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The Cure - Friday, I'm in love

Dressed up to the eyes
It's a wonderful surprise
To see your shoes and your spirits rise
Throw out your frown
And just smile at the sound
Sleek as a shriek, spinning 'round and 'round
Always take a big bite
It's such a gorgeous sight
To see you eat in the middle of the night
You can never get enough
Enough of this stuff
It's Friday, I'm in love

La cita en el cine había ido perfectamente bien para los chicos, habiendo ido a ver una película de terror que a ambos les gusto y pudieron compartir grandes opiniones de la misma.

Incluso en la escuela los dos se notaban más a gusto en presencia del otro, lo cual notaban mucho sus amigos, quienes a pesar de todo sabían que los dos tenían mucha química.

Y algo que había hecho Robert que ocasionó que Emily sintiera aquellas famosas mariposas en el estómago fue que el chico había comprado boletos para un concierto que ella y Astrid querían ir, Cradle of Filth y Ëpica.

El consiguió los de la gótica y los suyos con ayuda de Astrid quien compró los de Fer y ella, a pesar de que la bajista aún no sabía, Robert le había dicho que era imposible que le dijera que no a algo a Astrid, así que la chica decidió comprarlos.

Emily estaba muy agradecida con Robert por haberlo hecho, ella estaba un poco cargada de gastos por la universidad por ende no había contemplado el concierto.

Pero es cambió cuando el guitarrista llego con los boletos a la universidad y se los enseñaba a Emily.

Estaban en un receso ellos dos juntos y platicaban mientras que Robert estaba fumando y ella tomando un jugo de durazno, el cual era su preferido.

—No sé cómo pagarte esto Robert, de verdad no tenías que hacerlo —comentaba Emily.

—No es nada Em, sabía que querías ir y pues dije ¿Por qué no? Y me acompaño Astrid a comprarlos así que supe elegir bien las bandas porque si me confundí un poco con los nombres —se sonrojaba el chico.

—¿No las conoces? —preguntaba Emily.

—He oído de ellas y creo que he escuchado a Cradle, pero a Epica no —decía Robert.

—Al rato te paso algunos discos de ellos por Spotify para que vayas conociendo a ambos grupos —comentaba Emily con una sonrisa en su rostro.

—Si claro, no me gusta ir a un concierto sin conocer a la banda —señalaba el castaño.

Estos pequeños momentos hacían que Robert tuviera muchas esperanzas con la gótica, sabía que ella quería llevar las cosas de manera lenta, por previas experiencias del pasado que la habían dejado muy marcado, y el estaba pensando igual a ella, no quería arriesgar todo y salir lastimado como antes, si bien a veces sentía que Emily no iba a querer formalizar y tal vez sólo acabaría en la friendozone, también otras veces notaba que la chica le buscaba agarrar la mano y cosas de ese estilo.

Viernes 24 de octubre.

Día del concierto.

Robert iba en su carro escuchando un poco de Epica antes del concierto, iba a pasar por Emily, y verían a Chad, a Loui, Fernanda y Astrid en el concierto.

Estaba afuera de la casa de la gótica, le había mandado un mensaje hace dos minutos avisándole que ya había llegado.

Emily estaba un poco nerviosa, si bien sabía que Robert era un gran chico, ella tenía aún duda de muchas cosas, más que nada porque Jacobson le había estado hablando y mandando mensaje durante estos últimos meses, y eso la movía un poco.

Siempre desde que había llegado de Kentucky y a pesar de ser amiga de Astrid y los demás chicos góticos, tuvo una fascinación con el deportista, Jacobson, y más al ser hijo de uno de los compañeros de trabajo de su papá y lo veía muy a menudo en las fiestas que hacia la compañía o las reuniones.

Llegaron a entablar conversaciones y a su parecer no parecía tan mala persona, pero tampoco era muy inteligente en general, al menos no en cultura general, pero en deportes si que lo era y le fascinaba oírlo hablar de todo lo que tenía que ver con ser deportista.

Y de cierta manera eso le gustaba mucho, no era aburrido, estar con él.

Pero eso también le pasaba con Robert, le fascinaba escuchar como se apasionaba con la música, y sabía mucho de ello, era algo obvio por la carrera que el cursaba, verlo tan lleno de vida cuando tocaba la guitarra o cómo le llegaba a explicar a ella sobre las diferentes notas y tonos que podía alcanzar.

Su corazón estaba confundido, ella quería a los dos chicos, pero sabía que con Jacobson sólo sería un juego para el pero con Robert era todo lo contrario.

¿Pero que había de malo en ser un juego un tiempo y después estar con el chico bien? Podría hacerlo.

Salía de la casa y el guitarrista la veía, quedando anonado por lo hermosa figura de Emily yendo con él.

Su cabello rojo suelto, mientras portaba un vestido un poco arriba de las rodillas con medias negras y unas botas de hebillas muy góticas, su maquillaje era naranja en las cejas y parpados con delineado negro, se veía preciosa.

Robert se bajaba para abrirle la puerta, primero la saludaba con un abrazo.

—¡Te ves hermosa! —exclamaba el chico.

Emily desviaba un poco la mirada y se sonrojaba.

—Gracias, tú también te ves muy bien.

La ayudaba a subir y posteriormente empezaba su camino hacia el House of Blues donde se presentarían las bandas.

—¿Cómo te sientes? —preguntaba Robert.

—Ya mejor, se me quito rápido el estrés y mi mamá me ayudo a pagar las cosas —comentaba Emily mientras se ponía el cinturón de seguridad.

—Me alegro por eso, y sabes que cualquier cosa que necesites te voy a ayudar ¿Verdad? —preguntaba Robert.

—Sabes que eso no es necesario —lo veía de reojo.

—Lo sé pero me nace hacerlo.

Emily sonreía y entendía muchas cosas con ese chico que Astrid le había dicho.

Qué era un joven muy buena onda, que siempre se mostraba muy centrado y le gustaba cuidar a la gente que quería, lo cual estaba haciendo con Emily y eso significaba que sentía algo por ella.

Recordaba siempre que Astrid le decía que Jacobson no le convenia y que no se dejará manipular por el, pero, estaban en las mismas, su mejor amiga se dejaba manipular mucho por Kyle, bueno no ahora que ya había formalizado con Fernanda, pero si antes de que lo hicieran.

De cierta manera se sentía mal por Fer a veces con las mentiras que le había llegado a decir su mejor amiga, pero no estaba en ella comentarlas o decirlas.

Ella ya había dado su punto de vista en eso y Astrid lo evitaba así que no pensaba decir más en un futuro, no quería pelear con su mejor amiga por algo que tal vez sólo era pasajero, a lo mejor sólo otro juguete en la larga lista de Astrid.

A pesar de que los chicos de Beyond le caían muy bien, ella no se acongojaba si dejaba de hablarles, por culpa de ella o de su mejor amiga, o al menos eso se quería hacer pensar ella.

—Ya llegamos Em.

La voz de Robert la sacaba de su trance mientras el chico estaba estacionando el carro y la ayudaba a bajar y veían que sus amigos ya estaban en la entrada esperándolos, observando cómo Fernanda los llamaba con su mano arriba.

Al estar ya con ellos se formaban y comenzaban a platicar entre ellos, notando como mucha gente ya estaba muy emocionada por el concierto, ella igual pero no lo mostraba, le costaba mucho hacerlo.

Entraban al establecimiento agarrando lugares en medio y por fortuna no estaba tan lleno.

—¿Qué tal el camino? —preguntaba Emily a Astrid.

—Estuvo relajado, nos vinimos en Uber Fer y yo y Chad y Loui nos alcanzaron acá, y ya después estuvimos platicando —respondía Astrid.

Aprovechaban a platicar en lo que Fernanda y el guitarrista habían ido por bebidas.

—¿Ya no te ha molestado Kyle? —preguntaba la amante de Halloween.

—Me llamo antier y no le respondí, la verdad no pienso volverlo hacer, no quiero que joda mi relación con Fernanda —Astrid se notaba un poco agobiada y no era para más, tenía mucho equipaje que, si Fernanda lo encontraba, tal vez no podrían seguir juntas.

—Ya te dije que debes decirle las cosas, no es bueno guardar ese tipo de secretos —comentaba Emily.

—Lo sé, pero aún no sé cómo decirle o cuando...siento que no lo tomará bien.

Astrid se mordía el labio, se notaba un poco intranquila.

—Sólo piensa lo que te digo Astrid, creo que es mejor que ella lo sepa antes de que se entere por otros medios y se arme la grande —la veía a los ojos.

—Lo sé lo haré.

Por algo ellas dos eran mejores amigas, sabían sus más grandes secretos, que estaban casi seguras de que si los miembros de Beyond The Light que las cortejaban se enteraran, todo se acabaría.

Incluso Emily empezó a sentir miedo, cuando sintió unos brazos alrededor de su cintura y le daban vaso de cerveza.

—Me fascina pasar tiempo contigo Em.

La voz de Robert la tranquilizaba.

Pero a la vez le hundía su corazón, más al escuchar lo que le decía.

Ella en verdad no lo merecía. 

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