Parte / 46
Elvira subió a su recamara se quería poner cómoda, cuando pasó por la recamara de Damián y Raquel, se detuvo algo de lo que hablaban llamo poderosamente su atención.
-Por fin se largaron el par de viejas con el mocoso, tu madrinita me atosiga tanto con su cariño, con decirte que me pidió que le dijera mamá, jajaja
-Ni modo chiquita le tienes que decir mamita, jajaja ya me entiendes porque le quiero dar matarile, (matarla), yo la he aguantado por más de quince años ya estoy harto de fingir que la quiero como a mi segunda mamita, imagínate, cuando vivía mi madre Ana Victoria, las tenía que aguantar a las dos, que bueno que se murió en el accidente.
-Tú madre murió en un accidente.
-Sí, precisamente murió el día que te conocí.
-Oh ya recuerdo tu madre era la mujer que se accidento junto con un señor al ir cabalgando.
-Sí, ella no tenía que morir sólo el viejo metiche de don Sergio, pero así es la vida.
-Damián no me digas que tú tuviste que ver con ese accidente.
-Sí, yo envene al caballo del vejete, pero por mala suerte se lo prestó a mi madre y también a ella me la cargué, quién le mando no decirme que iba a cabalgar con el vejete, yo le hubiera prohibido salir, pero mira así son las cosas.
-Pero Damián no sientes ningún remordimiento, era tu madre.
-Mira chiquita sin sermones, yo sé lo que hago, los remordimientos no son para mí, y ya estoy buscando el veneno para la vieja Blanca, ya quiero ser el dueño de esta gran fortuna.
-Raquel se quedó estupefacta con las palabras de Damián, si el hombre no sentía ningún remordimiento por haber provocado la muerte de su madre, si ella no hacía todo lo que él le mandara sería capaz de matarla en ese momento sintió un miedo terrible, por primera vez se arrepentía de haberse asociado con ese psicópata, porque eso era lo que era su socio.
Doña Elvira también se quedó unos segundos sin reaccionar, cuando reaccionó cometió un error muy grande, entró rápidamente a la recamara exclamando.
-¡Lo sabía, no me equivoque ustedes son un par de farsantes, y tú, dirigiéndose a Damián eres un criminal, pero te voy a denunciarte, no voy a permitir que le hagas daño a mi cuñada, eres un malagradecido ella te sacó de la inmunda vecindad donde vivías y con eso le pagas!
Damián y Raquel quedaron muy sorprendidos por la repentina aparición de doña Elvira, fue sólo un momento, cuando la señora hizo el intento de salir de la recamara Damián la tomó fuertemente por un brazo.
-A dónde vas, imbécil, metiche se te llego tu hora, Rebeca cierra la puerta con llave, mientras yo le tapó la boca a la vieja para que no grite.
Enseguida tomo una corbata, le metió un calcetín en la boca y con la corbata le amarro fuertemente la boca y la aventó sobre la cama fue hasta su armario y saco un pequeño frasco.
-¿Que vas a ser Damián?
-La voy a callar para siempre, con unas gotas de este pomito va a provocar que le dé un ataque al miocardio y adiós a mi querida tía Elvirita.
-¿Pero Damián no tienes miedo que haya una investigación?
-No va a ver ninguna investigación la vieja sufre de hipertensión, y como últimamente a la vieja se le olvido tomar su medicina, eso provocó que su corazoncito explotara PUM, JAJAJA, ayúdame a llevar a la vieja a su recamara, déjame le quito la corbata se desmayó, asómate para ver si no hay ningún criado.
-No hay nadie
-Vamos ayúdame
-Los dos cargaron a la mujer y la llevaron hasta la recámara la acostaron en su cama, Damián le tomó el pulso a la mujer y casi no se lo sintió le quito la corbata y el calcetín.
-A esta ya le queda poquito para ver a sus antepasados en el otro mundo, salgamos de aquí.
-Raquel estaba aterrorizada viendo con que sangre fría Damián se deshacía de sus enemigos, el tomo un vaso le puso agua de un botellón que tenía en la mesita de noche, le vertió unas gotas de otro frasco y se lo dio a tomar a Raquel, esta de un manotazo lo tiro al piso.
-¿Pero porque hiciste eso? - Ah, jajaja crees que es veneno estúpida como crees que te voy a envenenar, estas gotas son para que te tranquilices, cuando venga la vieja y descubran a la muerta, te quiero fuerte, no hecha un manojo de nervios, tus nervios nos pueden delatar, anda tómatelas te va a dar un poco de sueño, pero cuando despiertes vas a estar muy tranquilita.
-Mientras tanto doña Blanca ajena a lo que estaba ocurriendo en su casa platicaba amenamente con doña Julia del Monte.
-Que hermoso esta tu nieto Blanca, me recuerda tanto a mi nietecito.
-¿Tienes un nieto Julia no sabía? lo hubieras traído a la fiesta.
-Es lo que más deseo convivir con mi nieto, pero desgraciadamente por el momento no se puede.
-Acaso no vive aquí en la ciudad.
-No sabemos en donde viva, a mi nieto se lo robaron, se lo arrebataron a la niñera de mi hija en la alameda donde todas las tardes lo llevaba a pasear.
-Cuanto lo siento Julia, si mi nieto desapareciera yo me moriría.
-Lo hemos buscado por todos lados, pero yo no pierdo la fe en que pronto lo vamos a recuperar, el investigador privado que contratamos tiene una pista.
-Desde ahora voy a pedirle a Dios que pronto recuperes a tu nieto Julia.
-Gracias Blanca las oraciones nunca están de más.
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