Cada vez que la miraba,algo en ella se oprimía. Bra era hermosa,como ella lo fue. De hecho era igual a ella de joven. Hasta el carácter era similar, aunque su hija no heredo su inteligencia ni astucia,era un permanente recordatorio de lo que el tiempo se llevaba sin piedad de su piel. La belleza y la juventud menguan con los años,eso es natural,pero no lo era tener en frente un vivo retrato de tus tiempos mejores. No sólo eso, Bra tenía más atención de su esposo que ella y eso,a veces,les provocaba oscuras ideas.

Bulma se miraba en el espejo y cada día,creía encontrarse una nueva arruga. Una fisura en su piel que ni la más costosa de las cremas podía rellenar. No existía tratamiento que pudiera detener el avance del inclemente tiempo y el cruel espejo se lo recordaba cada mañana.Sus pechos ya no eran firmes y perdieron no sólo volumen,también la esférica forma que su esposo apretaba entre sus dedos,exprimiendo el zumo de su sensualidad envuelta en esa piel perfecta, que solía tener. Ningún lunar o mancha restaba suavidad y frescor, a su epidermis apretada contra su solida carne,que no temblaba ante ninguna maniobra. Mas ahora la piel bajo sus brazos estaba flácida y su abdomen arruinado por dos embarazos,el último de los cuales fue devastador. El primero amplio sus caderas y estrechando su cintura.Logró obtener una figura aun más curvilínea que antes. Pero de ese último parto no se repuso y de ese nació ella. La que drenó de su cuerpo hasta la última gota de su belleza siempre,siempre bien cuidada.Como odiaba a Bra cuando como una pava real,se paseaba contoneando frente a ella,enfundada en esos trajes ceñidos a su silueta ¡Figura robada a ella!

Las arrugas y las manchas en su piel fracturada por el tiempo,su carne inestable,sus huesos menos sólidos, su cabello opaco,sus ojos sin esa luz de cielo,la hacían sentirse como un vejestorio al que pronto lanzarían a un rincón,para acumular polvo y perecer. Su esposo siempre estaba con Bra consintiendola como nunca hizo con ella. Si la muchachita quería ir de compras,él iba con ella.Si quería ir a un concierto,él iba con ella y apenas si tenía que insistirle. Parecía tenerlo bajo una especie de sortilegio. Así fue desde su nacimiento. Vegeta desde el principio se mostró más condescendiente con ella que con Trunks,que era su primogénito. A Bra la cargaba en sus brazos,le cambiaba los pañales,la acunab.Con su hijo no fue así. Esa niña le robo el amor de su esposo como lo hizo con su belleza.Le arrebato todo lo que para ella era importante. Nada le quedaba sino el recuerdo de sus días mejores,mientras se extinguía como una vela que luchaba contra una brisa implacable.

Pero Bra no era inteligente,ni siquiera lista. Nunca se intereso en aprender de ciencia o algo semejante. Se lo pasaba por ahí demandando sus caprichos fueran atendidos y buscando cumplidos. Bulma se medio consolaba con saberse superior en ese aspecto,en el cual era indispensable. Pero esto pronto cambio,no fue consciente de como paso,pero Bra comenzó a interesarse en las computadoras y rapidamente mostró un gran dominio de ellas. En cosa de meses dio solución a varias trabas en los proyectos de su madre,quien con incredulidad veía como Bra invadía el último terreno de su individualidad.

Bra podía ser muchas cosas,pero no era una chica sin sentimientos y amaba mucho a su madre. Desde niña fue su ejemplo en muchas cosas y la admiraba demasiado,por eso la imitaba. Siempre se sintió un poco frustrada por no poder estar tiempo con su madre que se pasaba trabajando en el laboratorio. De pequeña estudiar no se le dio bien, pero en la actualidad encontró la forma de aprender y estaba feliz de poder ayudarle a Bulma,aun cuando no se sentía ni la mitad de buena que ella,en las cosas que hacia. Hasta se ponía nerviosa cuando su madre se le quedaba viendo,mientras trabajaba.

Aquella mañana Bulma,
terminaba de restaurar un dispositivo para una máquina de perforación industrial, después de pasarse la noche entera en vela. Desgraciadamente al instalarlo, la máquina no funciono y eso la obligó a tomarse un respiro. Bra apareció en el taller,para preguntar por su hermano y echo un vistazo a la máquina pese a las advertencias de su madre,quien le pidió se mantuviera lejos de su trabajo. La muchacha encontró el desperfecto y rápidamente se puso a trabajar en el, para solucionar el problema. Tras ella, Bulma oia a su hija explicándole el como hacerlo y porque lo paso por alto.

¿Como se atrevía a darle lecciones a ella? Esa muchachita impertinente, la tenía harta. La odiaba,realmente la odiaba y quería que se callara. Apretó la llave en su mano y se mordió los labios antes de descargar todo su furia sobre su hija,a la que derribo de un golpe en la parte posterior de la cabeza. La sangre de la joven salpicó la mano y el antebrazo de Bulma, quien no se contuvo para seguir golpeando a su enemiga,sin piedad.

Esa mujer no era sino la causante de su miseria,de su frustración y le arrebato todo. Merecía morir, merecía cada golpe que le daba con esa llave plateada pintada de rojo. La sangre de Bra seguía las líneas de las cerámicas,dibujando un patrón geométrico que se iba oscureciendo a la luz de la luna que entraba por la ventana. Para cuando Bulma reaccionó,del hermoso rostro de Bra no quedaba más que una masa repulsiva de carne y huesos.

Vegeta había salido y volvió tarde. Al ver la luz del taller pasó a ver a su esposa y la encontró de rodillas junto a una silla,en que estaba sentada Bra. No podía verle el rostro por la luminosidad del lugar. A Bulma tampoco por estar de espaldas a él.

-Trate de repararla,trate de hacerla ver hermosa de nuevo,no pude. Mi rostro no es suficiente-le dijo su esposa con u a voz quebrada y volteando a él.

Vegeta encendió la luz y lo que contemplo lo hizo dar un grito alto y ronco. Su hija estaba muerta,sobre su rostro Bulma había cosido la piel de su faz, luciendo ella la carne viva como una máscara infernal.