Al día siguiente.

Mack después de cepillarse los dientes bajó a la sala. Donde se encontraba su mamá revisando el correo que había llegado.

—¿Todo bien?—preguntó al bajar las escaleras.

—Sí, no te preocupes. —sonrió y dejó los papeles en uno de los estantes—. Cariño, mientras lavaba tu ropa encontré esto. —le entregó un papel doblado.

Mack lo abrió: era una de las invitaciones al baile, pero había algo escrito en una de las esquinas.

"Tú + Yo = Pareja Perfecta.

¿Qué dices?

Atte: Avery"

Lo primero que se le cruzó por la mente fue un: ¿Quién es Avery?

—Parece que tienes una pretendiente. —canturreó—. Es una suerte que lo haya visto antes de lavar la ropa.

—Sí, no me di cuenta que tenía esto, jeje. —volvió a doblar el papel y lo guardó en su bolsillo.

—¿Y aceptarás la invitación de esa chica para ir al baile?—preguntó con entusiasmo.

—No, quiero ir con otra chica. —sonrió pensando en Dawn—. Además, no sé quién es Avery...

—Okey, como tú digas hijo. ¿Sabes si ______ irá al baile? No la veo desde la semana pasada y no he podido preguntárselo.

—¿Porqué quieres saberlo?

—Porque será el primer baile al que vaya, obviamente, y quiero ayudarla arreglarse junto a Melissa.

—No sé si irá, tampoco hemos hablado de eso... pero hoy se lo preguntaré por ti.

—Gracias, Mack.

[…]

Escuela.

Mack llegó con la misma sonrisa de siempre, todos lo saludaban mientras se preguntaban cómo podía verse tan alegre llegando al peor lugar para ellos.

Se aproximó hasta el casillero de su prima, donde ella se encontraba.

—¡Buenos días, ______! ¿Qué tal amaneciste?—se recargó en los casilleros de a lado con los brazos cruzados.

La (c/c) cerró el casillero con brusquedad, colocando su mochila en uno de sus hombros.

Su primo la observó con preocupación.

—¿Sucede algo...?

—Sí. —volteó a verlo—. Es Mónica.

Él abrió los ojos en grande.

Si se trataba de su madre entonces no eran buenas noticias. Se notaba por el hecho de que la muchacha no se arregló mucho ésta mañana; tenía ojeras, el cabello despeinado y su ropa desarreglada.

—¿Te llamó?

______ asintió y soltó un suspiró.

—Va a venir por mí antes de lo esperado... Una semana antes de lo planeado, un día después del baile.

Mack sintió alivió, no quería que por culpa de su madre se perdiera del baile... aunque aún no sabía si iba asistir.

—Claro, y querías pasar esa semana con los abuelos, ¿verdad?

—Sí, sabes que mamá, ¡digo! Mónica, no me dejará verlos...

Mack frunció el ceño.

—Hey, no tiene nada de malo llamarlo mamá. Es lo que es después de todo.

—No me gusta llamarla así...

—¿Qué no le prometiste a tu padre que ibas a tratar de llevarte bien con ella?—cuestionó con una cara de regaño.

—Sí, pero... ¡simplemente no puedo! No sé porque es así con ella...

—Él es una buena persona que solo quiere que te lleves bien con tu madre. Intentalo por él, ¿si?

—No puedo, Mack. No me puedes pedir que ignoré lo mal que me ha tratado toda mi vida a mí y a mi papá. Enserio lo intento, por él, pero si ella tampoco pone de su parte entonces veo la situación bastante difícil. —se cruzó de brazos.

—... Sí, tienes razón. No te puedo pedir eso. Lo siento... ambas necesitan ayuda para solucionar sus problemas.

—Si te refieres a ir a terapia te aviso que no se va a poder, ella jamás aceptaría a ir algo así. Créeme, muchos ya se lo han propuesto.

—Entonces tendré que entrar al juego yo...

—Mack, solo... ignoremos esto y por favor dime algo que me alegre el día... por favor. —junto las manos suplicante.

—Ah... no lo sé, ¿¡irás al baile!?—casi grito.

—¿Al baile...? No lo sé, jamás he ido a uno.

—Con más razón para ir, ¿no crees?—sonrió.

—¡Basta! sabes que no me resisto a tu sonrisa... Si te soy sincera, si quisiera ir.

—¿Cuál es el problema entonces?

—Me da algo de miedo... no sé, no quiero que suceda lo mismo que en las películas.

—Te aseguro a que nadie va a cantar, dar un discurso de porqué hay que aceptarnos a nosotros mismo, ni va a asesinar a nadie.

—¿Y qué hay lo de "rey y reina"?

—Creo que no estás subestimando... Nosotros no hacemos esos bobos concursos de popularidad... al menos ya no.

—Ya veo. —ríe—. Eso elimina una de mis inquietudes. Lo siguiente será mis problemas de autoestima, que tienen que ver con conseguir pareja. Pero eso ya es habitual. Como sea, ¿porqué preguntas?

—Mi mamá me pidió que te preguntará. En el dado caso de que vayas ella, junto a la tía Melissa, te ayudaran para esa deslumbrante noche.

—Me lo imagino... pero aún tengo que pensarlo. —hizo una mueca.

—Sin presiones pero... me gustaría que fueras. Sería más divertido contigo.

______ sonrió con ternura ante esto.

—Ay Mack, ¿qué hice para merecerte? Si fueras mejor en los videojuegos serías el primo perfecto. —rió de nuevo.

—Sí, jaja... espera, ¿qué?

—Nada, no te preocupes. —dejó de reír—. ¿Algo más qué quieras preguntarme?

—Eh... —pensó—. No sería preguntar si no mostrarte algo. —sacó de su bolsillo el papel doblado que su madre le dio esta mañana y se lo mostró.

—¿Qué... demonios?—preguntó con confusión al ver lo que decía.

En cuanto leyó "Avery" abrió los ojos en grande.

¿No era esa chica con la que intentó hablar el otro día?

Sí, por supuesto que lo era.

—No sé quién es Avery ni como puso eso en mi ropa. Mi mamá lo encontró antes de lavar y me lo dio. —explicó—. ¿De casualidad sabes quién es?

—Ah... sí sé quién es pero de prima a primo te aconsejo no ir al baile con ella. No es del tipo agradable que digamos.

—Tranquila, igual no iba a ir al baile con ella. —guardó el papel luego de doblarlo con una sonrisa divertida—. Iré con alguien más, claro, cuando ella se ánime a preguntármelo.

—¿De qué hablas?—preguntó con el ceño fruncido—. ¿Quién será la afortunada que irá contigo al baile?

—Te lo diré si tú me dices si tienes a alguien en mente para ir al baile. Así es justo.

—Okey. —suspiró—. Como quieras.

« Si no dices el nombre de Dawn no habrá valido la pena »

—De acuerdo, digámoslo a las tres. —ella asintió—. Una... dos... ¡tres! ¡Es Dawn!

—¡Ricky!

Dijeron al mismo tiempo.

Mack miró con asombró a su prima, mientras que ella lo observaba con entusiasmo.

—¡Sí, genial! Ella va estar muy feliz. —sonrió al imaginarla así.

Dawn fue su primera amiga aquí y solo quería que fuese feliz después de todo.

Su felicidad disminuyó al observar a Mack, quién la miraba con el ceño fruncido.

—Así que... Ricky.

La vergüenza de pronto invadió su cuerpo.

Cierto.

Al menos había valido la pena.