Un día de mierda.

Y apenas comienza.

Primero me enfermo, luego me siento mejor y ahora estoy congestionado.

¡AGH! ¡NO RESPIRO YISUS!

Como siempre Mabel se fué con Marmando, Dipper no está y yo voy solo a la escuela.

Siempre solo, siempre solo Tyrone.

Aunque creo que antes no estaba solo ...

Hmp, pero ahora si.

- ¡Tyrone!.- Era ___ se acercó a mi.- Buenos días Tyrone.- Saludó con una gran sonrisa.

- Hola ___.- Intentaba respirar pero con esta estúpida nariz no se puede así que tosí con toda mi fuerza hacia el piso.

- ¿Te sientes bien?.- Preguntó.

- No, estoy congestionado.- Seguí caminando, ella me acompaño.- Dipper y Mabel me dejaron solo ... Otra vez, es una costumbre estar solo.

- No estás solo.- La miré.- Estoy contigo Tyrone.- Me sonrió.

Reí nervioso y seguí caminando.

Gracias ___ pero en algún momento te irás, tal vez cuando terminemos con mis planes de Pacifica.

Es un clásico, todos en cualquier momento se van, es parte de la vida y bla bla bla.

Pero ...

¿Pero porqué siento la necesidad de llorar?

- ¿Estás bien Tyrone?.- Preguntó ___ preocupada.

- E-eeh... Estúpida nariz, Eh si claro.- Evadí el tema.- ¿Oye haz pensado en algo con respecto a Pacifica?

Bajó la cabeza.

- Si.- Suspiró.- Pacifica es una chica con gustos refinados y ...

- Si, es lo que la vuelve irresistible.- Dije sin oensar con una sonrisa de lado.

- Claro ...- Dijo ___.- Es por eso que pensé en un pequeño almuerzo en un restaurante, algo clásico pero hasta Pacifica disfrutaría.

- ¡Gran idea! Claro, ¿Porqué no pensé en eso antes?

- Yo solo hago mi trabajo.- Noté que lo decía un poco decaída.

El silencio duró unos segundos.

- Oye ...- Dije con una pequeña sonrisa.

- ¡Hey Tyrone!.- Dijo Wirt mientras corría hacia nosotros.- ¡Tyrone, Tyrone!

- ¿Qué te sucede Wirt? ¿Qué te pasa?.- Pregunté un poco extrañado.

- ¡P-pacifica te está buscando!.- Me quedé boquiabierto.

- ¿Eh?.- Dijo ___.

- ¡Si! Ella te está buscando.- Dijo Wirt desesperado.

- ¿Porqué?.- Pregunté.

- Yo que sé, solo te está buscando.- Dijo Wirt un poco molesto.

- Mas te vale que no sea una broma.- Corrí rápido a la escuela dejándolos atrás.

Pov Narrador.

- Oye.- Dijo el castaño y la pelinegra lo vió.- Tom te está buscando a ti.

- Suspiró.- Tom solo sabe como hacerme enojar.

- Sip.- Dijo sereno el castaño.

- Vamos.- Comenzaron a caminar en dirección a la escuela.

El castaño llegó a la escuela con problemas para respirar.

Buscó en el gimnasio.

En el patio.

En el comedor.

Pero no encontró a la rubia.

Se decepcionó, por el pasillo tiró y pateó su mochila, estaba molesto.

Pensó en que estas cosas solo le pasaban a él, que lo tomen como tonto para su diversión y verlo sufrir.

Hasta que sintió un peso en su cuerpo.

- Hola lindo Ty~ .- Canturreó la rubia mientras abrazaba al castaño por la espalda.

- ¿P-Pacifica?.- Se sonrojó.

La rubia acarició con sus manos el rostro del castaño.

- Eres muy suave.- Se acercó a su oído.- Eso me gusta.- Dijo en un susurro que povocó que el castaño temblara.

- ¿M-me necesitabas P-pacifica?.- Preguntó muy nervioso.

- Claro que si Ty.- Lo dió vuelta.- Eres mi chico favorito.- Le guiñó un ojo.- ¿Oye Ty quieres ser mi pareja de laboratorio? Es que no me llevo bien con la materia y escuché ... Que tú si.- Besó la mejilla del castaño.

- P-pero ya tengo compañe...- La rubia lo acorraló contra la pared.

- Oye Ty porfis~ .- Lo besó, el castaño cerró los ojos y luego de unos segundos se dejó llevar.- Porfis Ty~.- Dijo suavemente mientras rozaba sus labios contra los del joven.

- E-esta bien Pacifica, lo que sea por ti.- Sonrió tímidamente.

- Gracias precioso Ty~.- Comenzó a caminar y el castaño la seguía como abejas a la miel.

¡Me dijo Precioso! Pacifica me dijo Precioso, tal vez le gusto.

¡Este es el mejor día de mi vida!

Pensó el castaño muy entuciasmado, lleno de alegría por los encantos de la rubia.

Por otro lado la pelinegra se había encontrado con el pelirrojo, no estaba agusta, no estaba feliz de verlo pero quería escuchar lo que tenía que decir.

Fue al aula de música, en donde se encontrarían.

- Preciosa.- Dijo el Pelirrojo contento al verla.

- Ahórrate el cortejo Tom. ¿Qué quieres?.- Dijo la pelinegra mientras se sentaba en una silla.

- Claro. Querida estoy preocupado por ti.- Dijo mientras se sentaba arriba de la mesa.

- ¿En serio?.- Ella rió.- Y porqué Tom cuéntame.- Dijo divertida.

- Pues, te estas enamorando del que no debes.

La pelinegra se molestó.

- No puedes decirme a quien amar.

- Nop, pero puedo decirte que ya no necesitará tu trabajo.- Sonrió.

- ¿Cómo lo...?.- La interrumpió.

- ¿Cómo lo se? Fácil, tu mamá.

- Giró los ojos hacia atrás.- Como sea.

- ¿Literalmente qué haces? ¿Le ayudas a perdedores a encontrar a alguien que pueda soportar la humillación de estar con ellos?.- Preguntó divertido el pelirrojo.

La pelinegra se enfadó y se levantó de la silla dejando sus cosas.

- Ayudo a que encuentren el amor Tom.- El pelirrojo se levantó y la miró a los ojos.- Les doy la oportunidad de conocer a esa persona, de saber si de verdad les gusta tal y como es.- Estaba apunto de llorar.

- ¿Y porqué no me das la oportunidad a mi?.- Preguntó mientras tomaba con sus manos el rostro de la pelinegra.

- Quitó las manos del pelirrojo.- Porque no te quiero Tom.- Dijo enojada.

- ¿Es por él verdad?.- Preguntó Tom mientras apretaba sus puños.

- ¿Qué te importa?.- Preguntó la pelinegra.

- ¿No ves que no vale la pena? Solo te necesita para que lo ayudes y cuando termines...

- ¡Es mi trabajo Tom!.- Unas lágrimas brotaban de sus ojos.

- ¿Qué sigue? Dime, ¿lo verás con otra y fingiras que nada te pasa?

- Basta...

- Mientras que para él solo eres de utilidad para mi eres todo mi mundo...

- ¡Yo no lo voy a dejar!.- Gritó fuerte la joven mientras trataba de dejar de llorar.

- ¡Pero él si! ¡Es más ya lo hizo una vez, ni siquiera sabe quien eres, dime ¿Alguna vez te dijo, te extrañé o tanto tiempo sin verte amiga?!.- Gritó molesto envuelto en llamas.

- No...- La pelinegra se tapó los ojos y entre sollozos se sentó.- No claro que no...

Sonó el celular de la pelinegra, lo tomó, escribió la clave del celu y leyó un mensaje nuevo.

"___ ¡No lo vas a creer!. Pacifica me pidió ser su compañero de laboratorio y de Historia, Matemática... Arte. ¡Bueno todas las materias! Pero es fantástico.
AL FIN LE GUSTO A PACIFICA.
Gracias por todo ;)"

La pelinegra apretó con fuerza el celular.

- Él te olvidó una vez ... Y ahora  ... ¿En serio vas a seguir?.- Le preguntó el pelirrojo mientras colocaba una mano en la espalda de la joven.

- Quiero ir a casa.- Dijo muy cansada.

El pelirrojo la ayudó a volver a casa.

En todo el camino el pelirrojo habló, tratando de animarla.

Pero ella no habló.

Ni un sonido.

Ni una mueca.

Su rostro no tenía expresión alguna.

Y sus ojos estaban perdidos en el horizonte.

Hello! :D

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Bye~ 💕