
Capítulo 5: Mal genio
CLAUDETTE/ALISON
Había terminado de armar a base de sabanas y cualquier cosa que me encontrara una "soga" para poder salir, era lo suficientemente resistente, la puse debajo de mi cama, mientras me recostaba y sacaba comida traída de casa, comiendo un poco del pan que Bella hizo. Fue entonces que escuché los pasos aproximándose con furia y el estruendo no tardó en escucharse en la puerta despertando a Madame.
— ¡Te dije que bajaras a cenar! — gritó del otro lado.
— ¡No me apetece! — le devolví el grito molesta.
— O bajas o te- o rompo la puerta — amenazó.
— Inténtalo — me encogí de hombros aunque no me podía ver.
— Amo, tal vez me equivoco, pero no creo que sea el mejor modo de ganar su afecto — oí a Lumiere hablar en voz baja.
— Alteza, trate de ser un caballero — comentó con nervios Din Don.
— Pero se está poniendo tan ¡difícil! — masculló.
— Con amabilidad — pidió la señora Potts.
— ¿quieres bajar a cenar? — preguntó del otro lado.
— Mmm, no, no realmente — dije.
— Suave, gentil — pidió Din Don.
— Sería un gran placer... si me acompañaras a cenar — masculló. Oí que alguien se aclaraba la garganta.
— Por favor — sugirió Din Don nuevamente.
— Por favor — dijo a regañadientes.
— No, gracias — contesté con una sonrisa burlona.
— ¡no puedes quedarte ahí para siempre! — gritó dejando salir su ira.
— ¡¿estás retándome?! — contesté.
— ¡entonces muérete de hambre! — gritó de regreso.
— ¡como si me importara! — dije molesta.
— Si no quiere cenar conmigo ¡no podrá cenar nada! — masculló a sus acompañantes y salió del ala este azotando la puerta.
Ya no presté atención a lo que dijeron los otros, pues sabía que al final Lumiere se quedaría vigilando, ¿en qué estaba pensando? Yo no tengo tanta paciencia, soy respondona, no soy Bella, ¿realmente iba a sacrificar la salvación de todas estas personas por mi deseo que proteger a las personas que consideraba mi familia? No creo que seamos compatibles.
— ¿por qué no le das una oportunidad? — Madame me sacó de mis pensamientos y le sonreí. — el amo no es tan malo cuando llegas a conocerlo — comentó mientras se acercaba, yo me lancé a la cama.
— Lo sé — dije y pareció sorprendida.
— ¿si?
— Claro, pero eso no quita el hecho de que quiera controlar lo que hago y como me siento contesté y pareció no entender — soy un ser vivo como él, tengo un corazón, como él, me siento triste, cansada mental y físicamente, lo último que quiero hacer es cenar y fingir que no perdí a las personas más importantes para mí. Ustedes se tienen entre ustedes, no están solos a pesar de todo, se conocen, pero yo no tengo a nadie.
— ¿entonces por qué lo hiciste? El tomar su lugar y quedarte — preguntó.
— Al ver sus ojos, pude ver autodesprecio, el mismo que sentía por mi cuando los demás me hicieron pensar que era desagradable alguien como yo — desvié la mirada — sabía que no era malo, es tan humano como yo, solo que tenemos nuestro carácter — sonreí — por otro lado, Bella y Maurice no podrían estar juntos, si no hacía algo... Son especiales para mí, son como familia, pero yo no soy indispensable en sus vidas, no tenemos lazos de sangre. Pueden superar mi perdida... pero si los separara yo no me lo perdonaría. Agradezco ser de ayuda ahora que mas lo necesitaban. Aunque extrañaré su comida.
— Nuestro Chef también es muy bueno — argumentó y reí.
— Te creo, aun así, los voy a extrañar, uno nunca olvida a la primera persona sincera que te extiende la mano y te acepta tal y como eres — sonreí.
— Supongo que tienes razón — sonrió — espero que pronto te sientas cómoda y puedas ver este castillo como tu nuevo hogar.
— Eso espero... Gracias Madame. Es agradable ser escuchada — suspiré y asintió volviendo a su lugar.
Comí un poco de lo que había empacado, disfrutaría el Pay de manzana que me había hecho hasta el final. Pasaron las horas y Madame se había quedado dormida, suspiré, debí haber empacado más té. Bueno, era mi momento, salí por la ventana y fui a practicar, por mucho que tuviera que quedarme, no aceptaría encerrarme, además, si cazo algo digno puedo asarlo para después.
Me encontraba justo frente a la reja, miré hacia atrás, sonreí, tal vez si debiese traer una ofrenda de paz, me adentré en el bosque, tenía que estar atenta, ya que no estaba del todo familiarizada, y con la nieve que se había generado sería muy fácil perderme. Fue entonces que vi un zorro siendo acorralado por un enorme oso. Lo pensé un poco, pero al final no me quedaba de otra, agradecí por la presa presentada, y luego tomé mi arco.
Uno pensaría que tendría que disparar a la cabeza, pero por experiencia puedo decir que a menos que dispares a los ojos, acertar y traspasar el cráneo es un poco más difícil a la distancia de donde me encuentro, por lo que un tiro seguro serán los pulmones. Con eso en mente, me preparé y cuando su brazo se movió dándome un tiro libré, así lo hice.
Reaccionó tras el impacto y volteo en mi búsqueda, al divisarme corrió hacia mi de forma amenazante, pero mi tiro lo había entorpecido, subí al árbol junto a mí y desde la altura en la que estaba fuera de su alcance, susurré un "lo siento" y lo asesiné, cuando divisé al zorro, este me gruñó, pero sonreí ¿por qué no se movía? Entonces divisé que este zorro en realidad estaba protegiendo a dos cachorros tras de ella.
Me relajé, no parecía que realmente se fuera a mover de ahí, tenía la pata lastimada, saqué un poco de la comida que traía, específicamente la carne, que aunque ya no estuviera caliente, estaba segura de que no la despreciarían en esa situación. Hay cosas en la naturaleza que no cambiarán, muchos dicen que puede ser la supervivencia del más fuerte, en mi opinión, es la supervivencia del más hábil, eso habla de inteligencia, astucia y táctica, no solo fuerza, por eso los humanos prosperaron tanto.
Estaba por acercarme, pero un gruñido se hizo presente, saqué mi arma esperando por la criatura, el zorro parecía más preocupado por eso que por mi presencia, así que tenía que estar alerta, pero entonces apareció frente a mí ¿por qué estaba aquí? Se supone que si no iba al ala oeste no habría problema ¿no?
— Te atreviste a escapar — masculló mirando atentamente mi posición de ataque, yo al instante me relajé y le di la espalda para darle la carne a los animales.
— Tampoco es que me fuera a amedrentar por tu amenaza ¿o sí? — comenté.
— ¡Eres mi prisionera! — gruñó alertando al zorro. Mi navaja paso entre sus piernas.
— No me hables así — sisee — si bien acepté quedarme, me vas a tratar con respeto o si no te castraré — pareció quedar estático — vamos, necesito ayuda con el oso — ordené.
Fue entonces que se percató del cuerpo inerte de mí presa, lo vio perplejo, parecía tener muchas dudas, aun así no dijo nada, solo gruñó nuevamente con exasperación y tomando al oso entre sus garras mientras nos alejamos; teníamos que movernos, así los lobos no nos alcanzarían, y sobre todo, se alejarían del zorro y sus cachorros.
||...||
Al llegar la señora Potts y los demás estaban alterados, realmente no les presté atención, solo me encaminé a la cocina siendo seguida por "Bestia", cuando llegamos todos parecían perplejos por el ambiente que nos rodeaba y se quedaron callados. Lumiere parecía nervioso junto a los demás.
— Si tienes preguntas hazlas de una vez — suspiré sentándome.
— ¿por qué?
— Ah, preguntas ambiguas, bien, creo que estás pensando algo como si pudiste haberme asesinado desde un inicio ¿por qué no lo hiciste? — ante eso todos ahogaron un grito de sorpresa y entendieron al ver al oso.
— Déjennos solos — ordenó y todos nos vieron preocupados. Todos se fueron y las puertas se cerraron — ¿me tienes lástima?
— ¿mi cuchillo no fue lo suficientemente sutil? — comenté incrédula mientras alzabas una ceja. — no te tengo lástima, quisiste un pago por liberar a Maurice y así lo hice, me entregué, pero eso no significa que no saliera a calmarme si me molestas.
— Sigo siendo un monstruo, ¿por qué no matarme? Era más sencillo — gruñó y reí.
— No porque sea sencillo significa que es lo correcto — me vio con sorpresa. — mate al oso porque estaba por matar al zorro con sus cachorros, fui a cazar porque quería traer una ofrenda de paz para ti, empezamos en el pie izquierdo.
— Sí, puede ser. — dijo reacio.
— Vamos, ¿es todo lo que dirás? ¿no vas a vociferar y hacer berrinche?
— ¡¿Qué quieres?! ¡¿Cómo no voy a preocuparme si sales al bosque sola?! ¡pensé-! — espera, nadie más se había dado cuenta, eso me dice que me estuvo vigilando, pensé que después de lo que dije se podría haber quedado tranquilo.
— ¿estabas preocupado por mí? Que lindo — sonreí con ternura.
— ¿Qué? ¡N-NO! — ante eso lo abracé y quedó de piedra.
— Gracias por ir, pero agradecería que no fueras tan impulsivo y controlaras ese mal genio — quedó aún más perplejo. — sí, soy rara, loca, o como me quieras describir, pero si todos ellos te quieren y te respetan, creo que es por una buena razón, y es que lo vales, pocas personas tienen eso, y claro, aun menos personas se lo merecen — comenté mientras me dirigí a servirme un poco de agua.
— Yo diría que eres peculiar — por sus palabras casi podía imaginar a Lumiere dándose un golpe en la cara — eres especial... — susurró.
— Gracias, bueno, eso creo — reí por lo bajo — bien, dadas las circunstancias y el hecho de que nos metimos en un gran embrollo ¿Qué tal si empezamos desde cero? Mucho gusto, soy Claudette, quiero iniciar una nueva vida, por lo que quiero que a partir de ahora me llames Alison — extendí mi mano — quiero que seamos amigos. Aunque sea peculiar. Cuida de mí y yo cuidaré de ti — sonreí y me estrechó la mano con sorpresa.
— Yo... — desvió la mirada.
— Mmm, ¿y si comienzas de nuevo tú también? — me vio con sorpresa — a partir de ahora, serás Bastian — sonreí y me miró sin entender — es un buen nombre ¿no? dime, sino buscaremos uno nuevo.
— Me gusta — sonrió. — Alison. — ... — Entonces comencemos, mucho gusto, soy Bastian y quiero ser tu amigo. — se presentó exagerando un poco, parecía curiosamente más relajado, reí.
— El gusto es mío, soy Alison y acepto gustosa el comenzar esta travesía a la que ha nombrado amistad — sonreí.
— Es algo presumida — comentó.
— Soy un poco más letrada que el promedio — me encogí de hombros.
— Presumida — aseguró y rodé los ojos con gracia. Sería un comienzo curioso.
— También te deseo que pases una buena y tranquila noche — me incliné en una exagerada reverencia.
— Descansa — se despidió.
||...||
Me encontraba algo cansada, había pasado una semana, pero simplemente no me llamaba más que para comer juntos, por lo que dormí un poco de más y buscaba que hacer en las tardes, pero al levantarme hoy, por fin desayunamos juntos y pude ver una faceta más, el parecía más tranquilo, aunque no sabía cómo acercarse desde lo de esa anoche. Creo que a estas alturas no tenía de otra más que tomar la iniciativa.
— Entonces, ¿a ti qué te gusta? — pregunté y pareció extrañado.
— ¿Cómo? — dijo pasando su mirada del plato a mi persona, había hecho un desastre la mesa, por lo que reí con fuerza y pareció apenado, me levanté y con mi servilleta terminé por limpiarlo.
— Creo que tenemos que explorar otras opciones para comer y mejorar tu técnica — comenté y parecía seguir en shock. — con respecto a mi duda, quiero saber qué te gusta hacer, a mí me gustan muchas cosas, el cazar me hace sentir productiva y que puedo aportar algo, me gusta cocinar a veces, leer y ejercitarme. Podemos intentar algunas cosas si gustas. — dije y pareció interesado, pero había duda en él. — ¿qué sucede? — no pude evitar preguntar.
— Apenas nos conocemos, pero tu... es extraño. Pensé que lo que había pasado, bueno, esa anoche ¿no había sido solo un sueño o una alucinación? — alcé una ceja incrédula — ah, bueno, creo que no ¿cierto? Digo, aquí estás — dijo viendo la mesa — no dudaste en acercarte, y me tratas como si fuera algo natural. No puedo evitar sentirme así, y ahora que estás aquí planeando que pasemos tiempo juntos...
— Te lo dije, necesito tiempo para procesar lo que pasó, pero no pienso juzgarte tan tajantemente, si nuestro futuro juntos es para siempre, quiero llevarme bien contigo ¿no quieres hacerlo? — dije y pareció nervioso, podía jurar que si no fuera por tanto pelo, podría verlo sonrojado.
— ¿enserio quieres darme una oportunidad? — preguntó sin creerlo y tomé su mano.
— Por supuesto — sonreí. — después de que me expliques como fue que te diste cuenta de mi escape esa noche — tantee el terreno y cerró la boca desviando la mirada.
— Ah, eso...
— Nadie te pudo haber avisado porque todos estaban dormidos o bien estaban lejos de las ventanas, analicé todo tu palacio, nadie me pudo haber visto a esas horas, y me fugué entre las sombras lejos del ala oeste, que es tu habitación — comencé a explicar — por lo que la única forma sería que tú me estuvieras espiando de alguna manera — acusé y pasó saliva de forma ruidosa.
— Es que, tu- y-yo...
— Así que tengo razón — sonreí victoriosa, pareció querer replicar — no lo niegues — advertí señalándolo con el dedo — solo acepta tu responsabilidad y no lo vuelvas a hacer, no eres un acosador y es de mala educación — señalé y entonces vi un poco de comida en su nariz, reí y limpié una última vez, hizo un gesto ofendido y pase mi mano por el pelaje en su rostro, mucho más suave de lo que aparentaba. Una de sus manos viajó a mi rostro sin dudar sacándome del trance y después retrocedió sorprendido, tal vez va muy rápido esto de ayudarlo a recuperar confianza en sí mismo y hacerle ver que no es un monstruo. — bien — Tomé su mano — es hora de comenzar, vamos al patio — le informé a la señora Potts y esta rio ante la cara de sorpresa de Bastian.
||...||
— ¿qué planeas? — preguntó una vez nos adentramos en el jardín.
— Pensé que era obvio, te dije que íbamos a compartir gustos y comenzar a experimentar para poder convivir — reí — ¡piensa rápido! — avisé mientras giraba y lanzaba una bola de nieve.
— ¡oye! — exclamó limpiándose la nieve de la cara, reí por lo bajo y sonrió.
— Acaso tienes miedo, nunca pensé que podrías ser un bebé llorón, Bastian — me burlé.
— ¡¿ajá?! ¡vas a ver! ¡te voy a demostrar de lo que es capaz este "bebé llorón"! — comenzó a juntar nieve, sonreí con malicia.
— Según yo veo muy bien, pero lo más intrigante es que aceptaras que eres un bebé llorón — reí mientras hacía más municiones, esquivé la que me lanzó y subí al árbol de un brinco, para devolverle el tiro, bufó.
Nos habíamos enfrascado en una guerra de bolas de nieve, era la primera vez que tenía una, no porque no quisiera claro, sino porque nunca nevaba en casa, pero mi destreza en Gotcha era una experiencia similar ¿no? aunque gracias a eso se la ponía difícil a Bastian, quien parecía sorprendido, y eso que no había sacado la resortera. Me resbalé del árbol alertándolo, pero había caído en una cama de nieve gracias a las bolas que él había aventado antes de forma fallida.
— ¡Alison! — exclamó preocupado y yo reí.
— ¡que frío! — solté entre risas — ¡tu mala puntería me salvó! — lo miré con gracia y me ayudó a levantarme.
— No seas cruel, si me preocupé por ti — comentó mirándome con reproche.
— Oh vamos, tampoco estaba tan alto — comenté restando importancia, aunque ya había pasado algo de tiempo, miré el sol y medí el tiempo, era medio día — bueno, creo que haremos algo menos arriesgado y después iremos por la comida. — corrí en busca de juntar nieve.
— Tienes demasiada energía — comentó y reí traviesa.
— No sabía que eras un anciano, Bastian, ¿Cuántos años tienes? ¿700? — comenté divertida — vamos, muévete abuelita — reí y rodó los ojos, pero se agachó para ayudarme.
— Para tu conocimiento, tengo veinte — alcé la mirada sorprendida.
— ¿20? ¿me quieres ver la cara de estúpida? Te comportas como si fueras un anciano y eres solo un niño — comenté graciosa.
— ¿pues cuantos años tienes tú? — alzó una ceja incrédulo. Pero sonrió victorioso cuando bufé. — no me has dicho tu edad — comentó y bufé nuevamente.
— Bien, tengo 18 — bufé y rio.
— Y te comportas a veces como una niña de 5 y otras como un adulto de 80 — comentó burlón.
— Soy un alma vieja pero inmortalmente joven — me encogí de hombros.
— Eso no tiene sentido.
— Al igual que no tiene sentido que la vajilla te hablé — señalé y bufó.
— Buen punto. — soltó — ¿siempre debes tener una respuesta para todo?
— Siempre procuro tener una respuesta para todo — respondí con suficiencia.
— Ya veo, presumida — sonrió.
— Me llamo Alison, que no se te olvide, cascarrabias — sonreí.
— Ya entendí, puedes parar.
— Bueno, ayúdame — cambie de tema mientras buscaba unas piedras adecuadas para usar de botones.
— Que mandona — se agachó.
— Ah vamos, que si de esas vamos "quejumbroso" te queda perfecto.
— Ya empezaste otra vez — señaló.
— El que empezó fuiste tú, yo solo quise darle un digno final.
Tras eso, vino Chip con la zanahoria para la nariz mientras Bastian colocaba las ramitas como los brazos, pronto el perchero me pasó un sombrero y el "perrito" terminó trayendo una bufanda, dándole el toque final.
— ¿Ahora qué? — preguntó y reí.
— Ahora sigue un chocolate caliente mientras esperamos la cena, que yo ya tengo frío — sentencie y rio.
— Ahora la abuelita es otra — señaló quitando algo de nieve que no sabía que tenía en la cabeza.
— Bueno, en mi defensa, yo no tengo tanto pelo cubriéndome en tiempo de frío — comenté con gracia y a él se le borró la sonrisa — Hey, no seas idiota — dije molesta y se volteó.
— No puedes decirme así, soy el dueño de este castillo — masculló.
— Oh si, pero desde que accediste a que seamos amigos me da derecho de decirte cuando estas siendo un idiota — sentencié — y parece ser que te hace mucha falta.
— ¡¿por qué sería un idiota?! ¡Si está claro que somos diferentes! ¡jamás podrás ser igual a mí! — soltó y ahora yo gruñí fastidiada.
— ¿enserio piensas que todo lo físico nos separa?
— ¡Tú tienes un cuerpo humano! ¡no puedes comparar tus diferencias con las mías! ¡incluso podrías ser libre si no hubieras tomado la estúpida decisión de quedarte conmigo en lugar de ese anciano! — vociferó y le di un puñetazo.
— Primero que nada, no me alzas la voz — sisee — tendré un cuerpo humano, pero me repugna, en todos los aspectos, TODOS SOMOS DIFERENTES, grandísimo imbécil — mascullé — ¿y qué si posees garras, colmillos o pelo? Nunca te juzgaría aunque los veas como tu grillete personal, ¡el mundo y la vida son más complejos que eso! Elegí quedarme y te hice mi amigo porque me gustó lo que había aquí — señalé su corazón — porque creo que eso es más grande que cualquiera, si se te da una oportunidad de usarlo
— ¡¿me estás diciendo que prefieres estar conmigo que con los demás humanos?!
— ¡Si!
— ¡deja de decir tonterías! ¡¿por qué preferirías eso?!
— ¡porque para mí no hay peor monstruo que un humano! — vociferé — siempre queriendo decidir y juzgar el valor de los demás por estándares impuestos por la sociedad, destruyendo a las personas por ser diferentes, ¡creyéndose con el derecho de abusar de una mujer solo por ser una! ¡atreviéndose a atacarla solo porque es más débil que un hombre! ¡imponiendo sus malditos ideales de lo que debe de ser y no de lo son en realidad! ¡odio que siempre quieran ser los más fuertes y con mayor poder! ¡y odio aún más que siempre quieran guardar las apariencias sin importar si uno carga cicatrices en su alma! ¡solo por el qué dirán! — mis ojos comenzaron a arder — Los demás solo ven las diferencias, ¿Qué importa encerrar el cuerpo físico? Si tienes voluntad y esperanza, siempre podrás ser libre, libre de decidir quién eres, y quien puedes ser, lo que haces, lo que te gusta — mi voz estaba rota y ya no podía ver nada por las lágrimas — ¡a mí nunca me importaría incluso si eres un dragón! ¡s-solo-! Solo no seas como ellos... pensé que me aceptabas, con todo y peculiaridades — comencé a sollozar.
Desde que llegué a este mundo, no lloré en ningún momento por esta razón, pensé que al ser un mundo y tiempo diferente y estar lejos de mi familia haría que lo que pasé se borrara, que no me importaría lo que pasara aquí ni lo que pensaran de mí, porque era "un cuento". Al conocerlos, era un poco más real para mí, pero, no le quería dar ese valor, solo no quería estar sola, aquí nadie más me haría daño, yo podía hacerlo que quisiera y no me afectaría lo demás.
Estaba equivocada, al ver algo de mi reflejado en Bastian, una parte de mi surgió, eso que mantenía en la oscuridad, y eso formó un lazo entre nosotros casi instantáneamente, realmente lo estimaba y quería cuidarlo como a mí me hubiese gustado que lo hubieran hecho conmigo, quería sanar esas heridas que yo no puedo alcanzar, quería, quería y quería, pero al final, terminé siendo más patética que antes.
Fui envuelta en sus brazos, no dijo nada, por muy confundido que seguramente estaba, no dijo ni una sola palabra, solo me abrazó, y yo, yo me aferré a él con todas mis fuerzas, me rompí en sus brazos, pero algo me decía esa calidez que transmitía en ese abrazo, y eso era que no importaba en cuantos pedazos terminara, él no perdería ninguno.
Y así, me dejé sumir en la inmensa oscuridad.
BASTIAN
Me sentí un idiota, su mirada se volvió vacía en un instante, yo había sido causante de esto, ella guardaba mucho dolor, dolor que no dejaba ver con ese aspecto tal brillante y fuerte, sus colores tan vibrantes que me envolvieron ante su primer sonrisa, esa sonrisa sincera que me dedicó, cuando se acercó de forma tan segura a mí, sin miedo, me dio tantas esperanzas que al mencionar las diferencias, me llevó del cielo al infierno de un solo golpe.
No me imagino lo que habrá pasado, pero me eligió a mí, y me remordía el hecho de que tal vez yo realmente había sido un monstruo similar al que le hizo daño, dándole valor a los demás solo por la apariencia, juzgándolos, sin importar sus sentimientos. Una chica que es tan fuerte y delicada a la vez merecía algo mejor que yo, aun así, me tendió la mano, y ahora yo... nunca podría contarle quien fui...
Cuando cayó inconsciente, la tomé en brazos y la llevé a su habitación, parecía agotada, todos me seguían, o bueno, tal vez la seguían a ella. ¿Quién se había atrevido a tocarla? ¿cómo siquiera se atrevieron a hacerle daño? ¿Será esto un castigo más de la bruja? Una muestra de lo que yo podría llegar a lastimar a alguien por el tipo de persona que fui...
Pero [Si tienes voluntad y esperanza, siempre podrás ser libre, libre de decidir quién eres, y quien puedes ser, lo que haces, lo que te gusta] tal vez realmente pueda ser momento de decidir, [pensé que me aceptabas, con todo y peculiaridades] nunca pensé que realmente te importaría mi opinión de forma tan sincera. Pero realmente la aceptaba.
— Preparen chocolate caliente, debe estar listo para cuando despierte — indiqué sentándome a su lado, todos abandonaron la estancia. No la dejaría sola.
Bueno, acepto comentarios, es probable que tenga que pulirla mejor a futuro 🤔 espero que lo hayan disfrutado, no esta destinada que ser una historia tan larga, pero todavía no tengo claro cuantos capitulos serán.
Me alegra haber podido retomar esta historia, y espero que a ustedes igual.
¿Qué tal la primera interacción directa? Ya quiero seguir escribiendo acerca de ellos. Aunque tal vez nos tomemos un poco del siguiente para ver como la va pasando Bella.
Nos leemos pronto 😉✨💜
Nos leemos pronto
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro