Parte / 60
Capítulo dedicado a @Nyky0402
-Mamita mira la señorita Gloria te trajo tu comida, permítame que yo le de su comida, usted vaya a comer al comedor descanse un poco.
-Pero señor no puedo dejar sola a la señora.
-Y no la va a dejar, yo me quedaré con ella, vaya, vaya.
-Está bien señor en cuanto termine de comer regreso.
-Tómese su tiempo, coma tranquila yo le voy a dar de comer a mi mamita.
Doña Blanca miraba suplicante a la enfermera, pero ella no supo interpretar la mirada de la mujer.
-Por favor no te vayas, no me dejes sola con este engendro del demonio.
Pero la enfermera salió, dejándola sola con Damián.
-Me imagino que tiene hambre verdad mamita, mire que rica comida le trajeron a ver vamos ver que es, Umm, es una deliciosa ensalada, lástima que a usted no le guste, pero a mí me encanta.
-Pero se está comiendo mi comida, tengo mucha hambre.
-Pero que rica ensalada, vamos a ver que más hay.
-Umm, una deliciosa crema de champiñones.
-Pero mire nada más que rico guisado, hasta postre.
-Este maldito ya se comió toda mi comida.
-Ahora mamita, ve este fistol, tiene una puntita de veneno, todos los días voy a venir a darle su comidita y de pasada esto.
Damián le encajo el fistol en la parte alta del cuello, en el nacimiento del pelo para que nadie pudiera ver la pequeña herida.
-En doce días usted visitará a su querido hijito y a su querido esposo, ha se me olvidaba su querida cuñadita, y de paso me saluda a mi mamita, a la de verdad, porque usted es mi mamita de mentiritas, jajaja.
En eso se escucharon los pasos de la enfermera.
-Mire Gloria mi mamita se comió todo.
-Que gusto me da doña Blanca, si sigue comiendo así pronto se va a recuperar ya lo verá.
-No le creas, él se comió toda mi comida, tengo mucha hambre.
-Pero, la enfermera no podía interpretar los pensamientos de la pobre mujer, pasaron siete días en los que Damián iba a la hora de la comida y mandaba a comer a la empleada al comedor, ya a solas él se comía la comida de la mujer y le inyectaba el veneno, le golpeaba las piernas, en el estómago, hasta que la enfermera se percató de que doña Blanca estaba adelgazando y también los moretones de los golpes que le propinaba Damián lo consultó con Samuel.
-No lo entiendo doctor la señora está perdiendo mucho peso.
-¿Ella come toda su comida?
-Sí, doctor todo.
-¿Usted misma se la da?
-Bueno doctor, en realidad Carolina le da el desayuno, yo le doy la cena.
¿Y come bien?
-Si doctor dice Gloria que la señora se come todo, y es raro porque en la noche ella se come la cena como si tuviera muchas horas de no recibir alimento.
-Pues es muy raro está perdida de peso, pero en fin.
-Doctor también le quería comentar, que la señora tiene unos hematomas en todo el cuerpo.
-¿Le hacen sus ejercicio?
-Sí, doctor tres veces al día, como usted lo ordenó
-Bien vamos a revisarla.
-Pero que es esto, estos son golpes, ¿Acaso se les cayó?
-No doctor, tenemos mucho cuidado, cuando la sentamos en la silla el señor Adán y el señor Porfirio nos ayudan.
-Pues esto está muy raro.
Damián no supo de la visita de Samuel.
Esa noche, Samuel le comento a Cristina como encontró a doña Blanca
-No eso no puede ser, mañana mismo voy a ver a mi madrina.
Al día siguiente Cristina fue a ver a doña Blanca, hablo con la enfermera Gloria.
-?Gloria mi madrina se come toda su comida?
-Si señora Cristina ella no deja nada.
-¡Usted misma se la da?
-No señora su hijo Damián viene todos los días a darle su comida es tan amoroso con ella.
-¿Y usted esta presente cuando ella come?
-No señora como le digo el señor es muy buena persona mientras él le da su comida yo voy al comedor a comer, por insistencia del señor.
Cristina ya no dijo ni una palabra más fue directamente a la cocina a hablar con Adelina para averiguar a que hora no se encontraba Damián en la casa, esta le informó que todos los días salía muy temprano que estaba fuera toda la mañana, pero a la hora de la comida estaba puntual para darle de comer a doña Blanca, después comía, dormía una siesta y volvía a salir, le encargo a Adelina que les dijera a las enfermeras que las quería ver a las tres a las nueve de la mañana que la esperaran.
Al día siguiente volvió a la casa acompañada de otras tres enfermeras.
-Señoras estas enfermeras van a ocupar su lugar, está visto que ustedes no son capaces de seguir órdenes y de cuidar de un enfermo.
-Pero señora, nosotros acatamos al pie de la letra sus órdenes.
-Eso no es verdad, mi madrina tiene golpes en todo el cuerpo, si ustedes no la dejaron caer de la cama o de la silla de ruedas, una de ustedes, la golpea.
-Pero señora, eso no es verdad
-Además les dijo claramente, que ustedes tenían que alimentar a mi madrina, ¿entonces por qué Damián la alimenta?
-¿Pero señora no va a pensar que el señor Damián la maltrata?
-En estos momentos lo creo todo, es por eso que estas señoritas van a ocupar su lugar, ustedes pueden volver a trabajar en el hospital.
-Está bien señora Cristina como usted ordene.
-Cristina se encerró con doña Blanca.
-Madrina sé muy bien, que usted me escucha, usted puede mover los parpados, mire yo le voy hacer unas preguntas, usted va a mover los parados, para decir si, los mueve una sola vez, y para decir no dos veces, me entendió madrina.
-Si hija si te entendí, pregunta yo te contestare.
-Madrina, ¿Damián le da su comida?
-No, no me da mi comida él se la come.
-¿Madrina el la golpea?
-Sí, me golpea todo el cuerpo.
-Madrina ya no se preocupe la vamos a cuidar muy bien, por ahora me tengo que ir, pero tres nuevas enfermeras se van a encargar de usted.
Cristina hizo pasar a las enfermeras a la habitación.
-Señoritas esta es la enferma que tienen que cuidar muy bien, nadie debe de entrar a la habitación, sólo ustedes deben alimentarla, no dejen que el señor Damián se acerque a ella.
-Descuide señora usted escogió bien, nosotros trabajamos en un hospital de la cárcel estamos entrenadas para lidiar con los peores delincuente, y si me permite decirle una cosa, a esta señora la están envenenando.
-¿Pero que dice usted? ¿En que se basa para decir eso?
-Ay señora le acabo de decir que nosotras hemos lidiado con delincuentes peligrosísimos, muchas veces vi envenenados, el color de la piel de la señora se está grisáceo, las uñas y en el pelo, están faltos de brillo.
-Es verdad parecen muertas y el cabello está opaco y sin brillo, además esta desnutrida.
-Es por eso que quiero que me la cuiden muy bien.
-Y así lo haremos.
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