¡Hola!

Traducción nueva!! Un mundo de mafia y asesinatos, pero una historia con mucho romance 💜

La historia original es The Burden of Atlas de tomfoolery14 y aquí el link
https://archiveofourown.org/works/12212061/chapters/27735618

Nota rápida: El diálogo seguido de un (*) está en español en el original 😉

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La infancia no es desde el nacimiento hasta cierta edad y a cierta edad

El niño crece y guarda cosas infantiles.

La infancia es el reino donde nadie muere.

-Edna St. Vincent Millay

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Antes...

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Alec se abrió paso entre la multitud de personas en el bar para encontrar un lugar en la barra donde esperar a Magnus Bane.

En su último trabajo, Alec tuvo que recurrir a pedirle información que no tenía manera de conseguir por su cuenta. Magnus, sorprendentemente, había estado feliz de ayudarle, lo que sin duda fue una total sorpresa. En menos de 24 horas, Magnus le había proporcionado más información de la que podría haber esperado, y pronto había eliminado a su objetivo y alertado a su cliente. Se sintió obligado a agradecerle a Magnus en persona por toda su ayuda; hacerle saber que respetaba su autoridad y sabía que le debía una deuda que pagaría gustosamente.

A Alec no le solía agradar beber en bares, prefiriendo un entorno más informal y controlado. Borracho perdido no hacía ver bien a nadie, por lo que normalmente evitaba entrar en contacto con eso. Sin embargo, reunirse con Magnus en privado también era demasiado... íntimo. Él no se había ganado ese derecho todavía. Magnus podría destruirlo en un segundo con el tipo de poder que tenía. Era más seguro pisar ligeramente.

Se sorprendió de que Magnus hubiera accedido a una reunión, para ser sincero. Alec se sintió un poco infantil, extendiéndose a través de múltiples conexiones para enviar un mensaje al príncipe del submundo de Brooklyn pidiendo una reunión para discutir el trabajo.

Sacó su teléfono y buscó el mensaje de días atras que Magnus le había enviado desde un teléfono de prepago y le dijo que podía contactarlo durante las siguientes 48 horas.

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[De: Desconocido, 2:49 a.m.]

Recibí su mensaje, a través de los canales apropiados, de que deseaba hablar sobre el trabajo en el cual lo asistí. Estaré disponible mañana por la tarde a las 7pm en Shots.

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Alec no tenía dudas en su mente de que Magnus fue muy minucioso en su investigación antes de aceptar ayudarle, y por lo tanto sabía que Shots estaba justo al final de la calle de su departamento. No pudo evitar sentirse un poco preocupado por la desventaja. Había muy poco que descubrir sobre Magnus, excepto al preguntar directamente. Era extremadamente privado y extremadamente minucioso en protegerse a sí mismo. No había nada que pudieras saber sobre Magnus que él no aceptara revelar.

-"¿Alec?"

Alec levantó la vista de su teléfono para dirigirse al barman- "Sí"

-"Del hombre en la mesa de atrás"- deslizó un trago hacia él. Un El Diablo.

Alec tomó la bebida y la servilleta con algo escrito que le ofrecía. Hizo girar la servilleta hacia el lado derecho para poder leerla

'Cuando quieras acercarte'

Estaba firmado con el pequeño dibujo de una corona con un arma cruzada a través de él. El escudo de la familia perteneciente a Magnus Bane.

Alec dobló la servilleta y se la metió en la chaqueta, luego tomó su bebida mientras giraba y escaneaba la parte trasera del bar inocuamente. Las propias mesas traseras estaban oscurecidas casi por completo por una gran sombra, por lo que Alec caminó casualmente hacia ellas antes de comenzar a escanear rostros.

-"Te tomo bastante tiempo. No eres muy observador cuando estás fuera del trabajo, ¿verdad?"

Alec sonrió levemente- "Perdón por decepcionarte"- se volvió hacia la voz y vio el perfil de Magnus en el asiento al otro lado de la mesa.

-"No es una decepción, sólo una observación para tener en cuenta. Toma asiento"- Magnus pateó la silla vacía frente a él hacia Alec.

Alec obedeció y bajó su bebida, girándola ociosamente entre sus dedos.

Magnus se inclinó hacia él, la luz golpeando la mitad de su rostro. Un bello ojo marrón rojizo enmarcado por pestañas largas y oscuras con impecable delineador lo miró- "Te ves bien. ¿El trabajo se completó para tu satisfacción?"

-"Si. Es por eso que estoy aquí"

La ceja visible de Magnus se arqueó drásticamente- "¿Oh? Eso es nuevo"

Alec tragó saliva, comenzando a sentir que estaba sobrepasándolo. Estaba acostumbrado a trabajar solo la mayor parte del tiempo, atrayendo muy poca atención a sí mismo. Ser un asesino era una ocupación muy aislada. Ciertamente no había un estándar de etiqueta para interactuar con él. Hacía una consulta con el cliente, eliminaba al objetivo, avisaba al cliente y luego pasaba al siguiente trabajo. Pero Magnus estaba en un imperio, profundamente atrincherado en un negocio fundado en la socialización y funcionando con un sistema jerárquico- "Sólo quería agradecerte. Por tu ayuda"

Ante eso, Magnus se inclinó un poco, su rostro entero ahora visible. Destellos de brillo se observaban bajo la línea de sus ojos. Aunque su expresión en sí misma no había cambiado, algo en ellos parecía más comprometido y... ¿suave?- "¿Quieres agradecerme?"

-"Sí. No tenías que hacerlo, y estoy seguro de que tienes mucho en tu plato. Escuché los rumores sobre la nueva red de prostitución que surgió en Manhattan y que la gente cree que podría comenzar a extenderse. Y sé que te debo una por tu ayuda. Tengo la intención de pagarla en su totalidad"

Magnus sonrió, pero aún era difícil leer las emociones que transmitía- "Interesante. Eres un hombre que respeta la gravedad de las acciones. No crees en los favores, ¿verdad?"

-"No en esta línea de trabajo. Si alguien hace algo que me brinde una ventaja, tengo la intención de devolver el..."

-"¿Favor?"- Magnus mostró una sonrisa diabólica.

Alec puso los ojos en blanco, pero la comisura de su boca se movió perceptiblemente- "Entonces, um, eso es todo lo que quería decir. Sólo quería hacerlo en persona. Realmente aprecio que estuvieras dispuesto a ayudarme"

Magnus simplemente lo miró por un momento. Tratando de leerlo- "Qué bicho raro eres, Alexander"

Alec sonrió tímidamente, mirando su vaso- "¿Por qué me ayudaste?"

Magnus lo miró con un brillo en los ojos y una sonrisa cómplice. Era intimidante hablar con alguien que rara vez parecía estar fuera de control en una situación. Alguien que siempre era el más listo en la sala.

-"En su línea de trabajo, estoy seguro de que su investigación sobre todas las personas con las que entra en contacto es extensa, lo que significa que debe saber que soy un Lightwood. Entonces, no entiendo por qué me ayudarías"

Magnus hizo girar su bebida pensativamente- "Sé bastante sobre ti, y eso incluye que eres un Lightwood. Pero no te preocupes; tu secreto está a salvo conmigo"- Llevó un dedo anillado a sus labios, sonriendo detrás de él ligeramente. Su esmalte de uñas negro brillaba en la luz- "Digamos, por el bien de esta discusión, que te ayudé así me deberías una gran deuda, dado que conozco tu verdadera identidad. ¿Cómo te hace sentir eso?"

Alec se tomó un momento para buscar los ojos de Magnus. Él era realmente la persona más difícil de leer, y Alec estaba saliendo con nada. Pero entre las emociones ausentes estaban el engaño y la traición- "No creo que eso sea cierto"

Magnus levantó sus cejas inquisitivamente- "¿No crees que soy capaz de un plan tan poco inteligente?"

-"Por supuesto que eres capaz. Sólo creo que tienes la sabiduría para saber cuándo no usarlo"

Magnus golpeó su uña sobre la mesa- "Hmm. Esa es una teoría interesante. Muy bien, bueno, hipotético número dos: me importa el bienestar de las personas inocentes y cuando alguien viene a pedirme ayuda para lograr ese fin, hago todo lo posible para ofrecerla. ¿Qué le dices a eso?"

-"Lo creería. Pero aún estoy agradecido por tu... discreción sobre mí. No me debes eso en absoluto"

-"Tal vez sea porque el secreto sólo es valioso mientras permanezca como tal"

Alec pasó su dedo por el borde de su vaso- "Tal vez. Cualquiera que sea el motivo, gracias. Protege a la familia que me queda y me permite hacer lo que estoy destinado a hacer"

Magnus solo miró a Alec por un momento antes de hablar nuevamente- "Quiero cobrarlo"

-"¿Ya?"

-"Sí"

-"¿Bien?"- preguntó Alec, preparándose para negociar los términos.

-"Me gustaría reunirme contigo nuevamente"

Alec no tenía ninguna expectativa previa de lo que Magnus le pediría, pero ciertamente eso no había estado en las posibilidades hace un momento. Casi no sabía cómo responder- "¿Um?"- se le escapó antes de que pudiera pensar en una respuesta real.

-"No he conocido a alguien como tú en esta línea de trabajo. Estoy intrigado"

Eso no parecía muy difícil de aceptar. Alec ciertamente estaba fascinado por Magnus, y convertirse en aliados sería un gran beneficio para él. No estaba muy seguro de que fuera justo aceptar, porque tenía mucho menos que ofrecerle a Magnus de lo que él podía ofrecerle- "Está bien, seguro. ¿Cuando?"

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Ahora...

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Antes de que el sol estuviera en alto, Alec estaba empezando a despertarse, enredado en sábanas y un cuerpo cálido. Giró la cabeza para mirar a Magnus, profundamente dormido y respirando contra su piel. Con una sonrisa, besó la punta de la nariz de Magnus y acarició suavemente su mejilla, luego se deslizó con cuidado fuera de las sábanas y el brazo de Magnus colgando de su cadera.

A Alec no le gustaba especialmente levantarse temprano, pero era perfectamente capaz de hacerlo cuando lo necesitaba. Magnus, por otro lado, apenas era coherente antes de las 10:00 am, por lo que incluso en la rara ocasión en que se levantaba temprano, Magnus apenas podía decir una palabra y sus movimientos eran letárgicos; él era absolutamente inútil.

Entró en la cocina y llenó el plato de comida de Presidente Miau, adelantándose a los golpes sorprendentemente feroces del pequeño gato en sus tobillos para pedir su desayuno. Por el momento, sin embargo, Presidente todavía estaba profundamente dormido en el sofá, roncando más fuerte de lo que Alec pensó posible para un gato tan pequeño.

Se preparó un tazón de cereal, se duchó, se vistió y llevó a casa el desayuno de Magnus antes de las seis y media. Dejó los bagels en la encimera con una nota para Magnus, acarició a Presidente Miau detrás de las orejas, luego agarró sus cosas y se dirigió hacia el día.

Los asesinos tenían horarios bastante flexibles, como resultó después. Sin embargo, Alec prefería las mañanas en los días que tenía un objetivo del cual encargarse, porque le gustaba el tiempo para planear, a pesar de que era más que capaz de hacerlo todo sobre la marcha. No estaba del todo orgulloso al decir que era bueno en su trabajo, y debería serlo, dadas las horas que pasaba entrenando con nuevas armas y estudiando planos y mapas de la ciudad. Era importante que fuera bueno en lo que hacía. No había mucho honor en el asesinato, sin duda, pero había honor en la protección que ofrecía.

Fue a la cafetería más abajo por la calle y pidió lo habitual. Era un cliente habitual, algo que resultó ser especialmente útil hoy en día, porque el hombre que estaba esperando la frecuentaba también.

Brad Evans. Veintiséis. Nacido el 19 de julio de 1982. Varón caucásico. Cabello castaño y ojos marrones. 1.90. Cajero de banco malversando fondos. Todos los cargos fueron retirados por cortesía de los abogados defensores Robert y Maryse Lightwood.

Alec se puso las gafas y apoyó los pies en la silla que estaba al otro lado de la mesa. Había traído una pila de libros para mantenerse ocupado, y no tenía más que unos pocos capítulos leídos. Era un hábito horrible suyo, comenzar un libro varias veces y, la mayoría de las veces, nunca terminarlo. Magnus constantemente se burlaba de él por eso.

Cada vez que la campana de la puerta principal daba un suave tintineo, Alec levantaba la vista rápidamente para comprobar que el tiempo aún no se le había escapado. Brad Evans venía a tomar café a las 9:00 am.

La quinta vez que sonó la campana, era él. Alec miró su reloj: 9:00.

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'Te traje algunos de esos bagels que te gustan para el desayuno y compensarte el tener que salir temprano esta mañana. No podría soportar despertarte, pero te prometo que no me fui sin un beso. Ya le di de comer a Presidente, por lo que ambos están atendidos. Cuídate, te amo'

Magnus dejó la nota con una sonrisa afectuosa y tomó en brazos al Presidente Miau- "Alec nos mima, ¿verdad?"- El presidente simplemente ronroneó y frotó su cabeza contra la barbilla de Magnus.

Hoy, Magnus tenía reunirse en los muelles para un envío. Estaba interceptando a uno de los carteles más grandes de Brooklyn. Los beneficios del linaje de Magnus, como el hijo mayor de un señor del crimen, estaban casi en equilibrio con las consecuencias, pero uno de sus pros más útiles era la capacidad de pedir favores.

Para nadie era un secreto que Magnus no era la mano derecha de Asmodeus. Sin embargo, nadie sabía hasta qué punto Magnus había roto la relación con su padre, ni el vínculo que todavía compartían y que desafiaba las convenciones. Como tal, el apalancamiento fue una de las mayores ventajas de Magnus.

Después de una taza de café y un bagel, Magnus hizo su rutina de yoga matutino y se duchó. Mientras que Alec era resuelto y eficiente en casi todo lo que hacía, Magnus era desvergonzadamente lujoso cada vez que podía salirse con la suya. La indulgencia era algo que él tomaba muy en serio.

Después de vestirse, estaba a punto de llamar a Catarina cuando su teléfono sonó.

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[De: R. Santiago, 12:41 p.m.]

Reunámonos

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Magnus se guardó el teléfono en el bolsillo, se colocó la pistolera y la chaqueta, y rápidamente salió corriendo por la puerta. Los muelles no estaban demasiado lejos, pero Magnus llamó a su conductor. Tan pronto como llegó, se dirigió a la parte trasera para encontrarse con Raphael Santiago. Era el privilegiado infiltrado de Magnus, muy involucrado en la regulación del comercio en el mercado negro. Y, sin embargo, se mantenía ferozmente leal a Magnus, probablemente por la forma en que no tiraba golpes cuando se trataba de mantener la línea con los proveedores para la protección de personas como Raphael.

-"Magnus"

Se volvió y vio a Raphael salir de las sombras de una hilera de unidades de almacenamiento. Tenía un llavero que estaba girando entre sus dedos sin rumbo- "Encontré la carga. Sígueme"

Los dos se abrieron camino a través de filas de unidades de almacenamiento hasta que Raphael se detuvo en uno y rápidamente quitó el seguro- "Espero que sepas lo que estás haciendo, jefe. No sé qué ocurrirá, pero no va a ser bueno*"

Magnus sonrió. "¿No me tienes confianza*?"

Raphael puso los ojos en blanco y tiró de la puerta. Dentro había montones de cajas de cartón etiquetadas con símbolos que Magnus reconoció como identificadores de drogas farmacéuticas.

Magnus pasó sus manos ligeramente sobre ellos, comprobando que la cinta que los sellaba no había sido manipulada. Sonrió y se volvió hacia Raphael- "Haz la llamada"

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[De: Magnus, 11:30 a.m.]

Gracias por traerme el desayuno. Te debo un favor personalizado esta noche. Siempre estoy a salvo, no seas tonto. Te amo.

Alec guardó su teléfono dentro de su chaqueta y volvió su atención a Brad Evans, amordazado y atado en la parte trasera de su auto. Alec abrió la puerta y lo sacó, dejándolo caer sobre la grava del estacionamiento abandonado.

-"¿Quién diablos eres, hombre?"

Alec usó la punta de su bota para ponerlo sobre su espalda, colocando su pie en el pecho de Evans para mantenerlo quieto- "Un equilibrador, si quieres. Tu mierda está desequilibrada, Brad. Estoy aquí para arreglar ese problema"

-"¿De qué estás hablando? ¡No hice nada!"

Alec clavó su pie con más fuerza contra las costillas del hombre- "Un poco más de presión y esas se van a agrietar. ¿Estás seguro de que quieres eso?"

Evans jadeó, sacudiendo la cabeza furiosamente.

Alec quitó el pie y se inclinó junto a él- "Sé sobre el dinero"

-"¡Si estás hablando del banco, los cargos se descartaron!"

Alec se puso de pie y rodeó a Evans lentamente- "¿De verdad creías que esos abogados te sacarían y que todo el mundo se olvidaría? ¿Qué de repente ya no serás responsable?"

-"Yo no era el único. Había otros tres tipos; ellos fueron los encargados de toda la operación. Sólo configure la cuenta ficticia para que transfieran el dinero. No le quité nada a nadie"

Alec puso su bota contra la garganta de Evans, presionando suavemente- "Eres más tonto de lo que pensaba. ¿Quiénes fueron los otros hombres?"

-"Si te digo, ¿me dejarás ir?"

-"Lo consideraré"- Alec liberó la presión en la garganta del hombre y dio un paso atrás.

-"Brian Branch, Calvin Doone y Michael Lane"

Alec asintió, sacando su arma.

-"Hey, hey, hey, ¡pensé que teníamos un trato!"

Alec inspeccionó la flecha grabada en el cañón con una expresión neutral- "Dije que lo consideraría. ¿Esa es toda la información que tienes para mí?"

-"¡Te lo dije, apenas hice nada, hombre! Ni siquiera tengo el control de la cuenta ni el acceso al dinero todavía"

-"Eres el peor criminal del que he oído hablar"- suspiró Alec con exasperación, poniendo los ojos en blanco- "El dinero que permitiste que estos hombres le quitaran a las personas fue, en algunos casos, todo lo que tenían a sus nombres. Les quitaste su vida. ¿Por qué deberías conservar la tuya?"

-"No sabía a quién le estaban robando, lo juro. ¡Lo juro! ¡Todo lo que hice fue abrir la cuenta!"- gimió Evans.

Alec ladeó su arma y disparó un agujero limpio directamente a través de su frente- "Cállate"- se limpió la barbilla con el dorso de la mano, dejando una pequeña mancha de la salpicadura de sangre en su mandíbula.

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[De: Alexander, 4:18 pm]

Estoy camino a casa, nos vemos en un momento.

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-"Vamos chicos, ¿de veras?"- Magnus estaba posado sobre una de las cajas de cartón, con Raphael a su lado, cuando se abrió la unidad de almacenamiento. Eran tres contra dos, un partido bastante igualado para Magnus.

-"Bane. Entrégalo"

Magnus hizo girar su cuchillo de mariposa sin rumbo entre sus dedos- "¿Qué? ¿La mercancía? De ninguna manera"

El hombre frente a él sacó una pistola de su cinturón, sosteniéndola hacia atrás y hacia un lado.

-"Tu jefe y yo hicimos un trato"- Magnus se bajó de la caja y se acercó- "Puedo ser bastante persuasivo. Le dije que era una mala idea para ustedes, chicos, tratar de reclamar esto. Estuvo de acuerdo después de que lo ayudé a ver las cosas a mi manera. No estará contento de que hayas violado el contrato"

Uno de los hombres dio un paso atrás en un movimiento que podría considerarse una rendición. Magnus lo señaló con su cuchillo- "Ese me agrada"

Los otros dos avanzaron.

Magnus sintió que Raphael se unía a él, de pie junto a su codo izquierdo. Sus dientes estaban expuestos levemente.

-"¿Eres la mascota de Bane ahora?"

Raphael resopló suavemente- "Cuida bien a su gente. No soy el perro faldero de alguien, como tú"

Ambos hombres sacaron sus armas y Magnus se puso en acción. Golpeó al primer hombre y desarmó al segundo, lo derribó con facilidad y le inmovilizó la muñeca para quitarle el arma. Raphael lo agarró de los brazos y lo hizo ponerse de pie.

Magnus apuntó con la pistola prestada al primer hombre, que ahora tenía su arma apuntando a Magnus- "Última oportunidad"- le advirtió humildemente.

Cuando el hombre levantó su arma, Magnus disparó por instinto, dándole justo en el centro de su frente. Le pasó el arma a Raphael y luego se paró sobre el cuerpo, negando con la cabeza- "Esta es la última vez que haré negocios con Grant por un tiempo. Me debe una por limpiar su desastre"

Raphael se persignó con su mano libre, la otra aún se cerraba con fuerza sobre el otro hombre.

Magnus miró a los dos restantes- "Piérdanse. Nunca más me dejen atraparles rompiendo un trato entre ustedes y su jefe una vez más"- Ambos asintieron y se apresuraron a irse.

Magnus suspiró y puso una mano sobre el hombro de Raphael sin decir palabra.

-"Debes llamar a Grant antes de que los demás lo atrapen"- aconsejó Raphael- "Me encargaré del cuerpo"

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[De: Magnus, 6:39 pm]

Acabo de dejar los muelles. Traeré la cena, así que será mejor que tengas hambre.

Alec sonrió para sí mismo, luego arrojó su teléfono sobre la cama y se quitó la ropa ensangrentada para tomar una ducha caliente. Sus músculos estaban tensos y tenía un poco de dolor de cabeza. Por lo general, tomaba duchas cortas, no más de diez minutos, pero esta noche se demoró un poco, deleitándose con la calidez del agua y el suave toque del vapor.

Justo cuando salía al dormitorio en una toalla, la puerta se abrió para revelar a Magnus, sosteniendo una caja de pizza contra su cadera y una caja de cerveza en la otra mano. Al ver a Alec, sonrió diabólicamente. –"Mmm. Yo soy el que debo agradecerte esta noche, pero ciertamente no me opondría"- Puso la comida sobre la mesa y se acercó a Alec, deslizando su mano por sus hombros para descansar sobre la parte baja de su espalda, de modo contundente. Sus uñas arañándole ligeramente.

Alec ahogó un suave murmullo de placer y mordió el lóbulo de la oreja de Magnus. Su nariz hizo cosquillas en la piel suave detrás de esta, y se deleitó con el olor de la piel de Magnus. Un poco de sudor y sándalo, pero también el sabor natural de su piel- "Me alegra que estés en casa"

Magnus lo apartó suavemente para que pudiera mirarlo a los ojos. Frunció los labios y le dio a Alec un beso ruidoso que los hizo reírse mutuamente en la boca. Apretó el culo de Alec haciendo que se sacudiera ligeramente contra Magnus, convirtiendo su risa en un suave gemido- "Estoy contento de estar en casa"- respondió Magnus.

Sus días generalmente seguían este patrón, y aunque predecibles, ninguno lo cambiaría por nada. Sin importar lo que tenían que quitarse al final del día y tratar de olvidar, siempre había un rayo de luz en el desván, esperando.

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Espero les haya gustado y nos seguimos leyendo en el siguiente 😘🤗