Subo a las historias de instagram una foto de las cervezas que estamos bebiendo para celebrar la victoria del West Ham contra el Liverpool. Con la siguiente inscripción: Partidos como hoy son los que una quiere ver.

kaihavertz29: ¿No como el de ayer no?

El corazón se me encoje al leer el mensaje. No se si lo dice de verdad o es una broma. Pero no hay ni una mínima parte de mi que pretendiese insinuar algo así con esta foto. Solo mi felicidad por el partidazo de mi equipo que acabo de presenciar.

Andrea_97: ¿Lo dices en serio?

No recibo contestación. Ava y los chicos siguen hablando y riendo a mi alrededor. El pub está lleno de gente con camisetas claret and blue con diversos nombres y números, iguales que las que llevamos puestas nosotros cuatro. Se respira un ambiente alegre y lleno de excitación. La mayoría de nosotros nunca ha visto a este club alcanzar posiciones tan altas en liga.

Sin embargo con el paso de los minutos y los continuos vistazos al móvil que realizo mi emoción va bajando considerablemente. No quiero pensar que le he podido hacer daño a Kai.

Andrea_97: No pretendía insinuar nada malo de tu partido. Fue genial verte marcar y celebré ese gol como nunca pensé que lo haría. Es más, lo único malo que hubo fue no poder veros salir de allí con los tres puntos, porque os lo merecisteis. Sobre todo tú, no lo dudes.

Bloqueo el móvil y lo guardo en mi chaqueta, colgada en el respaldo de la silla. No quiero volver a mirar si hay respuesta. No quiero comprobar que no la hay y que mi burbuja de felicidad termine de explotar, quiero disfrutar con la gente, bromear y reír con mis compañeros como estaba haciendo hasta hace un tiempo.

Jhon cuenta una anécdota de infancia que provoca que Peter se ponga rojo y Ava y yo nos riamos a carcajadas.

━¿En serio, cómo no te diste cuenta? - pregunto secándome las lágrimas de los ojos.

━El coche era igual al de mis padres y yo era pequeño ━se defiende Peter.

━Tenías ocho años, Pet, no eras pequeño ━rebate su hermano.

Me encanta verlos interactuar. Me hace echar muchisimo de menos a mis hermanos, pero también sentirlos más cerca. Además es bonito ver al normalmente malhumorado Jhon relajado y bromeando.

━Dios, es que no puedo parar de imaginar las caras de tus padres al ver que había desaparecido todo ━Ava sigue riendo.

━No fue divertido ━protesta su novio ━. Tuvimos que cancelar el viaje a la playa porque no teníamos comida ni equipaje.

Ava abraza a su novio en un intento por consolarlo por su arruinado fin de semana en la playa de hace doce años. Aunque ese consuelo queda poco realista ya que las carcajadas de mi amiga siguen resonando ahogadas en el pelo del chico.

━Tu móvil no para de vibrar ━me dice Jhon.

Saco el teléfono del bolsillo. La pantalla está iluminada con una llamada entrante de un número que no tengo agendado. Cuelgo y dejo el aparato encima de la mesa. El mismo número vuelve a llamar. Descuelgo y me llevo el móvil a la oreja.

━¿Hola? ━Contesto.

━Hola ━responde al otro lado de la línea esa voz con acento alemán que me alegra los oídos.

━¿Cómo has conseguido mi número?

━Tengo mis contactos. ━Su risa ronca retumba a través del altavoz. Ese sonido me llega directo al estómago.

Hago un gesto con la mano a mis amigos y salgo a la puerta del local para escuchar mejor.

━Meredith ━respondo a mi propia pregunta ━. ¿Qué quieres? ━Mi voz suena seca. La emoción inicial por escuchar su voz ha disminuido y ha emergido a la superficie la molestia por haber dejado de contestarme.

━Pedirte perdón. No quería decir eso, o quizá sí. Pero no quería hacerte sentir culpable por estar contenta o celebrarlo.

━¿Entonces por qué has escrito eso?

━No lo se. ━Lo oigo suspirar al otro lado ━. No quiero decepcionar, supongo.

━A mi no me decepcionas. Y si alguien se siente decepcionado por tu partido de ayer es imbécil y no sabe nada de fútbol.

Su risa me envuelve. Es una sensación indescriptible como resuena directa en mi oído.

━Pasalo bien. ━Se está despidiendo. Y no me gusta. No quiero dejar de hablar con él.

━¿Quieres venir? ━propongo sin pensar en nada, solo en las ganas que tengo de verlo.

Una pausa. Me pone nerviosa.

━Mejor no. ━La decepción me invade ━. No creo que sea buena idea que me presente en un pub lleno de Hammers.

Claro. No he caído en a quien estaba invitando, él no es una persona cualquiera, es un jugador del Chelsea, no puede ir tranquilamente al pub que le apetezca, y menos con el cariño que le tienen la mayoría de aficionados de los otros equipos al suyo.

━Puedes venir a casa y vemos una peli. ━Las palabras salen de mi boca antes de que me de cuenta. Parezco desesperada.

━Avísame cuando vuelvas y voy ━suena animado.

━En una hora más o menos nos vemos en mi casa.

━Andrea ━su voz se torna seria ━, pasatelo bien con tus amigos y luego nos vemos, no salgas corriendo a casa para quedar conmigo.

Eso era exactamente lo que pensaba hacer. Entrar para poner una excusa y volver a casa lo más rápido posible. Pese a que estaba disfrutando de las risas y la compañía.

Por más que quiera cambiar. Por más veces que me haya prometido a mi misma que no volveré a dejarlo todo por un hombre a la primera de cambio mi reacción es volver a lo mismo.

━¿Te llamo luego? ━medio pregunto. No estoy convencida, hay una gran parte de mi que está convencida de que si me quedo aquí cuando lo llame él ya no vendrá.

━Aquí estaré.

Nos despedimos con la promesa de volver a vernos esta noche. Me interno en el local, una sensación de emoción recorre todo mi cuerpo.

Más tarde sentada en el metro le escribo un mensaje para avisarle que voy camino a casa. No tardo en recibir su contestación confirmando su visita y que trae palomitas. Que elija la película.

El metro se retrasa más de lo normal. Cuando llego a la puerta de mi hogar él ya está allí, sentado sobre el escalón, con sus larguísimas piernas estiradas sobre la acera. Una bolsa de palomitas caseras en una mano y otra de papel descansando sobre las rodillas. Al acercarme me recibe una sonrisa radiante, a juego con la que se extiende por mi propia cara.

Se levanta y se coloca a mi lado mientras introduzco la llave en la cerradura. Desprende un aroma fresco a jabón que se cuela por mis fosas nasales y me estremezco. Me cosquillean los dedos con las ganas de enterrarse en su pelo húmedo.

Me sigue al interior de la casa. De camino a la cocina saludamos a Lidia que está acomodada en el sofá, con Stormy en su regazo, viendo la tele.

━Que envidia Bowen ━me susurra al oído. Su aliento acaricia mi oreja y mi cuello provocándome otro estremecimiento.

━¿Eh? ━No se me ocurre nada inteligente que decir con él tan cerca.

━A ese veinte le falta un nueve ━Pasa un dedo por el dorsal que adorna mi espalda, de arriba a abajo. Hasta mi cadera. Ese recorrido inocente me quema, mi cuerpo tiene vida propia.

Vierto las palomitas en un bol para mantener las manos ocupadas y no lanzarme a su cuello.

━¿Quieres que nos vayamos a mi habitación a ver la peli? ━pregunto ━. O nos unimos a lo que sea que esté viendo Lidia ━aclaro, no quiero que piense que lo estoy invitando a mi habitación con segundas intenciones. Aunque no voy a negar que si me lo imagino en mi cama no es en ver una película en lo que pienso.

━¿De verdad quieres ver una película? ━su voz suena demasiado cerca otra vez. Sigue a mi espalda, al no poder verlo su olor me llega más potente que en la calle, ese perfume a jabón hace que se cuele en mi imaginación la ducha.

Sacudo la cabeza en un intento por borrar esas imágenes inapropiadas de mi cabeza.

━¿A eso te he invitado no?

━¿Me lo estás preguntando? ━pone sus manos en mi cintura y me da la vuelta. Quedamos cara a cara. Estudia mi expresión desde las alturas.

Trago saliva, el corazón acelerado martillea contra mis costillas. Suplico mentalmente que no lo note. No hemos vuelto a estar a solas desde que nos besamos en el parque.

Todo fue espontáneo y cómodo. Hemos seguido hablando como antes y nada entre nosotros ha sido raro, incluso hemos bromeado sobre nuestro supuesto romance. Sin embargo esta situación es de todo menos normal. Yo no me siento nada normal teniendolo tan cerca.

━No ━susurro débilmente. Me aclaro la garganta ━. No te lo estoy preguntando ━ la voz sale me sale de manera natural. Por fín ━. A esto te he invitado.

━Te sigo ━agarra el bol de palomitas y la bolsa que traía.

Evito mirar a Lidia cuando volvemos a pasar por el salón. No quiero ver su expresión, ya se cual va a ser. Mis propias expectativas e ideas ya me están matando, no necesito las de otra persona.

Subo las escaleras con la intimidante presencia de Kai detrás. A mitad de camino mi cerebro decide empezar a funcionar con algo parecido a la normalidad y recuerdo que mi habitación es prácticamente un museo de camisetas que ese chico me ha regalado y que está coronado por una camiseta con el número siete y su nombre extendida en una posición de honor para ser lo primero que veo cada mañana. No puedo dejar que la vea.

Acelero el paso hasta el punto de casi echar a correr escaleras arriba. Cuando entro en la habitación sigue pisandome los talones. Maldigo que mira un metro noventa y sus piernas sean exageradamente largas. Intento tapar la camiseta con mi cuerpo y la doblo para colocarla junto a las demás en la estantería.

Se queda parado en la entrada. Si ha visto algo tiene la decencia de no hacer ningún comentario.

━¿Cierro? ━pregunta señalando la puerta con la cabeza.

━Si. ━Me acerco a él para coger el bol que tiene en las manos. Pero intentando mantener distancia. Si lo toco no creo que lleguemos ni a encender el ordenador.

Dejo el bol sobre el escritorio en el que se encuentra mi portátil cerrado. Sigue parado cerca de la puerta ahora cerrada.

━Siéntate en la cama, si quieres ━digo.

Se coloca al borde de mi cama sin soltar la bolsa que tiene en las manos.

━Puedes soltar la bolsa, no te voy a robar ━intento bromear para romper la tensión que se está formando. Y no pensar en el hecho de que está en mi habitación, en mi cama para ser más exactos, y que no puedo parar de pensar en lo que eso implica, en lo que deseo que suceda.

━Puedes robarmela, es para tí.

━¿Si?

━No te hagas la sorprendida. Ayer tuve partido. ━Sonríe sin enseñar los dientes ━. Pero no la abras ahora. No quiero volver a recordarlo.

Me coloco frente a él y agarrando su cara con mis manos le obligo a mirarme a los ojos.

━No se pueden ganar todos los partidos. Eso no significa que tú no hicieses un buen partido y seas un buen jugador de fútbol.

Me rodea la cintura con los brazos y me atrae más hacia él. Me coloca entre sus piernas.

Por una vez soy yo la que lo observa desde arriba. Acaricio con los dedos el contorno de su rostro, empezando por la frente. Cierra los ojos ante el tacto de mis yemas. finalizo mi recorrido en su barbilla, la agarro y le alzo la cara para dejar sus labios al alcance de los míos. La película se quedará para otro día.

Cuando nuestros labios se tocan el estremecimiento que recorre mi cuerpo deja a todos los anteriores como un simple soplido ante un huracán..

La bolsa queda abandonada en el suelo. Tiro de su camiseta hacia arriba y se la paso por la cabeza. Mi camiseta sufre el mismo destino, el suelo. Allí por donde pasan sus manos mi piel se eriza y se posan por todas partes.

Me subo a horcajadas sobre él. Su boca se traslada a mi cuello, besa y succiona cerca de mi garganta provocando que de mi boca salga un gemido. Llevo las manos a mi espalda para desabrochar mi sujetador.

Antes de que pueda hacerlo se separa de mí, ante lo cual emito una especie de gruñido.

━¿Estás segura de que quieres seguir? ━pregunta con voz ronca.

━Totalmente ━clavo mis ojos en los suyos y lo beso profundamente. Espero que mis actos, junto con mis palabras, transmitan lo mucho que quiero seguir hasta el final.

Sus manos sustituyen las mías y suelta el broche del sujetador.