Salimos victoriosos de la batalla, los guardias de Ultra Costa se fueron de la ciudad, Alicia fue exiliada sola y para que ellos no vuelvan se les prohibió volver a cualquier lugar de la isla. Ganamos la batalla, así que nosotros ponemos las reglas, bueno, Elías pone las reglas. El funeral de su padre fue bastante doloroso, la gente del pueblo decidió tener una semana de luto, donde se le rindieron varios honores al difunto rey.

Cuando supimos que Alicia había exiliado a los exploradores de la comunidad de Tristán, Elías estaba muy desesperado, esa gente está perdida en un bosque infectado de flores naranjas y no han tomado la medicina, se contagiaran y perderán la memoria, estamos preocupados así que la reina decidió realizar ella una nueva exploración, que se centre en buscar a esas personas, se irá en unos días con algunas personas que ella misma escogió, entre ellos Cedric, Sam, Ariel, y Vicente, creo que harán un buen equipo.

Por mi parte, soy la novia del futuro rey de la ciudad, así que seré la reina, es demasiada responsabilidad, pero Clemencia dice que soy la persona indicada para tomar el puesto cuando ella se vaya. Sam tomará mi puesto cuando vuelva y estoy demasiado orgullosa de lo que ha logrado hasta ahora.

La gente del pueblo volvió a confiar en Elías, ahora se le conoce como el príncipe que descubrió la cura contra la enfermedad, porque sí, llevamos todo un mes sin ningún rebrote, parece que por fin esto llegó a su fin.

Veo a toda la ciudad desde aquí, trato de enfocar mi vista un poco más allá y recuerdo los días en el bosque con Elías, recuerdo cada momento en específico, pero el que más tengo en la mente ha sido la conversación en nuestra cita. He aprendido a conocerme más este último tiempo, ya no tengo miedo de que Elías se vaya, confío que sus sentimientos son reales por mí y también soy consciente que lo quiero para mí, dejé de culparme y empecé a actuar desde mis sentimientos, empecé a ayudarlo y a ayudarme a crecer, todos estos días lo he acompañado en las noches donde recuerda la muerte de su padre, le he hecho saber que mis brazos son su lugar seguro, al fin le estoy brindando lo que él me brinda a mí.

- ¿Qué haces despierta? – me dice Elías que llega al balcón del castillo.

- Vine a ver la ciudad desde aquí – le respondo y lo dejo que me abrace.

- Recuerdo estar aquí la noche que mi padre dijo que me iba a casar – me dice con nostalgia – recuerdo mirar desde aquí y ver cómo todo se veía en ruinas.

Es verdad, ya pasó un mes y la ciudad a pesar de que se está reconstruyendo, aún está en ruinas.

- Tengo pensado decirlo mañana en mi discurso – me dice él mientras le salen algunas lágrimas.

- Serás el mejor rey que podríamos tener – le doy un beso en la mejilla – todo estará bien.

- Quiero que te quedes conmigo para siempre – me dice intentando sonreír – contigo me siento fuerte.

- Yo también.

Le doy un beso y le miro sus ojitos que se ven tan lindos a la luz de la luna.

- ¿Estás listo para dejar ir a tus amigos? – le pregunto a Elías.

- Es difícil imaginarme un reinado sin ellos – me dice mientras me abraza – siempre pensé que íbamos a estar todos juntos, que íbamos a hacer un reino como cuando éramos niños.

- Si me acuerdo – le digo mientras me río – recuerdo que tú eras el rey y nosotros éramos tus guardias, que divertido que haya pasado exactamente así.

- Bueno, no era como yo quería que pasara la verdad.

- ¿Por qué? – le pregunto confundida.

- Porque mientras tú querías ser una guardia, yo quería que fueras mi reina – se ríe y me rio.

- Yo también quería ser tu reina – le contesto y le doy un beso.

Antes de seguir conversando hace una pausa para mirar la ciudad, puedo notar como sus ojos se pierden en las calles que nos vieron crecer, me acerco para poder contemplar junto a él.

- Me ha costado bastante decirte esto – me dice él – te lo debo desde que estábamos en el bosque.

 Sé a qué se refiere, a mí también me ha costado perdonarme.

- Creo que ya estoy listo para decirlo – me mira a los ojos y dice – te perdono.

Sus palabras hacen que sienta un peso menos en mi cabeza.

- He aprendido muchas cosas este último tiempo y con la muerte de mi padre, he sabido realmente apreciar a las personas en su momento – me dice con un poco de dolor en sus palabras - no quiero vivir toda una vida enojado porque no me dijiste lo que sabías, quiero vivir toda una vida feliz a tu lado, pero necesito saber si tú también te perdonaste.

- Fue difícil hacerlo – le digo y me salen algunas lágrimas – pero lo logré, pude ser comprensiva conmigo y aceptar que si hice lo que hice fue por miedo a perderte, no lo volvería a hacer jamás, he aprendido que para amarte necesito ser honesta, contigo y conmigo.

Me abraza y siento que se arrodilla, mis lágrimas empiezan a salir de a poco, siento demasiada felicidad.

- Sé que quizá sea raro que lo haga un día antes de mi coronación – me dice arrodillado – pero no quiero vivir una noche más sin tu compañía, quiero que seas la persona con la que me iré de excursiones y con la que solucionaré todos los problemas del reino. Quiero que seas la madre de mis hijos y que seas la persona que siempre quiero tener al lado de mí, quiero compartir esto contigo, quiero compartir mi vida contigo, por eso y porque te amo más que a la vida ¿Te quieres casar conmigo? – saca un anillo de su bolsillo.

Solo salen lágrimas de mis ojos, trato de decir palabras, pero estoy demasiado perdida en los ojos de él. Me mira como si sus ojos estuvieran hechos para perderse en los míos. Sin pensarlo demasiado respondo.

- Sí, sí quiero – él me pone el anillo en mi dedo y yo me tiro encima de él.

- ¡Felicitaciones! – gritan mis amigos que estaban escondidos en las paredes del castillo.

Ellos me abrazan, pero yo solo quiero estar abrazada con Elías, quiero estar toda la vida abrazada a él.

Mis amigos sacan unas botellas de champagne para celebrar, hacemos un brindis por nosotros y miramos desde aquí la ciudad, la ciudad que nos vio crecer y hoy nos dará la libertad.

Quizá sea muy pronto para decirlo, pero me imagino toda una vida con Elías, él sabe que quiero tenerlo siempre conmigo y yo sé que él me quiere siempre a su lado.