5:30 de la mañana.

La gente a esta hora sigue durmiendo, a excepción de algunos enfermizos que se paran bien temprano para que Dios los ayude (el que entendió) entre esos enfermizos, nuestro femboy sadomasoquista favorito, el agente 7, quien se encontraba en la sede del nuevo comando branquias, junto con las idols favoritas de todos, así es damas y caballos, estoy hablando de las calamarciñas.

—¿seguros que 7 estará bien?-pregunto callie mientras sacaba su equipamiento de elite.

—seguro que si, lo que no tiene de inteligente lo compensa con resistencia.-añadió entre risas marie.

Kris, quien ya estaba acostumbrado a las bromas de marie, también se rio, mientras la capitana arreglaba la forma en la que lo llevarían.

—bien 7, tienes una chamarra recalentadora, el frío allá sobrepasa lo -10 grados, necesitas ir abrigado, en caso de que algo te pase, tendrás un comunicador camuflado entre tus tentáculos, nosotras, veremos y escucharemos todo lo que tú hagas.-luego le entrego unas duales

—pero, yo ya tengo mis duales-dijo kris.

—no como estás, no pesan, es casi como si tuviese algodón en las manos, las llamamos, duales de carbono surrealistas, DCS para abreviar, como dije, no pesan, son más maniobrables, su cadencia es mínima, su alcance es un poco mayor al usual, vienen con plasbombas y especial de flotiburon, pueden dar 5 vueltas a la velocidad de un atomizador dual maestro, su recarga es casi inmediata, pero su ataque es muy bajo, casi tendrás que disparar 10 veces al oponente para matarlo.

—cielos, están muy rotas-dijo kris.

—si vas a ir a una misión suicida, necesitas armas rotas.-concluyo la capitana.

—toma esto-dijo marie mientras le ponía algo en su cabello.

—es el rastreador del que te hablamos.

Una vez que kris estuvo listo, el y la capitana subieron a un helicóptero, uno "prestado" por grizzly S.A.

El viaje a cromopolis square no estaba tan lejos, 30 minutos en auto, 1 hora y media a pie, 15 minutos en helicóptero, mientras iban avanzando más, hacía más frío, más nieve se veía, hasta que no se vio nada, una enorme tormenta de nieve cayó sobre ellos.

—¡kris! ¡El radar dice que cromopolis está abajo!-grito la capitana a causa del viento.

Kris apenas logro entender, así que despidiéndose de la capitana se lanzó al vacío, vacío de metro y medio, extrañamente la nieve era demasiada, tanta que llego a duplicar el nivel de las montañas, inundar comunidades en nieve etc. Kris vio a lo lejos el helicóptero retirarse mientras la tormenta arreciaba más, al punto de hacer que kris retrocediera en lugar de avanzar, a pesar de la ropa puesta, el frío se sentía en todo su cuerpo, la nieve era densa, una simple montaña le hacía la vida imposible a kris, la tormenta empezó a decaer, así kris tuvo un poco más de visibilidad.

—oh mi Dios...

Todo el lugar en donde se encontraba, estaba lleno de cadáveres, octolings, inklings, todos muertos a causa del frío, algunos congelados, eso sí, también había sangre, demasiada nieve teñida de rojo carmesí.

—capitana... ¿Está viendo lo que yo?— el telecomunicador cayó en sus manos, hecho pedazos, se había congelado.

—¡esto no es posible!-su voz hizo eco en todo el sitio en donde se encontraba.

Entonces, sin más que hacer, decidió caminar hacia cromopolis... claro... en un páramo inaudito, sin una seña de vida en 10 metros enfrente de él... ¿Cómo?

—¿uh?-kris diviso algo a lo lejos, una figura, no estaba congelada, estaba acostada en la nieve, tenía una ropa color blanca, si no hubiese sido por su morena piel, jamás la hubiera notado.

—¡señorita! ¿Está usted bien?-dijo preocupado kris, le toco la mejilla, estaba helada, pero, su pulso... continuaba.

—oh Dios mío, ¡sigues viva!-dijo feliz kris.-tranquila, te sacaré de aquí...

Y así kris llevo en sus brazos a una inconsciente octoling, quien sería clave, para descubrir todo este misterio...