El problema de Aquiles.
POV Aquiles
Maldita sea. No esperaba que fuera la primera persona que me saludara por la mañana temprano. ¿Cómo entró en mi habitación sin que se le notara?
-Lo que dije en el pasado, podemos olvidarlo. -Dije mientras trato de calmar a Penthesilea. -No vine aquí a Chaldea para darle problemas a nuestro master.
Penthesilea no me soltó. No quiero empezar una pelea con ella.
Alguien tocó a mi puerta...las cosas no iban a mejor.
-Oh, tengo una visita. ¿Podemos hacer esto más tarde?. -Pero Pentesilea no me escuchaba, seguía en problemas..
-Aquiles, soy Atalanta. Voy a entrar, con tu permiso. -Dijo ella, de lo más natural, aunque ya me hacía el que no amanecía mañana.
-¡Ya valió madres! Oye hazte a un lado. -Le dije a Penthesilea que estaba encima de mí, forcejeándome.
-Aquiles, ¿te gustaría unirte a nosotros para despejar la búsqueda libre?... -Atalanta dejó de hablar, mirando de manera estoica, como si no hubiera visto nada fuera de lo normal. -¿Oh? No sabía que te gustaban esas cosas. Continúa. Nos iremos sin ti. -Dijo ella, saliendo de mi habitación.
-Espera Anee-San. Voy contigo. -No me divertía mucho sacudiendo a Penthesilea para que se me quitara de encima.
Terminé pidiéndole ayuda al maestro Gudao. Gracias a su sello de mando, Penthesilea está ahora más tranquila, después de tanto, maldición.
-Escuché de Anee-San que vamos a ir a la búsqueda libre. -Le dije al maestro Gudao.
-¿Eh? pero ya se han ido con mi hermana. -Respondió él.
-Maldita sea. -Si no me meto en problemas con Penthesilea, lo hago con Atalanta. En fin, que nada me puede salir peor.
-Todavía tienes tu oportunidad la próxima vez. -Me consoló.
-No estoy muy seguro de si Anee-San me dejará unirme a su equipo.
-¿Eh? ¿Ha pasado algo?.
En resumidas cuentas, le expliqué a Gudao que me había dormido, como no era raro, y para la mañana siguiente, llegó lo anormal, pues desperté con su servant encima, no queriéndose quitar.
Mantuve la calma, quizá si me sonrojé y me puse un poco incomodo de tener a Penthesilea sobre mí, pero sólo hay una mujer que me acelera el corazón, y esa, como no puede ser de otra forma, es Anee-san.
-Ya sabes como es Penthesilea, así que sólo te puedo decir que a la próxima vez, Aquiles, no te olvides de cerrar tu habitación. -Dijo el maestro Gudao.
-No es raro que Penthesilea y Atalanta puedan entrar en mi habitación así como así. -Todavía paso dolores de cabeza con esta tecnología moderna.
-Deberías hablar con Atalanta sobre lo que pasó.
-Lo haré, pero necesito tu ayuda y también tu permiso. -Le pedí...
-¿Para qué?
-Ya verás...
(Con voz del anunciador de Bob Esponja) Una hora más tarde.
Atalanta entró en su habitación y se sorprendió al encontrarme ahí, sentado en su cama, sonriéndole con un poco de pena.
-Aquiles, ¿por qué estás aquí en mi habitación y por qué estás en mi cama? -Preguntó Atalanta, alzando una ceja y con un tono severo.
-No puedo volver a mi habitación. Penthesilea podría entrar a hurtadillas y matarme...o peor. Tengo permiso del maestro para quedarme aquí. -Expliqué.
-Quítate de mi cama. -Ordenó Atalanta.
-Me cansé de esperarte, así que quizá me quede un rato aquí. -Fingí un bostezo, aguantando una risa.
-Aquiles, estoy muy cansada. quítate de mi cama, por favor. -Insistió ella, tomando de ambos brazos para levantarme. (Aquiles: nuestra cama ☭)
-¿Por qué no te unes a mí en la cama, en su lugar? -Enredé mis manos en su cintura, tumbándola conmigo en aquella cama tan suave.
-Aquiles, déjame ir. -Exigió de nuevo, aunque no tiene de otra mientras la tenga envuelta con mis brazos y piernas como una almohada de hot-dog (O sea que Aquiles es el pan y Atalanta la salchicha? eso suena extraño 😶😶😶...pero para los amerikanskiy no)
-Déjame ir, o si no... -Atalanta advirtió
-¿O qué? Aunque me muerdas o me apuñales, no te dejaré ir.
Atalanta me abofeteó, pateó, mordió y arañó. Pero no me moví, no la solté o ni por lo menos afloje mi agarre de mis piernas y brazos (siento que Aquiles lo disfrutó)
-Ríndete, Atalanta. Es inútil. Y no podrás descansar si sigues así. -Le dije.
-Esto es realmente incómodo. -Me respondió ella.
-Acostúmbrate. Vamos a pasar más tiempo así en el futuro...
-¿Qué dijiste? -Atalanta se sorprendió.
-No te preocupes, me contendré lo más que pueda, a menos que tú quieras que vaya más lejos...Sólo déjame abrazarte así, no quiero ni pido más. -Atalanta se sonrojó hasta los bigotes. Se ve tan linda apenada.
Cerré los ojos y me fui a dormir, sonriendo alegremente.
-¡¡No te atrevas a dormirte!!! ¡Aquiles despierta!!! ¡N-no seas cabrón!
POV DE ATALANTA
-Maldita sea. Aquiles se durmió de verdad. -Pensé, mientras él dormía profundamente envolviendo un poco más su cuerpo a mi alrededor.
Esperé 30 minutos. Luego intenté quitarme los brazos que me rodeaban. Es inútil. Todo su cuerpo es pesado como una roca, aparte puedo sentir el latir de su corazón, siendo tan tranquilo.
Me rindo. Es bastante terco. Estoy agotada tras hacer la búsqueda. Y me agotaré más si sigo así. No hay más remedio que descansar con él envolviéndome a mi misma a su alrededor.
Eché un vistazo a la cara de Aquiles. Su pelo se interpuso en el camino. Lo peiné con mis manos y me di cuenta de lo tranquilo que se ve en su sueño.
Suspiré. Mis ojos se sienten pesados y me dejé llevar por el sueño.
Aquiles POV
Puedo sentir a alguien peinándome. El peinado se detuvo. Abrí los ojos 15 minutos después. Atalanta estaba dormida en mis brazos. El que ella hubiera peinando mi cabello me hizo tan feliz. Espero que esta felicidad que siento continúe. Le di un beso en la frente. <<Espero que te enamores de mí>> Pensé, acercándola a mí.
(Weeeeeeeeeeeey que linnnnnnnnndo) 💚💛
4 horas después.
Gudao y Gudako entraron en la habitación de Atalanta, yo abrí los ojos un poco por el susto al no esperarmelos.
-Ata... -Antes de que pudiera terminar sus palabras Gudako se cubrió la boca cuando me vio durmiendo al lado de atalanta. Por su lado, su hermano se quedó en blanco, sin decir o reaccionar de modo alguno.
Llevé mi índice a los labios en señal de que ambos guardaran silencio.
Gudako está muy feliz de vernos y me dio una señal de aprobación al levantar su pulgar, sacar la lengua y guiñarme un ojo con un especial brillo en él. Gudao tiró del brazo de su hermana diciéndole que nos dejaran en paz.
Gudako le hizo un gesto con la mano para que espere. Cuando ella sacó su celular del bolsillo, me susurró si nos podía tomar una foto a ambos. Asenté con la cabeza para darle mi aprobación.
1,2,3... entonces ambos, Gudao y Gudako me levantaron el pulgar en señal de que finalmente nos tomaron la foto a mi y a Atalanta. Sin más que hacer en la habitación, los dos se fueron a hurtadillas.
Estoy emocionado de ver la fotografía.
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Weeeeeeey que lindo capital ❤ estuvo muy bonito je je
Nos vemos la próxima semana :v
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