Alana estaba bien aquella mañana.
Había empacado la suficiente sal, especias, jamón y queso para una vida entera.

Su madre no la había visto entrar a la casa, de la misma forma en la que no la había visto salir de su vida.

Quizás por qué Alana nunca estuvo adentro, ella siempre fue el exo de su endo, el vise de su versa y ya estaba harta de la codependencia, como el personaje sin nombre del poema de Lang Leave.

Pasos acercándose, un titubeo, el rilar de una risa conocida, él.

Él era la manera en la que ella solía llamarlo, al incidente, a la persona, a la época de su vida, a el conjunto de incongruencias a la que la llevo la limerencia a sus escasos dieciséis años.

—Pajarito—él le clava esa mirada, aquellos iris de agua, donde su propia mirada se quedaba clavada, a esa pupila a la que le dedicó su primera mirada de amor.

—Hey Jude—ríe, primero tontamente, luego se vuelve peor.

Palpa la mesa con la mano, el pie se le resbala, su dedos se desprenden de la bolsa de alimentos, sonríe como una tonta.

—¿Penny Lane?—el eleva una ceja, ella tiembla.

—¿Qué haces aquí?—se escuda.

—Primero de marzo—sonríe suspicaz, Alana cierra los ojos, los abre, parpadea—. ¿Lo recuerdas?

"Como olvidarlo, aún cierro los ojos y los recuerdos vuelven a oleadas, que se apoderan del cielo de mis pensamientos como los globos huidizos del 14 de febrero."

Alana lo miró incrédula, ya era primero de marzo, tardó en procesarlo pero al final lo logró.
Calendario de efemérides de Alana:
1 de marzo el día en el que el divorcio estuvo completado.

—Aún no puedo creer que la pequeña Lane no tenga novio.

—Pues créelo—Alana rueda los ojos, el lanza una carcajada—. Yo no puedo creer que aún te acuerdes de venir a ver a mi mamá por su aniversario de "renacimiento".

—Rose es fantástica, siempre me agradó y lo sabes—Alana volvió a poner los ojos en blanco, no sabía de qué otra forma reaccionar. Es decir su ex novio estaba en su casa, para la celebración anual de soltería de su madre. ¿Que se suponía que debía hacer, organizarle otra fiesta al mozalbete?

—Típico de Alana Lane, le digo hola rueda los ojos, adiós lo mismo, creo que tienes algo contra mí—se oyen más pasos, estos en tropel—. Aunque sabes me encanta que ellos no puedan verte como yo te veo porque si lo hicieran se enamorarían de ti—murmura y Alana no lo escucha, su hermana está allí con Wind sonriendo.