Después de perseguir a Ranma para golpearla, se terminó perdiendo como siempre.

-¿a dónde se fue ese tonto? -preguntó mirando a su alrededor.

La había perdido de vista, alzó las manos hacía arriba de felicidad.

-por fin perdí a ese estorbo -exclamó dichoso.

Empezó a caminar muy contento, cuándo de sorpresa ella lo abraza por atrás fuertemente.

-¡querido tengo hambre! -dijo Ranma haciendo puchero.

Iba a responderle cuando de pronto, su estómago sonó fuertemente.

-está bien iremos a comer querida -respondió de mala gana.

-yeeee por allá, hay lugar dónde venden comidas muy ricas -celebró jalando su brazo.

Ryoga se dejó llevar por Ranma, como si fuera un muñeco. No quería dar más espectáculos con ella. Entraron a un restaurante, qué era bien concurrido por Ranma. Casi todas las mesas estaban llenas.

-buenas tardes -saludo la mesera, dándoles la carta.

-buenas tardes -saludaron a dúo Ranma y Ryoga.

Ranma miraba la carta muy contenta. Ryoga esperaba qué ella no pidiera mucha comida.

-decite rápido Ranma -dijo impaciente.

-está bien querido - Ranma.

La mesera los miraba atentamente, esperando sus pedidos.

-«no sabía qué está chica tosca, tuviera un novio tan lindo» -pensó la mesera.

-quiero dos sopas ramen, un yakitori, un tonkatsu, un bento y de postre 2 kakigoris -ordenó muy contenta.

-ok -asintió la mesera dando media vuelta.

-¿por qué pediste todo eso? -preguntó Ryoga, pensando en la cuenta.

-querido nos espera un largo viaje, necesitamos estar bien alimentados -repusó Ranma.

-eso es cierto -tuvo qué estar de acuerdo con ella.

Luego de unos minutos apareció la mesera con el pedido, para gran alegría de Ranma.

-todo se ve tan delicioso -dijo Ranma apreciando la comida.

Ryoga no podía estar en desacuerdo con ella en eso.

-provecho cariño -dijo Ranma probando la sopa.

Ryoga hizo lo mismo y le encantó la sopa.

-¿cómo sabías qué aquí la comida es tan rica? -preguntó Ryoga curioso.

-siempre vengo aquí a comer -respondió sonriendo.

Terminaron rápidamente la sopa, Ranma cogio un bento con los palillos.

-abre la boca cariño -dijo Ranma ruborizada, por la presencia de los comensales.

-no quiero -contestó Ryoga avergonzado.

-¿parece qué quieres un escándalo no? -preguntó Ranma alzando una ceja.

Ryoga movió la cabeza varias veces, en negación y rápidamente abrió la boca.

-así me gusta querido -dijo Ranma sonriendo astutamente.

Ryoga masticaba molesto y avergonzado a la vez.

-¿está muy rico? -preguntó Ranma.

Ryoga movía la cabeza en aprobación. Los demás jóvenes miraban con envidia a Ryoga, pensando qué ellos eran pareja.

Ranma también comía del bento, pero a la vez le daba de comer a él.

-«esto es tan humillante, al menos es una chica» -pensó Ryoga fastidiado.

Luego Ranma se comió el yakitori, uno para ella y el otro para Ryoga. Después siguió comiendo el tonkatsu y luego siguió con el kakigori.

-este postre está riquísimo -dijo Ranma muy complacida.

-tienes toda la razón - Ryoga.

Terminaron de comer y Ryoga pidió la cuenta.

-menos mal qué traigo dinero -suspiró Ryoga al ver la cuenta.

-muchas gracias cariño -decía Ranma viendo como Ryoga pagaba la cuenta.

Salieron del restaurante muy satisfechos con la comida.

-bueno será mejor apurarnos -avisó Ryoga.

Ranma tomó el brazo de Ryoga y se puso de puntillas, para poder besarlo en la mejilla.

-gracias por la comida Ryoga -dijo mirándolo enamorada.

Ryoga se tocó la mejilla, tratando de borrar el beso.

-¡no vuelvas hacer eso imbécil! -le propinó un coscorrón.

Ranma se sintió herida, por su acción y salió corriendo mientras lloraba.

-eres un insensible -dijo Ranma sollozando.

-espérame Ranma -trató de detenerla.

Se quedó parado un rato ahí, mirando por dónde Ranma había huido.

-esto será lo mejor, al menos no quiso golpearme -dijo sonriendo.

Iba en dirección de otro lugar, cuándo alguien chocó contra él intempestivamente. Ryoga lo tomó de los brazos por impulso.

-¿qué sucede? -preguntó Ryoga sorprendido.

-¡no lo sueltes, es un ladrón! -gritaba una mujer elegante.

Ryoga dirigió su mirada, hacía esa mujer. El ladrón quiso escapar del agarré, pero no pudo.

-gracias, ese hombre robo mi cartera -contó la mujer.

-entrégale la cartera a la señorita -dijo Ryoga con voz atemorizante.

El ladrón obedeció temiendo por su integridad física. La mujer tomó la cartera, mirando molesta al ladrón.

-muchas gracias, ¿cómo podré agradecerte esto? -preguntó la mujer.

De pronto Ryoga fue rodeado de mujeres, qué eran las amigas de la agraviada. Ella les contó de qué Ryoga, había atrapado al ladrón. Ellas miraban muy sonrientes a Ryoga.

-je, je, je, no es nada -respondió Ryoga rascándose la nuca.

-insisto déjame agradecerte de alguna manera -dijo la mujer.

-no es nada, no se preocupe -repitió Ryoga.

De pronto Ryoga sintió el aura ardiente, de alguien a sus espaldas.

-¡yo qué pensaba perdonarte y tú aquí coqueteando con estas mujeres! -gritó Ranma llena de celos.

Inmediatamente a Ryoga se le escarapeló el cuerpo, quedándose mudo. Las mujeres miraban sorprendidas a Ranma.

-no es lo qué tú piensas -balbuceo Ryoga.

-¿ah no y qué estás haciendo entonces? -preguntó poniendo las manos en sus caderas.

-déjeme explicarle señorita, su novio fue tan amable, de atrapar a un ladrón, qué había tomado mi cartera -explicó la mujer.

-¿eso es cierto Ryoga? -preguntó desconfiada.

-por supuesto Ranma -rio muy nervioso.

-siendo así, no pasa nada -suspiró Ranma aliviada.

Ranma suavizó su mirada hacía Ryoga y se disculpó con la mujer.

-Ryoga vámonos -dijo Ranma tomándolo del brazo.

Él obedeció y empezó a caminar a paso rápido. Sintiéndose cansados, se sentaron en unas bancas.

-lamento mi comportamiento cariño, pero es qué no soportó verte con otras mujeres -dijo mirándola apenada.

-Ranma deja de decir tonterías -respondió mirando hacía otro lado.

-tú eres solo mío Ryoga -dijo apoyando su cabeza en su hombro.

Ryoga la miraba un poco asustado ante su declaración.

-«tengo qué tener cuidado con sus celos» -pensó Ryoga preocupado.

-eres muy insegura conmigo, lo mejor será qué me dejes Ranma -trató de persuadirla.

-eso nunca Ryoga -dijo Ranma apasionadamente.

Se levantó y lo abrazó efusivamente.

-yo nunca podría dejarte -confesó Ranma casi llorando.

-ya Ranma cálmate -dijo Ryoga palmeando su espalda.

Estuvo un buen rato abrazándolo, sintiendo mucho amor por él.

-está bien, trataré de controlarme la próxima -dijo Ranma apartándose de él.

-bueno ya, sigamos nuestro viaje -dijo Ryoga restándole importancia al asunto.

Los dos volvieron a caminar, por ratos se detenían a comprar cosas, para el viaje. Anduvieron hasta qué les cogio la noche.

-será mejor qué descansemos -sugirió Ryoga.

Rápidamente Ranma le quitó la mochila y sacó la carpa. Pero Ryoga la armó, mientras ella colocaba unas pequeñas bancas en el suelo.

-cenemos querido -dijo señalando la banca.

Ryoga se sentó en la banca y Ranma le ofreció un plato de comida, qué habían comprado en el camino. Ella se sentó muy cerca suyo, Ryoga la miró y alzó sus ojos hacía arriba.

-hoy la luna se ve tan radiante -suspiró enamorada.

Ryoga no le dio importancia a lo qué decía y siguió comiendo.

-voy a ponerme la piyama, si quieres venir a verme no me importaría -dijo Ranma pícaramente.

Ryoga la miró disgustado, pero sus mejillas enrojecieron. Ranma reía al verlo tan nervioso. Ryoga dejó pasar un buen rato, para entrar a la carpa.

-¿ya estás vestido? -preguntó ansioso.

-si cariño -respondió Ranma.

Ryoga entró rápidamente ante su respuesta, pero grande fue su sorpresa, al ver a Ranma vestida solo con una sexy lencería.

-¿te gusta lo qué vez? -preguntó Ranma sonrojada.

-¿Ranma por qué te pusiste eso? -preguntó Ryoga nervioso.

Sin poder evitarlo salió un chorro de sangre por su nariz.

-me lo puse para ti -respondió Ranma jugando con sus dedos.

-no es necesario qué hagas eso por mí -dijo Ryoga desviando la mirada.

-cuándo lo vi, pensé en qué te gustaría verme vestida así -confesó apenada.

-yo nunca te dije eso -dijo agarrándose la nariz.

Lo cierto es qué Ranma se veía muy hermosa y a la vez sexy. Era una vista maravillosa, para cualquier hombre en la tierra. Pero Ryoga jamás le diría palabras dulces sobre su aspecto. Así qué desviaba la mirada a otra parte, porqué casi se le veía todo a Ranma.

-estoy muy cansado, será mejor dormirnos -bostezo Ryoga.

Ranma lo miró haciendo pucheros de niña pequeña.

-«tranquilizate solo es el idiota de Ranma» -se decía así mismo, mientras se agarraba el corazón.

Ranma se acostó disgustada, jalando la colcha con violencia.

-«Ryoga eres un gran tonto, acaso no puedes ver lo hermosa qué soy» -pensó Rama triste.

Empezó a suspirar aburrida, no podía dormir. Ryoga tampoco podía hacerlo, ¿quién podría dormir con una sexy pelirroja, a solo pocos centímetros de ti?. Cuálquier otro hombre se aprovecharía de la situación, teniendo locamente enamorada a una bella pelirroja. Pero ninguno decía nada.

En la casa Tendo:

-¡vaya a buscar a Ranma! -dijo Soun, tirándole una mochila a Genma.

-pero no se dónde puede estar -dijo Genma preocupado.

-mi niña está sufriendo por su hijo, así qué váyase rápido Genma -sentenció Soun muy serio.

A Genma no le quedó otra, qué salir en búsqueda de Ranma.

¿Podrá Ranma controlar sus terribles celos?, ¿Ryoga podrá seguir saliendo airoso de la roja tentación? 😉😈

Bueno aquí está un nuevo capítulo. Espero les guste. Gracias por seguir está historia, por sus comentarios y por sus votos. Cuídense mucho.🐰😁👋🏻