo, ya habían más de seis criaturas al acecho en la penumbra, todas gritaron al contacto con la luz y se encarreraron hacia los sobrevivientes, quienes no dudaron en disparar.

Dos bestias no alcanzaron el festín, pero las demás incluso lograron destripar y comerse a Clair y a Malcom
Una vez emprendida la carrera, alcanzaron a divisar en la lejanía una abertura en el asfalto, parecía que una tapa estaba abierta, incluso las escaleras se iluminaban con el brillo del exterior.

—¡Suban!—gritó disparando en todas direcciones, los nocturnos y los oscuros ya estaban encima de ellos. Dejaron que Tyler subiera primero, la tapa estaba atascada, trató de moverla, pero no pudo.

—¡Abre la maldita tapa! —gritó Frederick, desde las escaleras. Alzó su rifle y barrió a los infectados que se acercaban como una estampida.

—¡Está atorada! —siguió intentando moverla.

El número de infectados se incrementaba a cada instante, ya eran decenas y decenas, Noah no dejaba de disparar, hasta que se escuchó un Click en su arma.
Rápidamente desnfundó su machete, y comenzó a cortar en pedazos a toda criatura que se cruzaba en su camino, corte tras corte, la sangre lo bañaba, pero él solo pensaba en una cosa; Mariana, como si fuera una epifanía, volvió a recordar la noche en la que le dijo que sería padre.

Tantos momentos tan trágicos que él había sufrido, se desvanecieron con unas simples palabras, y justo en aquel túnel, parecía que había descendido en una pesadilla.

—¡Noah! —gritó Josh apuntando a la alcantarilla abierta. Despertó de su momentáneo letargo y se apresuró a las escaleras, comenzó a subir, cuando una criatura alcanzó a Josh, mordiéndole la pierna, así haciéndolo caer.

—¡Josh! —de un salto, bajó hasta llegar junto a su amigo. Sacó una pistola y siguió disparando contra ellos— ¡Tranquilo, sujet....

—Vete —pronunció sin ninguna emoción en su voz. Noah miró su rostro, estaba pálido e inexpresivo.

—No te dejaré aquí —reviró intentando levantarlo, alzó nuevamente la pistola y agotó el cartucho por completo, la arrojó—. Mierda.
Josh le mostró la mordida.

—Vete ahora...

—No, no puedo, no lo haré...

—No te lo estoy pidiendo —respondió sonriendole. Ya había aceptado su destino—. Anda, sube ya, yo los distraeré un poco.

Una lágrima escurrió por su mejilla, volvió a trepar la escalera, mientras escuchaba como devoraban a Josh.
El frío lo golpeó de lleno al asomar la cara, después, salió completamente de la alcantarilla, la cerró con la tapa, para tirarse boca bajo, el aire del exterior se sintió fresco y agradable, ya no soportaba oler la inmundicia.
Acarició la fría nieve con sus dedos y suspiró agitado, cerró sus ojos y dejó que si corazón se tranquilizara.

—¡Mira nada más! —exclamó una enérgica y alegre voz, abrió de golpe los ojos, no reconocía aquella voz.
Lentamente levantó la cabeza y lo primero que vioe; fueron unas botas de cuero negro llenas de sangre fresca. Levantó más la cabeza y observó unas figuras humanas, totalmente oscurecidas por el poco sol que les daba la espalda.

Una figura esbelta se inclinó para ver a Noah a la cara, él simplemente no dejaba de respirar de una manera alarmante, al momento en que su corazón no dejaba de latir con intensidad. Aquella persona dejó escapar una serie de sombrías carcajadas llenas de excitación, se agachó hasta mirarlo fijamente, Noah simplemente no sabía qué estaba pasando.

—Dime... ¿tienes miedo? —volvió a reír. Noah no respondió, agachó la cabeza y comenzó a temblar—Pues lo tendrás...

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Una sincera disculpa por no haber actualizado con anterioridad, pero estuve muy ocupado, pero aquí está un nuevo capítulo.

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Gracias por leer.