MIEDO (Parte1)
Dejamos a Jazmín en la cama, salí de la habitación y le dije a Camilo que fuera a cocinar, necesitaremos comida para el viaje de mañana, creo que debería buscar más aliados, pero no sé quiénes podrían acompañarnos. Antes de hundirme en mis pensamientos escucho a Jazmín gritar desde la habitación.
- ¡Eliot! – dice ella.
Abro la puerta y veo a Jazmín abrazando una almohada, me acerco y le doy un beso en la frente, quiero protegerla, quiero cuidarla, aunque no sé qué fue lo que paso.
- Tranquila, estoy aquí – le digo mientras la abrazo - ¿Qué paso?
- No puedo dormir sola – me dice ella - ¿Puedes quedarte esta noche conmigo?
- Me quedare aquí y te cuidare – le digo mientras la tapo - ¿Quieres decirme que fue lo que paso con Rosa?
- Aun no – me responde mientras cierra los ojos.
Puedo notar que se queda dormida, su respiración empieza a ser más calmada. Aprovecho el momento de soledad para pensar en quien puedo confiar para este viaje, trato de pensar en quien confía en mi para caminar por el bosque, la gente no me tiene tanto cariño, será difícil escoger a alguien con quien irme. Antes de continuar con mi pensamiento, entra a la pieza mi amigo.
- ¿Cómo esta? – me pregunta mientras se acerca sigilosamente a mi lado.
- Creo que se quedó dormida – le respondo susurrando a mi amigo – Si Rosa le hizo algo, juro que la matare…
- Tranquilo, no creo que Rosa sea capaz de hacer algo malo – me dice para tratar de calmarme, pero dudo que sus palabras sean reales – Sera mejor tener todo listo para mañana.
- ¿Realmente quieres ir con nosotros? – le pregunto a Camilo.
- Por supuesto que sí – me dice él – mi vida en el bosque no tendría luz sin su compañía, aparte, necesito encontrar mi lugar en este mundo y claramente este pueblo no es para mí. La pregunta realmente aquí es ¿Quieres que vaya contigo? Se que normalmente todos piensan que soy una carga, no quiero serlo para ustedes.
- Amigo – le respondo – que estés a mi lado hace que me sienta más calmado, necesitare a alguien que me ayude en los momentos difíciles y quien más que tu podría ayudarme en momentos así, para mi sería un privilegio que estuvieras en el camino conmigo.
Soy honesto con mis palabras. Mi amigo sale feliz de la habitación con la promesa de ordenar todo para mañana. Sigo pensado en quien podría ser una buena compañía, claramente Rosa no lo es, quizá Violeta, su hermana, podría ser una gran aliada, conoce bastante del bosque, pero dudo que quiera dejar a su familia aquí. Pienso, pienso y sigo pensando, no tengo amigos aquí, quizá Jazmín confié en otras personas, pero para eso necesito que esté despierta. Sigo pensado ¿En quién puedo confiar?, quizá Flora debió decirme quienes eran esos aliados. Veo por la ventana y se empieza a iluminar de celeste, veo con más claridad y logro observar a Camilo, Iris y a un recolector de frutas llamado Benjamín. Se acercan a mi casa y entran a la habitación, ella es cazadora y él es recolector, ambos son amigos de Jazmín.
- ¿Cómo esta Jazmín? – me pregunta Benjamín mientras se acerca lentamente para verla.
- Está bien – le digo.
- Camilo nos contó lo que quieren hacer – me dice Iris – Creo que no podría soportar con la idea de tener a esa bruja como líder del campamento. Antes de que llegaras al pueblo, ya estaba dando nuevas órdenes de distribución para las cabañas del pueblo, quiere cambiar todo el esquema que dejo Tristán.
Aunque puedo notar su molestia, creo que cambiar algunas cosas por aquí no estaría nada mal, pero entiendo que una dictadora como lo es Rosa no hará más cosas que arruinar las cosas en el pueblo.
- Te acompañaremos – dice Benjamín – a demás así podrán alimentarse de forma más balanceada, no todo será carne y esas cosas – dice mientras mira a Iris – Pueden contar conmigo.
- También puedes contar conmigo Eliot – me dice Iris – Prometo obedecer todas las ordenes que puedas dar, confío en que serás un buen líder. Jazmín me ha dicho cosas buenas de ti, creo que puedo confiar en tus ideas.
Me sonrojo un poco al saber que Jazmín habla cosas buenas de mí. Le digo que se acuesten y descansen un poco, partiremos nuestro viaje a las 5 de la mañana, así nadie podrá seguir nuestro paso por el pueblo.
Camilo me despierta, no sé en qué momento me quede dormido, ya es la hora, despierto a Jazmín y salimos los 5 de mi cabaña, pongo la llave y dejo ese hogar en mi pasado, llego el momento de encontrar mi camino, lejos de aquí, lejos de estas reglas. Caminamos por el pueblo, los recuerdos azotan mi mente, puedo ver que mis compañeros lloran, todos menos Camilo, él parece bastante feliz de dejar esto en su pasado. Nos encontramos en la frontera, estamos solo a un paso de salir de aquí, lo doy con el pie derecho y camino decidido por el bosque, por fin mi alma ya no le pertenece a este pueblo.
Caminamos sin un rumbo decidido, solo caminamos hacia el este, trato de seguir el camino del sol, aunque cada vez que avanza el tiempo, el sol se esconde hacia el oeste, pero trato de mantener mi cabeza en ese punto que llamamos este. Ya se está haciendo tarde, le digo a mis compañeros que ya es momento de descansar, empezamos a montar algunas carpas, decidimos que dormiríamos de la siguiente forma, Jazmín con Iris, Camilo con Benjamín y yo solo, las carpas solo son para dos personas, así que no hay mucho que hacer. Comemos lo que preparo Camilo, nos sentamos a ver caer la noche y me acerco a hablar con Jazmín.
- ¿Cómo te sientes? – le pregunto mientras trato de mirar sus ojos.
- Mejor, caminar me ayuda a no pensar – me dice mientras se esconde – muchas gracias por escaparte conmigo.
- Gracias a ti - le digo – Tus amigos son simpáticos y confían en lo que estoy haciendo.
- Limpie un poco tu imagen con ellos – me dice mientras se ríe – Creo que lo haces muy bien como líder.
Me sonrojo mientras me dice eso.
- ¿Puedes decirme que fue lo que te hizo Rosa? – le pregunto seriamente.
Puedo notar que su mirada intenta perderse en la noche para evitar que los recuerdos azoten su cabeza. Me toma las manos y me dice.
- Emm… Rosa me beso – me dice ella mientras afirma fuerte mis manos – Me toco de una forma que… - sus lágrimas empiezan a salir con fuerza.
Trato de contenerla, quiero protegerla, pero no sé cómo hacerlo, intento cuidarla en mis brazos, se siente raro ser yo la persona que la protege ahora, normalmente es ella la que me tiene entre sus brazos.
- Ella no volverá a hacerte daño – le digo – y nadie lo volverá a hacer, te cuidare como no he cuidado a nadie nunca.
- Tengo miedo Eliot – me dice mientras pone su cuerpo rígido – Si no encontramos nada en nuestro camino… Yo no quiero volver al pueblo, no me siento segura allá, menos si ella tiene poder, menos si ella es la que decide que debemos ser.
- Nadie puede decidir lo que eres – le respondo – Quizá Tristán tenía ese poder, pero aquí en el bosque nadie podrá hacerlo, aquí eres libre, aquí eres tú, solo eres tú. Cuidaré de ti cada día y noche de este camino, haré tus miedos míos hasta que puedas hacerlos tuyos, confía en eso Jazmín, confía en mí.
- Confío en ti – me responde ella y me abraza.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro