Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7

Bailey subió la escalera enfurruñada con Kevin. ¿Es que no se daba cuenta del peligro que corrían todos? Además, estaba realmente preocupada por John. No sabía dónde podía estar y provocaba en ella una gran angustia. Después de haber leído el diario de Charlotte, la necesidad de salir de allí aumentaba con cada segundo que pasaba en aquel lugar. Aunque, por otro lado, una vocecita muy molesta dentro de su cabeza le repetía constantemente que no era necesario salir de allí.

Fue revisando los distintos dormitorios hasta que llegó al último, donde vio que la puerta secreta estaba entreabierta.

-John, ¿estás aquí? – preguntó.

No hubo ninguna respuesta y, sin pensarlo, subió la escalera de piedra hasta llegar a la habitación donde había encontrado el diario. Él no estaba allí. Cuando intentó salir, se dio cuenta que no podía abrir la puerta. Golpeó la puerta y gritó, pero no parecía que nadie la oyera. La luz de la luna se filtraba por la ventana circular pero solo conseguía iluminar una parte de la estancia. El tramo de las escaleras era oscuro y provocaba tal ansiedad a Bailey que tuvo que subir e intentar aserenarse. Los espacios cerrados y pequeños nunca habían sido su fuerte. Se tranquilizó al pensar que cuando Kevin encontrara a John, ambos la buscarían y la ayudarían a salir de allí. Empezó a contar los espejos para mantener la mente ocupada pero no funcionaba. El sudor empapaba su camiseta y el ambiente era cada vez más claustrofóbico. Intentó abrir la ventana, pero no pudo. Al girarse, algo llamó su atención: debajo de un espejo había un trozo de papel doblado. Lo cogió y vio que era la letra de Charlotte. Seguramente, al sacar el diario de la cajita debió de caer. Lo desplegó y empezó a leer, cada vez más rápido.

Querido futuro inquilino:

Si has encontrado este trozo de papel, significa que has abierto el diario. Así pues, si no lo has leído o en el caso contrario si has pensado que era una broma cruel o algo por el estilo, por favor, deja que te explique lo que he descubierto. Espero que no sea demasiado tarde para ti, aunque viendo cómo actúa la casa creo que lo mejor hubiera estado que no entraras aquí.

Tiempo después de la muerte de mi padre, hice un pequeño descubrimiento sobre la persona que la construyó a partir de fragmentos de un diario que descubrí dentro de un baúl en la buhardilla. Estuve toda la noche leyéndolo hasta que me dormí. Cuando desperté, ya no estaba y solo quedaba el baúl. Si lo hubiera visto al principio de mudarnos, habría convencido a mi padre de irnos lejos. A veces pienso que siempre estuvo allí, solo que la casa no quería mostrármelo. Que tuviera la oportunidad de leerlo solo significó que ya estaba totalmente perdida.

Por lo que recuerdo, el arquitecto de esta casa fue un hombre muy avaro llamado Donovan Abramson que explotó a todos sus trabajadores para tener la casa lista en cuestión de muy pocos meses. Uno de ellos murió a causa del cansancio. Su cuerpo fue abandonado en el bosque, sin ningún miramiento hasta que el padre del fallecido entró a trabajar, escondiendo su identidad. Fue así como se enteró del trágico final de su hijo. Lo que nadie podía saber era que estaba muy ligado con la magia negra y lo aprovechó para conseguir su venganza. Una mañana dijo al resto de trabajadores que el señor había ordenado construir una buhardilla secreta que solo se accedía a través de una habitación. Él personalmente se ocupó de ella con la ayuda de tres trabajadores más, posiblemente conocedores de los planes. Por lo que pude leer, los espejos guardan secretos y son los que comunican este mundo con otro de distinto. El padre, sabiendo que Abramson pecaba por su avaricia, hizo que los espejos lo utilizaran en contra de él. Así pues, los espejos que iba consiguiendo -nunca supe de dónde- reflejaban los miedos más ocultos de las personas para inducir su muerte. Podían desfigurar la realidad, hacer ver cosas que no eran reales y provocar la paranoia. Para asegurarse de tener el mayor número de espejos posibles para conseguir un ataque más efectivo, utilizó la mujer del arquitecto, Elizabeth Abramson. Era una mujer egocéntrica y superficial que le encantaba mirarse en su espejo de mano. El padre colocó los espejos fuera de la casa, como si alguien los hubiera traído y se quedaron. Una vez que la casa estuvo finalizada, los espejos empezaron a actuar. Un año más tarde, el matrimonio desapareció sin dejar ningún rastro. Las autoridades creyeron que se habían marchado y que no lo habían comunicado a nadie y ya no se habló del asunto.

Los espejos no están solo como elementos decorativos. Quieren absorber todos los miedos y usarlos en contra de la gente. Hay preguntas sin respuesta como por ejemplo si descubrieron la buhardilla, por qué aún se mantuvieron más espejos en esta habitación o quién escribió el diario. Lo que también he descubierto es que al principio solo atacaban a la gente adinerada. Supongo que ese es el motivo por el que nadie del servicio ha sufrido ninguna visión extraña. El problema es que, si la casa permanece cerrada demasiado tiempo, pierde sus "principios" y luego nadie puede estar a salvo.

Ya no puedo decir nada más. Mi momento de lucidez está desapareciendo y seguramente diría alguna cosa en beneficio de la casa.

Espero que mi diario no haya desaparecido. Espero que quién sea que esté leyendo esto, huya.

Su vida está en peligro.


Bailey bajó las escaleras corriendo y golpeó la puerta con todas sus fuerzas gritando que la ayudaran. Tenía demasiado miedo. Cada vez hacía más y más calor y se estaba mareando. De repente, las paredes empezaron a moverse, estrechándose más y más. Volvió a golpear la puerta, pero no recibía ninguna respuesta. Subió las escaleras y comprobó que allí las paredes no se estrechaban. Tranquilízate, está jugando contigo, pensó. Se produjo un brusco movimiento y las paredes volvieron a aproximarse hacia ella. Los espejos se rompieron y el pequeño espacio que no había nada empezó a alargarse hasta tener un pasadizo muy largo pero estrecho. Respiraba de forma entrecortada mientras veía que la luz de la luna se estaba oscureciendo hasta que solo quedó la luz necesaria para ver sus pies. Todo lo demás estaba oscuro. Empezó a correr teniendo la sensación que nunca llegaba al final. Con cada segundo que pasaba, lo tenía más difícil para hacer llegar oxígeno a sus pulmones. Su vista se volvió borrosa al mismo tiempo que veía una luz. Con las pocas fuerzas que le quedaban se dirigió hacia allí y la travesó. No escuchó el ruido de cristales ni tampoco la caída que realizó desde la ventana circular. Solo sintió un dolor agudo en la cabeza y otra vez fue engullida por las tinieblas.

Kevin escuchó un fuerte ruido de cristales rompiéndose al exterior. Intentó salir, pero no podía abrir la puerta. Quiso salir por alguna de las ventanas, pero estas se encontraban intactas, lucían como si fueran nuevas. Aquello no era el aspecto polvoriento que tenían horas antes, cuando se habían instalado allí. Algo parecido al miedo empezó a aparecer, pero pudo controlarse. Piensa fríamente. Se dio cuenta del arma que había sostenido todo el tiempo y un gran alivio le inundó. Efectuó varios disparos, pero pudo ver que no se habían resquebrajado. Volvió a intentarlo, pero tuvo el mismo resultado. Cogió todo lo que encontraba y lo arrojaba, pero siempre acababa rompiéndose. Incluso se pellizcó, pensando que había estado dentro de una pesadilla, pero no funcionó. Aquello era real. Tenía que haber otra salida alternativa, pero, ¿cuál?

Recorrió toda la casa buscando alguna cosa que pudiera servir de ayuda, pero estaba atrapado.

- ¿Qué es lo que quieres de mí? - gritó.

Lamentaba no haber hecho caso a Bailey en el instante que dijo que quería salir de allí. Hubiera ido mucho mejor recorrer aquellas carreteras, aunque tuvieran que mirar constantemente si venía algún coche, porque los tres estarían vivos. Sabía que él era el último que quedaba porque tenía el extraño presentimiento que aquellos cristales rotos estaban relacionados con ella.

Entró en los dormitorios y tiraba todos los espejos que encontraba a su paso. El suelo quedó repleto de trozos de cristal, marcos e incluso algunas gotitas de sangre al cortarse con un espejo. Pero no le importaba. Los que estaban en la escalera, eran los únicos que no podía tirar. Intentó romperlos con su puño, pero solo sirvió para hacerse más cortes. Al cabo de unos minutos, aunque también podrían haber sido horas, se sentó derrotado en el suelo, contemplando el estropicio que había provocado. La chimenea que horas antes daba calor, ahora estaba perdiendo parte de su luz. Algunas veces, las pocas nubes que había en el cielo, tapaban la luna y no veía casi nada.

-Has ganado. Enhorabuena. - dijo él.

Empezó a aplaudir al vacío, dando el aspecto de un hombre que se había vuelto loco. En realidad, era uno que, por una vez en su vida, había sido derrotado y no podía hacer nada para solucionarlo. Fijó la vista en un fragmento de cristal del tamaño de su mano y se vio reflejado. Fue en aquel momento donde vio su peor miedo. Detrás suyo había una figura que lo estaba mirando fijamente. Tenía una mueca burlona. Se aproximó hacia él lentamente, sabiendo que estaba demasiado asustado.

La persona que estaba viendo... era él mismo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro