Parte/ 51
-¿Y en que te puedo ayudar?
-Una de mis contactos me dijo que vio a una mujer muy parecida al retrato hablado que nos dio la niñera del niño, la mujer estaba en un evento muy importante, quisiera que pusieras un retrato en una de tus páginas de sociales, diciendo que se busca, quizás la mujer se coló en este círculo y está planeando un golpe, porque no actuó sola tiene un cómplice.
-¿Puedo ver el retrato?
-Claro que sí, mira esta es la mujer.
-Pero si es la misma que me estafo los veinte mil pesos, hace tiempo
-¿Estás segura?
-Claro que lo estoy, nada más quítale ese color de cabello y ponle un color castaño, ponle ropa de cabaretera y es la misma, con mucho gusto te voy a ayudar jure que esa mujer no se iba a salir con la suya, a mí el que me la hace me la paga.
-Te lo voy a agradecer, espero y le echemos el guante pronto.
Al día siguiente en la sección de sociales salió el retrato hablado de Elodia (alias Raquel) con este encabezado.
Se busca esta mujer, robó a un bebe junto con un cómplice del que no se sabe nada, estén alertas se sospecha que está infiltrada en nuestra comunidad, pasando como una dama de sociedad, cualquier información favor de contactarme, en el número de teléfono que aparece al final de la página.
Damián vio el periódico en la página de sociales ahí se encontraba el retrato hablado de Raquel. tenía un gran parecido con ella.
-Maldita sea
-¿Qué pasa porque tan enojado?
-Y todavía lo preguntas, mira el periódico
-Maldita mujer.
-Te lo dije esa mujer no se va a quedar en paz hasta que te eche el guante ten mucho cuidado y cada que la vieja te invite a reuniones de sociedad, ponle un pretexto para no acompañarla, esa mujer es muy águila (lista), y no dudaría ni tantito en echarte el guante en cuanto te vea.
-Sí Damián, tendré mucho cuidado de ahora en adelante, ya no me voy a exhibir con la vieja.
-Eso espero, recuerda que están en juego tus cincuenta mil del águila.
-Ni me lo recuerdes.
Una tarde doña Blanca recibió una agradable visita, era Cristina con su prometido el doctor Samuel, era la primera vez que iba desde que Damián había regresado, ya habían pasado varios meses de eso.
-Señora, Blanca tiene una visita
-¿Una visita? Qué raro no esperaba a nadie ¿sabe usted de quién se trata?
-Sí señora, es la señorita Cristina viene acompañada del doctor Samuel.
-¡Cristina, Samuel que gusto verlos¡ vamos a la sala por favor
-Perdóneme madrina por venir sin avisar, pero me urge hablar con usted.
-Ay Cristina tú no necesitas avisar ustedes son bienvenidos cuando gusten ya saben que esta es su casa.
-Gracias madrina, solo vine a entregarle esta invitación, Samuel y yo nos vamos a casar el próximo día quince de este mes.
-Pero Cristinita sólo faltan diez días.
-Sí, madrina también le quiero pedir un favor.
-Claro que si Cristina lo que se te ofrezca, dime que necesitas.
-Quiero que usted me entregue en la iglesia usted ha sido como una segunda madre para mí.
-Será un honor hija caminar contigo a tu lado para entregarte con este honorable caballero estoy segura que él te va a ser muy feliz.
-No tiene que dudarlo madrina, Samuel ya me hace muy feliz.
En esos momentos se escuchó una voz de hombre seguida de los pasos de una mujer.
-¿Se puede mamita?
-Claro que si hijo, mira a quién tenemos aquí, Cristina vino a invitarnos a su boda.
Damián sintió un baño de agua fría, ¿Cómo que Cristina se iba a casar? no ella no podía casarse, quién podría casarse con ese adefesio, además ella tenía que estar destruida, ella no podía estar enamorada de otro hombre.
- Yo soy el amor de su vida.
-Cristina te presento a la esposa de Damián.
-Mucho gusto Cristina, ¿Te puedo llamar por tu nombre verdad?
-Claro que si, mucho gusto señora, le presento a mi futuro esposo.
-Mucho gusto Samuel Ramirez.
-Felicidades, espero que sean muy felices como lo somos Damián nuestro hijito y yo.
-Gracias por sus buenos deseos, el matrimonio es solo un requisito Cristina y yo ya somos inmensamente felices.
-Hija con mucho gusto los vamos a acompañar el día de su boda.
-Gracias madrina en la invitación está la fecha exacta y la hora, nos despedimos aún nos quedan algunas invitaciones que repartir.
-Damián casi no cruzó palabra, no concebía que Cristina se fuera a casar, él se la imaginaba llorando sufriendo por su amor perdido es por eso que no visitaba a doña Blanca no soportaba verlo al lado de otra mujer pero pasaba todo lo contrario ella se veía feliz radiante, hasta la vio bonita, por primera vez.
-Viéndolo bien no es nada fea, estoy seguro que ella no ama a ese doctorcillo, ella me ama a mí, yo he sido el amor de su vida desde que éramos unos críos, no me pudo haber olvidado de la noche a la mañana.
Cuando se retiraron a la recamara Raquel le dijo algo extrañada.
-Pero que te pasa Damián desde que vino tu noviecita a invitarnos a su boda, andas de un humor de los mil diablos, que se me hace que sin saberlo estabas enamorado de esa muchacha tan dulce, siempre me la describiste como un adefesio, pero Cristina no es nada fea, para mi gusto es más bien guapa y debajo de esa ropa holgada se esconde un cuerpo de diosa.
-No digas estupideces, yo enamorado de esa feúcha, ni loco que estuviera.
-Entonces porque reaccionas así, tu actitud dice todo lo contrario, JAJAJA, mira nada más Damián enamorado de su noviecita la feúcha, JAJAJA
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