—La siguiente canción la escribí pensando en ustedes, Ladybug y Chat Noir. Solo espero que los inspire y les de fuerza para seguir con su ardua labor.

Al escuchar su voz no pudo evitar pensar que se le hacia conocida pero no podía descifrar de donde. Los aplausos volvieron a escucharse a lo largo del salón en lo que la música comenzaba nuevamente a sonar.

(Reproducir multimedia)

Dime si puedes oír el sonido que hace mi voz
Lo absorbió la oscuridad, no puede regresar
Si este mundo tiene un plan para todos y por igual
Lo que yo pudiera sentir de nada podría servir
Mis anhelos me hundieron, no podía más
Me daba por vencida
Entonces mire al cielo y pude ver
Que infinito es
Comienzo a avanzar, porque es momento de correr
Puedo ya sentir mis emociones golpeando mi corazón
Ya no me detendré, a mi destino llegaré
Porque mi mañana solo yo lo puedo hacer
La respuesta que busqué
No noté que estaba justo aquí

No me voy a lamentar, por el tiempo que ya perdí
Es inútil solo pensar en qué me equivoqué
Son pequeñas las lágrimas que en mis manos debo llevar
Aunque triste yo me sentí ya quedo muy atrás
He llegado muy lejos desde que empecé
Caminando tras tu espalda
Si hay algo que ahora quieras encontrar
Yo lo puedo hacer
Incluso el día de hoy aún puedo recordar
Las palabras con las que llegaste a tocar mi corazón
Ahora se muy bien la razón de mi existir
Y aunque antes lo dudé ahora sé muy bien quién soy
La respuesta que busqué
No noté que estaba justo aquí

Fue como si todo aquí hubiese sido con naturalidad
Los días que vendrán serán con seguridad felices y así...
Comienzo a avanzar, porque es momento de correr
Puedo ya sentir mis emociones golpeado mi corazón
Ya no me detendré, a mi destino llegaré
Porque mi mañana solo yo lo puedo hacer
La respuesta que busqué
No note que estaba justo aquí

La presentación de Reiko termino y el alcalde le dió permiso de quedarse a la celebración.

La observo por al rededor de una hora. La vio bailar con alguno que otro chico que la invitaba y cuando la vio aproximarse a la mesa de aperitivos, se acerco para finalmente poder invitarla él. Y no pudo hacerlo en mejor momento ya que comenzaba a sonar una melodía lenta.

—Seguro— le respondió con una sonrisa. Colocó su mano delicadamente sobre la suya y él la guió al centro de la pista.

Sus movimientos eran lentos y suaves. Bailaban al compás de la música como si lo hubieran ensayado con anterioridad.

—¿Debería sentirme halagada por el hecho de que él gran héroe de París me invitara a bailar?— pregunto la chica al cabo de algunos segundos.

Él detenidamente la observó levemente sorprendido no por la pregunta, sino por la forma tan natural y familiar con la que lo había preguntado. Era como si el echo de estar frente, como ella había dicho, él gran héroe de París, no la intimidara en absoluto, así como tampoco lo hacía el tener varios ojos observando cada uno de sus movimientos por estar a su lado así como varios oídos agudizados para captar cualquier conversación que se generará entre ellos. De allí él que ella le hablara en casi un susurro inaudible fue lo que le hizo saber que ella conocía este dato.

No pudo evitar esbozar una sonrisa gatuna y respondió con galantería y algo de coquetería.

—Creo que eso es algo que no debería preguntar Mon cheri— la hizo guitar sobre su propio eje para después pegarla un poco más a él —Yo no invito a bailar a cualquiera que no sea de mi interés— acercó su rostro al suyo para luego susurrarle al oído —Asi que creo que debería sentirse más que halagada.

Al separarse pudo observar su sonrisa juguetona y a pesar de no poder verla directamente a los ojos, a través de aquella tela negra que los cubría, supo que ella podía ver fijamente los suyos.

—Y se puede saber que es lo que me hace interesante ante sus ojos— siguio esta vez usando un tono coqueto. Sin darse cuenta, o eso aparentaban, se había generado un juego de coquetería entre ambos.

-Segunda parte de cuatro.

Eso a sido todo

No olviden Votar y comentar

Nos vemos en el siguiente capítulo

SAYONARA...