La casa del lago

La vida es efímera, lo sabe; tan corta que no puede casi respirar, su corazón quiere apresurarse en cada latido pero lo escucha bombardear muy quedamente. Se está disipando en la oscuridad que envuelve a sus pupilas, su orbe se desvanece, su brillo se opaca.

Aahh, tal vez sea que su ánima atormentada por los misterios de aquella inhóspita casa, inició un viaje allí donde la parca le espera. ¿Se está muriendo?

No, no puede ser. Debe escapar por aquellos que se sacrificaron por salvarlo; pero, qué puede hacer cuando la tiene defrente mirándole con sus huecos ojos, apuntándole con el filo de su guadaña sedienta, extendiéndole su mano que perdió por la eternidad la carne y la piel que se adhería a los huesos. ¿Este es su fin, o un nuevo comienzo?

Su nombre es Kim Tae Hyung y en una esquina de aquel ático oscuro, dentro de la casa donde una vez vivió, esa que quedaba cerca del lago donde debió haber muerto cuando niño, se revelará su historia, antes de que ella, la muerte, lo tenga para siempre.