Imprisoned by chains

Branded by this hatе

My very flesh scorched

I cannot wakе

I will not wake

The sun will not rise

El dolor que sentía Robert en aquellos momentos no se podía comparar con nada en el mundo, no sabía cómo procesar lo que había pasado hace apenas unas horas cuando venían regresando del tour europeo y la noticia al tocar tierra en Nueva York.

La escena se repetía varias veces en su cabeza.

Flashback

El celular de Robert sono y aprovechando que estaban parados afuera de una tienda porque Emily estaba comprando un poco de agua para Leila, contesto.

—Si ¿Diga? —contestaba el joven.

— ¿Señor Throudeur ? —era una voz que no reconocía.

—¿Quién lo busca? —preguntaba Robert

—Hablo de la jefatura de policía de Boston, usted es el pariente más cercano de la señora Marie Throudeour —decía el oficial.

Al escuchar el nombre de su madre se le helaba la sangre.

—¿Qué paso con mi mamá?

Esto captó la atención de sus compañeros que voltearon a verlo preocupados.

—Señor Throudeour,me duele mucho externarle esta noticia, hace unas horas su madre fue ingresada por un paro cardiaco a la sala de operaciones, sin embargo, no se pudo hacer mucho por ella por lo fulminante que fue.

El teléfono estaba por caérsele a Robert de las manos y sentía un golpe de su azúcar por su diabetes que en ese momento sólo sabía Emily y Fernanda, y por fortuna su esposa le había quitado su celular antes de que pasara algo más.

—¡Señor Throudeour! ¿Sigue ahí conmigo?

—¿Con quién hablo?, soy su esposa la señora Throudeour.

El oficial le repetía las cosas a Emily quien se le achicaba el corazón y más al ver a su esposo en un estado de shock por la noticia.

—En seguida salimos para allá.

La gótica colgaba el celular.

Todos la estaban viendo, mientras no entendían por qué Robert se había puesto mal y tenía sus ojos cristalizados.

—Mi suegra falleció hace unas horas, tenemos Robert y yo que ir a Boston —dijo Emily, intentaba mantenerse concentrada.

Todo mundo se sorprendía, no era una noticia que esperaban después del exitoso tour que habían tenido en Europa.

En un dos por tres Fernanda estaba en su celular marcando a la compañía y avisando que usaría de nuevo uno de los aviones de la disquera, uno de los pequeños, que lo tuvieran listo en media hora.

—¡Gracias Fer! —exclamó Emily.

—Ustedes adelantense, nosotros nos haremos cargo de sus cosas acá, pasamos les hacemos una maleta y los alcanzamos en Boston mañana mismo —decía la pelinegra.

Fin del Flashback

Estaban en la casa de la madre de Robert, el cuerpo ya había sido reclamado y los arreglos funerarios estaban en orden, el servicio sería en unas cuantas horas y el guitarrista estaba sentado en el sillón viendo las fotos de la casa mientras que Emily se encontraba arriba con Leila tomando una siesta, no habían dormido nada en dos días.

A Robert se le notaban las ojeras, se notaba muerto en vida y un gran dolor se había manifestado en sus ojos, cómo si su brillo se hubiera apagado en menos de lo que canta un gallo.

Un ligero toque sonó en la puerta de la casa y el chico se levantó a abrirla, para ver que estaba Fer con Astrid y Annie con ropas formal de funeral.

—Hola chicas, gracias por venir —decía el joven.

Las tres abrazaron al guitarrista, Fer un poco más.

—Lo siento mucho Robert, de verdad —susurro la bajista.

—Gracias Fersita, de verdad gracias por la ayuda que nos brindaste.

—Eso no se agradece amigo, saben que siempre estaré para todos ustedes —decía la azabache

Todos comenzaron a llegar, notaron muy mal al guitarrista y sabían que la señora era la única familia que le quedaba al Robert, comprendían mucho el dolor de su amigo y lo trataban de apoyar en todo lo posible.

—Lo lamento mucho hermano, sabe que yo quería mucho a tu mamá cómo si fuera la propia —decía Erick mientras caminaban en el cementerio con dirección a donde sería la ceremonia.

—Lo sé amigo, de verdad que lo sé, pero duele como no tienes una idea, era algo que no esperaba que pasara —la voz del chico estaba muy quebrada.

—Creo que nadie lo espera hermano, no es algo para lo que estemos preparados siempre llega de la nada y de la manera más pinche jodida —comentaba Erick.

—Gracias por siempre estar aquí —susurraba el guitarrista rítmico.

—Eres mi mejor amigo, ¿Cómo no hacerlo?

Con ello estaban en la ceremonia donde mucha gente conocida de la señora Throudeour estaba presente, mientras que el reverendo de la iglesia estaba diciendo algunas cosas en memoria de la difunta, el cielo estaba gris y todo era tristeza.

Fue el turno de Robert de pasar.

—Primeramente, doy gracias a todos los presentes por acompañarme en este momento tan aciago de mi vida, jamás espere que después de un gran éxito en la carrera musical de nuestra banda, sin embargo, como siempre lo dijo mi madre en la vida todo tiene que estar nivelado, no sólo te puede ir bien y ya, muchas cosas que la vida te da te las quita de alguna otra manera para que todo sea de cierta manera justo, y después de tantos años de escuchar eso, por fin lo entendí de primera instancia, es el balance de la vida

Emily estaba llorando con las palabras que decía el chico, sabía que estaba muy mal y que luchaba por no romperse, entendía que tan cercano era a su madre y como él la había amado y ella cómo adoró a su pequeño Robert, ella mostró tener el más grande amor de madre que existía en el mundo.

Robert termino de hablar y puso la flor sobre el sarcofago de su madre dejando un beso en el mismo.

—Gracias mamá, jamás te defraudaré.

Con ello el grupo de amigos se acercó y junto a los demás observaron cómo iban bajando el cuerpo de la señora Throudeour a la tumba.

Emily sólo tomó la mano de Robert y la apretó de manera fuerte, intentándole hacerle saber que ella siempre estaría ahí con él.