-Sergio vio salir a doña Blanca pensando.

-Bueno yo ya le advertí, haya ella si no quiere ver la realidad, pero yo tengo el deber de cuidar sus intereses, espero estar equivocado con ese hombre.

Por lo visto no había poder humano que hiciera dudar a doña Blanca, de la integridad de su ahora ya hijo, pero si estaba muy equivocada con él, su protegido en esos mismos momentos  se encontraba inyectando con una dosis de veneno unos chocolates sabía muy bien que su madrina era golosa por naturaleza si cuidaba de su salud, pero a esos chocolates no se resistía en comerlos aunque pensando en su salud sólo comía uno cada día.

-Este es el último chocolatito, en dos semanitas cuando termines de comerte el último adiós mamita querida, hasta aquí llegaste.

-Pero Damián no contaba con que doña Blanca tenía un ángel guardián, que no iba a permitir que él le hiciera daño, Raquel escondida detrás de las pesadas cortinas veía toda la escena, después de la comida Damián le entregó los chocolates a doña Blanca.

-Mire mamita el regalito que le tengo.

-Ay hijito se ve que me conoces muy bien, sabes que con estos chocolates me envenenas.

-Sí  mamita sé cómo te encantan, cuando pase por la confitería y los vi, inmediatamente recordé, que son tus preferidos y te traje una caja me encanta ver como los saboreas.

-Raquel, prueba uno ya verás porque son mis preferidos

-No, mamita esos son para usted, a Raquel le traje otros son los que a ti te encantan, ten mi vida.

-Gracias, mi amor siempre tan atento.

-Pero madrina coma su chocolate de este día, ya lo sé que usted es muy cuidadosa de su salud y solo se permite comer uno al día.

-Te digo hijo, tú me conoces mejor que nadie.

-Damián le quito la envoltura al chocolate y lo puso en la boca de su madrina, está se lo comió tranquilamente sin sospechar que era el primer chocolate de la cuenta regresiva, Raquel la miraba suplicante, pero en esos momentos no pudo hacer nada, pero no se iba a quedar con las manos cruzadas ella no iba a permitir que Damián segará la vida de la señora Blanca, esa misma tarde salió, cuando regresó se cercioró que Damián no estuviera en la casa, doña Blanca jugaba con el niño, ella aprovechó eso para entrar a la recámara de doña Blanca, buscó los chocolates envenenados y los cambio por unos que había comprado se  cercioro de quitar un chocolate, de la caja, así como entró salió yendo directamente al baño tiro los chocolates envenenados y quemó la caja, por algunos días doña Blanca se había salvado de morir envenenada.

Pasaron los días y Damián veía como cada día que pasaba doña Blanca comía su chocolate y seguía como si nada.

-Ya viste la vieja, ya esta por acabarse los chocolates y está tan campante, parece que el veneno no hace ningún efecto en ella.

-No lo sabemos, espera a que se termine la caja, ya quedan unos cuantos.

-Tienes razón, estoy muy emocionado ya falta muy poco para ser el dueño de todo esto y de todo su dinero.

-Pero doña Blanca se comió hasta el último chocolate y ella amaneció viva el treceavo día, Damián estalló en cólera.

-Esto es inaudito no puedo creer que la vieja amaneciera viva, ese veneno es infalible, a no ser...

-¿Qué pasa Damián?

-¿No tendrías nada que ver con esto verdad mi vida?

-Yo, pero qué te pasa, si yo tengo mucho interés en que pase todo, ya quiero recibir mis cincuenta mil del águila (50,000 Pesos), ya quiero largarme de aquí, me siento aprisionada nunca había estado tanto tiempo en un lugar.

-Pues con eso de que ya eres muy amiguita de la vieja, ya te vi cómo le decías con los ojos que no se comiera el primer chocolate.

-Déjate de babosadas tienes tanta prisa de recibir tanto dinero que ya ves  monos con tranchete, (ver lo que no es), ya te dije yo tengo el mismo interés que tú, no te lo había dicho, pero creo que vi a la periodista que le birle los veinte mil pesos (Le robé)

-¿En dónde la viste?

-Estaba en el country club cuando fui con la vieja a la comida para recaudar fondos para el asilo.

-Claro que si era, ella se encarga de las noticias de sociales, ¿ella te vio?

-No, creo que no, cuando iba a entrevistar a doña Blanca yo me escabullí hasta los baños, allí me estuve hasta que se retiró.

-Pues ten mucho cuidado, porque si algo bueno tiene esa vieja es su memoria fotográfica, así andes disfrazada de la reina de Java, ella te reconocería en un instante.

-Es por eso que me urge que termines el asuntito con la vieja, para largarme de esta ciudad.

-Está bien voy a pensar en otra cosa la vieja tiene que morir cuanto antes.

El detective que buscaba al niño robado por Damián y Raquel estaba reunido con Miranda Martín del Campo la periodista de sociales.

-Gracias por aceptar mi invitación, pero necesito tu ayuda.

-Claro que sí, pues para qué son los amigos, sino para ayudarnos mutuamente ¿en qué te puedo ayudar?

-Mira como sabes tengo el encargo de buscar al niño de la familia  Buenaventura.

-Todavía no se sabe nada, tengo entendido que ya paso tiempo de eso

-Sí, ha pasado más de año y medio, pero no pierdo la esperanza de regresar a ese niño a su verdadero hogar.