Omnisciente

Conocernos también implica conocer nuestras limitaciones, para no pretender imitar o ser alguien que no somos.

¿Realmente estás seguro de conocerte?

¿Eres feliz?

Zayn estaba más que seguro de no ser feliz, tal vez su vida podría ser buena si su padre no estuviese todo el malito día recordándole que no es lo que quiere o bien tratando de convencerlo (que más bien parecía forzar) de hacer las cosas que trajera más dinero para la familia, Zayn de vez en cuando pensaba que aceptar era una buena manera de ayudar a su padre, de ser lo que él quiere y de que por sólo un tiempo le dijera que hizo una cosa buena.

Antes de que todo el tema de su orientación sexual llegase a ser tema de importancia entre su familia él estaba cien por ciento seguro de querer ser igual de su padre, de imitarlo y sin importar las cosas hacer lo mismo que su mayor hacia.

Las cosas cambian, los humanos cambian.

Antes de amar algo conócelo.

Tanta razón tienen esas palabras, Zayn amaba a su padre, lo amaba tanto y aunque las cosas pasen sabe que en algún lugar existe un poco de amor aún por ese hombre.

Entonces al dejar de lado el ejemplo de su padre ¿qué podía hacer? Se sentía extraño, sentía no conocerse, no saber quién es y estar en problemas...y aunque meses han pasado de eso su cabeza no lo procesa, Zayn siente que no se conoce.

¿Cómo se resuelve esto?

Nada, absolutamente nada se le venía a la cabeza como una respuesta.

Mierda.

Así que al no encontrar respuesta Zayn se levantó de su cómoda cama, tomó su chaqueta negra de cuero, puso sus botines y salió de casa, el día martes transcurría tranquilo, hace apenas unas horas sus clases habían concluido, así que tenía un poco de tiempo libre antes de tener que ir a trabajar.

Zayn sonrió recordando su tiempo de descanso en la preparatoria, esa mañana (pues su receso era a una temprana hora) Liam había llegado con una reluciente sonrisa, pero inesperadamente de un momento a otro sus labios se juntaron, Zayn estaba seguro de amar el sabor de los labios de Liam.

Una adictiva droga.

Un sabor mágico.

Una textura suave.

Un delirante deseo por besar.

Zayn salió de casa cerrando la puerta con una gran sonrisa dibujada en su sonrojado rostro.
Oh, Liam, si supieras que sonrío para ti.

Montó en su motocicleta para comenzar a manejar a una velocidad casi mínima, teniendo como objetivo un pequeño parque cerca de su preparatoria, de vez en cuando su cabeza solía llenarse de basura que le resultaba innecesaria, así que la mejor forma de sacar esa jodida mierda de su mente era pasar un buen rato en silencio, observando el cielo mientras se recostaba en el pasto y sus auriculares estaban en sus orejas conectados de su celular reproduciendo un poco de su música favorita a todo volumen.

Un escape de la realidad que le era necesario.

Aceleró observando que sólo quedaban tres horas para que su turno de trabajo comenzara, y es que realmente necesitaba una buena cantidad de tiempo en ese parque para dejar un poco atrás todos sus problemas.
Sería una mejor idea llegar temprano para poder sacar todo lo que su interior llevaba guardando por varias semanas.
Llegando a su lugar de destino aparcó su motocicleta en un estacionamiento especial para estas, puso un candado en ella para evitar robos y comenzó su caminata hacia el lugar con el verde pasto.

Una gran sorpresa se llevó cuando de un automóvil negro bajó un castaño de una estatura más baja que la suya por unos cuantos centímetros, Liam caminaba justo a donde él tenía por destino, sonrío cuando lo observó sentarse en un viejo columpio de madera que colgaba de un gran árbol con bonitas flores moradas que lo adornaban.
Definitivamente Liam sentado en ese columpio bajo el árbol de color hipnotizador es una imagen digna de retrato para un museo famoso.

Zayn caminó de manera lenta observando a los lejos conos los brillantes ojos cafés de Liam se cerraban lentamente mientras que recargaba su cabeza en la vieja cuerda que sostenía el columpio.

Y Liam sólo quería respirar, quería sentir por un momento que no tenía que fingir frente a sus padres, quería decirles que la imagen de niño bueno que seguía manteniendo a sus ojos era solo una mentira, sólo fingía, todo por tener a su madre feliz, sólo para que ella pudiese presumir de su "Magnífico hijo" ese que no es para nada lo que él verdadero Liam Payne es.
Sin preguntar tomó las llaves de cualquier automóvil de su padre, subió a este y comenzó su viaje hacia el viejo parque, su lugar de escape, ese lugar que le permitía respirar de una mejor manera.

Ese lugar que era muchísimo más cómodo que su casa.

Su cuerpo tembló cuando unos fuertes brazos lo rodearon, un aroma exquisito entró a sus fosas nasales haciéndolo suspirar y por unos pequeños segundos cerrar sus ojos con fuerza queriendo recordar ese embriagante aroma por mucho tiempo.

__Liam Payne ¿Qué haces aquí?__Zayn preguntó al castaño quien seguía sentado en aquel columpio con su espalda recargada en el pecho del primero quien lo abrazaba recargando su mentón en su hombro.

__Lo mismo me pregunto, Zayn__sin importar qué tal vez alguien los pudiese ver ambos seguían en aquella posición que definitivamente hacía el cuerpo de ambos temblar.

__Oh, sólo vengo a pensar, a distraerme.

__También vengo a eso...

la plática comenzó de manera rápida, ambos platicando de cosas triviales, no dejando morir la conversación para no verse dentro de un silencio incómodo, Zayn contaba sobre su amor por las motos, su pasión por cantar y su disfrute del baile; mientras que Liam relataba pequeñas historias cómicas que en su infancia pasaron.

Los minutos en la posición cansando a ambos chicos obligándolos a recostarse sobre el pasto, aún sumergidos en su interesante plática.

El tiempo en compañía del otro podía pasar realmente rápido.
Quizás tan rápido que cuando Zayn revisó la hora en su teléfono era demasiado tarde para asistir a trabajar y dar una excusa creíble para su retardo.

__¿Tienes que irte?__Liam cuestionó haciendo un puchero involuntario, su carnoso labio inferior abultándose dando así a su rostro un aspecto demasiado adorable.

__Creo...creo que no__¿De qué servía ir ahora? Sólo quedaban treinta minutos para que su horario de trabajo llegase a su fin, así que mejor no ir, después daría una explicación (que claramente sería mentira) para justificar la falta.

El cielo estrellado era observado por los dos chicos, el menor de ellos con su cabeza recostada sobre el pecho del pelinegro, respirando tranquilo el aroma del masculino perfume que invadía el aire.
El celular de Liam comenzó a sonar sacándolos de cualquier burbuja de concentración donde se encontraban anteriormente, sin muchas ganas lo sacó de su bolsillo del pantalón para llevarlo a su oreja.

__LIAM PAYNE ¿Dónde estás?__el grito de su madre retumbó en sus oídos, juraría que lo podía dejar sordo.

__Madre, estoy con Niall ¿qué pasa?__Zayn se sintió un poco mal al escuchar eso.

__Es tardísimo, te quiero en casa en media hora__el pitido que anuncia el final de una llamada fue lo siguiente en escucharse.

__Ahora si tengo que irme__declaró el castaño frunciendo el ceño, no quería irse, se sentía cómodo sobre el pecho de Zayn observando las estrellas.

__Bueno, también tengo que irme__ambos se incorporaron dedicándose una mirada cómplice después de sacudir los restos de polvo y pasto que su pantalón portaba, y después de un tímido beso que Liam depositó en la mejilla de Zayn ambos comenzaron su camino hacia sus medios de transporte.

__ZAYN__Liam gritó comenzando a correr hacia el nombrado, cuándo estuvo frente a él plantó un beso un poco duradero, observó el rostro del pelinegro por unos segundos y después de dejar un casto beso corrió nuevamente hacia su auto para sin voltear encenderlo y emprender su viaje de regreso a casa.

Y Zayn sólo quedó confundido tocando su labio inferior que anteriormente fue mordido por Liam.

Malditamente que ellos tenían que ser algo más.

Rápido.