Capítulo 8.
Al día siguiente.
Era otro día para la familia Harper.
El día anterior fue bastante agitado, sobretodo para Ricky, quién hizo lo posible para que sus hermanos no se le acercarán a su nueva amiga... pero terminó fracasando.
Esperaba que hoy fuera distinto, pues tenía trabajo importante como vigilante del pasillo.
Hablando de eso...
—¡Alto ahí!—detuvo al chico que estaba corriendo justo en frente de él... su hermano. Escribió algo en su libreta y le dio la nota—. Toma, dáselo al director.
—Vamos, Ricky, déjalo pasar por esta vez. Por mí. —intentó convencerlo con una sonrisa. Pero era algo que no iba a funcionar, mucho menos cuando se trata de su hermano, quién era bastante estricto respecto a su trabajo como vigilante.
—Ya hemos pasamos por esto Dicky, así que evitemos todo el drama. Ve a la dirección y dáselo al director. —le ordenó dándole unas palmadas en la espalda. Giró dispuesto a retirarse pero el comentario de su hermano lo hizo detenerse.
—Y luego porque dicen que no eres genial...—dijo molesto mirando la nota que él le entrego. Estando a punto de irse el rubio lo detuvo.
« Dije que nada de drama... »
—¿Qué? ¿de qué hablas?...
—Oh, ya sabes.
—No, no lo sé. —negó con el celo fruncido.
—Acerca de que eres muy estricto con eso de las notas. —señaló la que él le dio hace unos segundos.
—Es porque es mi trabajo. De no ser por mí todos estarían corriendo en los pasillos, faltando a clases, tirando basura y muchas cosas más. En lugar de quejarse deberían agradecerme de que acepte tal martirio...
—Tampoco exageres. —rodeó los ojos—. No estoy diciendo que sea malo que cumplas con tu trabajo, pero no seas tan severo, diviértete un poco. —del bolsillo de su pantalón sacó unos lentes de sol—. Ten. —se los ofreció.
—No, no de nuevo. —los alejó—. Recuerda lo que sucedió...
—¿Cómo lo voy a olvidar si no dejes de mencionarlo?—preguntó a lo que él rubio fue quien esta vez rodeó los ojos—. Y tranquilo, ésta vez será diferente. —le volvió a ofrecer los lentes de sol.
—¿Enserio? ¿y porqué?—cuestionó tomándolos dudoso.
—Porque ésta vez no estaré contigo. —dicho eso huyó del lugar corriendo.
« Tal vez Dicky tenía razón, no debería ser tan estricto... Un momento, ¿le estoy dando la razón a Dicky? ¿A DICKY?... »
Lo buscó con la mirada a su alrededor. No notó cuando se fue.
« o me dijo todo eso para huir del castigo... eso tendría más sentido, sí »
Se puso los lentes de sol.
—Le demostraré quién es el no genial... ¿o era estricto? No recuerdo...
[...]
Dirección.
Ricky entró a la dirección, justo hasta la oficina del director, arrastrando a Dicky luego de encontrarlo tomando agua en un bebedero.
—Encontré a este... malhechor, corriendo en los pasillos señor director. Intento escapar de mí pero nadie escapa del mejor vigilante del pasillo del mundo. —se cruzó de brazos con una sonrisa.
—A esto me refería con no ser genial...—murmuró su hermano molesto—. Y que bajo has caído como para atrapar a un hombre que solamente hizo una pausa para beber agua.
—Harper, ¿esos son lentes de sol bajo techo?—preguntó el director levantándose de su asiento.
—Ah... sí, señor.
—... ¡Que bien, porque me encantan!—dijo con una sonrisa—. Cómo sea, gracias por su servicio vigilante del pasillo... Ricky.
—¿Porqué hizo una pausa?—preguntó Dicky.
—¡Porque sí!—respondió con una mirada molesta—. Ricky, puedes retirarte, yo me encargaré de darle el castigo a tu hermano.
Dicky bufó mirando mal al rubio.
—Gracias, señor. —contestó sin quitar su sonrisa. Estaba a punto de irse pero el mayor lo detuvo.
—Espera, Ricky... ¿podrías prestarme tus lentes?
—Ah, claro. —asintió al mismo tiempo que se los quitaba para entregárselos al director. Él con emoción se los puso.
—Ahora soy genial~...—canturreó.
—¿Podría darme mi castigo ya, por favor?—pidió Dicky incómodo por la situación.
Ricky rió en silencio y sin más salió de la oficina, y de la misma dirección.
Al salir, un chico se encontraban corriendo a su dirección, Tampoco se percató de que alguien pasaba justo detrás de él. Por lo que ambos chocaron, eso también afecto a la tercera persona, quién cayó junto a ellos.
Ambos chicos se levantaron.
—¡Es todo! ¡¿qué nadie puede caminar por los pasillos sin tener la necesidad de correr?!—gritó molesto mientras lo escribía en su libreta, le entregó la nota al chico.
—No eres genial, Ricky. —se quejó aquél chico.
—¡Tú tampoco, Dooley!—respondió molesto.
—Wow, tranquilo hermano...—se alejó de él para entrar a la dirección.
Suspiró frustrado. Volteó dispuesto a irse, ahí se dio en cuenta que una persona cayó al suelo junto con ellos.
—¡______, no te vi! ¿estás bien?—preguntó acercándose a ella preocupado.
—Sip, no sé si sepas pero me encantaaa estar recostada en el suelo. —rió ante su propio broma. Ricky sonrió al ver que estaba bien. La ayudó a levantarse—. Vaya, ser vigilante del pasillo no es un trabajo sencillo, ¿verdad?
—No, pero... es un peso que estoy dispuesto a soportar.
Ella rió ante su chiste, cosa que alegro a Ricky de una forma inexplicable.
—Cambiando de tema... me di cuenta que ayer te molesto que tus hermanos estudiarán junto a nosotros.
Él la miró sorprendido.
—¿Enserio? ¿cómo?
—Se notaba en tu mirada. —respondió con gracia—. Lo lamento, no sabía que te molestaba.
—Está bien, no te disculpes, ______. El hecho de que no soporte a mis hermanos no significa que no puedas pasar tiempo con ellos.
—Pero, tú te ofreciste ayudarme a estudiar y yo, cómo siempre, me distraje con otras cosas...
—Hey, ¿qué te parece si la próxima vez estudiamos en la biblioteca? No habrá más que silencio. El lugar indicado para estudiar.
—¿Eso significa que... habrá una próxima vez?—preguntó con una sonrisa.
—Mientras no te distraigas con otros libros, supongo que sí. —dijo divertido. Ella volvió a reír.
—Entonces no tienes nada de que preocuparte. —respondió a lo que ambos rieron.
Después de eso hubo un pequeño silencio, pero no era uno incómodo, si no uno bastante cómodo.
Él la miró, ella miraba hacia alguna parte en el suelo.
« ¿Cómo no note lo linda que es ______ antes? »
Sus mejillas se pusieron levemente rosas al pensar en eso. Negó alejando esos pensamientos de su cabeza.
—Oye, ______. —la llamó a lo que ella volteó a verlo—. Si no tienes nada qué hacer... ¿te gustaría ayudarme con el trabajo de vigilante del pasillo?
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