Lunes.

—Vamos, ______, tú puedes. —la ánimo Nicky. 

—No lo sé, ¿estás seguro de qué es una buena idea?—preguntó temerosa.

—¡Por supuesto! Si tienes problemas solo usa las notas que te di. Ahora ve, te irá genial, ya lo verás.

—Eso espero... —dijo no muy convencida. Guardó las notas que le dio en uno de los bolsillos de sj suéter.

—¡Por todo, tigresa!—le dio un pequeño empujón para que fuera con esas chicas.

¿Recuerdan esa vez que Nicky le dijo a ______ que podía ayudarla a hacer amigos? Pues eso estaba sucediendo ahora.

Y vaya que fue difícil para Nicky que intentará acercarse para charlar con unas chicas de su clase de literatura. Todo lo que pasará a continuación sería por ______.

Él observó como se acercó lentamente a esas tres chicas.

—H-Hola. —habló al estar frente a ellas.

—... Ah, hola. —respondió una con confusión—. ¿Se te ofrece algo?

Ella tragó saliva nerviosa.

—Estamos juntas en clase de literatura, ¿m-me recuerdan?...

—¡Oh sí!—exclamó otra de ellas—. Eres la chica que siempre llega tarde, ¿verdad?—preguntó con diversión.

______ asintió con vergüenza.

—Claaaro, ahora te recuerdo. Cómo sea, ¿y necesitas algo o... qué?—preguntó con la ceja levantada.

—Ah...

No quería entrar en pánico... ¡Pero no sabía que decir!

Sería muy raro preguntarles si quieren ser sus amigas... ¿no?

« ¡Usa las notas! »

Gritó el de cabellera negra en su mente.

Y sus deseos fueron concedidos, porque ella sacó las notas.

—Un gusto, soy ______ Harrison, tengo 13 años y disfruto de los días lluviosos, de las series de fantasía, y de escuchar a los demás contar sus problemas personales...—leyó.

Las tres chicas la miraron con el ceño fruncido, mientras que Nicky celebraba en silencio.

Ea decir, ¿quién no querría ser amigo de alguien así?

—... Ahm, ¿porqué lees todo eso de una nota? Es muy raro.

—¿Acaso necesitas eso para poder hablar con otras personas?

—Ah...—y ese balbuceo volvió.

« SÍ »

Pensó.

—Que tierna eres. Sigue practicando, algún día lo harás bien. —dijo con burla. Ella y sus amigas se levantaron de las escaleras, donde estaban sentadas, y se fueron dejando a la chica más avergonzada que antes.

Nicky se acercó a ella.

—Enserio lo siento ______, todo es mi culpa, no debí darte esas notas.

—No te sientas mal, Nicky, solo querías ayudarme después de todo. —le dio las notas—. Pero tienen razón, nunca podré hacer amigos si necesito algo que leer para hablar con las personas. —se sentó en las escaleras. El muchacho imitó su acción.

—No lo entiendo, ¿porqué te da miedo hablar con las personas?

—Nunca he sido buena conversando con la gente, me quedó sin temas de conversación muy rápido. —encogió sus hombros y se recargó en la pared.

—Pero cuando hablas conmigo y mis hermanos no sucede eso. ¿Cuál es la diferencia?

—Que a ustedes ya los conozco.

—En un principio no, obviamente, y aún así fuiste capaz de hablarnos como si nada.

—Sí, pero en ese entonces fue lo del... ya sabes, beso, —se sonrojó levemente—. y hablar con ustedes ya no me daba tanta vergüenza, sobretodo con Ricky. Todo sucedió de una manera natural... aunque no quería ir a su casa con Dawn. —murmuró.

—¿Qué?

—Digo, ¡que tengo hambre!—se levantó y miró a su amigo—. ¿Quieres ir por algo de comer?

—¿Ah? ¿qué no vamos a seguir intentado que hagas amigos?—preguntó levantándose también.

—¿Qué no viste el fiasco de hace un momento? ¿qué te hace creer qué esta vez va a funcionar? Lo volveré arruinar... —bajó la mirada. Se sobresalto al sentir a Nicky tomando sus mejillas para acercarla a él.

—______, eres una chica triste, solitaria y extraña, pero haremos que consigas amigos. Porque no hay nada más fuerte que el poder de...

—¿La amistad?

—Nicky. —la corrigió y se alejó de ella—. ¡Por la victoria!—exclamó y subió por las escaleras.

—Supongo... que debo seguirlo, sí.

[...]

—¡Debes de estar bromeando!—exclamó Dicky con enojo.

—Más bien, ¡tú debes de estar bromeando! ¡¿no te quedó claro que no debes correr por los pasillos?!—cuestionó con el ceño fruncido.

—¿Tú qué crees?

Ricky rodeó los ojos fastidiado.

—¡Solo entra de una vez!—señaló la puerta de la dirección. Dicky no tuvo más remedio que obedecer.

—Estos niños que no entienden, deberás... —habló para si mismo. Continuó su caminata por los pasillos asegurándose de que nadie estuviese rompiendo las reglas.

Este trabajo sería más sencillo, y divertido, con ______ aquí. Literal después de su "servicio" ese día algunos estudiantes le empezaron a temer.

Y aunque sus métodos eran algo... "rudos", sin duda funcionaban.

Hablando de ella, la última vez que la vio y hablo con ella fue antier, osea el sábado. Es extraño que no la haya visto en todo el día...

—¡Vamos, tomen una invitación!—gritó una voz femenina.

Con curiosidad fue a ver de quién se trataba, se encontró con Nathlee y Molly repartiendo unas hojas de color púrpura a los estudiantes que pasaban por ahí.

—¡Espero verlos a todos sin falta en el baile!

En cuanto escuchó eso se tensó un poco. Tenía que ver con el baile, por supuesto.

Se giró con el propósito de marcharse de ahí pero una de las chicas lo detuvo.

—¡Ricky, espera!—lo detuvo Nathlee—. No olvides tu invitación. —le dio una de las hojas.

—Gracias, pero no la necesito. —se la devolvió—. No me interesa esa tontería del baile.

—¿Qué dices?—cuestionó Molly acercándose a ellos—. Disculpa, pero el baile no es ninguna "tontería". Que seas un nerd que no puede conseguir pareja no te da el derecho de decir esas cosas.

—... Sí, bueno, que insulte algo que te guste tampoco te da el derecho de insultarme a mí. —dijo ofendido—. Y el que "no pueda conseguir pareja" no significa que por eso no me gusten los bailes. —agregó.

—No, pero tiene que ver, ¿verdad?—preguntó con una sonrisa burlona.

Ricky la miró molesto. Se intentó relajar, ella solo quería hacerlo enojar después de todo.

—Lo dices como si tú ya tuvieras pareja. —murmuró lo suficiente alto para que ellas lo escucharan.

—Claro que las tenemos. Yo voy a ir con Dooley. —mencionó con una sonrisa.

Cierto, él y ella eran pareja.

—Y yo iré con Nicky.

—¿Qué? ¿enserio?—cuestionó. No recordaba que Nicky les dijera que ya tenía pareja para el baile, sobretodo que fuera con Molly, la ex novia de Dicky.

—Bueno... aún no lo invito, pero obviamente irá al baile conmigo... Y así haré enojar a Dicky. —lo último lo dijo en voz baja.

—No creo que tu plan de frutos. Dicky solo piensa en...

—¿Él mismo?—preguntó con la ceja levantada.

—Exacto.

—Cómo sea, no importa lo que digas porque igualmente no tienes pareja para ir al baile. —se cruzó de brazos.

—Tú tampoco tienes pareja.

—¡Pronto la tendré!—exclamó—. Al menos ya tengo a quién invitar, no como tú.

—¿Cómo sabes qué no tengo a quién invitar al baile?—se cruzó de brazos también. 

—¿La tienes?—cuestionó Nathlee. Que por cierto, ella seguía ahí. 

Lo primero que pensó fue en la imagen de ______, cosa que inconscientemente lo hizo sonreír.

—Puede ser...