6._Carne
El dios dormía tan profundamente que ni siquiera se movia. Por las dudas probó haciendo estallar una de las alarmas...Nada sucedió con la deidad. Ni siquiera exhaló un suspiro.El ángel descendió satisfecho y se perdió por el pasillo,con una mano en la espalda y la otra en su báculo,cuyo extremo inferior hacia un eco sonoro al golpear las baldosas.
El silencio de ese palacio de piedra era semejante al de una cripta. Un silencio frío,oscuro y seco que terminaba por devorar cualquier atrevido sonido que intentara perturbar la solemne atmósfera. Sin prisa,el ángel camino por los infinitos corredores hasta alcanzar una puerta, escondida a la vista del señor del lugar y de cualquier inesperado visitante. Ingresó abandonando su cetro,pues necesitaba las dos manos para trabajar en su próxima obra. Se planto delante de la mesa,
observo los cuchillos con mucho cuidado y comenzó la ceremoniosa faena.
Cocinar casi podía considerarlo un pasatiempo. Una forma de lidiar con las largas jornadas en soledad. La comida algo con lo que podía jugar sin jamás aburrirse,pues cada sabor es único y las combinaciones de estos son infinitas. Y si además dispones de todo un universo,para surtirte de ingredientes aburrirse es prácticamente imposible. Whiss pasaba horas y horas metido en esa habitación probando recetas, modificandolas o descartandolas, con una paciencia que sólo podía provenir de un ser no humano. Es que podía dedicarle días,
semanas y hasta años a un sólo ingrediente,para encontrar el mejor uso del producto. Con toda certeza,ninguno de sus hermanos podía superarle en el arte de la culinaria,pero desde que visitó la Tierra se sintió un poco superado por la calidad de la comida de aquel pequeño planeta. Así que comenzó a trabajar un poco más en ese su pasatiempo.
Recorría el universo en busca de toda clase de alimentos,
sobretodo de carne,que era algo que a su señor le gustaba mucho y con lo que solía ser particularmente exigente. En esa habitación, tenía jaulas con toda clase de animales a los que mantenía en el mejor estado,
hasta el momento en que debía matarlos. Aquello era sencillo,la parte desagradable era faenar el animal. Se subía las mangas de la túnica hasta el codo para no ensuciarse con la sangre y los fluidos de aquellos cuerpos,mas como un carnicero cualquiera,
siempre terminaba salpicado de aquellos líquidos.Pero sus manos,sus esbeltas manos, parecían enguantarse de sangre y ese color escarlata,sobre su azulada piel,le provocaban un extraño deleite. Así mismo desollar, cortar y filetear.
Si bien todos los platillos allí ensallados terminaban por agradar a su señor no veía,en él,el regocijo de cuando comía en el planeta Tierra y esto comenzó a molestarlo.Se afanaba en mejorar su destreza en la cocina,aunque comenzó a ver problema en las carnes que empleaba,por lo que amplió la búsqueda sin éxito.
Esa tarde mientras cocinaba y disgustado veía a los animales en las jaulas,experimento una suerte de frustración. Llevaba semanas probando sabores insípidos que le amargaban en varias formas. Había estado contemplando una idea y por eso comprobó que el dios durmiera profundamente. Salió de ese lugar y camino a ese dormitorio,en que sus discípulos descansaban. Ninguno sospecho que la comida que les dio, contenia un poderoso somnífero. Si Bills no despertaba de su efecto,con toda certeza esos dos tampoco lo harían.
Los puso uno al lado del otro,en el piso,y con ayuda de su cetro les quito la ropa. Sus cuerpos bien desarrollados,debían tener una carne magra de excelente calidad. Llevó su cuchillo a su mano,después de repasar el abdomen de Vegeta,con sus dedos mientras se le dibujaba una sonrisa de lujuria,pero una oscura. El cuchillo,no lo requería para matarlos, para ello fácilmente podía romperles el cuello,sin embargo,con esos dos ocurría una peculiaridad. Al morir, iban al otro mundo en cuerpo y alma. De esa forma,su carne quedaba fuera de su alcance.
La idea de cocinar la carne de esos dos,la llevaba considerandola bastante, mas habían unos cuantos problemas con llevar a cabo su plan. Problemas que nada tenían que ver con el conflicto de comer carne saiyajin,pues él y su señor pertenecían a razas muy diferentes,por lo que aquello no podía considerarse canibalismo. Claro que no hacia falta sacarles toda la carne,ya que para probar sólo hacia falta una pequeña porción. Ya sin dar más vuelta al asunto,Whiss bajo el cuchillo y el contacto con esa carne fibrosa fue deleitante. Un trozo de muslo de cada uno,que dejo una herida pequeña,fácilmente camuflada entre las que se hicieron durante el entretenimiento y él no curo,con una hábil excusa.
Con su proteína lista para ser cocinada,Whiss volvió a esa habitación,a hacer dos preparaciones distintas. Unas horas después estaba sentado ante una mesa,limpiándose la boca con una servilleta color granate. Su mirada era seria,fría. Miró a las jaulas. Habían algunos animales ahí aun, y uno que otro pobre infeliz también.
Unos días después de la degustación,Bills despertó. Se dio un baño y fue a comer con cierta ansiedad,pues Whiss le dijo que le tenía un platillo muy especial. Claro que antes lo hizo probar otras preparaciones que dejaron,al dios bastante contento.
-Por cierto, Whiss ¿Dónde están Vegeta y el imbécil de Goku?-le preguntó Bills,antes de beber de la pinta de cerveza.
-Tuvieron que volver a la Tierra-le respondió.
-Tanto mejor,son unos escandalosos ¿Y a qué horas me darás ese platillo especial? Mi apetito se está arruinando de tanto esperar.
-Ahora mismo-le respondió el ángel y fue a la cocina.
Volvió con un plato que pudo delante de Bills, quién observo aquella comida minimalista con algo de decepción,no por el aspecto sino por la cantidad.
-¿No crees que esto es muy poco?-le cuestionó.
-Es una carne difícil de conseguir,el animal del que se consigue es muy pequeño-explico Whiss.
El dios tomo el tenedor y lo hundió en ese trozo de carne con forma de cilindro,decorado con especias y de color gris ceniza. Levanto un trozo a la altura de su nariz y lo escubriño haciendo un movimiento como si levantará una ceja. Se metió la carne a la boca y su expresión cambio por completo.
-¡Esto esta delicioso,Whiss! ¡Esta exquisito!
-Sabia que le gustaría-le dijo el ángel mientras miraba como el jugo de esa carne, escurría por el costado de la boca del dios.
Todo su ser se estremeció con un placer que lo hizo temblar. Era mucho mejor que el deleite de cortar carne, ver como otro devoraba la suya.
En la tierra Vegeta y Gokú estaban en sus casas y en la pierna derecha de Whiss,había una venda.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro