Veo a Camilo llegar destrozado con el cuerpo de Benjamín en sus brazos, mi cuerpo siente un frio inexplicable, no recuerdo haber estado tan cerca de la muerte como lo estoy ahora, me acerco preocupado, sin saber lo que paso. Mis lagrimas empiezan a salir inexplicablemente.
- Ayúdenme… - dice Camilo que se acerca a paso lento a nosotros. Su cara muestra el dolor que esta viviendo mi amigo.
Sigo intentando buscar respuestas en mi mente, yo lo vi correr, yo vi cuando se alejo de nosotros y ahora está muerto, Benjamín esta muerto en los brazos de mi amigo. Nos acercamos corriendo a ayudar a Camilo, al llegar, veo que todos estamos llorando, Iris está destrozada y busca refugio en los brazos de Jazmín, yo abrazo a Camilo y trato de contenerlo, mi amigo esta helado, parece no estar presente en este momento.
- Yo intente salvarlo – dice él – juro que intente sacarlo de ahí.
- Te creo amigo – lo abrazo, en el ultimo tiempo él y Benjamín habían logrado crear una linda amistad.
En la noche recuerdo verlo salir corriendo al bosque, Camilo me dijo que él iría y corrió tras Benjamín, yo los deje solo, pensé que iban a poder arreglar las cosas, pero ahora, en la mañana, llego mi amigo con el cuerpo muerto de Benjamín, no lo puedo creer, no tiene sentido.
- Frutitas ¿Por qué me dejaste ahora? – dice Iris mientras se acerca para abrazar el cuerpo.
- Debemos enterrarlo – dice Ariel – le daremos descanso a su cuerpo.
Asiento con tristeza, veo que ellos se alejan y nos dejan a los 5 llorar el cuerpo de nuestro amigo.
Horas después llego Charles y nos dijo.
- Esta listo Eliot – me da la mano para pararme, mis piernas tambalean un poco, pero intento mantenerme fuerte.
Charles tapa el cuerpo con unas telas y cubre a Benjamín, luego lo toma y lo lleva al hoyo que cavaron mientras nosotros llorábamos. Me acerco a Jazmín, la abrazo y a pesar de que aun tengo en mente nuestra ultima conversación, trato de quedarme con ella durante este momento, era su amigo, la debe estar pasando mal. El dolor mas grande que sentí en ese momento fue cuando escuche caer el cuerpo a la profundidad del hoyo, fue una sensación tan terrible que tendré ese golpe durante toda mi vida.
- Dejaremos que tu alma sea guida por la Diosa de la vida, descasa Benjamín – dice Ariel.
Nunca había estado en un funeral, pero recuerdo que antes le decía “el entierro”, Jazmín fue la me dijo que se llamaba funeral. Estar en uno hace que me sienta triste, sobre todo sabiendo que la persona que esta abajo, fue una persona que estuvo conmigo la noche anterior. Ariel empezó a tapar el hoyo, pero antes de eso, pude notar que su piel se puso pálida.
- Su cuerpo desaparecido – dice mientras se mete al hoyo y toma las tapas - ¡Charles, el cuerpo desaparecido!
- No puede ser – contesta él - ¡Vicente!
- ¿Qué sucede? – dice Vicente.
- El cuerpo desapareció, dile a Sam que venga – dice Charles.
- ¿Qué pasa? – pregunto algo confundido.
- Su amigo debe ser un ultracostino – responde Ariel desde el hoyo – son los únicos que al momento de morir desaparecen sus cuerpos, como paso con su jefe en el castillo.
- ¿Qué es un ultracostino? – pregunta Aurora.
- Los ultracostinos son los culpables de que ustedes hayan quedado sin memoria – dice una chica de cabello amarillo - ¿Dónde está el traidor?
- ¿Traidor? ¿A que te refieres? – dice Jazmín.
La chica entra al hoyo de un salto y tira un liquido sobre las sabanas que tapaban el cuerpo de Benjamín.
- Lo era, era un ultracostino – dice la chica mientras toma las tapas que se ponen de un color azul – su esencia hizo que reaccionara la pócima.
- ¡No lo puedo creer! – dice Charles algo enojado - ¡Lo tuvimos tan cerca!
- ¿A qué te refieres? – le pregunto.
- Cuando ustedes fueron desterrados iban en compañía de ultracostinos, seguramente Benjamín era uno y estuvo todo este tiempo en nuestro refugio, ¡maldito! – dice Charles.
- Mas cuidado con tus palabras – dice Iris con rabia – Benjamín era mi amigo.
- ¡Un amigo no los expone a la enfermedad de manera gratuita! – dice la chica – a todo esto, me llamo Sam.
Estoy tan confundido que saludo a la chica de manera muy estúpida, vuelvo a la conversación y corro a buscar mi diario, debe haber algo escrito. Leo rápido hasta que encuentro algo.
“…Ese chico Benjamín parece ser el único que tiene compasión por nosotros, Rosa es un monstruo al igual que el resto de ultracostinos…”
Tienen razón, Benjamín era uno de ellos, ¿Por qué fui tan tonto? ¿Cómo no se me ocurrió leer mi diario antes?, tengo rabia, me lleno de ira y voy a la tumba del traidor.
- Tienen razón – digo y tiro mi diario al piso – Benjamín era uno de ellos.
- ¿Todo este tiempo tuviste un diario de vida? – me dice Camilo - ¿Por qué no lo leíste antes?... Ahora entiendo lo ultimo que me dijo el estúpido ese… ¡AHH! Tengo rabia, quiero revivirlo y acabar yo mismo con su vida, ¿Cómo pude querer a semejante monstruo?
Me acerco a Camilo y lo abrazo, ambos tenemos rabia, el me empuja y camina al bosque, creo que necesita estar solo, necesita encontrar paz.
Jazmín y Iris aceptan rápidamente que Benjamín era el enemigo, sus lagrimas dejan de ser de dolor y se vuelve de rabia, ellas quieren revancha, quieren salvar a las personas del pueblo.
- Debemos empezar mañana el viaje – dice Jazmín enojada.
 
 
Llego la noche, el resto del día fue básicamente odiar a Benjamín, preocuparnos de Camilo y ordenar las cosas para el viaje. Yo no iré, ya está decidido, solo sigo aquí porque me da miedo despedirme de Jazmín, además, no sé donde se encuentra Camilo, debería esperarlo y luego marcharme. Solo Jazmín sabe que me iré de aquí, nadie más sabe lo que me pasara. Alguien llega a interrumpir mis pensamientos.
- Perdón por soltar esa información tan de la nada – me dice esa chica llamada Sam.
- Tranquila, agradezco que hayas sido honesta con nosotros – me pongo algo incomodo, estaba arreglando mis cosas para escapar.
- Vine a dejarte esto – me dice ella mientras me entrega un mapa – Charles me dijo que estabas buscando uno.
- ¿Cómo lo sabe?
- Creo que leyó un poco de más tu diario – también me lo devuelve - ¿Te puedo pedir un favor?
- Claro, aunque es raro, no te conozco.
- Cuando llegues a la comunidad de las flores rosadas, ¿Puedes dejar tu diario en la caja del recuerdo?
- ¿Para qué? – le pregunto confundido por su petición.
- Tenemos la rara sensación de que Tristán llegará a esa comunidad, queremos que vuelva a recuperar su memoria, creo que tu diario podría ayudarlo a encontrarse con el camino a la ciudad.
- Esta bien, aunque sacare algunas hojas que son algo personales.
- Sí, me parece – dice ella – te dejo, creo que deberías ir a despedirte.
Sale de la carpa y me quedo pensando en sus palabras, creo que tiene razón, debería despedirme, saco una hoja y escribo una carta, se la dejare en la carpa de Charles.
Tomo mis cosas, me hago un moño, definitivamente debo cortarme el pelo en algún momento, me pongo a caminar, aun no sé nada de Camilo, debería esperarlo un rato aquí, me preocupa que no llegue.
La noche está cayendo aún más, debo irme, le pido al cielo que cuiden a mi amigo. Están todos durmiendo, es un buen momento para irme. Antes de seguir mi camino, voy a la carpa de Jazmín, la veo dormir y le hago cariño en el pelo para despertarla.
- ¿Ya te vas? – dice ella.
- Llego el momento de seguir mi camino.
- ¿Estarás bien? – me pregunta preocupada.
- Lo estaré – le hago cariño en su cara – tengo que devolverte algo y pedirte un favor.
- ¿Qué cosa es?
- Tu miedo y tu orgullo, creo que estas listas para enfrentar a tu monstruo – le doy un papel que dice “miedo/orgullo”.
Ambos nos ponemos a llorar, no sabemos si nuestros caminos se volverán a encontrar, pero llego el momento de caminar, llego el momento de irme de este lugar.
- ¿Qué favor me quieres pedir? – me pregunta.
- Despídeme de Camilo.
Ella asiente.
- ¿Te volveré a ver? – me dice ella.
Le sonrió y le doy un beso en la mejilla, despedirme siempre fue difícil, pero llego el momento de caminar, de despedirme de este lugar.
- Adiós Jazmín.
- Adiós Eliot.
Sé que esto será lo mejor para los dos.