𝑬𝑳 𝑺𝑰𝑵𝑫𝑹𝑶𝑴𝑬 𝑫𝑬 𝑳𝑨 𝑯𝑰𝑷𝑶𝑪𝑹𝑬𝑺𝑰𝑨 𝑴𝑶𝑫𝑬𝑹𝑵𝑨
Somos una sociedad plagada de contradicciones e hipocresías, por tanto, debemos estar conscientes que las cosas que hacemos y el cómo las hacemos pueden llegar tener un determinado impacto, pero también debemos ser honestos, nos encanta la crítica; pero no hablo de esa tan escasa crítica constructiva la cual se ha convertido en la virtud que acoge a pocos.
Nos encanta la superioridad moral y nos encanta aún más saber que podemos contar con ella, por ello se torna importante para todos como sociedad el poder cambiar esta conducta, porque por algo es que hemos llegado a un mundo de radicalización de lo absurdo, de hecho. Siento que eso podría convertirse en una rama de estudio de la famosa ciencia de lo absurdo.
Tú, persona que a través de estas páginas, cuenta con el mayor de los criterios que puedes recibir en unas cuantas letras, el poder de la catarsis. Un análisis comparativo frente a las verdades que se encuentran ante ti en este derrotero de letras ordenadas de forma elocuente, con la realidad en la que te encuentras habitando mientras me lees, ya sea tranquila o convulsa; puede que como toda persona te preguntes con qué causas o motivos te afirmo que te estoy dotando de tal virtud, porque pues, al fin y al cabo no sé cómo se encuentra o terminara todo, ni en mi tiempo ni en el tuyo.
Por tanto, debemos asimilar que somos personas cómodas, somos personas que por el exabrupto de la siempre cambiante cotidianidad nos excusamos en la realidad y en las cartas con las que nos tocó vivir. También en aquellas que creamos o adquirimos a partir de nuestras decisiones y experiencias de vida. Con tal de tener razón de todo lo que ocurre en nuestro entorno y opinar con la supuesta y "siempre sabía" "voz de la razón" aquella voz que se hace ínfulas rimbombantes cuando dice:
"Acumula memorias para la alcancía de los recuerdos".
"If you can dream it, you can do it = si tú puedes soñarlo, puedes hacerlo real".
Recoge todo el ejercicio del mundo de las ideas, el mundo de lo sensible, pues en este momento les propongo el mundo de los vacíos abstracto, porque es el momento en donde entran las metáforas.
Pues todos somos capaces de pescar el mismo tipo de pez, pero carecemos de etimologías suficientes para comprender si aquel es siempre el mismo pez. Algunos se inclinan a dejarle eso al mero ejercicio de la estadística matemática, otros se lo dejan a la subjetividad del valor que hay detrás de ser pez y contar con cualidades semejantes.
Como se tiene en el concepto de lo que contempla el mundo de las ideas, todo lo que percibimos como algo, en su valor intangible de idea, puede tener valores cualitativos distantes a la hora de pasar al mundo de lo sensible. A la parte real, al sentido más materialista y emocional que se pueda tener en la esencia humana.
Por algo, cuando te mudas a un lugar y regresas, dices que ya no es el mismo lugar, y por lo mismo cuando compras un auto y a los meses o los años compras otro auto del mismo modelo, sientes que ya no es igual.
Todo esto ocurre con los recuerdos, y más importante aún, con los sueños. Tomando un poco los conceptos del comienzo del texto, ¿Tu sueños de ahora son los mismos que cuando eras un niño? ¿O tan siquiera son un poco similares a los de hace un año? ¿O una semana? En caso de que tu respuesta sea negativa o simplemente el mero desconocimiento, pues entonces es importante hacer un último cuestionamiento.
Sí tus sueños, tu apariencia, tu experiencia y tus aspiraciones han cambiado, ¿Es válido que te presentes como tú como lo harías en ese tiempo? En mi perspectiva la respuesta sería depende, porque entramos en ese caso en la paradoja de la nave de Teseo, donde la primera de todas es la verdadera nave de Teseo, y la último a pesar de conservar algunas o ninguna parte, también es la nave de Teseo, pues como lo escuche una vez, "Ninguna es la auténtica nave, ambas son la auténtica nave."
En este sentido de la identidad es al punto donde considero que entra la hipocresía y al mismo tiempo la manipulación a la que somos sometidos por el mundo moderno. Pues aquí es donde vienen mis preguntas con relación a tus sueños y aspiraciones como persona. ¿Cuántas veces has dejado atrás un sueño de la infancia o algo que te movía y te llenaba el corazón con la sola idea de imaginarte haciendo eso? ¿En algún momento dejaste de soñar por complacer o no perder a alguien más?
Ese es el punto más cruel y complicado de todos, nos hemos vuelto personas entregadas a la procrastinación crónica, donde lo único que nos impulsa es el sobrevivir y en algunas ocasiones ni eso es suficiente para justificar nuestra existencia. Porque siempre es bueno hacer la reflexión, ¿Cuántas bailarinas, artistas, futbolistas estrella o grandes científicos nos perdimos?
A veces pienso que es increíble el darse cuenta; al momento de hacer una visión en retrospectiva de nuestra propia vida, de lo poco que hemos vívido para nosotros mismos.
Lo más triste de todo es que la vida siempre está para recordarnos nuestra prisión, la posición que ella quiere que desempeñemos y los sueños que tenemos que cumplir para ser plenos con nuestro propósito en el mundo. Pero la sociedad siempre nos muestra que somos capaces de dejarlo todo con tal de encajar o cumplir, cumplir a todos menos a nosotros mismos.
Lo más sádico de todo es que todas aquellas prisiones en las que nos encontramos son impuestas por nosotros mismos, todas son creadas por y para el disfrute humano, para hacer menos dolorosa la prostitución de nuestros ideales y nuestros deseos más infantiles.
Desde las redes sociales, hasta los vende humos de internet y la pornografía, todos son elementos cargados de dopamina y felicidad momentanea que son para sentirnos un poco mejor con la realidad que vivimos; a pesar de que muchos de nosotros, sabemos que no es una realidad agradable en muchos casos. La droga del siglo veintiuno, la nueva adicción de nuestros tiempos, sobre todo reflejada en actividades que sabemos que nos darán mayor cantidad de dopamina en tiempos más cortos.
Sabemos que nos quedaremos así, prisioneros en una prisión autoimpuesta, con sus propias reglas, comodidades y manías, pero sin ninguna vía de escape. La sociedad sabe que tenemos la puerta abierta, que sabemos la combinación y que tenemos comprados a los guardias de la celda, pero aún así no nos escaparemos, porque preferimos quedarnos en lo cómodo; y lo digo así porque yo también me he visto en esa situación.
En términos de soluciones, ¿Qué podemos hacer para salir de la prisión de la comodidad? Pero salir de verdad; no tomar la conducta hipócrita y de sobre procrastinación que tanto estoy profesando en contra. Tomar la situación con fuerza, al toro por los cuernos y encarar el miedo y la inseguridad que son propias de seguir nuestros sueños.
Porque el problema es que la gente promete de forma exagerada que va a cumplir con las cosas; incluso con tareas elementales o que se consideran básicas a realizar, y ese es el primer punto que tenemos que corregir como personas, debemos aprender a no decepcionarnos a nosotros mismos. Estamos acostumbrados a decepcionar a los demás, a nuestros padres, amigos, maestros, jefes, parejas; puede ser que por eso tengamos ese afán de hacer lo que ellos esperan de nosotros en materia de sueños.
Pero jamás debemos llegar al punto del conformismo ante la reiterada decepción de nosotros mismos, porque el único que te acompaña en todos los momentos de tu vida; para bien o para mal, eres tú mismo. Y tú mismo no puedes ponerte palos en la rueda de tu propio desarrollo.
Aquí admito que estoy entrando un poco en el terreno de la dualidad, puesto que sabemos que nuestros deseos y sueños, nacen de la parte consciente de nuestro cerebro, mientras que, según algunos estudios, nuestra vida estado de vida y las acciones que nos llevan a tener ese estilo de vida son realizados por el inconsciente.
Y tenemos que encontrar esa armonía en donde logremos cultivar en el inconsciente la vida que nosotros queremos; personalmente es algo que me llama la atención, pero tampoco como para llegar al punto de la ley de atracción y todas esas cosas, que ojo, no digo que sean mentiras, solo siento que son cosas que no sirven para todos. Retomando el punto importante, es por eso que tenemos que empezar por acciones pequeñas, y comenzar a luchar contra la comodidad que nos ofrece la celda social.
A ojos de muchos motivadores, hay palabras rebuscadas y adornadas con sensibilidad para decirte las cosas que debes oír para sentirte motivado. Otros, te dirán sin pelos en la lengua que eres un vago completo, y que estás en ese estilo de vida porque tú mismo; de forma consciente o inconsciente lo quisiste así, y que de él mismo modo, el único que puede cambiarlo todo, eres tú.
En lo personal, tomo como referencia el mensaje del segundo tipo de personas, pero tratando de tener un tacto un tanto más parecido al primer grupo. A mi parecer, siento que lo más importante es que debes comenzar con pequeñas acciones que sepas que puedes controlar, porque sino entonces te vas a sentir agobiado o superado por el tedio más absoluto; por eso mismo siento que es completamente estupido cuando alguien propone leerse un libro, hacer una rutina de ejercicio o comer saludable.
Como ejemplo creo que sería en el caso de cosas que hagas de forma inconsciente, aprovecha la tecnología; lo sé, sé que suena como algo casi incoherente pero no lo es. Busca darle un punto de equilibrio a tu consumo de redes sociales, aprovecha que ya casi todas tienen control parental o avisos que puedes habilitar para que la propia aplicación te recuerde que estás demasiado tiempo desconectado; y en caso de que necesites tomar medidas... un poco drásticas, siempre puedes descargar alguna aplicación que regule tu tiempo en pantalla.
Lo que debería seguir a eso sería reconectar contigo mismo, saber de nuevo que es lo que te gusta, que es aquello que sabes que no sólo el tú de ahora, sino también el de antes estaría gustoso de hacer sin esperar nada a cambio. Luego de que lo encuentres, dedícate a hacerlo, puedes hacerlo de a poco, pero recuerda siempre de hacerlo todos los días, solo así se pueden mantener los hábitos.
Confiar en ti mismo, aprender de los errores y saber perder; no hay mejor terapia para los procesos dolorosos que el saber reírse de uno mismo. Del mismo modo, aprende a soñar de a poco, prioriza el hacer pequeñas actividades que lleven a pequeños proyectos que puedas realizar en el tiempo más inmediato; digo, porque si te gusta escribir y hacer el próximo juego de tronos, te vas a chocar contra una pared muy fuerte.
Por último, estaría el punto más importante a mi parecer, ya sabes amar el proceso, ya sabes perder y aprender de tus errores. El siguiente punto es empezar a tener una apatía por lo que te digan los demás y por lo mucho que ellos se esfuercen en desprestigiar tu trabajo o tus procesos. Siendo honesto, yo no soy nadie para decirte a qué viniste al mundo, pero por lo que a mi respecta, siento que es un propósito muy miserable el que tu destino de vida sea hacer miserable la vida de alguien más que si lucha por aquello que tu ya te rendiste por conseguir.
Dejar ser, siento que es el consejo que cualquiera puede llevarse de este capítulo. Deja que la otra persona alcance sus sueños, ya llegará el momento en el que puedas hacerlo o al menos, el momento en el que empieces a arrepentirte. Por eso, si quieres seguir todo lo que aquí te digo, recuerda, no lo tomes como la verdad absoluta o como la palabra de dios, siempre puedes recurrir a otros medios o personas que sepas que pueden aportar a tu desarrollo.
De igual manera, no te compares con los demás, aunque estés comenzando o ya estés metido en el meollo del asunto, compararte no solo sería actitud de necios, sería algo estupido. Porque tu no eres esa persona, principalmente, y del mismo modo, no la conoces, no sabes qué cosas tuvo que sufrir o sacrificar para llegar hasta el punto desde donde está; o incluso es una persona que está o más loca que tú en cuanto a la obsesión de sus objetivos o lleva intentando cumplir sus sueños desde hace mucho más tiempo que tú.
Porque lo que sí hay que atribuir a la vida, es que no hay cosa más justa que el tiempo. Puesto que no hay cosa más justa que el tiempo, pues esté le da su momento a todas las personas en los momentos correctos, ya es cuestión individual si estamos listos para afrontar dichos momentos.
En el fondo sé que podrás, sé que serás capaz de dejar a un lado toda aquella hipocresía que alimenta nuestro ego con tal de no seguir sintiendo que somos menos en está sociedad dominada por la dopamina y los deseos rápido y casi que los impulsos animales que tenemos como humanos. Que podrás hallar la paz en tus tiempos y serás capaz de dar el paso a la libertad de una vida plena con sueños cumplidos, pues nunca es tarde para luchar por ellos.
Hoy en día, todos contamos con esa cierta mascara de hipocresía que hacemos relucir al momento para hacernos los de mente abierta o para juzgar de primeros al otro. Incluso deberíamos crear un medio de gran reconocimiento, que en medio de tanta falsedad es capaz de escapar de su innata hipocresía. Incluso si llega a ser juzgado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro