I See Stars -Running with Scissors
So I'll pretend I'm letting go
While you're dancing in the past without colors
You'll be the one running away in my nightmares
I'm letting go
You said you'd never ever look back
You'll be the one running away in my nightmares
La relación entre Robert y Emily estaba un poco estancada, daban dos pasos al frente y retrocedían dos pasos, tanto por que el guitarrista no quería molestar a la gótica ni presionarla y a la vez porque la escultora no se sentía segura por todos sus traumas del pasado, algo que la hacía dudar mucho de las intenciones de del chico.
Robert siempre intentaba ser la persona más paciente del mundo, interesándose por sus cosas y buscando que ella estuviera bien, pero Emily lo empujaba muchas veces, entre las salidas donde ella se ponía a bailar con otras personas, incluso se llegaba a besar con alguno lo cual ponía muy triste al joven y sus amigos notaban que se estaba deprimiendo mucho, algo que los preocupaba, porque tendía a alejarse de todo mundo y no querían que él se encerrara ya que no dejaba que nadie se le acercara, intentaba el lidiar con todo sólo.
Otro gran detonante era que Emily y Jacobson estaban teniendo más interacción, no en la escuela, pero si en las reuniones con los papás de ambos y el padre de otro chico llamado Justin, quien ella sabía era el ex de Fernanda, sólo que este casi nunca estaba.
Las interacciones entre la gótica y el deportista eran amistosas y de cierta manera Emily le gustaba que Jacobson estuviera hablándole sin problema contándole sobre sus gustos y el escuchando de los suyos, aunque no le ponía la atención que le ponía este Robert, quien incluso había empezado a aprenderse algunas de las canciones favoritas de Emily en la guitarra.
Pero había algo en Jacobson que la hacía gustarle mucho el jugador de Lacrosse, Jeremy tenía una atracción para las chicas que parecía casi un imán, siempre las hacia dudar de sus gustos y más aún de lo que ellas querían, se podría decir de cierta manera que su carisma, sin contar su físico, las hacia desearlo.
Emily tenía un gran embrollo en sus sentimientos, si bien se sentía muy atraída al deportista, el músico nunca abandonaba su mente, era una batalla que ni ella misma entendía, sabía que uno era bueno para ella y el otro le iba a romper el corazón, sin embargo, no sabía cómo procesar todo.
A pesar de que Astrid intentaba interceder por Robert, ella incluso se sentía frustrada por la duda de su mejor amiga, habiéndole señalado que el jugador sólo la usaría y la dejaría tirada, que era algo que la gótica quería evitar a toda costa, más aparte de que buscaba que el guitarrista no estuviera mal, les había tomado mucho afecto a todos los músicos de Beyond, y los consideraba ya parte de su círculo más cercano de amigos y le dolía ver cómo dos personas que estarían perfectas juntas se destruían.
Pero no podía hacer gran cosa al respecto, ella no mandaba en el corazón de su amiga y no le iba a imponer nada.
Robert iba llegando a la casa de Emily, iban a salir a caminar un rato, y eso lo emocionaba mucho, ya que eran los momentos donde más podía acercase y conocer de ella.
Sentía que cuando estaban solos, la gótica era más abierta y buscaba entablar más conversación, no se cohibía ni se ocultaba, sino que mostraba su verdadera manera de ser y pensar, y le gustaba mucho al joven, siendo que era una jovencita muy linda y super transparente.
La jovencita salía de su casa, y al ver al guitarrista le sonreía de lado, se notaba que ella traía algo de resaca, había salido ayer con Chad, Loui y Astrid, siendo que los integrantes de la banda habían estado ensayando y no pudieron ir.
—¿Noche salvaje? —le sonreía el joven.
—Ni te lo imaginas, tome demasiado —sonreía de lado la jovencita.
—¿Ya tomaste mucha agua? ¿Comiste algo?
Esto hacía sonrojar a Emily, sólo sus amigos se preocupaban de esa manera por ella y de cierta manera se sentía bien al ver eso por parte del guitarrista, sabía que él era super diferente a todos los chicos con los que había estado y que él no la juzgaría por nada de su pasado, pero a la vez su corazón estaba dividido entre Robert y Jacobson.
—Si, comí un sándwich y me tomé un suero, la verdad si me pasé en esta salida —se reía nerviosamente.
—Pero ¿Te divertiste? —le preguntaba el chico.
—Si, mucho, baile con Astrid escuchamos mucha música y tomamos, sólo que ella extraño mucho a Fer y se veía un poco decaída.
—Es que ellas son muy cercanas, también esta Fer se llega a ver triste cuando no está con Astrid, se complementan muy bien ellas dos. Me alegro por ambas —decía Robert mientras comenzaban a caminar al parque detrás de la casa de Emily.
—Tenía mucho tiempo sin ver a Astrid tan feliz, su brillo es muy notable y todo gracias a Fer, de verdad que eso me pone muy feliz —sonreía Emily.
—¿La pasada relación de Astrid fue muy tormentosa verdad? —preguntaba de manera inocente Robert.
—Cómo no tienes una idea, muchas veces tenía yo o alguno de los chicos ir por ella a los antros por que se ponía muy mal y Kyle la dejaba ahí —dejaba salir un suspiro la gótica.
—Ese tipo sí que es un asco con todas las letras de la palabra —fruncia el ceño este Robert.
—Siempre se lo dijimos a Astrid, que ella merecía a alguien mejor, pero creo cierta dependencia hacia él, hasta que entendió que él no era bueno para ella —comentaba Emily.
—Bueno, al menos ya está mucho mejor y con alguien que en verdad la valora —decía Robert.
—Si es lo que nos tiene tranquilos a Chad a Loui y a mí, nos alegramos mucho por ambas.
Se sentaban en los columpios, ambos se relajaban mucho en esos juegos, permaneciendo quieto Robert mientras que la gótica se medió columpiaba.
—¿Cómo te fue con la escuela esta semana? —le preguntaba el guitarrista.
—Estuvo tranquila, termine parte de la tarea y me libre un poco de una materia por que le avance al reporte de fin de semestre así que voy adelantada, lo cual es perfecto y así me puedo enfocar en las materias que medio me cuestan trabajo —comentaba Emily.
—Tu eres una chica muy lista Em, eso siempre te lo diré y sé que puedes con todo.
El corazón de la chica se hacía pequeño, adoraba que el chico fuera así de lindo con ella y amaba estos momentos de tranquilidad con él, pero siempre venía la duda cuando recordaba a Jacobson, la manera tan sexy que le llegaba a hablar y la forma que se mostraba con ella la hacía dudar mucho de lo que sentía.
Si bien no había cedido de estar con el jugador de Lacrosse, no era algo que descartaba de su mente y lo que no quería era hacer sentir mal al guitarrista, ella sabía que los dos se detestaban.
—Robert, sé que no he sido la mejor compañía y menos cuando salimos de fiesta y demás, créeme que de verdad lo siento al ser tan...tonta a veces y no darme cuenta de que eres un chico maravilloso y de verdad quiero corresponder los sentimientos, pero me cuesta —decía Emily.
El joven sentía cierta pesadez en su pecho, tenía una ligera sospecha de saber a dónde iba esto, su corazón latía muy rápido.
—¿Hice algo malo? —preguntaba el joven mientras bajaba la mirada.
Esto era algo que no esperaba Emily, que el chico se echará la culpa por ella, que pensará que él era el del problema cuando en realidad todo era su culpa, por sus dudas y desconfianzas.
—Robert, no es tu culpa, sólo que tengo muchas dudas por todo lo que me ha pasado y he hecho antes y no quiero que eso comprometa algún futuro que podamos tener —comentaba Emily
—Es que no entiendo Em a lo que vas con ello, digo a mí no me importa nada de tu pasado, sólo me importa tu presente y futuro, es todo lo que yo veo —señalaba Robert.
Esto la hacía suspirar y le seguía doliendo el pecho.
—Lo se Robert, te entiendo y te agradezco, pero yo no puedo mandar en mi corazón, si bien sé que me fascinas, también no puedo dejar de lado que me gusta Jeremy —decía finalmente Emily.
Eso había sido algo que sabía a la perfección Robert, dejando salir un suspiro muy profundo y lleno de tristeza.
—Lo sé y es por eso que no te presiono, porque respeto tu decisión, si tú no puedes mandar en tu corazón, creme que yo menos por más que lo intente.
Em jamás había escuchado la tristeza en la voz de Robert, al menos no de la manera que lo estaba haciendo ahorita y sentía el desgarre en el corazón del chico.
—Lo siento Robert, de verdad.
—Créeme que yo también, pero no te preocupes, con que tu seas felz yo lo seré.
Esto dejaba sin habla a la jovencita.
¿De verdad estaba haciendo la decisión correcta de postergar las cosas con Robert por una calentura?
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