Era una noche normal. Tranquila y callada,como suelen ser las noches en el campo. La ventana,al costado de su cama,brindaba suficiente luz a la habitación como para que las tinieblas no fueran un problema. De niña,Milk,temia a la oscuridad;pero conforme los años le fueron cayendo encima,ese temor infantil fue quedando atrás. Aunque había veces en que ese viejo miedo,le acariciaba el cuello mientras terminaba de lavar los platos.

Cuando Gohan y Goten dormían,la casa quedaba demasiado callada. El silencio se tornaba denso y las luces parecían disminuir su intensidad. Era la soledad de su alma,manifestándose y siendo ignorada por la energíca mujer,que no se permitía momentos de debilidad y reflexiones profundas, respecto a como estaba viviendo su vida.

Esa noche se desocupo tarde y estaba particularmente cansada. Se durmió rápido,para despertar unas horas después boca arriba en su cama. Era extraño que ella durmiera en esa postura,pero más extraño era lo que vieron sus ojos,al mirar hacia la puerta. Había allí una sombra de pie, que parecía estarla viendo. Tenia la estatura de un hombre promedio,pero su contestura era muy delgada,casi decrépita. Su cabello abundante y desordenado,su atuendo pegado a su cuerpo,si es que lo llevaba. Milk se le quedó mirando con temor,pero no ese que agita y te hace gritar o correr,sino uno muy diferente,un miedo que no te quita toda la calma porque aturde tus sentidos y razonamientos. Milk no se movió,simplemente cerro los ojos por alguna razón.

A los pocos segundos,sintió como esa sombra apoyaba el antebrazo,al costado de su cabeza para después subir  su cuerpo sobre ella. Fue entonces que supo que aquello no era una persona,pues el peso encima de su cuerpo no correspondia siquiera al de un gato, además se concentraba sólo en su pecho. Pese a esto seguía en ese miedo tranquilo y aturdidor,en el que no supo porque apretó la boca y los parpados. Fue como si hubiera tenido el presentimiento de que si abría los ojos o la boca,algo malo pasaría.

Se quedó quieta sintiendo como esa cosa movía su cabeza de un lado a otro frente a su rostro,
como mirando o tratando de entrar. Sus hijos estaban en la habitación de al lado,por un momento pensó en gritar o golpear la pared,para que ellos despertarán y fueran en su ayuda,mas no se atrevía a realizar ningún movimiento hasta que,sin procesar la acción, llevó su mano derecha hacia donde debía estar la espalda de ese ser y un pensamiento paso por su cabeza: si lo tocaba era una persona,pero su mano cayó sobre su pecho nada más. Presa del pánico,movió su mano izquierda hacia la mesa de noche,para encender la lampara y cuando lo hizo, abrió los ojos para ver...Nada.

Se sentó en la cama con la respiración agitada y la piel erizada. No sabia que había sido eso,pero sin duda un sueño no fue. Se levantó para ir por un vaso con agua a la cocina y al salir por el pasillo,lo hizo con cautela. La luz de la habitación de Gohan se derramaba sobre el corredor. De seguro había dejado la lampara del escritorio encendida. Milk pensó en ir a apagarla cuando una sombra se asomo a mirarla desde el fondo del pasillo. La mujer se quedó estática, mirando esa figura humanoide que se movió a la derecha,dejando ver su cuerpo completo. Era la misma criatura que estuvo en su habitación.

-¿Quién eres? ¿Qué haces en mi casa?-le preguntó con voz firme y clara,pues así esperaba despertar a su hijo mayor.

Milk nunca fue una mujer cobarde, pero esa criatura le causaba un miedo muy extraño.

El ser pareció hincarse.Luego,a cuatro patas,se abalanzó hacia ella. La tiro de espaldas en el piso y allí quedo tirada, totalmente inmóvil con esa cosa sobre ella,oyendo voces que murmuraban una lengua extraña. No sabia si era un lenguaje antiguo,no sabia nada realmente,sólo tenia esa impresión como que también,esos vocablos eran inmundos. Luchaba por mover alguna parte de su cuerpo,
peleaba por poder gritar que la dejara en paz,pero era absolutamente incapaz de realizar un parpadeo. El miedo se volvió pánico, al notar que estaba dejando de respirar,que se asfixiaba y desde su mente comenzó a gritar,a lo que fuera esa cosa,que la soltara. Pronto ni siquiera en su mente podía cordinar una frase,mas cuando sintio todo perdido despertó.

Estaba en su cama,era muy temprano y se quedó acostada como sino estuviera segura de que pudiera moverse. Al fin cuando logró sentarse,se sintió muy cansada. Aun así se levanto,sin sentir alivio por librarse de aquella horrenda pesadilla,y camino hacia el baño. Fue cuando volvió a oír ese murmullo y a caer presa de la parálisis para volver a despertar en su cama,esta vez en la oscuridad de la noche.

Encendió la luz y se acurruco en el costado del lecho,mirando hacia donde surgió la sombra y hasta la creyo ver,pero era sólo la ropa en la silla de siempre. Estaba sola en esa habitación y se mordió la boca mientras lloraba, presa del miedo callado a esa espectro acechante del que no podría librarse jamas.