Sentia que las estrellas me estaban hablando, brillaban tanto sin razon alguna y parecian unirse para que yo pudiera deletrear algo, pero yo lo ignore, no tenia un buen humor en ese momento.

si bien era cierto que ya habia recuperado algunos recuerdos, odiaba el hecho de que no fueran todos, las palabras de Jennie me parecieron injustas, tanto para ella como para mi.

"Hey, Jis ya es algo tarde podria ser peligroso si seguimos aqui, vamos a acercarnos mas al jardin." Murmuro Jennie y yo simplemente hice caso, tampoco es que tuviera otra opcion.

"Lo siento, pero realmente no puedo decirte nada, en especial de ella, porfavor no estes enojada, intentare ayudarte." De todo lo que dijo Jennie, lo unico que llamo mi atencion fue lo ultimo. "¿Como piensas ayudarme? ¿No se supone que no puedes decirme nada?"

"Conozco a alguien que es doctor, podria preguntarle sobre tu caso y talvez te ayudaria." la conversacion termino cuando llegamos a una colina yo me acoste ahi y mire hacia las estrellas.

"¡Jis! ¡Hay una heladeria cerca y esta abierta!, ¿quieres ir?" Me pregunto Jennie luego de pasar un rato en su telefono. "Supongo que eso esta bien."

Fuimos al lugar que ella habia indicado, segun el reloj de su telefono ya eran tres con cuarenta y cinco minutos.

"Te ves muy desanimada, no fue mi intencion si es que dije algo malo en algun momento." Murmuro Jennie a lo que yo sonrei, estaba cansada, eso es cierto, tambien lo es el que Jennie me llevaria a casa si lo digo, pero, quiero quedarme.

"Me siento mas que fantastica, ¿podemos quedarnos treinta minutos mas?" La respuesta era algo obvia, Jennie aceptaria si yo le sonreia, era una ventaja de ser la hermana menor.

Queria adivinar la forma de las estrellas, sentia que me hablaban desde el minuto en el que salí de mi casa, pero su idioma era ilegible, por mas que lo intentara solo parecian puntos brillantes esparcidos por el cielo.

"Jis, ya es muy tarde, en unas horas va a amanecer." Dijo Jennie, tomo mi mano para levantarme y irnos a nuestra casa.

Al igual que cuando me fui, nuestra casa estaba apagada, pero para evitar riesgos, entramos por la ventana de mi habitacion.

"Me la pase muy bien, lamentablemente mañana debo trabajar, intentare sacar tiempo y salir contigo." Dijo Jennie y yo asenti.

Mire al techo pensando en algo, era como el color del sol, igual de brillante pero, no encontraba un nombre para llamarlo.

"¿En que piensas?" pregunto Jennie sentandose en mi cama junto a mi. "No tiene un nombre especifico, o por lo menos no lo se."

"Bueno, debo irme a dormir, asi que duerme bien." Jennie se habia ido, mientras que yo empeze a dormir.

Soñe con alguien a quien no reconocia, pero su sonrisa era linda, y su cabello tan lindo como el amanecer.