Estaban encerradas conversando de lo ocurrido, mientras Juli secaba las lágrimas de ambas, luego de una larga platica nocturna se fueron a dormir, mientras en la sala nada estaba tranquilo los chicos estaban pensando aun en lo ocurrido en el local, pero al ver que ninguna bajo a la sala todos decidieron ir a dormir. Al día siguiente daba la dicha que todos los hermanos, las chicas se demoraron en salir, luego de llegar se sientan en la mesa.

— Buenos días a todos — dicen las chicas al mismo tiempo, mientras ven como el abogado sirve el desayuno de todos

— Buenos días, pensé que se iban a levantar tarde porque no tienen clases — comenta sorprendido de ver a todos en la mesa, les sirve a todos y se sienta

— Yo estoy acostumbrada a levantarme Ukyo-san— responde la castaña tranquilamente y bebe un poco de jugo

— Pero al parecer, cierta niña de cabello negro con gris, va a salir a juzgar por su vestimenta — dice cizañeramente el Idol, llamando la atención de todos

— Sí, voy a salir ¿algún problema? — responde de manera ácidamente la de ojos verdes — sabes ganas de no me faltan de plantarte este vaso en la cabeza tan hueca que tienes —

— Por favor, basta de esta discusión tan absurda, Fuuto ella tiene nombre y te pido que la respetes — dice el mayor de los Asahina, luego mira a la chica — Gaby-san, por favor... esto... discúlpelo —

— Lamento mucho mi comportamiento Masaomi-san — mira al médico y luego se levanta de la mesa — lo siento se me quitaron las ganas de comer, regresare en la noche permiso — se retira del comedor, toma sus cosas y se dirige al elevador

— Fuuto-kun, en serio se pasa, deja a mi prima en paz — replica la castaña llamando la atención de todos por su actitud

— En serio eres un tonto Fuuto, déjala en paz o me vere obligado a enseñarte como se trata a una chica — dijo el menor de todos, dejando a sus hermanos mayores sorprendidos

— Wataru...Debes respetar a tus hermanos mayores, pero tienes razón...no te debes ser así con ella — contesto el séptimo hijo viendo a sus dos hermanos menores

— Al menos ¿podemos desayunar con tranquilidad? En serio debo cosas que hacer y sus peleas no ayudan en nada, más bien atrasan — replica maliciosamente el cuarto hijo

Todos se ponen a comen en silencio, pero en el ambiente se notaba un poco tenso, pero todos terminan de comer, el abogado y la castaña recogen todos los platos, se disponen a lavarlos y guardarlos, luego le ayuda con la ropa. Gabriella, se fue a ver con el medico por la molestia que tenía en su cuello, se pronunció y espero que le llamaran.

— Hinata Gabriella, por favor ya puede pasar con el médico, por favor permítame guardarle la maleta y su chaleco — le dice la enfermera a la chica y toma sus cosas, la hace pasar

— Buenos días Gaby, bueno toma asiento y dime que molestia has tenido en este último tiempo — le mira con mucha calma

— Hola doctor, bueno he sentido mucha molestia a los lados de mi cuello, la verdad es muy incómodo y pues me preocupa, por suerte esta será mi última defensa — le revela de manera muy preocupada

— Eso es preocupante déjame revisarte— se levanta de su asiento, se acerca a la chica coloca sus manos en el cuello y empieza a revisar — se siente muy tenso Gaby, tendrás que usar el aparato de la vez pasada, sé que es fastidioso, pero lo harás, además usaras unos parches para calmar y unas inyecciones — se vuelve a sentar y se pone hacer las recetas

— Pero ¿podre practicar? — mira al médico con cierta preocupación — la verdad es que debo entrenar mucho, debido a que la oponente es fuerte y pues no quiero fallar—

— Puedes entrenar, pero no sobre-exigirte, si lo haces te corres el riesgo de lastimarte mucho más, entonces espero que sigas todo al pie de la letra — le da las recetas y una patente medico con indicaciones — espero que mejores y nos veremos después —

— Gracias doctor, seguiré las instrucciones, pase buen día— hace la reverencia y sale, toma sus cosas, camina a la salida del hospital, sin darse cuenta que es vista por alguien

Mientras tanto en la casa, todo estaba calmado, Ema prefirió estar en su cuarto jugando con su consola, los demás se fueron a sus trabajos o se quedaron en casa como Hiraku y Kaname, ambos se fueron al balcón un rato a charlar.

— Sabes que descubrí, Hiraku-niisan...— dice de la nada el monje viendo el paisaje tranquilamente

— ¿Qué descubriste Kana-nii? — se mueve un poco para poder observar a su hermano mayor un momento, al verle pensativo, sonríe

— Ayer seguí a Gaby-chan, a su entrenamiento... fue muy interesante verla, se toma muy enserio su entrenamiento, su entrenador es un poco más alto que ella, pero lo curioso de todo, es que parece que él, se ha fijado en ella, ayer la hizo sonrojar — revela tranquilamente pensando en ese momento

— ¿Q-qué? — queda sorprendido por lo revelado, pensando en la competencia que iban a tener todos en la casa — no me extraña...ella es muy hermosa después de todo, puede llamar la atención de cualquiera, ya sea mayor o menor que ella—

— En eso tienes mucha razón, pero mi pregunta en realidad es... ¿Qué le has hecho? Porque ella cada vez que te ve, te quiere como matar — le mira con mucha seriedad al peli-naranja

— La bese... eso fue lo que paso, la verdad no me arrepiento, me gusta como besa, pero al final me dio una buena cachetada, pega fuerte, pero daría lo que fuera por volverla a besa — responde encendiendo un cigarro con toda tranquilidad

— ¿Que esperabas que te volviera a besar? — se ríe y le mira seriamente — Hiraku-nii-san...lamento informarte que ella me gusta mucho, ya lo de imouto-chan se me paso... realmente la veo como lo que es mi hermana menor — le dice mirándole directamente a los ojos

— Eso esperaba, pero ya vez que no — ríe y se pone serio — ya sabía yo que algo te traías, ella también me gusta Kana-nii, no eres el único que se a fijo en ella, no la tendrás fácil — también le mira directamente a los ojos

Mientras eso ocurría en el balcón, Ema decide salir de su cuarto e ir a la cocina a buscar algo de beber, sin darse cuenta de lo mucho que pasa su querida ardilla iba en su hombro como siempre.

— La otra Chi-chan se veía tranquila, creo que lo de anoche le sirvió mucho, no crees Chi? — comenta la ardilla un poco más tranquila

— Sí tienes razón, aunque Fuuto-kun, arruino ese buen ambiente en la mañana, pero aun así estoy más relajada de que ella lo este, es por su salud emocional — llega a la cocina, toma el jugo y se sirve

— En eso coincido contigo Chi, lo principal es que ella este muy tranquila, ya falta poco para su cumpleaños y su última defensa por el título — recordó la ardilla de manera muy alegre

— Eso es cierto, su cumpleaños está cerca... ¿Qué le podemos hacer? — se pone pensativa y siente que alguien le tapas los ojos

— ¿Adivina quién soy? — dice el hombre con voz juguetona y ve que la ardilla trata de morderle

— E-eres Tsubaki-san — contesta la chica librándose del peli-blanco y agarra a su ardilla — oh y también está con Azuza-san — respira calmadamente viendo a los gemelos

— Perdona a Tsubaki, no quiso asustarte, pero ¿en qué andas? — pregunta por curiosidad el de lentes

— Es cierto hermanita, te veo muy pensativa, acaso... ¿piensas en mí? — sonríe al ver el sonrojo de la castaña y la ve negar — eso duele — hace un mohín

— Lo que pasa es que mi prima dentro de unos días cumplirá años, pues no sé que hacerle ese día— mira a los dos — sus amigos siempre hacen fiesta sorpresa y esas cosas, pero yo quería hacerle algo aquí en familia —

— Oh vaya y claro que lo haremos, solo que no digamos nada para ir planeando poco a poco que se le puede hacer ese día — comenta Ukyo entrando a la sala

— Eso es muy cierto Chi-chan, todos podemos organizar algo bonito aquí, además así se sentirá mas parte de la familia ¿no crees? — sonríe el peluquero de la familia de forma amable

— Gracias de verdad, es que bueno son sus dieciocho años y pues como no estará con su papá y su hermano, se sentirá feliz — sonríe emocionada y se va a su cuarto

Mientras los hermanos trataban de organizar el cumpleaños, Gabriella había llegado hace rato a su entrenamiento, le explico a su entrenador lo dicho por el médico y este le entendió a la perfección, le mando a cambiarse, para luego empezar la rutina, en ese mismo lugar entro Natsume, la ver la pelinegra interrumpe lo que hace para verle en acción.

— Te informo la lucha será: sin descalificación, conteo en cualquier parte y nadie puede intervenir, debes tener cuidado con lo que vayas a utilizar ese día, ganes o pierdas estoy orgulloso de ser tu entrenador — le dice el chico mirándola a los ojos y ve la emoción en ella

— Taro... uff esto va hacer duro, digo no es la primera vez que defiendo el título de esa manera, pero es que es la última, no quiero fallar... y pues gracias por ser mi entrenador y soportar todas mis loqueras — le sigue mirando y luego le da un abrazo, sin saber que era vista, se separa

— Loquera justificadas, pero bueno no voy a exigirte tanto por la molestia que tienes, pero ahora dame una buena patada, o sea derribame... Claro...si puedes — le sonríe de manera burlona

La chica solo se limita a mirarle de mala manera, se pone en posición y empieza a mandarle una secuencia de golpes, este trata de derribarla, la otra no se deja, en un descuido la chica aprovecha y le da una fuerte patada en el pecho tumbándolo.

— ¿A que no podía verdad? — sonríe satisfecha viendo como su entrenador se levanta del piso del ring — bueno mira la hora que es... se me ha pasado el día — dice mirando su reloj

— Son las nueve de la noche, no es tan tarde, igual te voy a llevar a tu casa, vamos vete a vestir que yo haré lo mismo — le mira fijamente y luego sonríe al verle sonrojada

— C-claro... tratare de no demorar — se baja del ring rápidamente y se va a las duchas — ¿Qué demonios me pasa...porque me sonrojo con él se susurra para sí misma sin saber que su amiga le escucha

— Sera porque te gusta, aunque sea un poco — le responde su amiga y se ríe al ver la cara — porque déjame decirte, él si gusta de ti — entra a la ducha

— Chise, pero cómo es posible eso... o sea soy menor que el por unos años— entra a la ducha de al lado — además ¿Cómo sabes que él gusta de mí? — pregunta nerviosa

— Lo oí decírselo a Kisuke, en realidad a él no le importa que seas menor que él, además ni que fuera tanta la diferencia, por eso te mira diferente, se preocupa por ti y pues es cómico, pero le tiene celos a tu mejor amigo — se ríe la chica recordando algunas cosas

— Ahora entiendo muchas cosas, pero no creo que funcione, o no sé, hay no la verdad no quiero que haya problemas por mi culpa — al rato sale con una toalla puesta

— Tranquila no estás sola, cualquier cosa le damos una paliza y listo, además no creo que Taro-kun te haga algo malo, no es ese tipo de chico— responde la peli-roja

— Tienes razón, pues amanecerá y veremos que pasara — se viste con rapidez, se alisa su cabello, se pone los parches necesarios en su cuello — nos vemos en la escuela Chise, cuídate mucho — se despide y llega a donde su entrenador

— Vamos te dejare en tu casa salva y sana — sonríe y camina con la chica al carro — Gaby... ¿tú tienes novio? — le pregunta de la nada y nota la mirada ella en su persona

— La verdad es que no, no tengo y tú muy bien sabes porque, pero porque me haces esa pregunta — le mira fijamente y nota que el chico se acerca más a ella

— Es que bueno...yo no puedo ocultarlo más... tú a mí me gustas mucho Gaby, la verdad sé que no debería, pero no lo pude evitar y bueno...— se acercó mucho más y le da un beso suave a la chica, luego se separa —lo siento quería hacerlo hace rato—

— Se puede saber ¿que estaban haciendo? — sale una voz de la nada, era Natsume quien se presentaba ante ellos dos

— No paso nada, solo que estábamos hablando sobre la molestia que cargo en el cuello — respondió la chica de inmediato mirando a los hombres — además él pensaba llevarme a la casa—

— Pues no es necesario, yo te llevaré a casa debido que tengo que ir y pues se hará más fácil — mira seriamente al chico y luego ve a la pelinegra

— Claro no hay problema, yo siempre la llevo porque es mi responsabilidad el que ella este bien, me preocupa que su cuello le moleste, Gaby sigue las instrucciones y mañana seguimos — se despide, se monta a su auto y se va

— Natsume-san, ¿nos podemos ir ya? — le mira tranquilamente — es que en verdad tengo hambre y estoy muy cansada con todo lo que me toco hacer en el día de hoy —

— Claro que sí, vamos — le conduce a su auto y luego le abre la puerta — entra por favor, está haciendo mucho frío y te puedes resfriar— la ve entrar y luego se sube y arranca

En todo el camino el silencio se hace presente y profundo, mientras Natsume trata de descifrar que había ocurrido cuando llego, a donde ellos dos, mientras que Gaby estaba muy pensativa con la declaración que hizo su entrenado y adicional el beso, se sonrojo y rogaba llegar a la casa, cuando llega cena y se va a su habitación a dormir. Dejando a todos sorprendidos y Natsume se imaginaba la escena que pudo a ver pasado antes de que llegara.