¡Hola! Muchísimas gracias por todos sus comentarios, siempre es genial leerles RebeFernandez5, Mkijud, ElizabethHernande381, MagnusNoizLightwood, Gabrelle1980, EugeniaJimenez, MaryPlaza8, susanrious, BiancaCarrillo1, crisalecbloom, Reader030101, Crazy_Ghost_Girl_14, MaraGilMartnez, MagnusyAlec800, RhimerSantos, Ilmrtolkien, GladysElizabetGrego💜💛💜

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Antes...

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Alec se apoyó en el mostrador de la cafetería, esperando a que llegara Magnus. Habían acordado encontrarse a la 1:30 en Branson's, y Alec había estado tan preocupado de que llegaría tarde que terminó llegando vergonzosamente temprano y sentado afuera en un banco durante un rato antes de finalmente aventurarse a entrar hasta las diez. Al menos, había traído un libro con él para que no se viera tan patético.

-"¡Ojo rojo grande!"- llamó el barista, deslizando una fajilla por la base del vaso.

-"Gracias"- Alec lo recogió con cuidado y escogió la mesa más privada que pudo encontrar. Después de quitar la tapa de su taza para dejar salir el vapor, sacó su vieja y degastada copia de 'Al este del Edén'. Izzy tuvo que leerlo cuando era estudiante de primer año de Instituto, y después de cada capítulo, le había pedido a Alec que le explicara el simbolismo y las metáforas sólo para quejarse de que parecía superfluo que todo significara algo profundo. Él sonrió ante el recuerdo.

Cuando la puerta se abrió de nuevo, fue Magnus quien entró, pasándose una mano por el cabello. Alec tuvo que maravillarse de lo increíblemente bien que siempre se veía Magnus. Tenía mucho más incentivo que Alec, sin embargo, dada la cantidad de socialización que debía hacer y lo crucial que era mantener las apariencias en su línea de trabajo. Alec, por otro lado, tenía muy poco contacto con sus clientes o sus objetivos, y nadie esperaba mucho talento de él. Su guardarropa monocromático parecía encajar en la apariencia de alguien que trabajaba solo y en una carrera que requería un mínimo de anonimato. Volvió a su libro rápidamente, decidido a mantener un aire de indiferencia.

El olor a sándalo y una voz suave que sonaba como goteo de miel lo sacaron de éste unos minutos más tarde- "Hola, extraño"- Magnus estaba sosteniendo una gran taza de chocolate caliente en una mano y su teléfono en la otra. Hoy, sus uñas estaban pintadas de color borgoña oscuro, y tenía más anillos por mano que cuando se habían visto en el bar la otra noche.

-"Hey"- Alec no estaba muy seguro de cómo saludarlo adecuadamente, por lo que tímidamente hizo un gesto hacia la otra silla- "Por favor siéntate"

-"Espero que no hayas esperado mucho"- dijo Magnus disculpándose- "Tenía algunos asuntos que atender y me retuvieron más de lo que había previsto"

-"No te preocupes por eso"

Magnus miró intencionadamente el libro que yacía junto a la mano de Alec- "Steinbeck – buena elección"

Alec lo miró y luego a Magnus- "Es mi favorito. También me gusta La chica de la perla"

Magnus asintió pensativo, tomando un sorbo de su chocolate caliente- "Tienes buen gusto"

-"Gracias"- inseguro de qué hacer con sus manos, Alec se conformó con dar unos golpecitos sobre la mesa.

-"¿Qué pasa, Alexander? Pareces nervioso"- Magnus le dedicó una hermosa media sonrisa- "No hay nada de qué temer, sólo estamos teniendo una conversación"

-"Todavía estoy un poco... desconcertado por esto. Quiero decir, por qué querías tomar un café conmigo y... pasar el rato, como la gente normal"

-"Te lo dije, eres una rareza en la categoría de los criminales. Me tienes fascinado y me gustaría entender qué hay en esa bonita cabeza tuya que te hace tan excepcional"

Un rubor rosado se deslizó por la piel de Alec y no pudo soportar mirar esos honestos ojos marrones por más tiempo sin sentirse completamente expuesto.

-"Con un nombre como Alexander, estoy seguro de que se esperan grandes cosas de ti, y veo que has estado a la altura del desafío. Un protector – 'defensor del hombre' ¿Sí? Muy adecuado"

-"Supongo que sí. Tal vez sea mi destino ser lo que soy"

-"Quizás. A pesar de todo, somos quienes somos"- Magnus sonaba como si hubiera vivido siglos cuando hablaba así. Había una aceptación tan tranquila en su tono- "Esa fue una lección que ciertamente tuve que aprender antes de lo que me hubiera gustado"

-"De alguna manera eso no me sorprende. Hijo de Asmodeus, realeza del Submundo. El príncipe no oficial de Brooklyn"

Magnus se rio de eso- "Un currículum impresionante, ¿no?"

-"Debió haber sido difícil, crecer con ese tipo de presión"

-"Sí y no"- evadió Magnus, sosteniendo su copa con ambas manos, sintiendo los pinchazos de calor en las palmas.- "Mi padre es un hombre complicado. En primer lugar, es un magnate de los negocios, y eso nunca cambió, incluso cuando nacimos mis hermanos y yo, pero mentiría si dijera que alguna vez pensé que no me quería. Aunque dejó en claro que debíamos convertirnos en la clase de hombres de los cuales estaría orgulloso por haber trabajado para él, para el imperio. Esperaba que fuéramos los activos más inteligentes, fuertes y valiosos"

-"¿Eres el único que no entró en... el negocio familiar?"

-"Si. Mis hermanos se convirtieron exactamente en lo que mi padre pretendía: piezas de ajedrez fuertes, capaces e inquebrantablemente leales"

-"Salirte debió haber sido un infierno"- murmuró Alec con simpatía, mirándolo por debajo de sus pestañas.

Magnus quedó realmente impresionado por su amabilidad. De todos los momentos para ser comprensivo y compasivo, no debería ser mientras él le transmitía la vergüenza de su pasado y su futuro planeado- "Fue... ciertamente no fue agradable. Aunque soy muy afortunado. Mi padre aceptó mi decisión y se aseguró de que mi protección como parte de su linaje permaneciera intacta. Esperaba que me despojara de ese estatus, pero no lo hizo. Sin embargo, es casi una falsa pretensión que la gente me distinga con todos esos títulos elegantes que no gané y que ciertamente no merezco"

-"No es así"- Alec estuvo en desacuerdo de inmediato. No podía precisar lo que era, pero había algo innegablemente poderoso en Magnus que hacía que fuera imperativo destacarlo del resto.

-"Bueno, aprecio tu voto de confianza, Alexander. Entonces, tu turno. También dejaste las obligaciones familiares. Liga Ivy* obligado, de acuerdo con mi investigación"

Alec resopló suavemente, negando con la cabeza- "Preguntarme sobre esto va a ser dolorosamente redundante"

Magnus apartó la idea casualmente, el delicado brazalete de oro en su muñeca deslizándose hacia abajo hasta que encontró resistencia en la leve protrusión de hueso- "Quiero escucharlo de ti"

Alec frunció sus labios- "Se suponía que debía ser un abogado como mis padres. El plan era graduarme y luego unirme a ellos en su empresa hasta que se jubilarán y me la dejarán a mí"

-"¿En qué momento eso ya no fue el plan?"

-"Tenía quince años cuando comencé a pensar que tal vez las leyes no eran lo mío. Eso fue más o menos cuando mis padres comenzaron a empujarme al 'molde Lightwood', rompiendo los pedazos que no encajaban. No me gustó en quién iban a convertirme, y me asusté. Empecé a rastrear sus casos siempre que podía, y estaba claro que el honor y la justicia no significan nada para ellos. No podía hacerlo; sabía que dentro de cinco o diez años no podría vivir conmigo mismo si me volviera como ellos. Entonces, presenté una solicitud en todas las escuelas de derecho que deseaban, elegí asistir a su Alma Mater y luego me retiré el día después de graduarme del instituto. No tuvieron que echarme porque ya me había ido"

-"¿Así que haces lo que haces por culpa?"- Magnus frunció el ceño con preocupación.

-"Parcialmente, pero lo que me impulsa más que la culpa es la idea de que hay algo que puedo hacer para arreglar lo que rompieron; nunca es lo suficiente como para hacerme sentir totalmente inocente cuando me voy a la cama por las noches, pero sí para sentir que toda la mierda que he hecho significa algo. Incluso si hubiera decidido seguir adelante, convertirme en abogado y practicar correctamente, habría muchas personas a las que no podría ayudar. La ley no se trata realmente de servir a la justicia; está llena de lagunas para los cabrones como mis padres que están dispuestos a evitar que un criminal vaya a la cárcel para que puedan proteger sus desbordadas cuentas bancarias"

Magnus se quedó en silencio por un momento, y el silencio pareció devolver a Alec a su configuración predeterminada: silencioso y quieto, bajando la mirada con timidez- "Alexander, para alguien con tu trayectoria profesional, tienes una brújula moral impecable"

Alec miró a Magnus sorprendido, casi quemándose el pulgar cuando un sorbo de café se desbordó de la taza y cayó sobre su mano.

-"Tenía la sensación de que me sorprenderías, pero esto está incluso más allá de lo que esperaba"- hizo una pausa, centrando sus pensamientos. Me gustaría proponerte una alianza"

-"¿En serio?"

-"Por supuesto que habló en serio. ¿Por qué no lo haría?"

-"Solo soy un asesino; no me puedo imaginar que te sea difícil contratar los servicios de otros tantos como yo. ¿Qué bien podría hacerte?"

-"Alexander, estás muy equivocado al pensar que alguien como tú es fácil de encontrar. Eres la personificación de lo excepcional en su definición más pura. En cuanto a por qué quiero aliarme con un iceman**, eso es asunto mío"- Magnus le guiñó un ojo- "Pero valoro ampliamente la lealtad a tus principios. No he visto mucho de eso, y creo que es una de las defensas más poderosas que tenemos"

Alec asintió, frotando su palma ansiosamente- "Está bien, estoy dentro. Entonces, um, ¿cómo lo hacemos? ¿Un contrato o algo?"

Magnus se rio y los reflejos del Borgoña en sus iris captaron la luz, distrayendo momentáneamente a Alec del asunto en cuestión- "Podemos hacerlo, si eso te hace confiar más en mi disposición a cumplir mi parte del acuerdo, pero prefiero pensar que tenemos un entendimiento verbal. Ese es mi método preferido para reforzar los contratos, pero muy pocas personas lo valoran. Me gustaría disfrutar de tu respeto por ello, si estás dispuesto a cumplirlo"

-"Eso me gustaría. No soy bueno con los contratos, acuerdos escritos y..."- Alec hizo un gesto vago con las manos y fue terriblemente entrañable- "Pero una promesa verbal, ciertamente puedo hacerla"

Con una sonrisa amistosa, Magnus le tendió la mano a Alec, quien no dudó en tomarla. Era un contraste muy extraño; los planos lisos y elegantes de la mano de Magnus, con dedos anillados e inmaculado esmalte de uñas, entrelazados con las manos ásperas y callosas de Alec, que eran extremadamente sencillas y pálidas. Sin embargo, toda esa disimilitud no fue desagradable para ninguno de los dos.

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Ahora...

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Magnus salió del automóvil y se detuvo a las puertas de la finca de su padre. Él no había estado allí en años; no desde que se fue a los dieciocho. Todavía se veía igual: fría, poco acogedora y, sin embargo, ostentosa hasta el extremo. Magnus había pasado la mayor parte de su tiempo vagando por los terrenos y el jardín, donde se sentía más privado. Sus hermanos, por otro lado, habían pasado la mayor parte de su tiempo siguiendo a Asmodeus como una gran sombra deformada.

Presionó el botón de llamada en la puerta, que emitió un zumbido bajo- "Estoy aquí para ver a Asmodeus"- Magnus miró a la cámara y apartó el cuello de su camisa para revelar su tatuaje. La puerta se abrió de inmediato.

Dos de los guardias de su padre lo esperaban para escoltarlo. Normalmente los invitados eran guiados físicamente por uno o por los dos, pero ninguno se atrevía a tocar a Magnus. Él asintió a cada uno y ellos se pusieron detrás de él.

Volver a cruzar esas puertas no se parecía en nada a volver a casa, descubrió Magnus, sino más bien como volver a un lugar que existía sólo como un recuerdo fracturado. Como si ya no fuera real.

-"¡Magnus!"- Asmodeus descendía la escalera con la misma gracia e intención con la que Magnus se movía. Había aprendido de los mejores, aunque pocas personas lo sabían. Era extraño ver esta pequeña chispa de calidez en su padre, aunque Magnus la había experimentado dirigido a él unas cuantas veces en su vida. Sin embargo, nunca desde que se rehusó a quedarse como mano derecha de su padre.

Actualmente, ese puesto pertenecía al conocido más viejo de su padre, Azazel. Ciertamente no eran amigos, pero se habían mantenido en buenos términos dado que, una y otra vez, su alianza había demostrado ofrecer grandes ventajas a ambos hombres. Magnus no pudo evitar el pequeño orgullo que sentía al saber que su padre no nombraría a ninguno de sus otros hijos para el puesto si él lo rechazaba.

-"Padre"- Magnus se adelantó para saludarlo con un firme apretón de manos.

Asmodeus tocó la parte posterior de la mano de Magnus por un breve momento, luego puso su mano sobre el corazón de Magnus, donde descansaba el tatuaje- "Es bueno verte, hijo mío"

-"A ti también"- Magnus permitió que su cuidadosa moderación se deslizara un poco en la sonrisa que le dirigió.

Asmodeus despidió a sus guardaespaldas y luego hizo un gesto hacia su guarida- "Vamos a hacer negocios"- Así era siempre con él. A este punto, Magnus no esperaba nada diferente.

Azazel estaba apoyado en el escritorio, hablando con alguien que Magnus no reconoció. En el momento en que entraron, levantó la vista e inmediatamente se detuvo a mitad de la frase- "Magnus"- se adelantó y estrechó la mano de Magnus- "Ha pasado bastante tiempo"

-"Así es. ¿Cómo has estado?"

-"No está mal"- volvió su atención a Asmodeus- "Los dejaré solos. Cuando hayas terminado, tenemos un contrato que revisar"

Asmodeus asintió- "Iré a buscarte. Ahora, si nos disculpas"

Azazel inclinó la cabeza ligeramente y salió de la habitación con el otro hombre, dejándolos en silencio.

Magnus lentamente se abrió paso por la habitación, dejando que sus dedos recorrieran las estanterías. Había un tocadiscos en la esquina, justo como Magnus lo recordaba. Sonrió para sí mismo y escudriñó a través de la pila de vinilos a un lado.

-"Siempre te encantó esa maldita cosa. Nunca supe por qué"- Asmodeus se acercó al minibar y revisó las botellas de alcohol- "¿Puedo ofrecerte una bebida?"

-"Un whiskey, por favor"- Magnus hizo su elección y colocó la aguja en la primera ranura.

-"Te has graduado en lo más fuerte. Estoy impresionado"

-"Han cambiado muchas cosas a lo largo de los años"- Magnus continuó por el camino de las estanterías mientras recorría la habitación hasta el escritorio, ocasionalmente dejando que sus dedos vagaran sobre el lomo de los viejos libros.

-"Así es"- Asmodeus le tendió su bebida- "Me sorprendió saber de ti"

-"Estoy buscando información y pensé que tú la podrías tener, y a cambio puedo aconsejarte sobre cómo asegurarte de que el problema se mantenga fuera de tu círculo"

Asmodeus se rio, tomando un sorbo de su bebida- "Siempre has tenido una tendencia a la negociación. Realmente es una pena que no puedas estar a mi lado. Azazel no tiene tu chispa; nunca lo ha hecho"

-"¿Estás dispuesto a escucharme, entonces?"

Asmodeus asintió, haciendo un gesto para que Magnus se sentara.

Se dirigió al escritorio y se sentó en la silla de su padre. Fue un movimiento audaz, pero sabía cómo caminar entre la línea del decoro con él. Su padre respondió con una carcajada y se sentó.

-"Hay un hombre de un cartel de la Costa Oeste, aquí en Brooklyn. Su nombre es Castle, y es un problema. Lo último que supe de él fue que lo mataron por traición. Pero lo he visto, y esas son malas noticias para todos"

Asmodeus agitó su bebida pensativamente, mirando a Magnus atentamente- "¿Para qué me necesitas?"

-"Me preguntaba si habías escuchado algo sobre sus negocios aquí. Creo que es seguro decir que eventualmente vendrá a ti. Una alianza contigo garantizaría su éxito. Pero no puede ofrecerte nada que valga lo que traerá a tu mundo"

-"¿Cómo puedes estar tan seguro de sus motivos para estar aquí? ¿Qué quiere?"

-"Yo lo conocía. Y conozco al Cártel para el que está trabajando. Sé de lo que se trata. Si está comprometido con ellos, hará lo que le pidan"

Asmodeus consideró la respuesta de Magnus- "He escuchado rumores sobre un hombre llamado Castle que dice estar representando a un Cártel que está dispuesto a someterse a la autoridad de un nuevo imperio y servir bajo su título. Todavía no se me ha acercado, pero he estado preparado para el contacto"

Magnus se inclinó hacia adelante en su asiento- "Padre, como hombre en el que una vez confiaste para ser tu mano derecha, te pido que no lo aceptes"

-"¿Qué vas a hacer, Magnus?"- el tono de su voz transmitía la afirmación de un desafío. Magnus ya no se iba a encoger ante ello.

-"Lo que deba hacer. El cártel es peligroso y no dejaré que se apodere de esta ciudad. También te conviene evitar que eso suceda, porque los dos sabemos que el final de su juego es estar ellos en la cima"

-"Tu creencia de que el mejoramiento del mundo es lo mejor en todas las situaciones siempre ha sido tu talón de Aquiles, muchacho. Cuando te ofrecí un lugar en mi negocio, no te pedí que hicieras daño a otras personas. Te pedí que tomaras la oportunidad frente a ti para una mejor vida. Siempre habrá personas y cosas que otros aprovecharán y obtendrán los beneficios. ¿Por qué no abrazar la oportunidad de ser quien se beneficia?"

-"Porque está mal"- Magnus se puso de pie, poniendo su vaso vacío sobre la mesa- "Te daré tiempo para pensar en mi petición y decidir si puedes proporcionarme alguna información"- se dirigió hacia la puerta cuando Asmodeus extendió una mano para detenerlo.

-"Me pondré en contacto dentro de 48 horas"- hizo una pausa por un momento- "Tus hermanos están aquí"

-"Lo siento, no tengo tiempo. Debo llegar a otro sitio"- le tendió la mano a su padre.

Para gran sorpresa de Magnus, su padre la tomó y lo jaló para un breve abrazo- "Ha pasado bastante tiempo, hijo"

Magnus le devolvió una sonrisa a medias.

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Esperar en el auto, sólo observando a Castle pasar ocasionalmente por la ventana de su apartamento, no era la idea de diversión para Alec. Y se lo había dicho a Magnus.

Sin embargo, sus objeciones habían desaparecido rápidamente cuando Magnus recurrió a pasar los dedos suavemente por la nuca de Alec, trazar diseños en su piel y deslizar los dientes por su cuello. Pero ahora, sin el bálsamo de la presencia de Magnus, Alec había vuelto a estar amargado y molesto.

Esto era estúpido Él estaba muy familiarizado con la vigilancia y lo importante que era, pero en este punto, parecía bastante inútil.

Descubrir dónde se estaba quedando Castle fue más fácil de lo que Alec había anticipado. Magnus pidió algunos favores y dos días más tarde recibió un mensaje de texto de un teléfono desconocido con una dirección en el centro de la ciudad.

En algún punto, Alec vio que Castle metía una pistola en la parte trasera de sus pantalones y abandonaba el departamento. Tal vez no era nada, pero estaba aburrido y necesitaba algo que hacer, así que salió del auto y se metió en el callejón trasero.

Cuando Castle dobló la esquina, Alec estaba muy cerca. Lo siguió durante cuatro cuadras antes de tomar un callejón sin salida. Alec lo siguió después de un momento de vacilación.

-"¿Cuál es tu problema, chico?"- la voz de Castle sonó diferente de lo que Alec había esperado. Era... plana y sosa.

-"¿Problema?"- repitió Alec, acercándose mientras Castle retrocedía más cerca de la valla.

-"Eres bueno, pero yo soy mejor. Sé cuando me han puesto una sombra"- Castle sacó dos cuchillos, uno en cada mano, girándolos distraídamente entre sus dedos. No fue un movimiento agresivo, o eso sintió Alec, sino más bien una demostración de poder. Una indicación de que cuando se trataba de pelear o huir, elegiría pelear.

-"Debes haber estado en el negocio por un tiempo. ¿Cuánto tiempo?"

-"El suficiente. La gente como nosotros no habla de eso, ¿verdad? Es como preguntarle a una mujer su edad. Ella desviará la atención o mentirá"- Castle miró los cuchillos que tenía en las manos, y luego los sostuvo frente Alec- "Voy a guardarlos. Creo que podemos ser civilizados, ¿cierto?"

La mano de Alec se movió sobre su arma por un momento, luego se deslizó hacia abajo a un costado. Él asintió con reserva.

-"Buen chico"- Castle guardó sus cuchillos como había prometido, pero mantuvo la distancia entre Alec y él perfectamente clara- "Entonces, ¿qué, estás buscando trabajo?"

-"No"- Alec reflexionó sobre su respuesta por un momento- "No, un viejo conocido me dijo que estabas aquí en la ciudad. Sólo quería verlo por mí mismo"

-"¿Viejo conocido? Eso suena aburrido. Tengo amigos, ¿sabes?

-"No los tienes"

Castle le sonrió a Alec, negando con la cabeza ligeramente- "Me agradas. Eres una pieza de cuidado"- Hizo una pausa- "Veamos... ¿qué conocidos tengo aquí en Brooklyn que tendrían la mano de obra para vigilarme?"- se tocó el mentón burlonamente, pero luego su expresión cambió minuciosamente. Si Alec no era tan cuidadoso al observar a la gente, se habría perdido la forma en que la expresión de Castle se tensaba. Sus labios estaban fruncidos en una línea más delgada y sus ojos se volvieron fríos, como hielo- "Bane"- murmuró- "Magnus Bane"

Alec no delató nada, simplemente cruzó los brazos sobre su pecho.

-"Estoy en lo cierto, ¿no?"- incitó Castle- "¿Cómo conoces a Magnus? ¿Es tu compañero?"

-"Trabajo solo"- Alec esquivó la pregunta que sabía que el hombre en realidad estaba dando a entender.

-"Ah, ya veo. Entonces, si Magnus no es tu compañero... ¿quizás es algo más personal?"- sus ojos buscaron en el rostro de Alec por si había alguna grieta en su armadura, y Alec se aferró firmemente a su resolución.

Castle sonrió sugestivamente, sus cejas bien arriba en su frente- "Oh, Dios, no estarás enamorado de Magnus, ¿verdad? Sabiendo que no podemos tener amigos"

Alec no respondió, sintiendo que se burlaba de él.

-"¿Qué te contó Magnus sobre mí?"

-"Que eres un traidor. Lo último que había oído de ti antes de que desaparecieras fue que tu cártel había hecho un ejemplo de ti por doble agente. Pero luego apareces aquí, y eso tiene que significar que ahora eres su marioneta"- Alec canalizó su resentimiento en su acusación, sintiéndose burlado y poco dispuesto a ceder.

-"¿Alguna vez has oído hablar de Rasputín?"

Alec puso los ojos en blanco- "Por favor"

Castle le dio una sonrisa que se sintió como hielo deslizándose por la columna de Alec- "El amante de Magnus Bane, aquí para visitarme. Debes ser especial. Dime, ¿qué le gustó al hijo de un señor del crimen sobre ti, mercenario?"

-"Mis tatuajes"- dijo Alec con sarcasmo.

-"Hay algo sobre ti..."- sus ojos escanearon a Alec y luego de repente se detuvieron en el dedo anular de su mano derecha- "He visto eso antes"

No, no, no, no.

Alec flexionó su mandíbula, su mano derecha se crispó instintivamente. Había cometido un enorme error y se sintió rápidamente aplastado por su peso. Siempre tuvo cuidado de quitarse el anillo que llevaba el escudo de la familia Lightwood cuando estaba trabajando. Mantener su relación filial en secreto era imperativo. Pero hoy, lo había olvidado. Estúpido, estúpido, estúpido.

Vive, respira, muere.

Jace e Isabelle habían insistido en que mantuviera el anillo cuando los dejó. Querían sentirse cerca de él, de alguna manera, y no podía culparlos por eso. Los extrañaba como el infierno, todos los días. Alec les había hecho la promesa de que siempre lo llevaría, y no se sentía como si estuviera incumpliendo su promesa cuando se lo quitaba por algún trabajo porque era para protección de ellos, incluso más que la suya. Trabajar fuera de la ley significaba que cualquier conexión era una responsabilidad, una soga que hacías y te ahorcaba si alguna vez la descubrían.

Pasa como sombras en la noche.

Incluso considerar que este error de juicio podría terminar con Jace, Isabelle y Max en el lado equivocado de una pistola, hacía que la bilis subiera por la garganta de Alec. Se sentía caliente por todas partes y, sin embargo, un escalofrío le subió por los brazos. Todo estaba mal. Se sentía atrapado, las paredes se cerraban. Quería correr, pero no podía, no de lo que más temía.

-"Robert y Maryse"- susurró Castle- "Cada uno usa ese anillo exacto"- apartó los ojos de la mano de Alec para encontrarse con su mirada, parecía asombrado- "Eres un Lightwood"

Sin pensar, Alec sacó su arma, dirigiéndola al esternón de Castle. Él levantó las manos en un gesto no amenazante- "Será mejor que tengas cuidado, niño. Parece que actualmente tengo la ventaja"- retrocedió dos pasos más, su espalda presionada contra la puerta de metal- "Estás pensando en tus hermanos, ¿verdad? Apuesto a que adoran la tierra que pisas, pensando que su hermano mayor es un superhéroe. Y tu hermosa hermana... apuesto a que llora por ti todo el tiempo. Me pregunto qué pensarían si supieran que los has entregado así. Realmente, hubiera esperado más de ti"

Estaba metiéndose en la cabeza de Alec, que ya se sentía desordenada y confusa- "Cállate"- ladeó su arma.

-"No me dispararás. Deberías hacerlo, pero no lo harás" Castle trepó por la valla y se sentó en la parte superior con una pierna sobre cada lado- "Fue un placer conocerte, Lightwood. Estoy seguro de que nos volveremos a ver pronto. Me aseguraré de que tus hermanos te envíen mis saludos"- lo saludó con la mano y saltando sobre la valla, salió corriendo.

Alec estaba paralizado en su lugar, siendo devorado lentamente por la vergüenza y el miedo. Su piel se sentía como una jaula, y quería arrancársela para sentirse menos sofocado. Su arma se deslizó entre sus dedos y él se sujetó la parte de atrás de su cuello con ambas manos.

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Tan pronto como Magnus regresó a su casa, fue inmediatamente asaltado por el olor a productos químicos de limpieza. Alec estaba sobre sus manos y rodillas en la sala de estar, fregando el piso furiosamente. Sabía lo que eso significaba – algo había salido terriblemente mal.

-"Alexander, estoy en casa"- Magnus se quitó las botas y colgó su chaqueta, con cuidado de no ensuciar lo que Alec ya había limpiado.

Alec era un solucionador – cuando se sentía culpable, enojado o frustrado, necesitaba algo tangible para arreglar. Y eso generalmente significaba limpiar el departamento obsesivamente. Necesitaba sentir que podía hacer algo bien o él se descontrolaba, tenía un ataque de pánico o se mataba en el gimnasio. Ese mecanismo de afrontamiento era con el que Magnus se sentía más cómodo, por el bien de Alec.

-"Hola, Alec"- dijo Magnus suavemente, caminando cuidadosamente alrededor de Alec para acurrucarse en el sofá. En momentos como estos, Magnus tenía que dejar que Alec se acercara a él. Tenía que hacer las preguntas correctas que le hagan hablar. Siempre había sido honesto con Magnus; simplemente no ofrecía voluntariamente información que no se le preguntara directamente- "¿Estás herido?"

Alec detuvo su furioso fregado, pero no levantó la vista- "No"

-"Me alegra que estés bien"

-"No por mucho tiempo"- el tono de Alec era duro, pero Magnus sabía que era defensivo, protector- "Magnus, yo... hoy he puesto en peligro a toda mi familia por un estúpido y maldito error"- Alec dejó caer el cepillo y comenzó a rascarse instintivamente las manos. Ya estaban rojas e irritadas

-"Dime qué pasó"

-"¡Fui un jodido estúpido, Magnus! ¿Cómo pude haber hecho esto? A ellos, de todas las personas. Moriría antes de que los abandonara..."

-"¿Puedo sentarme a tu lado?"- Alec no hizo ningún movimiento para detenerlo, así que Magnus lentamente se puso de rodillas junto a él- "Cariño, ¿de quién estás hablando? ¿Qué pasó?"

-"Castle. Descubrió que soy un Lightwood, vio el estúpido anillo que olvidé quitarme. Él sabe sobre Jace, Izzy y Max. Él va a matarlos, Magnus. Él sabía sus nombres y..."- Alec se atragantó con la palabra que estaba a punto de decir y comenzó a arañar más fuerte su mano.

-"¿Alexander? Amor, necesito que respires"- Magnus levantó una de las manos de Alec y la puso contra su corazón. El suave y constante latido del palpitante corazón de Magnus comenzó a aclarar la confusión en la cabeza de Alec casi de inmediato.

-"Vive, respira, muere. Pasa como sombras en la noche"- susurró Alec, cerrando los ojos.

-"Eso es, otra vez"- le susurró Magnus.

-"Vive, respira, muere. P–pasa como..."- Alec hizo una pausa, cerrando los ojos con más fuerza- "Pasa como sombras en la noche"

Magnus mantuvo a Alec cerca, con su mano sobre su corazón, e inclinó sus frentes juntas mientras Alec continuaba repitiéndose.

Era una frase que Alec había inventado de niño cuando tenía ataques de pánico. Funcionaba para recordarle que todas las cosas pasan. Todo en este mundo estaba en un estado efímero. E incluso aunque eso amenazaba las cosas que amaba, todavía le proporcionaba una inmensa comodidad en momentos como estos.

Una vez que Magnus lo había calmado lo suficiente, habló de nuevo, suavemente- "Lo siento mucho, Alexander. Te pedí que estuvieras allí, a pesar de que no querías hacerlo"

La única respuesta de Alec fue mantener a Magnus más cerca, con las uñas romas sin duda dejando pequeñas hendiduras en forma de media luna en su piel.

-"Sé que esto es aterrador. Lo sé. Te entiendo. Y creo que, en verdad, tú y tus hermanos están más seguros de lo que crees. Tu identidad como Lightwood sólo le sirve de ventaja a Castle cuando es su secreto. Cuando deje de ser un secreto, perderá toda la ventaja que cree tener. En cuanto a herir a tus hermanos, una vez más, se estaría poniendo en mucho más peligro de lo que está dispuesto a apostar en este momento, sin un imperio que lo proteja a él y su cártel ".

-"¿Cómo pudo haber reconocido este anillo"- susurró Alec.

-"Investigación exhaustiva. Cuando eres nuevo en un área, es un procedimiento estándar hacer tus deberes sobre todos tus potenciales adversarios: policías y abogados, principalmente. Quieren saber qué policías están sucios y se pueden comprar, quieren saber qué abogados tienen menos conciencia y sentido de la moral que corazón. Cuando identifican a estas personas, luego buscan sus debilidades para asegurarse de que pueden ganarlas por presión si es necesario. Primero se dirigen a las personas que serán sus ventajas, para que tengan a alguien que solucione el problema si tienen problemas encontrando quiénes serán sus obstáculos"

-"Tengo que detenerlo, Magnus. Tengo que hacerlo. Yo– yo tenía mi arma sobre él, pero simplemente... no pude dispararle. Me sentí sofocado y me paralicé"

-"Lo haremos. Lo prometo. Vamos a detenerlo para siempre. Y mantendremos a tus hermanos a salvo"

-"Tenemos que hacerlo"- insistió Alec, con los dedos apretados en la tela de la camisa de Magnus.

Magnus acunó la parte posterior de la cabeza de Alec suavemente, masajeando ligeramente su cuero cabelludo con las yemas de sus dedos- "Lo prometo"

-"Lo que sea necesario, lo haré"- Alec se inclinó para poder mirar a Magnus a los ojos- "No me importa lo que tenga que hacer. Terminaremos con esto"

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Notas:

*Ojo rojo. Es una bebida que consiste en un americano con un shot extra de espresso.

* Liga Ivy. Así se les conoce a las universidades más prestigiosas del país.

** Iceman. Es una forma de decirle a los asesinos a sueldo sin corazón.

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Espero les haya gustado, nos leemos en la siguiente actualización 😘🤗