-Desafortunadamente no señor, el comprador sólo quiere tratar con usted, no quiere intermediarios.

-No, yo no puedo ir en estos momentos.

-Le sugiero que lo piense son varios cientos de dólares, y los compradores no abundan en este tiempo.

-Damián al oír la cantidad, lo invadió la ambición y acepto ir a la hacienda sin poner más objeciones.

-¿Y cuando salimos?

-En una semana tengo unos asuntos que arreglar antes de salir de aquí.

-Tenga listo su equipaje para dentro de una semana, no lleve mucho equipaje no vamos a tardar mucho.

-Está bien nos vemos en la estación del tren salimos el martes a las ocho de la noche.

-Damián salió del despacho del administrador que no cabía en sí de gusto, todo le estaba saliendo a las mil maravillas y sin tener que matar a la vieja el mismo.

Ese mismo día, Samuel recibió una caja de medicamento que lo puso muy contento buscó a Carolina y le dijo

-Caro, mi amor por fin recibí la medicina que va a ayudar a tu madrina

-Samuel, ¿Por qué no me habías dicho nada?

-Porque no estaba seguro de que me mandarán la medicina y no te quería dar falsas esperanzas, pero es una medicina que puede ayudar a mejorar su salud, pero también conlleva peligro, si la medicina no le cae bien a la señora

Tiene peligro de morir por lo tanto antes de administrarle la medicina ella tiene que estar consciente del peligro sólo si ella acepta se la administraremos.

-El abogado me dijo que el próximo martes saldrán Damián y él para la hacienda que tiene mi madrina en Chiapas entonces tendremos libertad de entrar a la casa y si mi madrina acepta que le apliquemos la medicina empezaremos con el tratamiento y espero que funcione.

-Damián había probado la sangre y ya no paró, todas las noches salía a matar a una mujer, cambiaba de pueblo, con su ola de crímenes traía loca a la policía un día antes de partir, las ultimas mujeres ya no las estrangulo sólo las apuñalaba gozaba bañarse en su sangre él llegaba al climas cuando la mujer se retorcía cuando estaba perdiendo la vida, un día antes de salir a Chiapas busco su diario quería plasmar todos los acontecimientos que había vivido, pero no lo encontró, su caja no estaba en su lugar en ese momento comprendió todo Raquel había encontrado su diario, es por eso que trató de matarlo.

-Maldita, todo te salió mal tú ya te estas quemando en los apretados infiernos, y yo sigo vivo.

-No, busco la caja, intuyo que Raquel se había deshecho de la misma ya que si doña Blanca leía el contenido del diario, se le iba caer la imagen que su mamita tenía de ella, sin saber que esa caja se encontraba en la recamará de doña Blanca, al día siguiente hizo una pequeña maleta con lo más indispensable y salió hacia la estación del tren para ir a Chiapas a vender la hacienda para incrementar su fortuna, tenía planes para en cuanto recibiera su cuantiosa fortuna viajar a Suiza allí se encontraban los mejores cirujanos plásticos aunque todas las operaciones eran experimentales, pero él iba a servir de conejillo de indias, prefería eso que lucir como estaba, tenía la esperanza de volver a lucir como antes del accidente.

Cuando Porfirio lo llevó a la estación, Adán inmediatamente le aviso a Cristina.

-Señora cristina en estos momentos el señor Damián salió a la estación del tren.

-Gracias Adán, mañana mismo voy.

-Aquí la esperamos señora Cristina.

Al día siguiente llego Cristina acompañada de su esposo el doctor Samuel, entraron directamente a la alcoba de doña Blanca.

-Madrina, ya no tenga miedo Damián no se encuentra en la casa

Doña Blanca miro a Cristina con una mirada de paz, esta le preguntó

-Madrina ponga mucha atención en lo que le voy a decir.

-Sí hija te voy a poner atención pensando esto parpadeo una vez.

-Madrina hay un medicamento, que puede revertir los daños causados por su parálisis cerebral, se le tiene que poner una dosis durante nueve días es una medicina experimental ya se ha probado en algunas personas las cuales han tenido favorables resultados, pero también le quiero advertir, que si usted rechaza el medicamento le puede causar efectos secundarios hasta la muerte, es por eso que le pregunto, ¿quiere usted recibir el medicamento?

-Sí, hija quiero recibir el medicamento y que sea lo que Dios quiera tengo fe en que él me va a ayudar,  decía con el pensamiento y lo confirmaba con sus párpados 

-¿Está segura madrina?

-Sí, hija muy segura.

-Bueno madrina Samuel le va a poner la primera dosis, yo me voy a quedar a cuidarla los días que dure el tratamiento

-Gracias hija, contigo me siento segura

-Tita, tita, el niño entro como un bólido y se subió a la cama al lado de su abuelita.

-Por esta criatura, me tengo que poner bien, tengo que entregarlo a su verdadera familia, aunque me duela con toda el alma.

-Samuel preparo el medicamento, y se lo administro a doña Blanca por vía intravenosa, y se despidió para irse al hospital

-Me voy Cristina cuídate recuerda tu estado.

-Si mi amor, ve sin pendiente.

Doña Blanca al escuchar las palabras de Samuel, sintió un gusto indescriptible.

-Oh, eso quiere decir sólo una cosa, Cristinita está esperando un bebe, Dios mío regálame tiempo para poder conocer a esa criatura.

-Todos los días Samuel iba a suministrarle el tratamiento a doña Blanca, por las noches se quedaba a dormir junto a su mujer en la recamara que Cristina siempre ocupaba cuando dormía en la casa azul, quería estar cerca por si sucedía algo con el tratamiento, pero afortunadamente nada pasó, ni bien ni mal, pasaron los nueve días el tratamiento termino y doña Blanca no experimentó ninguna mejoría, Cristina estaba devastada.

-Hay Samuel ya se terminó el tratamiento y mi madrina sigue igual, tengo miedo de que llegue Damián y mi madrina quede aislada de nuevo.

-No te desesperes mi amor, no pierdas la fe, la señora no tuvo ninguna reacción negativa, sólo nos queda esperar.