She looks into the mirror
But she don't understand
Inside she feels a hunger
Will she ever be satisfied?
And the world is standing still
When she wants it when she prays
For the night to come to take her away
To fulfill her darkest dreams

—Tenía tiempo que no salíamos de antro de esta manera —decía Erick mientras manejaban hacia su destino.

—De hecho, por lo general estamos ya últimamente sólo ensayando —comentaba Michael quien iba en la parte trasera con Amanda.

—Es que en sí tenemos que estar listos para la batalla de la banda, no podemos perderla este año —señalaba Robert.

Era cuando la realidad golpeaba a los chicos, era su última oportunidad siendo que ya el próximo semestre todos se graduarían y de ser así y no tener el éxito necesario tendrían que dejar de lado su sueño, eso les aterraba, dado a todos los esfuerzo que habían invertido en esto.

—De cierta manera entiendo ahora el por qué Fer ha estado un poco pesada, no me había caído el veinte de que esta era nuestra última oportunidad —suspiraba nostálgico este Erick.

—Pero ¿Por qué? —cuestionaba Amanda.

—Uno de los sueños de Fer es entrar a Centuary Media o si se puede directamente a Sony Music y eso es irse a Nueva York o a Los Ángeles —puntualizaba Michael.

—¿Cuál es la diferencia con que ganen entonces el concurso?

—Pues si podemos grabar nuestro primer ya nos podríamos con gran seguridad dedicar de lleno a la música, ser una banda al cien —comentaba Robert.

—¡Oh vaya! Ahora entiendo muchas cosas —reía Amanda.

—Pero ahora con Astrid en la jugada ¿Creen que Fer siga con esa idea? —preguntaba Erick.

Todos se quedaban callados porque sabían que la gótica era un gran detonante en todo lo que hacía la bajista, eran ya muy cercanas, aunque no habían todavía formalizado.

—Es que siento que ella será un gran detonante en la elección de Fer, digo en las semanas pasadas han pasado mucho tiempo juntas, y se ve muy feliz a Fernanda, pero ¿Cuáles son las intenciones de Astrid? —se notaba la duda en Michael.

—Pues no es una chica mala y se preocupa mucho por Fer —señalaba Amanda.

—No queremos que ella salga lastimada de nuevo —comentaba Robert.

—No pasará, eso lo sabemos a pesar de llevar poco tiempo siendo amigos de los chicos góticos, se han mostrado muy buena onda, así que de cierta manera confió en ellos. —decía Erick.

—Si, han sido muy buena onda y nos apoyan mucho —comentaba Michael.

—Aparte Astrid no es mala persona, he platicado con ella una que otra vez cuando los esperamos o me la encuentro entre clases —decía Amanda, —también he hablado con Emily.

Esto captaba la atención de Robert quien la volteaba a ver.

—¿Y bien? —preguntaba él.

—Mira Astrid es muy abierta y le gusta hablar mucho, me ha dicho que, si quiere a Fer y que está interesada mucho en ella, y eso me pone tranquila.

—¿Y esta Emily te ha dicho algo? —cuestionaba el guitarrista.

—Pues sólo hemos hablado cómo tal de la escuela y... —se quedaba callada.

—¿Y?

—Robert, sé que de verdad te gusta y todo, pero yo que tu iría lento con ella, es un poco insegura y no te voy a decir nada más porque no queda en mí, y no pienso traicionar su confianza contando algo que no me corresponde —comentaba Amanda.

—De cierta manera lo entendí desde que ella y yo hablamos, si les soy sincero no me quiero ilusionar, pero a la vez siento que es ella la indicada —suspiraba Robert.

—Todo saldra bien, ya lo veras, eres demasiado bueno amigo —señalaba Erick.

Habían llegado al antro, era gótico y los habían invitado Loui, Chad y Emily, ya que Astrid estaría con Fer ese día por lo que sabían.

Estacionaban el carro y se bajaban para entrar al local, viendo que ya los estaban esperando los góticos.

—¿Cómo va todo amigos? —preguntaba Loui acercándoseles.

—¡Hola, amigos! Todo bien ¿Y ustedes? —contestaba Michael.

Se saludaban todos de manera cortes y Robert abrazaba a Emily haciendo que ella se sonrojara, pero de alguna manera ella se sentía bien al estar en los brazos de aquel chico.

—¡Excelente! Ya listos para una noche amena —contestaba Chad.

Los músicos veían que el lugar se llamaba la guarida de la gárgola y tenía un ambiente muy gótico, no les molestaba y más sabiendo que podrían conocer mucho de sus nuevas amistades.

Caminaban todos a la entrada donde estaba un cadenero y saludaba a los góticos.

—Hola jóvenes, ¿Hoy no vino Astrid? —sonreía al dirigirse a ellos.

—No Randolph, hoy fue con una amiga, pero nos acompañan unos amigos nuevos —decía Emily

El cadenero volteaba a ver a los de la banda y asentía notando que tenían roa muy diferente a la que se usaba en el antro.

—Siento que los he visto en algún lugar —señalaba.

—A son Beyond the Light menos la bajista —comentaba Loui.

—¡Oh Vaya! Muy buenas noches, que gusto conocerlos —sonreía genuinamente el de seguridad.

—El gusto es todo nuestro —contestaba Erick mientras los demás le sonreía.

Después de las presentaciones los dejaban pasar y veían que era un ambiente super gótico y se notaba mucha gente bailando en la pista.

Tomaban una mesa para siete donde todos pedían un doce de cervezas para empezar la noche.

Robert se sentaba a lado de Emily, se sentía feliz de estar cerca de ella, quería platicar y conocerla más.

—¿Cómo te fue en tu entrega esta semana? —le preguntaba el chico

Emily estaba ya con una cerveza en la mano tomando y lo volteaba a ver, se notaba un poco aburrida.

—Bien, no me quejo, alcance a acabarlo.

Su tono era cortante.

—¿Ya te dieron la nota?

—No, el profesor se tarda en calificar las cosas —contestaba Emily tomando un poco de su cerveza mientras veía hacia la pista de baile.

—¿Quieres ir a bailar? —le preguntaba el guitarrista.

Emily lo veía volvía a tomar un poco de su cerveza.

—No gracias, sé que no te gusta eso, ustedes son más de gritos, mosh pits y eso —se escuchaba cierto rechazo en la voz de Emily.

Amanda se había dado cuenta de esto, pero no quería interferir, a pesar de que le dolía ver la mirada lastimada de Robert.

Ella sabía que le costaba mucho al guitarrista abrirse con las personas y que estaba haciendo su mayor esfuerzo con Emily a pesar de ser super tímido e introvertido, y de cierta manera le molestaba cómo Emily lo trataba.

Los chicos seguían bebiendo un rato, habiéndose acabado las cervezas primero y después habían pedido una ronda de shots de tequila.

—Por las nuevas amistades y que duren toda la vida —decía Erick levantando uno de los caballitos con una sonrisa.

Todos alzaban sus caballitos y brindaban por eso tomándoselos de golpe.

—Me da mucho gusto que Astrid se haya animado a hablarle a Fer —decía Loui.

—Si, gracias a ellas todos estamos aquí —sonreía Michael.

Se notaba mucho la química entre ambos grupos, a pesar de que eran muy diferentes los unos a los otros, se trataban muy bien y se notaba el apoyo entre ellos.

Este Loui sacaba su celular y le pedía a uno de los meseros que les sacara una foto a todos juntos.

Se veían contentos en la foto que posteriormente subía el chico vampiro, a excepción de Emily y Robert que se veían de malas.

Chad se acercaba a Emil y quien había ido a la barra.

—¿Todo bien Em?

La chica volteaba a verlo y se notaba muy frustrada.

—No lo sé Chad, no sé cómo me siento ni que está pasando —decía enojada.

—¿Por qué? ¿Te está molestando mucho Robert? —se notaba su voz de sobreprotector del chico.

—Es que ese es el problema, no me molesta, me siento bien con él, me gusta que se preocupa por mí y que es genuino —la frustración en la voz de la gótica era palpable.

—¿A qué le temes Em?

—¿Y si sólo se quiere acostar conmigo y tirarme cómo todos lo han hecho? —se escuchaba la tristeza en el tono de la chica.

Chad dejaba salir un suspiro.

—No lo sabrás hasta que no dejes que la cosas pasen —alzaba los hombros,

—Sólo disfrutaré hoy y al diablo todo.

La chica tomaba el trago que había pedido, y lo engullía en un sólo movimiento e ignorando a su amigo se iba a la pista de baile, y empezaba a bailar.

Chad tenía tiempo sin verla así de confundida, sabía que estaba empezando a sentir cosas por Robert, pero su corazón era un campo de batalla y eso nunca era bueno con ella, tendía a hacer estupideces.

La chica estaba bailando muy pegadita con un chico que no conocía, sintiendo cómo las manos de este surcaban sus caderas y ella se pegaba más al chico.

—Te mueves muy bien guapa —susurraba al oído de Emily.

—Tu no lo haces nada mal cariño —sonreía mientras se daba la vuelta en su eje la chica y rodeaba sus brazos sobre el cuello del chico.

Robert estaba viendo todo desde la mesa y sentía cómo su corazón se hacía pequeño, le dolía, el aíre le estaba faltando y quería solo salir de ahí.

—Tranquilo amigo, sólo está bailando —era la voz de Amanda poniendo su mano sobre el brazo del chico.

Robert la volteaba a ver y tenía aguados los ojos.

En ese momento los dos nuevamente volteaban a ver a Emily y estaba besándose con el chico y posteriormente la estaba jalando hacia el baño y Robert no podía más.

Se levantaba y dejaba dos billetes de cien dólares y salía de ahí sin despedirse ni decir nada.

Los chicos iban a seguirlo, pero no los dejaba Amanda.

—Necesita estar sólo.

Todos veían cómo salía del antro el chico tambaleándose, no sabían si por el dolor o por el alcohol.