El lunes se presentó a la universidad, tomó sus clases cuando salió se dirigió a los laboratorios, se puso de acuerdo, iba alternar las clases y las prácticas, el primer día que llego al laboratorio le dieron un paseo por todo el lugar, veía todo con mucho cuidado el letrero de una gran vitrina le llamo su atención, PELIGRO SUBSTANCIAS VENENOSAS, la vitrina tenía varios pomos con substancias de diferentes colores todos tenían una etiqueta con su nombre, una voz lo saco de sus cavilaciones.

-¿Seguimos?

-Sí, si claro vamos.

-Pronto se integró, lo destinaron a un empleado como su ayudante, don Samuel Bernal, pronto se ganó la confianza del hombre.

-Eres muy dedicado, sigue así y te aseguro que cuando salgas de la universidad vas a tener un empleo seguro en los laboratorios.

-Eso espero señor, me encantaría trabajar aquí.

Al poco tiempo Damián ya conocía todos los venenos y los efectos que causaban, las cantidades para administrarlos y lo más importante en donde se encontraban, se acercaban las vacaciones de semana santa doña Blanca les dijo a Damián, Ana Victoria y a Cristina.

-Les propongo ir de vacaciones a Canadá, me gustaría que Damián conociera las cataratas del Niagara.

-Madrinita es cierto, viajaremos a Canadá exclamó Damián muy emocionado.

-Sí, muchacho

-Sería maravilloso volverlas a ver dijo Cristina.

-Yo también las conozco dijo Ana Victoria.

-¿Tú conoces mamá, cuándo fuiste?

-Sí, fui con mis padres antes de que fallecieran, fue un viaje maravilloso.

-Bueno ya no se hable más, en semana santa vamos de vacaciones a Canadá dijo Damián, le molestaba no ser el centro de atención, y su madre le estaba robando cámara. Faltaban pocos días para las vacaciones, cuando doña Blanca inexplicablemente sufrió un desmayo, rápidamente llamaron al doctor Gutiérrez.

-¿Que tengo doctor a que se debió este desmayo?

-Doña Blanca usted sufre de hipertensión, que consiste en baja de presión en algunos casos y otros de subida, este desmayo se debió a que le bajo bastante, tiene que guardar reposo llevar una dieta libre de grasas y bajar el consumo de carbohidratos.

-Doctor tenemos pensado hacer un viaje a Canadá a las cataratas del Niágara.

-Por lo pronto no se lo aconsejo, yo le sugiero que viaje al campo, por ejemplo a Guadalajara el clima es muy bueno para las personas que sufren este tipo de padecimientos, al menos mientras se le regula la presión.

A Damián no le agrado nada la noticia, pero como buen actor que era, lo fingió muy bien

-Hay muchacho te voy a quedar mal, el doctor me prohibió viajar a Canadá a las cataratas del Niagara, pero puedes viajar con tu madre y Cristina, tienes tantas ganas de conocer.

-A Damián le brillaron los ojos, pero antes de que dijera nada Ana Victoria dijo.

-De ninguna manera Comadre, nosotros no vamos a viajar dejándola a usted, ya viajaremos en otra ocasión cuando usted este bien ¿Verdad Damián?

-Claro que si madrinita, yo sería incapaz de viajar sin usted y, sobre todo sabiendo que usted está mal, no podría dejarla sólita en esta casa tan grande.

-Gracias muchacho, no esperaba más de ti.

-Maldita vieja a buena hora se le ocurrió enfermarse, ya me veía viajando a las cataratas del Niágara -.Pensaba Damián, una voz lo sacó de sus pensamientos.

-¿Qué les parece que si ya no podemos ir a Canadá, vamos a mi Hacienda que tengo en Guadalajara?

-Estaría encantado de acompañarla madrinita con tal de que pronto recupere la salud.

-Entonces no se diga más, en cuanto salgas de vacaciones partimos a la Hacienda.

-Sonó el teléfono, Damián contesto.

-Residencia de la familia Robledo ¿Quién habla?

-Me comunica con el señor Damián por favor.

-Él habla

-Hablo de parte del señor Sergio Delgado, le urge que se presente a su despacho lo más pronto posible.

-Está bien, esta misma tarde voy -, ahora que querrá ese maldito viejo.

Esa misma tarde se presentó en el despacho del señor Delgado.

-Dígame señor para que soy bueno.

-Es un asunto delicado, quiero que me responda con sinceridad.

-De que se trata.

-Terminó su relación con su amante.

Damián contestó rápidamente sin titubear.

-Esa señorita no era mi amante, sólo éramos amigos no la pasábamos bien cuando iba a ver su show, pero nada más.

-¿Quiere decir que nunca fue a su casa?

-¿A su casa, dice usted? Ni siquiera sabía dónde vivía.

-Pues sus compañeras de trabajo dicen lo contrario, dicen que muchas veces los vieron salir juntos.

-claro que nos veían salir juntos, yo la acompañaba hasta la salida del lugar ella tenía un trasporte que la llevaba a su casa y yo me regresaba a la mía.

-Eso fue lo que declaro el chófer, que sólo ella abordaba el coche

-Lo que el chófer no sabía era que él se iba siguiéndolos y se encontraban en su casa, no era tan estúpido para irse juntos, no quería dar pie a que un conocido le fuera con el chisme a la vieja Blanca o a Cristina.

-¿Cuánto tiene que no la ve?

-Desde el día anterior que usted me prohibió verla, simplemente ya no fui al lugar, se lo pueden decir los empleados.

-¿Pero por qué tantas preguntas?

-Porque la señorita fue encontrada en su casa muerta, fue estrangulada.

-Pero qué está diciendo usted, que Candy, mi Candy, está muerta.

Fingía tan bien, gruesas lagrimas salían de sus ojos, realmente se veía consternado.

-Pero quién le pudo hacer eso, ella era tan linda.

-Cálmese Damián, yo solo quería que supiera, la policía lo iba a interrogar, pero yo lo impedí, les dije que yo hablaría con usted.

-Tengo otro asunto que discutir con usted.

-Dígame señor.

-En vista de que ya está recibiendo un sueldo, aunque no es mucho, pero tampoco es poco, se lo voy a rebajar de su mensualidad, para abonarlo a la cuenta de la señorita Cristina.

-Está bien don Sergio cómo usted mande, ahora si ya no hay otro asunto me retiro.

-Está bien, por ahora es todo.

-Damián estaba que rabiaba, por el descuento de su pensión pero a la vez estaba contento, había salido muy bien librado del interrogatorio que le hizo don Sergio.

-Viejo estúpido cree que no me di cuenta que en la oficina escondido entre las cortinas había un hombre, ha de ser un policía, ni sabes viejo estúpido que el siguiente que se va a encontrar con la calaca eres tú, por metiche, mira que rebajarme la miseria que me pagan en el laboratorio, esto ya derramó mi vaso, tú te lo buscaste viejo infeliz.

Cuando Damián salió de la oficina, don Sergio le dijo al hombre.

-Ya puede salir.

-¿Qué le pareció?

-Definitivamente, él no puede ser el asesino, estudie todos sus gestos, a usted lo miraba directamente a los ojos, y en verdad que está sufriendo por la muerte de la mujer, buscaremos por otro lado, Gracias don Sergio.

-Y así quedó un crimen más sin resolver, pero Damián no olvidó la ofensa de don Sergio, decirle que le iba a rebajar su sueldo para abonar  la cuenta de Cristina había sido su sentencia de muerte, su mente ya tenía preparado un plan y si le resultaba bien, pronto se iba a librar de ese viejo imbécil, por eso cuando llegó a la casa le dijo a doña Blanca.

-Madrinita ¿por qué no invita al señor Sergio a la hacienda de Guadalajara.

-Mira que es buena idea, desde que el señor perdió a su mujer es muy solitario, cuando su esposa vivía seguido íbamos a pasar algunos fines de semana.

-¿Tiene mucho de viudo?

-Sí, Ana Victoria, varios años, creo que le va a gustar la idea.

Y así fue, cuando doña Blanca le hizo la invitación aceptó encantado, todos emprendieron el viaje a la ciudad de Guadalajara en tren, todos iban muy contentos, menos Damián, a él no le gustaba el campo, él era de ciudad, pero fingía muy bien estar disfrutando del viaje.

-Mire madrina esa laguna que bella, el agua se ve tan azul, que bonito está el paisaje y el aire que se respira, esto le va a ser mucho bien para su salud madrinita.

-Sí hijo ya me estoy sintiendo bien, nada más de respirar este aire tan puro

-Ya llegamos madrina, permítame que le ayude a bajar del tren.

-Vamos hijo, mira allí está Faustino el encargado de la hacienda, viene hacia acá.