1._Abandonada
Gohan y Videl se habían divorciado, la custodia de Pan, su única hija,era compartida. Aquello nunca fue muy problemático para la muchachita,que disfrutaba bastante de ser mimada por sus abuelos y su padre,que era demasiado permisivo como para prohibirle cualquier cosa. Era agradable vivir con ellos, dos semanas al mes y poder disfrutar de la deliciosa comida de su abuela Milk y jugar con su abuelo Goku,que lejos de advertirle de los peligros le alentaba a explorar los bosques y campos aledaños. Quizá el único problema para Pam era ese largo camino hasta la escuela y de regreso.A veces algún vecino con automóvil le hacia el favor de llevarla un tramo del camino,pero por lo general evitaba subirse a los vehículos. Su abuela Milk, solía advertirle de que aquello era peligroso para una niña tan bonita como ella. Sin embargo, salir a la carretera para tomar un autobús,que tardaba una hora en llegar a la ciudad,en ocasiones, se le hacia tedioso. Y es que previo a esto,Pam tenía caminar hora y media por un sendero angosto, que pasaba bordeando el bosque y atravesaba los campos de cultivo abandonado. Por la mañana todo estaba bien,el sol brillaba y las aves cantaban,pero al atardecer cuando Pam regresaba,ese camino se tornaba extremadamente callado y solitario. Era aquí cuando preferia subir al automóvil de un conocido.
Aquel dia la muchachita volvía de buen ánimo e iba medio saltando por el camino,mientras oía algo de música. El próximo sábado iría a la fiesta de Bra,vería a su amiga Maron y al chico que le gustaba. Su vida en la escuela era bastante normal, incluso se podría decir que gozaba de cierta popularidad, lo que a sus once años la hacía muy feliz. Todo iba muy bien hasta que un sujeto paso en un viejo automóvil,a toda velocidad,
por su lado dejándola cubierta de polvo.Los caminos del campo rara vez estaban cubiertos de asfalto,pero ese sendero estrecho tenía más polvo que cualquier otro. Pam le grito un par de cosas y molesta se detuvo a sacudirse las ropas,luego siguió su camino murmurando cosas como que si su padre trabajará un poco más,podría comprarse un automóvil e ir a dejarla a la escuela todas las mañanas,para llevarla a casa todas las tardes y no acabar cubierta de tierra como cada jornada. Unos cinco minutos después,unos cien metros adelante,Pam vio aquel vehículo estacionado al lado del camino. Paso junto a el con una cautela sin índole aparente. No estuvo segura del motivo,pero algo en ese evento le causó cierto temor. Vio de reojo al interior del automóvil. El conductor era un hombre vestido de negro,con gafas oscuras y guantes de cuero. Pareció mirarla por debajo de esos lentes,algo que a Pam le provocó un escalofrío y la hizo andar más rápido.
Un rato después la vieja camioneta paso por su lado,pero ahora más lento. Esa suerte de temor que invadió a Pam creció y apresuro el paso todavía más,guardando sus audífonos en el bolsillo de la falda de su uniforme. Miró con cierta angustia hacia adelante,al camino,esperando que alguien apareciera por la senda. Vio hacia atrás con el mismo anhelo,pero sólo se encontró con el polvo siendo arrastrado por el viento. Se puso un mechón de pelo tras la oreja y luego se acomodo la mochila que cargaba en la espalda.Para no sentir el peso del silencio,comenzó a murmurar una canción y así caminó un buen tramo, hasta que vio aquel vehículo otra vez. Nuevamente estacionado al lado del camino. Se quedo parada,al abrigo de la curva,como un animal que advierte el peligro y que calcula sus posibilidad de escape. No estaba bien. No era normal la conducta del conductor y tuvo más que sólo un presentimiento. Por un momento se imagino enfrentando a ese hombre de negro. Su abuelo le enseño artes marciales,pero sintió miedo cuando en su hipotético escenario aquel individuo saco un arma. Quizá sólo tenía once años,pero entendía bastante bien el peligro al que se estaba enfrentando y eso era todavía más angustiante.Pam miró a su lado derecho,allí estaba el bosque que conocía bien,pues con su abuelo solía caminar a travéz de los árboles. A su su izquierda,el campo. Sin dudarlo demasiado salto la valla y se fue a campo traviesa, pensando que estar a la vista desalentaria a ese sujeto de sus malvadas intenciones. Su abuela se lo había dicho muchas veces: los hombres pueden hacer cosas muy malas a las niñas que encuentran solas. Y si en la candidez de las palabras de aquella mujer,Pam no encontró la inmensidad del daño del que la recatada mujer le advertía,si lo hizo en alguna película o charla de maestros. Tratando de llamar a su padre,Pam daba rienda suelta a las peores pesadillas de una niña inocente y pura.Que escalofriante era oír la fría voz de la operadora decir: el teléfono que usted a marcado se encuentra apagado o fuera del área de servicio. En el campo la señal era escasa.
Esa sensación de sentirse observada,la hizo mirar a tras,después de un cuarto de hora. A no más de sesenta metros,vio al hombre de negro parado,mirándola. Fue como un anuncio demoníaco para Pam,ver a ese hombre allí y echo a correr de forma desesperada.Enseguida ese individuo, partió tras ella a toda velocidad como un chacal se lanza detrás de su tierna presa.Pam dejó caer su mochila, como un animal que en pos de su vida suelta el esfinter. El celular cayó de su bolsillo y todo su cuerpo obedecía a una sola orden: huir. Sentía el peligro y el aliento de su cazador en su nuca. Envuelta en el miedo y la angustia lloraba de forma abundante.La ridícula fantasía de hacer frente a ese hombre se esfumó y con una voz chillona, desesperada, llamó a la persona que más amaba anhelando que como por arte de magia apareciera allí y la defendiera,
pero aquella palabra fue la última que escapo de su boca,
pues una mano se la cubrió,
mientras que otra la tomó por el hombro para derribarla violentamente sobre el suelo cubierto de malas hierbas. Sobre ella quedó un cielo crepuscular en el que apareció una sombra que devoró toda luz. Gritó. Pam oyó su voz...Oyó un lamento.
Lo que vino después fue semejante a partir una granada en dos,con las manos y a hundir la boca en esa carne dulce,
jugosa;destrozando sin misericordia la tierna fruta arrancada de forma prematura del árbol.
Cerca de las diez de la noche,la policía rastreaba el área en busca de la niña. Su padre la reporto desaparecida y la casa,
donde él vivía,estaba rodeada de automóviles, de amigos y familiares que fueron a mostrar su apoyo y prestar ayuda. Pero las horas pasaban y de Pam no había ninguna señal.
Cuando Videl y su padre llegaron,la situación se puso más tensa. La mujer estaba desesperada y le exigió a Gohan,le devolviera a su hija. Se armo una discusión tremenda entre los dos.Los familiares tuvieron que interferir,mas en ese momento apareció un policía con dos cosas en la mano,que arrancaron a la mujer un grito visceral. Colgando de las manos del oficial estaban la mochila de Pam y la falda de esta,rasgada y sucia. La abuela de la muchachita cayó desmayada, mientras que su hijo,el padre de Pam,se quedó tan conmocionado que fue incapaz de decir o hacer algo. Se veía tan extraño entre llantos patéticos, lamentos y gritos que hicieron de ese lugar el mismo infierno. Fue obvio para todos lo que le paso a la niña, pero su cuerpo no se encontró esa jornada,ni a la siguiente.
Los días pasaban y la casa,
primero repleta de personas dándoles condolencias,fue quedando callada y vacía. Ya nadie quería estar ahí donde, Pam parecía estar jugando a las escondidas. A ratos la veían pasar o la oían reír, pero no era más que la imaginación de sus adoloridos familares que no tenían un cuerpo que sepultar.
En los alrededores,pasado un par de días todo fue volviendo a la normalidad. El hombre que llevaba las encomiendas a los vecinos más próximos de Gohan y familia,paseaba con frecuencia por ahí. Le gustaba pescar y solía sentarse a orillas de los canales. Era un tipo callado,pero de buen ánimo por eso a todos les sorprendió lo que sucedió una semana después de lo de Pam.
Aquel hombre volvió al lugar donde dejado las cosas de la niña. No pretendia que las encontraran.No contó con eso.No tuvo tiempo de buscar allí el celular de la muchachita. Ni él vio que pasó. Algo lo atacó por la espalda y le envolvió el cuello con la suficiente fuerza para derribarlo y posteriormente arrastrarlo por las ruinas de ese granero. Una pareja de ancianos lo vio salir de allí, envuelto en llamas y caer por la pendiente de la colina. En el esqueleto arquitectónico,Videl se quitaba los guantes y encendía la paja podrida para no dejar evidencia.
-Sólo te pedí que la secuestraras. Yo quería tener la custodia total...Así Gohan estaría obligado a verme -murmuro con profundo remordimiento,antes de dejar aquel lugar para que sucumbiera al fuego.
Lo que Videl no supo,pues no le dio tiempo al hombre de hablar,
era que Pam estaba viva.Ese hombre planeaba pedir un rescate millonario a ella y su padre,Mr Satan.Lo que ella le ofreció fue por el trabajo le pareció muy poco después de descubrir que esa mujer era hijo de un hombre muy rico.
Pam estaba encerrada en una de tantas minas de la montaña,sin comida y con una botella de agua que seco ese día. La luz de la lámpara de gas murió,
sepultandola en la oscuridad. Sola,asustada y con su cuerpo maltrecho por los abusos a los que fue sometida,Pam llamaba a su abuelito. Lo hizo por días,antes de sucumbir.
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