𝔻𝕚𝕖𝕔𝕚𝕤𝕚𝕖𝕥𝕖
Camie caminaba enfurecida por todo el estudio, sus tacones se podían escuchar al momento de que avanzaba con fuerza. Los que la veían pasar se cuestionaban qué era lo que la tenía tan molesta.
Debido a que era muy rara la ocasión en la que la veían de esa manera.
Entró con fuerza a una de las habitaciones y ahí vio a la persona que estaba buscando.
Katsuki estaba leyendo una nota de una entrevista que le habían hecho recientemente a Izuku, y siendo sincero estaba molesto. El hombre que entrevistaba al pecoso empezó a hacerle preguntas demasiado personales.
Una de ellas era que si andaría con algún hombre mayor o que opinaba de ese tipo de relaciones. Él sabía que Izuku era gay por lo que no se extrañó que preguntara en base al género masculino, lo que lo molestó fue la pregunta que hizo aquel hombre.
Izuku se mostró incomodo ante esa pregunta y solamente respondió que no le gustaba hablar de eso porque era un tema demasiado complejo, por lo que no quería responderlo y simplemente bromeó.
Katsuki sabía que Izuku pudo haber respondido esa pregunta sin ningún problema, pero sabía que la manera en la que se la dijo aquel hombre no había sido la manera adecuada.
—¡Katsuki!
Al escuchar su nombre volteó para ver a la castaña, la cual tenía un semblante serio y tenía los brazos cruzados.
—Qué necesitas Camie, estoy ocupado.
—Me imagino en qué. ¿Me puedes explicar por qué diablos cantaste una canción con el estúpido de Izuku? —exigió saber mientras reproducía una parte de una canción en su celular.
Katsuki al escuchar su voz a la par de Izuku se sintió extrañamente bien, no sentía que hubiera hecho algo mal. Se escuchaba tan malditamente bien su voz con la de Izuku, quería que se repitiera más en el futuro.
Aunque había pasado demasiado tiempo desde que la canción se había publicado, nunca se dio la oportunidad de escucharla completa. Y el escucharla ahora, y gracias a Camie, le hacía ver que quería que sucediera más a menudo.
No por un contrato, sino por mero gusto.
De tan bien que se sintió al escucharla, olvidó por completo la molestia de Camie, la cual se molestó más al ver como el cenizo no le prestaba atención.
—¡Te estoy hablando Katsuki!
—Ya te oí mierda —soltó un suspiro fuerte mientras sobaba su sien —. Para empezar, no mereces explicaciones de lo que hago o no hago, no eres mi pareja ni mi madre ni nada mío.
—Aún no respondes.
—Ya lo hice.
—No estoy jugando Katsuki, ¿por qué lo hiciste? Tú sabes que este bastardo no tiene talento, ¿cómo es posible que te hayas prestado para eso?
—Hablas como si lo conocieras, todo este tiempo te has dedicado solamente a hablar mierdas de él y su música, cuando su música es mucho mejor que la de cualquiera que trabaja en este estudio.
—¿Incluida la tuya? —preguntó retadora.
Camie sabía de sobra el ego y orgullo que se cargaba el cenizo, estaba segura de que el cenizo respondería que la música de aquel bastardo no era tan buena como se decía.
Más no esperó su respuesta.
—Incluida la mía.
Katsuki salió de aquella habitación sin dirigirle la palabra, Camie estaba sorprendida. ¿A dónde se había ido el verdadero Katsuki? Jamás aceptaría que la música de quien sea era mejor que la suya propia, apretó los dientes furiosa.
Izuku era un estorbo para ella, jamás conseguiría lo que quería si no se deshacía de él.
Escuchó unos aplausos detrás de ella y miró curiosa quien era el causante de ello, solo para ver a Kirishima.
—¿Qué quieres?
—Oh nada, solo viendo como fracasas una vez más en tratar de poner a Katsuki de tu lado.
Camie chistó la lengua y lo ignoró, Kirishima al ver eso decidió seguir molestándola con tal de que ya dejara en paz a su mejor amigo.
—Sabes que tú y yo nos conocemos desde antes de conocer a Katsuki, fuimos amigos en ese entonces. Y tú sabes la razón por la que ya no lo somos.
—¿Eso que tiene que ver con Katsuki? —preguntó fastidiada, quería irse de ahí pero sabía que Kirishima no se lo permitiría.
—Podrás engañar a todos con que la música de Midoriya es mala y no se que tanta palabrería más, pero yo sé que no es por el hecho de que no te guste su música la razón por la que hablas tanta basura de él —se acercó a ella manteniendo su distancia.
Camie pasó saliva nerviosa.
—Por ahí me contaron que un anónimo en el pasado publicó una nota, ese anónimo dijo que Izuku había rechazado colaborar con él, que no tenía talento, que lo trato mal, etcétera. Eso le trajo consecuencias graves a Izuku al punto de que se hizo una investigación para averiguar quien había sido aquel cantante y ponerlo en su lugar por difamación.
Kirishima tomó una pausa y Camie observó esa mirada, el modelo era alguien fríamente calculador cuando se trataba de descubrir algo, más no podía mostrarse nerviosa, eso la delataría.
—Vagamente recordé que tú hace tiempo me habías dicho que un tal Midoriya había rechazado colaborar contigo. Y da la casualidad que en el tiempo en el que salió esa nota es el mismo lapso en el que tú mencionaste sobre ese rechazo.
—E-Eso no prueba que haya sido yo. Además, no es mi culpa que ese estúpido haya sido tan tonto como para rechazar una colaboración con un gran cantante de gran prestigio.
—Escucha Camie, sé perfectamente que fuiste tú quien subió esa nota, no me trates como un tonto. Si odias tanto a Izuku es porque rechazó colaborar contigo, cuando lo único que querías era utilizarlo para subir de fama, claro que no te sirvió porque estoy seguro de que Izuku se dio cuenta, solo te diré esto. Si sigues molestando a Katsuki o tan siquiera a Izuku mientras esté aquí, yo mismo iré con las autoridades correspondientes para que se encarguen de ti y los daños y perjuicios que le ocasionaste a Izuku, ¿te quedo claro?
—¿P-Por qué haces esto Kirishima?
—Digamos que una persona especial me encargó este favor, además, Izuku no mereció todo lo que le pasó a causa de tus berrinches de niña pequeña.
—Katsuki no permitirá que me trates así.
—Pruébalo, con la cercanía que está teniendo con Izuku, dudo mucho que intente tan siquiera defenderte. Te aseguro que sí él supiera esto, no dudaría en llevarte él mismo a que te den la lección que te mereces.
—Esto no se va a quedar así.
—No me amenaces, no estás en posición de hacerlo.
Camie salió de aquella habitación molesta, lo que por tanto tiempo escondió podía salir a la luz, y si pasaba, estaba acabada.
Ella misma se encargaría de que nadie supiera que ella fue la responsable de todo el odio que recibió Izuku tiempo atrás.
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